CAPÍTULO VIII

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Capítulo dedicado agos-l y UnaFangirl

¡Gracias por sus lecturas, comentarios y votos!

Al llegar al jardín, Louis permitió entrar a sus fosas nasales el aroma de las distintas flores que tenían ahí.

Eran muchos tipos, que en realidad él no conocía, pero a juzgar por la delicadeza con la que Harry tocaba los pétalos de ellas, supo que eran importantes para él.

No se había acercado tanto, había tomado distancia para no invadir su espacio personal, sentía que era un momento muy íntimo por alguna razón, y no, no iba a echarlo a perder.

Después de un rato, vio como el rizado arrancó una de las flores, lo que parecía ser una margarita, eran las únicas que reconocía. Ah, y las rosas.

Observó con atención como las manos del príncipe comenzaban a deshojar la pequeña flor, arrancando pétalo por pétalo.

Como era de esperarse, la curiosidad lo venció y quiso acercase para corroborar que estuviese haciendo el clásico juego, "me quiere, no me quiere".

Louis atrapó su labio inferior entre sus dientes para que la traicionera sonrisa no se formara en su rostro. Una inmensa ternura le llenó el alma, cuando alcanzó a escuchar el cambio de palabras que había usado Harry para su flor, había modificado las frases.

"Me quiere, me quiere aún más, me quiere... me quiere aún más..."

El castaño retrocedió unos pasos y se giró por un momento, dándole la espalda al príncipe. Él no podía hacer eso, ya que su deber era cuidarlo y tener sus ojos puestos sobre él, pero la necesidad de suspirar y cerrar sus ojos para contener las sensaciones que estaban instalándose en lo más profundo de su corazón, le ganaron en el instante.

Cuando nuevamente se giró, pudo visualizar a Harry, ahora sentado sobre el césped, con otra flor igual en las manos.

Louis estaba comenzando a sentir un miedo inexplicable, y se preguntaba quién había querido hacerle daño a tan bello ejemplar. Una simple mirada de ese par de ojos verdes, podía hacer que tus piernas flaquearan y que imploraras castigo eterno por robarle oxígeno a semejante ser de luz.

"Louis."

El aura tan pura que el príncipe emanaba, la sonrisa más sincera y preciosa que había visto en su vida, adornada por dos lindos hoyuelos en sus mejillas.

"Louis."

La forma en la que trataba a las personas, haciéndolas sentir tan importantes como lo era él. Lo había observado charlar con las mucamas, así como con los lacayos que servían al castillo. Se reían y hacían bromas entre ellos, Harry les daba su lugar a todos.

"¡Louis!"

No se había dado cuenta que tan perdido se encontraba en sus pensamientos, hasta que el grito del ojiverde llamó su atención.

"Dígame, alteza."

"Te he dicho que, si gustas sentarte aquí conmigo, no me molestaría."

Louis parpadeó varias veces, regresando cien por ciento a la realidad. Rápidamente, avanzó hasta su superior, y se sentó a su lado, dejando una distancia considerable entre ambos cuerpos.

"Dime, ¿te gustan las flores?"

"No conozco mucho de ellas, su majestad. Pero sí, son bonitas."

"Claro. Mis favoritas son las margaritas. Mira, esas violetas de allá se llaman Iris. ¡Oh, y esas bonitas de acá son alcatraces! "

El castaño en serio estaba luchando con su yo interior en ese momento por no hacer lo que sus impulsos le estaban demandando.

"Ya veo, sabe mucho de flores, su alteza."

"Desde niño, este jardín lo cuido yo mismo... con ayuda de los jardineros, claro. Pero mi madre me lo regaló cuando cumplí seis años, dijo que a partir de ese día, este jardín me pertenecía."

"Eso es muy hermoso."

"Lo es." Harry observó de reojo el perfil de Louis, antes de extender su mano para cortar dos margaritas más. "¿Quieres intentarlo?"

"¿Intentar qué, su majestad?

"Mira." Habló, extendiéndole la flor. Louis sonrío levemente y la tomó por el tallo con sus dedos. "Tienes que arrancar pétalo por pétalo, y con cada uno que arranques, dirás: me quiere, me quiere aún más, me quiere, me quiere aún más... Así, hasta que tu flor quede completamente limpia. El último pétalo que arranques, define tu destino en el amor."

El ojiazul por fin se animó a mirar el rostro del príncipe, el cual tenía una ligera sonrisa formada en sus labios. Lucía emocionado y Louis no sería quién le quitara ese ánimo.

"Bien, entonces, ¿no digo: me quiere, no me quiere? Es decir, ¿no es así como se hace?"

"No. Aquí se hace de esta forma, es más divertido así y nunca saldrás perdiendo."

