Capitulo 3

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Miami, Florida -11:30PM

POV Anne

La entrada estaba oscura, pasamos por unos hombres vestidos con traje negro, la seguridad del Club por supuesto. Podía oír la música ruidosa y frenética llenar mis oídos y luego entramos al lugar. Sin duda fue una sorpresa, el sitio era enorme y lleno de lujuria, estaba poco iluminado con focos de luces rojas o rosas por todas partes. Puedes ver de polo a polo a mujeres prácticamente desnudas bailando sexy para hombres o mujeres que miraban muy atentos.

-¿Me trajiste a un club de striptease? -Le susurro a Willow en el oído.

-¡Asombroso! ¿Verdad? ¡Es el mejor de Miami, Anne! -Habló tan emocionada y continuó caminando.

Negué mentalmente por la locura que estaba haciendo, caminamos entre la gente, siendo guiada por la peliazul, hasta que nos acercamos al escenario principal, parecía haber una especie de zona VIP porque no todos podían entrar. Terri nos dio un pequeño brazalete verde, para poder entrar a esa área

-El mejor lugar para los mejores clientes -Terri dijo sonriendo.

-¡Por eso me agradas! -Park dijo abrazando a la mujer.

-Hoy tenemos a la mejor bailarina en el Club, espero que lo disfruten.

-Gracias, Terri. -La mujer sólo asintió con la cabeza y se retiró.

-¡Te voy a matar! -Le dije a Willow y esta soltó una carcajada divertida.

-¿Te ríes? -mi nerviosismo era notado a millas.

-¿Porque actúas así? ¡Como si nunca hubieras entrado a un Club de striptease antes!

-Yo ya no soy aquella chica irresponsable Willow. ¡La gente me conoce! ¿Qué estarán hablando de mí cuando me vean en estos lugares?

-¿Qué la estás pasando bien? ¡Deja de ser tan aburrida! ¿Crees que los empresarios dirán algo de ti? No seas tonta, tu eres una de los más grandes, nadie te desafiará así.

Miré alrededor, donde claramente había solo gente importante, con un alto poder adquisitivo.

-¡Necesito un trago!

-¡De eso es lo que hablaba! -Willow dijo emocionada.

-¡Hey! Se acercó una chica de cuerpo delgado, pelirroja, con un vestido que apenas cubría su cuerpo, era hermosa y muy sexy.

-¿Quieres un trago? -su voz sonó tan sensual.

-Dos tequilas para comenzar. -Dice Willow.

La pelirroja, asintió con la cabeza y se retiró para traer las bebidas.

-Es bueno tenerte de vuelta Boonchuy. -Dijo Willow sonriendo.

Minutos más tarde la misma pelirroja de antes regresó con dos shots de tequila.

Miré el líquido transparente en el vaso, tomando el valor de ingerirlo todo a la vez. Vi a Park con una mirada que indicaba que debía ser ahora, asentí tomando del vaso pequeño, llevándolo a los labios. El líquido fue rasgando mi garganta, fue increíble, mi estómago se sentía muy caliente, pero era una sensación muy buena, como en los viejos tiempos.

Tenía miedo de que alguien importante pudiera verme allí, no estaría bien despertar leyendo titulares como "la dueña de industrias Boonchuy en un club de striptease" sería el final.

La pelirroja estaba bailando sensualmente delante de nosotros, haciendo un baile en el tubo con posiciones envidiables, pero por alguna razón no llamaba mi atención como lo hacía con Willow.

¿Será que ya no me gustaban más las mujeres? Me pregunté, pero instantáneamente quite esa idea de mi mente, en ese instante me di cuenta que era completamente estúpida, nunca en mi vida desearía a un hombre. ¡Ugh! Pensé.

Tal vez fueron los años que no tenía diversión alguna, sin estar con una mujer que realmente me atraiga, viviendo acorde tu trabajo no era para cualquiera, por eso tuve que renunciar a muchas cosas, no fue fácil, la gente me miraba como alguien infeliz, pero me importaba poco la opinión de ellos.

-¿Quieres otra bailarina? Tal vez no te gustan pelirrojas. - Willow dijo sonriendo.

-Prefiero a las morenas, pero ¡ésta pelirroja es hermosa! Ten cuidado de no babear sobre la mujer.

Willow parecía divertirse tomando un sorbo de su bebida. Nos quedamos unas horas allí, disfrutando del medio ambiente, mujeres bailando. De repente veo a Park besando a la pelirroja que nos atendió.

-Creo que no te estás divirtiendo, ¿Quieres irte? -Willow se me acerco a decirme.

-Sólo temo que me vayan a ver aquí.

-Bien, iré al baño y después podemos irnos a casa, ¿vale?

