CAPÍTULO XXXVIII

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Si por Harry fuera, le diría te amo a Louis todo el tiempo. Por la mañana, por la tarde y por la noche, a la hora del desayuno, de la comida y de la cena, cuando se duchaba, se vestía y cuando se iba a su entrenamiento. Al príncipe le quemaban esas dos palabras en la boca y necesitaba expulsarlas cada que lo veía.

Porque cuando Louis se lo dijo, el casi llora. Le contó a Zayn y a Niall, ambos chicos le sonrieron con júbilo, compartiendo la notoria emoción del menor.

No podía parar, en verdad, no podía... porque él ya se había mordido la lengua varias veces para no decirlo cuando lo que sentía se volvía más intenso. Creyó que iba a asustar a Louis y lo alejaría. Pero ya que el mosquetero lo dijo, aprovechó para repetirlo cada que se le presentaba la oportunidad.

"Buen día Louis, te amo."

"¿Puedes pasarme el libro de ahí? Gracias, te amo."

"Niall me dijo que bajara a comer, vamos. Te amo."

Y el castaño se sentía pleno, porque podía responderle de la misma manera. Aunado a ello, el juego de la flor había cambiado, pasó a ser un "Me ama, me ama aún más..." y estaban bien con eso.

Pero Louis en el fondo, sabía que tenía que hablar con Harry. Estaba consciente de que era necesario poner las cartas sobre la mesa y contarle todo lo que estaba ocurriendo. Porque no era justo para él, no era justo para el príncipe vivir en una burbuja de mentiras, aunque el mayor siempre había sido honesto sobre su sentir, el trasfondo desde que se conocieron era muy distinto a la realidad.

Se sentía entre la espada y la pared, era una disyuntiva complicada. Por un lado, estaba en juego su romance con el rizado y eso estaba estrechamente ligado con el terrible destino que podrían correr si abría la boca.

Al final, decidía aplazarlo, su cabeza tenía un nudo de razones entre buenas y malas, evaluaba todas las alternativas, llegando al mismo punto: No hablar por el momento, iba a perder más si lo hacía y poner a más gente en riesgo.

Después de correr, se encontraba caminando con un revoltijo de pensamientos rumbo a su alcoba, era temprano y planeaba ducharse ahí ya que Zayn le había ganado el baño de la estancia. No tenía problema, casi siempre él lo usaba y su amigo tenía derecho también, esta vez era su turno.

En el pasillo, vio la puerta de Paul y Bennet abierta, y sin siquiera voltear, se pasó de largo con la esperanza de no encontrarse a ninguno de ellos.

"¡Louis!" Escuchó detrás suyo y pensó que su suerte era una porquería. "¡Hey!"

Se giró con cara de pocos amigos, pero de inmediato la cambió al ver que se trataba de Maxime.

"Max, ¿qué hay?" Preguntó, regresando unos pasos para ponerse frente a él.

"Nada, todo bien." El mosquetero cerró su puerta, para después terminar de colocar sus guantes. "¿Tú?"

"Perfecto, vine a ducharme. Veo que tú ya te vas."

"Si, igual solo vine a tomar un baño y regreso, Liam debe estar en tu habitación." Musitó con una sonrisa casi angelical, y Louis se la devolvió. "Aprovecho para decirte algo rápido."

"Soy todo oídos."

"Paul y Bennet vieron que tú y él príncipe se estaban coqueteando." Soltó de golpe, en voz ahogada. "No sé si lo hayan inventado, y no es de mi incumbencia Lou, pero si es cierto, deberían ser más discretos."

"Espera, ¿qué?" El entrecejo del ojiazul se arrugó.

"Ellos vieron en el jardín que tú le guiñaste el ojo al príncipe Harry, algo así. También mencionaron que él, te sonrió." Exclamó seguro, encogiendo sus hombros. "Como te digo, es algo incierto para mi, pero me preocupa porque planean decirle a Kév."

El mayor inhaló, sintiendo el aire entrar por sus fosas nasales. "Nunca se van a cansar, ¿verdad?"

"No lo creo, incluso Bennet te tiene ciertos celos."

"¿A mi?"

"Ajá... dígamos que Krov le parece lo bastante atractivo y bueno, es un cero a la izquierda para él." El tono burlón que usó Maxime, le sacó una pequeña risa al ojiazul.