"Está bien, su alteza. ¿Puedo comenzar?"

"Por favor."

Así Louis comenzó a retirar los pétalos de la margarita, citando las palabras anteriormente indicadas por el rizado. Harry hizo lo mismo, al tiempo que el mosquetero lo hacía, el también iba deshojando su flor.

Segundos más tarde, la flor del castaño solo tenía un pétalo, al igual que la del rizado. Ambos se miraron por un momento.

"Me quiere..." dijo Louis.

"Me quiere aún más." murmuró Harry.

Esa fracción de segundos en la que sus miradas se sostuvieron, bastaron para que Harry afirmara lo que supo desde que lo vio entrar al gran salón.

"Bien, que suerte tiene, su majestad. Al parecer esa persona lo quiere muchísimo más de lo que usted se imagina."

"Eso espero realmente. Tú no tuviste tanta suerte."

"Oh, quizá no, pero con saber que me quiere me siento satisfecho. Al menos yo puedo querer el doble para que la balanza se equilibre."

Harry no respondió, su manzana de adán bajo y subió gracias a que su saliva pasó con problemas, estaba sintiendo tantas cosas en ese momento que no sabía si iba ser capaz de controlarlas.

"Con calma"

La voz de su consejero, resonó en su cabeza, así que, por ello prefirió romper el contacto visual con Louis, a quién le habían empezado a sudar las manos dentro de los guantes.

"Creo que debemos volver, esta comenzando a anochecer y Niall no tarda en llegar."

"Como usted ordene."

Ambos se levantaron, sacudiendo su ropa, antes de emprender la marcha hacia el interior del palacio.

"¿Todo está bien entonces con el reino de Adrien?"

"Si, todo de maravilla. Sus hijos te mandan saludos y me preguntaron cuando irías a visitarlos. Dicen que los tienes en el olvido."

Niall y Harry ahora se encontraban sentados en la estancia del príncipe, este último estaba envuelto en una manta, mientras bebía una taza de té caliente.

"Pronto iré, hubieras hecho la invitación a venir al castillo.

"Se los recordé, les dije que las puertas siempre estaban abiertas para ellos."

El rizado asintió con la cabeza, y su mirada viajó hacía los mosqueteros. Zayn y Louis estaban escoltando la puerta, de cada lado del marco de esta y ambos tenían la mirada fija al frente

Porque cuando el príncipe estaba en la estancia, ellos no se podían dar el lujo de estar sentados, tenían que cumplir con su trabajo, para eso estaban ahí.

"Uhm, ¿caballeros?" Habló Harry, llamando la atención de ambos muchachos.

"¿Si, su alteza?"

"Si gustan pueden tomarse un descanso. Pueden ir a comer algo, o a tomar un poco de aire."

Niall miró de inmediato al rizado, ¿era en serio?

"Harold..."

"No, no, espera Ni." Como era de esperarse, Louis vio a Harry, el cual, sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. "Vayan, y cuando vuelvan, ¿pueden traer más té? Se me ha terminado."

A pesar de que Harry les había dicho que no eran sus sirvientes, tenía que encontrar una manera de que aceptaran salir por un rato, distraerse cuando menos, y esa fue su mejor técnica.

"Su majestad, iremos únicamente por el té, no necesitamos un descanso." Murmuró Louis, pero en cuanto sintió un codo golpear sus costillas, se dio cuenta que Zayn no estaba del todo de acuerdo con él.

"Por favor, tómenlo. Necesitan un respiro, el día fue lo bastante agotador."

Louis no pudo oponerse más, los ojos del príncipe lucían preocupados, quizá quería estar solo con Niall para hablar de cosas personales, cosas que ellos no tenían porqué saber.

Y lo cierto era que sí, Harry estaba un tanto preocupado, pero no por las razones que el mayor creía, sino porque veía el cansancio en el rostro de Louis, sabía que también tenía derecho a relajarse y si él podía, le concedería la oportunidad de tener un ratito libre.

"Bien, su majestad, volveremos en unos minutos. Solo saldremos un momento y volveremos con su té."

Harry solo asintió ante la voz firme de Zayn, y vio a los dos muchachos salir de la habitación.

Niall, quién había escuchado la conversación en silencio, suspiró, tomando la tetera que se encontraba en la mesa de centro.

"¿Pero qué..? Harry, está llena..."

El rizado se encogió de hombros, riendo bajito. Niall entendió todo sin una sola palabra.

Zayn y Louis estaban en el acceso del castillo, sus pulmones se llenaban del humo de tabaco que estaban fumando a escondidas.