Asentí y luego se levantó. Miré a mi alrededor y veía muchos hombres ricos, empresarios, financieros potenciales, grandes dueños con ojos llenos de lujuria viendo lo muy sexy que bailan para ellos. Pero no había solamente hombres, muchas mujeres que también se hipnotizaron con las bailarinas.

-¿Nos vamos? -Pregunto Willow.

-Vamos, he hecho suficiente locura para sólo una noche. -le dije levantándome, de repente la música se detuvo.

Willow y yo miramos, cuando percibimos una sola luz en el centro del escenario.

-¡Oh Dios! La bailarina se presentará ahora Anne, de la que nos hablo Terri, ¿podemos quedarnos a ver la presentación?

-Willow... -Le reprendí.

-Solo 10 minutos, después podemos irnos.

Involuntariamente me senté en mi silla, resoplando con opción de quedarme.

¿No quería estar allí, no quería beber e incluso no quería ver esas mujeres bailando, era tan difícil de entender? Me tomé un trago de whisky, sintiendo el cálido líquido en el estómago. Cerré mis ojos, escuchando murmullos ansiosos por la presencia de la bailarina.

¿Que es lo que esta mujer tenía de extraordinaria? Era solo una mujer que les haría un baile erótico durante unos pocos minutos. ¡Imbéciles!

-Dicen que es la mejor bailarina aquí - oí a Willow emocionada.

Continué sin la misma animación que todo el mundo tenia, sin querer, un poco de bebida cayó sobre la tela de mi falda, dejé de limpiar cuando la música volvió a llenar el medio ambiente. El centro del escenario quedó en completa oscuridad, haciendo que los murmullos sonaran cada vez más alto. En un instante la voz sexy y puramente erótica se escuchaba por todas partes, había comenzado la música. En el centro del escenario había un brilló sobre el cuerpo de una chica, y los hombres se volvieron locos.

Mis ojos se encontraron con el cuerpo de una mujer que se sacudía lentamente en perfecta sincronía con la música. Darcy, como todo el mundo la llamaba, comenzó su coreografía en el tubo que estaba en medio del escenario, moviendo sus curvas de un lado a otro y sus brazos apoyados en el acero. No podía ver perfectamente bien, la oscuridad del lugar me lo impedía. Pero por algún motivo su baile me llamo la atención, como un hechizo lanzado a un pobre e inocente espectador. Su cuerpo se movía tan caliente y sensual con la música, juro que es como estar en otra dimensión. Era simplemente increíble lo que ella podía hacer, su cuerpo estaba prácticamente de cabeza, con las piernas entrelazadas al poste de hierro, mientras sus manos se deslizaban sobre su cuerpo en lugares que cualquiera de aquí pagaría una fortuna por tocar. Ella puso sus manos de nuevo en el tubo, para abrir sus piernas y dar una buena vista de sus bragas. Eso hizo que todo mi cuerpo temblara, pero por pura suerte o el azar, regresó de nuevo al suelo.

Tenía el pelo oscuro, podría ser de color negro o marrón, su piel pálida y delicada. Las curvas deseables, tenia largas piernas bien torneadas cubiertas por una media de encaje negro, cubiertas con correa que la hacia ver mas sexy. Darcy descendió lentamente hasta el suelo haciendo que todos pensaran que Dios había sido generoso con ella, era tentador querer tocar su enorme culo.

La mujer sonrió diabólicamente cuando las personas se alborotaron, ¡Maldita Stripper! Tenía las manos en su cabello sedoso, dejando que todos vieran su rostro cubierto con una mascara negra, dejando solo sus carnosos labios rosa a la vista. Ella camino hacia el otro poste que estaba más cerca de la primera fila, donde yo estaba. Incluso con la mascara se notó su mirada provocativa. ¿Qué carajos tenia esa mujer? Se mordió el labio inferior, apoyándose en el hierro, cepillando lentamente contra el, cuando subió nuevamente se quitó el listón negro del corsé, haciendo que solo una parte cayera al suelo, dejando a la vista sus pechos apretados por el sujetador de encaje.

No era una exageración, en el cuerpo de la stripper llovía dinero, una marca de poder. Su cuerpo se movía en perfecta sincronía con la música, la mujer puede enloquecer a cualquier ser humano en este lugar. Darcy llevo su mano a su falda haciendo un gesto que se la quitaría, causando alboroto y aclamación en hombres y mujeres que deseaban verla con la menor ropa posible.

"Maldita me pones caliente"

"Pago lo que sea por ti preciosa"

"Es lo mas cercano cariño, te voy a dar lo que te gusta" -Un hombre habló con el dinero en las manos.

Oí a otras personas hablar de ella, lo cual solo se limitó a sonreír, se divertía con el deseo de los pobres mortales que querían algo con ella, que parecía haber sido esculpida por dioses o demonios. Ella tan hermosa y provocativa.