"Eso es estúpido."

"Como sea, ten más cuidado, ¿si?"

"¿En qué podría afectar? Es decir, no tienen pruebas y si se les ocurre decir algo, yo los puedo acusar por difamar mi integridad y mi persona." Examinó el castaño, inflando las mejillas.

"Te recuerdo que el problema no son ellos, el problema es Kéven y la estrecha relación que tiene con el rey." Evocó, torciendo el gesto. "Pero bueno, eso era todo lo que tenía que decirte."

"Gracias, tienes razón y lo tendré en cuenta, cualquier cosa que se le ocurra hacer al maldito ese, no dudes es comunicarmelo."

Maxime afirmó con su cabeza, y tras un estrechón de manos, los dos siguieron con su ruta. Louis no veía tan grave el inconveniente, o lo más probable era que había muchas circunstancias peores, que sencillamente eso representaba algo indiferente.

Un granito de arena en el desierto.

Porque él sabía que aunque el hombre se enterara, no iba a usarlo en su contra.

Decirlo, implicaría que el rey se enfadara con Louis y lo destituiría sin ninguna consideración. Eso solo iba a representar un Desmond enfurecido y exigiendo aún más seguridad para el menor; cosa que no iba a beneficiar en nada a Kéven, lo iba a desfavorecer en toda la extensión de la palabra.

Por sus malas intenciones, no le convenía.

De todas formas, Louis iba a seguir el consejo y tratar de evitar las muestras de afecto cuando alguno de ellos estuviese presente. No quería darles más motivos para hablar.

Cuando entró a su alcoba, lo primero que vio fue a Liam, sentado sobre su cama y poniéndose sus botas. Con una inmensa sonrisa, el ojimiel le recibió, contándole de inmediato algunas cosillas que escuchó por ahí entre los miembros de mantenimiento, hasta se había recargado en la puerta del baño para continuar hablando y que el mayor lo alcanzara a escuchar del otro lado mientras se duchaba.

Ellos estaban muy optimistas charlando y riéndose mientras se terminaban de preparar... Pero Louis nunca advirtió que justo después de terminar su plática con Maxime, una puerta de las alcobas aledañas a la de su compañero, se abrió.

Una mirada acusadora, unos ojos entrecerrados viendo la figura del ojiazul desaparecer en su habitación. Una persona que por maldita casualidad, por una mala jugada del jodido destino, se había enterado por error de lo que Max, le comunicó a Louis.

"¡Por favor!"

"No, he dicho que no Harry."

"Pero que podría pasar, solo es un rato... ¡Por favor!"

"Es peligroso, así que no, perdón pero esta vez no, precioso."

"Iremos rápido, por favor Lou, no nos alejaremos mucho."

"Es por tu seguridad, no lo haremos."

Ahí estaban, el mosquetero y el príncipe discutiendo por primera vez a causa un tema banal: un día de campo.

Harry insistía en ir unas horas al bosque, cerca del lago, pasar un rato con Louis, comer un poco y disfrutar de la tranquilidad que la naturaleza les brindaba sin nada a cambio. Pero el mayor se negaba, no quería y no iba a acceder.

"Es temprano aún, regresamos para tu práctica y si quieres hasta te acompaño, por favor." El labio del ojiverde se hizo más prominente al formar un puchero. "Anda Lou, tiene mucho que no salgo."

"No lo hago por molestarte, pero es riesgoso." Musitó, tratando de no ser hostil. "Además, tus padres no te dejaran pisar más allá de la entrada."

"Si vas conmigo, puede que si, ellos confían en ti también, si no, no estarías aquí."

"No sé Harry, no es prudente."

"Nada malo va a ocurrir, por favor Lou, vamos un rato."

El castaño lo pensó, apretando el puente de su nariz con el dedo índice y pulgar.

"¿Y Niall?"

"También puede venir, podemos ir los cuatro si eso te hace sentir más seguro." Exclamó con euforia, tratando de convencerle. "Vamos los cuatro, ¿si?"

"¿Por qué no mejor lo hacemos en alguno de los jardines de aquí? Tienes mucho espacio, no hace falta que salgamos." Murmuró, rascando la parte posterior de su cabeza.