No sabían si como mosqueteros tenían permitido consumirlo ya que era nocivo para la salud, por eso lo estaban haciendo con cautela.

"Entonces Niall me subió con él, al caballo. Fue tan vergonzoso."

Louis sonreía incrédulo, él ya sabía los problemas que su amigo tenía con eso, los animales simplemente detestaban a Zayn.

"Tendrás que aprender Zee, no queremos echarlo a perder."

"No amigo, es que tú sabes cuánto tiempo lo he intentado y esas bestias simplemente quieren deshacerse de mí."

El castaño tosió un poco al sentir el humo atorarse en su garganta, dejando salir una sonora risa. Zayn se dificultaba mucho algunas cosas.

"¡Chicos!" La voz de Liam se hizo presente.

Louis sonrío de oreja a oreja al ver a su amigo, después de todo, con este nuevo puesto pocas veces podían convivir aparte de los entrenamientos.

"Li, ¿cómo estás? ¿qué haces aquí?"

"Los vi pasar desde arriba y dije que iría al baño para venir con ustedes." El ojimiel sonrío satisfecho.

"Te extrañamos."

"Y yo a los dos, Maxime no es ni una cuarta parte de lo divertidos que son ustedes."

La atmósfera cambió un poco, tornándose nostálgica. Esos tres habían sido como muéganos desde que se conocieron, y siempre trabajaron juntos; ahora que los habían separado, todo el tiempo se sentían incompletos, como si una parte les faltara. Pero por ahora, no podían hacer mucho.

"¿Qué hay de los reyes? ¿Todo bien con ellos?" Louis intentó amenizar el momento, con un cambio de tema.

"¡Claro! Al inicio fue muy complicado, eran demasiado exigentes. Pero son geniales Boo, los admiro muchísimo. Ayer salimos de cacería, y no me creerás cuando te diga que, con dos tiros, el rey logró tirar 3 aves. No entiendo como lo hizo."

"¡Wow!, ¿de verdad?"

"¡Sí! Aparte fuimos al entrenamiento de combate de la princesa Gemma. Aprendí las posiciones de batalla principales con solo ver."

Zayn enarcó una ceja ante lo mencionado por su amigo, Louis sonreía con asombro.

"Vaya, al parecer ellos son todo lo contrario al príncipe."

"¿Por qué lo dices Zayn?"

"Bueno, el príncipe es más tranquilo, en realidad transmite mucha calma, no sé cómo lo hace, es asombroso como logra llenar de paz las habitaciones dónde se encuentre..."

Louis tosió un poco al escuchar la descripción que su amigo había dado del ojiverde, obteniendo la mirada desconcertada de Liam.

"¿Qué?"

"¡Ah! Es que no te hemos contado la buena nueva, Li." El pelinegro hizo una reverencia hacía Louis. "Estás frente al próximo príncipe y rey de Francia..."

"Cállate."

"A nuestro apuesto príncipe le gusta Louis..."

"Zayn, basta, eso es mentira."

"No lo es, Harry está enamorándose lentamente por ti, Boo". Zayn acarició la barbilla de Louis. "Se muere por esos ojitos tuyos."

"¿Me quieren explicar que está pasando?" Liam se cruzó de brazos, más confundido que nunca.

¿Su mejor amigo?

¿El príncipe?

¿De qué se había perdido?

Louis rodó los ojos cuando comenzó a escuchar la absurda explicación que Zayn le estaba dando a Liam, ¡nada de eso era cierto! Ni el príncipe gustaba de él, ni sería el próximo rey, ni mucho menos alguien de la realeza se fijaría en un simple plebeyo mosquetero.

Louis sabía perfectamente que algo así era imposible, y aunque podía decir que conocía a Harry un poquito más que ellos, no significaba nada. El hecho de que hubiesen compartido un momento en el jardín, que él sintió tan íntimo, no significaba nada, ¿cierto?

Zayn y Liam no tenían que saberlo, no quería alimentar los falsos argumentos de su amigo.
Decidió ignorarlos, no quería que le metiesen más ideas a la mente que después, se comenzaría a creer.

Porque si bien Louis era el que estaba cayendo poco a poco por aquel bonito muchacho de hoyuelos en las mejillas, no lo diría.

El castaño estaba decidido a reprimir sus sentimientos, no quería salir lastimado por un romance sencillamente imposible.


¡Holaaa! ♡

Admito que para mi fue muy bonito escribir esto, es él primer acercamiento que tenemos de Harry y Lou.

Las dedicatorias van a seguir en los siguientes capítulos, ya tengo los users de quienes comentaron en el cap VI, ya les ubico. ♡

Nos vemos mañana con actualización, se vieneeeee.

Les amo, besitos.
-María Tommo.

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