Ella volvió a bailar, bailaba de una manera más agradable que alguna mujer podría, y se volvió hacia mi, por una fracción de segundo sus ojos se encontraron con los míos, causando un calor repentino en todas las partes de mi cuerpo, incluso en una parte que no podía explicar. ¿Era posible, estar excitado por una mujer a la cual nunca habías visto bailar? Me sentía en llamas, con un deseo abrumador por el cuerpo de una mujer jodidamente buena. Sus ojos estaban todavía en mí, podía ver que ella encontró en mi algún tipo de desafío. Sonrió diabólicamente sosteniendo su labio inferior entre sus blancos dientes, lanzando un guiño sexy. ¡Que hija de puta!

Di un grito ahogado cuando Darcy puso su mano bajo su falda, tirando de la tela, sin apartar su mirada de la mía. ¿Qué debía hacer? ¿Ir hasta donde ella y quitar el resto de su ropa que la cubría?

Por que esa era mi única voluntad en ese instante. Dejó ver su pequeña ropa interior, que yo con gusto se la quitaría con los dientes, si me concede el honor. Cerré los ojos y sacudí la cabeza, tomando todo el whisky de mi vaso, el líquido caliente bajaba por mi garganta. ¿Caliente? Ya estaba en llamas con esa mujer, ¿Qué poder tenía sobre mí? Ahora si entendía por qué todos clamaban por ella, esa mujer te llevaba al mundo del placer, era la única sensación, donde su mirada provocaba un montón de sensaciones placenteras.

Ella siguió su coreografía, ¿Se me estaba insinuando? ¿O yo era la quien estaba fantaseando su atención sobre mí? Yo no sabía, yo solo sabia que estaba pasando. Me encontraba rendida ante una mujer malditamente sabrosa, que estaba en mi mente... Darcy.

Su espectáculo había terminado, el reflector se apago debajo de la chica, el show había terminado, pero para mi no sería el final. Mis ojos la siguieron hasta donde yo podía ver, pero entonces ella si había ido. La música frenética volvió a sonar, los hombres festejaron la presentación de la morena que los tenia fuera de orbita.

-Estoy sin palabras. -Oí la voz de Willow a mi lado. -Es realmente buena en eso.

No dije nada, solo esperaba que ella volviera aparecer, a pesar de que eso no iba a suceder.

-Siento que a alguien le gusta. -Miré a Willow que me miraba con una sonrisa llena de sarcasmo.

-Tengo que hablar con esa mujer, Park.

POV Marcy

¿Sabes cuándo te sientes atraído a alguien? ¿Con tan solo una mirada? Esos ojos intensos color marrón me miraron esa noche, no podían salir de mi cabeza. ¿Quién era esa mujer? Por Dios, nunca me había sentido tan expuesta a alguien en este lugar. Sus ojos me miraron como si estuviese hipnotizada, pude ver su iris rebosar de lujuria. Por alguna razón me sorprendió, era hermosa. La mujer a la cual no sabia el nombre, tenia sus cabellos castaños, era ondulado, su piel era perfectamente morena, sus labios carnosos cubiertos por una capa de lápiz labial rojo como la sangre. Ella no se veía como alguien normal, su ropa era sofisticada. Me sentí entregada a sus intensos ojos. No se como sucedió pero cuando note su mirada en mi, una corriente eléctrica se disparó bajo mis sentidos, como un animal cuando tiene a su mejor presa. En ese momento yo bailaba para ella, por su mirada que me cortejaba, me intrigaba, por algún motivo o razón mis pensamientos y mi cuerpo no podían explicar.

-Que gran espectáculo diste Marcy. -Oí la voz de Amelia que venía entrando.

Amelia era mi mejor amiga, o mejor dicho mi hermana. Desde que entré en el "Imperium" nos acercamos de una manera imposible de explicar, ella me conocía como la palma de su mano, y yo la conocía de la misma forma. Ella ha estado en mis peores momentos, protegiéndome como una leona que protege a sus cachorros y por eso la amaba tanto.

-Fue una locura. -Hablé un poco sin palabras.

-¿Sabes quien es esa mujer? -Me preguntó tomando un sorbo de la botella de agua en su mano.

La mire fijamente, sacudiendo mi cabeza.

-Parecías querer impresionarla. -Dijo con una sonrisa picara.

-¿Tú crees? -Le pregunté quitándome la máscara .

-Estoy segura Marcy, nunca has bailado de manera tan sensual como hoy en día, los hombres se quedaron mas emocionados que de costumbre.

Podía escuchar su risa divertida, haciéndome reír también.

-Yo no se porqué bailaba de esa manera, nunca vi a esa mujer aquí antes. ¿La conoces? -dije quitándome la ropa del show.

-La vi con Terri y otra mujer entrando al club, parece ser alguien importante.

Exacto, la mujer con ojos marones parecía ser alguien importante. Su aura de empresaria era obvia, tenía una postura seria y algo arrogante lo que la hacia ver tan atractiva.

-Ella es muy hermosa. -Hable en voz alta sin darme cuenta.

Amelia me miró un tanto curiosa, sus ojos me evaluaban constantemente.

-Te gusta ¿no es así?

-¿Qué? ¿De dónde sacas eso? -Hable mas rápido de lo que debería, mostrando un toque de nerviosismo en mi voz.

-La forma en que bailabas para ella, Marcy, parecía que no había nadie más allí. Apuesto a que ella debe estar con las bragas mojadas. -Su risa resonó en las paredes del vestuario.

Rodé mis ojos y me vestí.

-No digas tonterías. -dije lanzándole una pequeña almohada en la cara.

-¡Bueno! ¡Bueno! ¡Que hermoso espectáculo! -Oí una voz emocionada, era Terri.

Volví mi mirada a ella con una sonrisa.

-¿Te gustó?

-Eres maravillosa Darcy, no podría haber sido mejor. Hasta he recibido altas ofertas ahí abajo, ¿sabias?

-Les has dicho que no estoy disponible, ¿no es así?

La discoteca era de strip-tease, muchas de las bailarinas hacían sus planes con hombres que les ofrecían cierta cantidad de dinero o bienes, pero yo no era una de ellas. Desde el principio, mi acuerdo con Terri no implicaba relaciones sexuales con clientes de Imperium, y ella siempre lo ha respetado. No era solo hoy que recibía esas ofertas atractivas, admito que eran tentadoras las grandes cantidades de dinero, pero yo no permitiría hacer tal acto.

-Si, he dicho que no a todos, Marcy. Ellos quedaron un tanto decepcionados conmigo, pero les dije que solo eras una bailarina.

-¡Gracias Terri! -le dije dándole un abrazo.

En los últimos años Terri se ha convertido como una madrina para mí. Ella me ayudo y me trato como niña, que obviamente provocó ciertos enemigos contra mi, después de todo soy su favorita. Y realmente no me preocupo por ello, al principio era difícil tener a la mitad de las bailarinas contra mí, no fue fácil, pero con la ayuda de Amelia y Luz todo se hizo más fácil, y por supuesto con la bendición de Terri.

-Sabes, no es necesario dar las gracias Marcy, eres maravillosa, eres una joya en Imperium. -Dijo sonriendo.

-Un día de estos quisiera un trabajo aquí. -Dijo Amelia riendo.

-No se porque no hemos contratado a Amelia, a los hombres les gustaría verte bailar con ese cuerpo.

-Yo siempre le digo eso. -Dije mientras arreglaba mis cosas.

-No puedo -Ella dijo riendo. -Prefiero quedarme en mi oficina.

-Mis queridas chicas, voy a volver al club, tengo que prestar atención a algunos invitados especiales.

La peliazul regresó a la puerta, pero yo la llame.

-¿Si?-Ella preguntó volviéndose hacia mí.

Yo estaba un poco nerviosa por preguntar, pero necesitaba saber quién era esa mujer.

-¿Quién era esa mujer que me quedaba viendo mientras yo bailaba?

-¿Qué mujer?

-La empresaria que parece más un modelo de revista. -Amelia dijo sonriendo. -Que estaba en la primera fila, ¿Lo sabes? Cuando Marcy le bailaba sensualmente.

-¡Amelia!

Terri se echó a reír, haciendo que me avergonzara.

-Si se quien es, ella realmente es una empresaria muy importante, la mujer que estaba a su lado es su amiga, fue ella quien la trajo, pero no recuerdo su nombre ahora, el alcohol me deja un poco con amnesia. -La mujer habló con un poco de humor.

Solo asentí un tanto desanimada por no saber su nombre, tal vez después de hoy nunca la vuelva a ver. Me llevé mi pequeña bolsa al hombro, haciendo una señal a Amelia para irnos.

-A ella le gustas. -Terri mencionó haciéndome parar.

Me volví hacia ella que ahora me estaba mirando.

-¿Cómo lo sabes? -Le pregunté, reprimiendo mi emoción al saber de aquello.

-Digamos que ella era una de las personas que ofrecía dinero para verte, Marcy.

¡Cielos! La mujer de ojos esmeralda estaba realmente interesada en mí. Estaba un tanto nerviosa por la situación, ¿será que debería hablar con ella? No, ni siquiera la conoces, Marcy.

-¿Te hubiera preguntado antes o? -Terri dijo, viendo mi duda explicita en mi cara.

-¡No! Por supuesto que no, es la misma respuesta a todos. -Dije tratando de convencerme a mi misma.

Amelia y yo nos despedimos de Terri, salimos por la puerta trasera. No paré de pensar en esta noche, la mirada profunda de esa mujer, y como su forma autoritaria me atrajo.

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