"¡Porque aquí no te puedo besar cada que quiero! Además, si alguien nos ve, estaríamos en problemas los dos, así que prefiero ir al bosque para poder besarte y si las cosas mejoran, tocarte." El rizado espetó, tomando las manos de Louis entre las suyas. "Regresaremos antes del atardecer, ¿si?"

Louis no quería arrepentirse de su decisión, pero podían ir, no alejarse mucho, quizá solo a la orilla del lago, compartir la tarde tan agradable con su chico, y con la compañía de Zayn y Niall, no sonaba tan mal... pero supuso que era mejor no dar ubicaciones. Nadie tenía que saber que saldrían, para que nada raro se presentara.

"Ve por Niall, yo me encargo de Zayn." Finalmente aceptó, con resignación. "No le digas a tus padres aún."

Harry saltó con los brazos en alto, y después le plantó un beso a Louis en los labios en agradecimiento.

"Iré a decirle. Te amo, Lou."

"Te amo aún más."

Se besaron una última vez, antes de que el menor saliera disparado de su habitación para ir a la de Niall, esperaba que se encontrara ahí. El ojiazul bufó amohinado y también abandonó el cuarto, buscando a su amigo en la estancia.

"Louis, Harry salió muy rápido y no dijo a dónde iba, ¿ocurrió algo?" Dijo el morocho, con clara preocupación.

"Hay que alistarse, iremos a un día de campo con él."

"¿Día de campo?"

"Al bosque, cerca del lago." Louis vio el desconcierto en los orbes de Zayn. "Solo será un rato y regresaremos al atardecer."

"¿Acaso estás loco? No podemos ir así como así a las afueras, ¿sabes lo peligroso que puede ser?" El chico hablaba escéptico. "¿Qué si Kéven nos manda a seguir? ¿No te das cuenta?"

"¿Y cómo le digo a Harry que no puede salir porque nuestro antiguo jefe está esperando el momento de acabar con su familia y con nosotros?" Intentó no exaltarse. "No ha salido en semanas Zee, yo igual le dije que no pero insistió tanto y tuve que acceder. E igual pensé en Kéven, no soy imbécil."

"¿Cuál es tu brillante plan ahora?"

"Saldremos sin que nadie lo note, mientras menos personas sepan que nos fuimos, mejor será."

"¿Y cómo planeas hacerlo? ¿Brincando la barda de atrás?" Zayn se mofó rodando los ojos. Sin embargo, cuando vio a Louis ladear la cabeza con seriedad, se golpeó la frente con la palma de su mano. "Estás jugando, ¿verdad?"

Los hombros del mayor se movieron de arriba hacia abajo. "Nadie puede saber que salimos del castillo, es por seguridad."

"Por seguridad no debemos de salir, y cómo se te ocurre que le dirás a Harry... Hey, para irnos, tenemos que saltar la barda como delincuentes..." Su amigo había hecho una muy mala imitación de su acento.

"Los reyes no le darán permiso si lo pide, así que con eso será suficiente."

"Boo, se te está haciendo costumbre mentirle, recuerda que todo es como una bola de nieve y una vez que empieza a rodar, solo se detiene cuando se estrella y se desmorona."

Algo en el pecho de Louis se estrujó. Si, estaba haciendo mal, pero como lo había pensado por la mañana, tenía sus razones y en algún momento las podría explicar sin miedo alguno. Sin poner en riesgo a nadie.

Ojalá Harry lo perdonara.

No pasaron más de cinco minutos, cuando Niall y Harry ya estaban con ellos, los dos igual de efusivos, sorprendentemente, ya traían una canasta consigo, dónde habían metido un montón de comida elegida para todos y no podía faltar el té. Al rubio también le había encantado el plan, como Zayn iba a ir, no se sentiría tan incómodo.

Con una rápida explicación y también un buen entendimiento por parte del consejero y del príncipe, aceptaron brincar por la parte posterior del castillo. Zayn no estaba tan de acuerdo, pero ahí estaba, no tenía otra alternativa más que acompañarles y estar al cien por ciento atento a cualquier cosa.

Jamás abandonaría a Louis.

Pronto, fueron saliendo del palacio, uno por uno, con tranquilidad y como si nada, caminando por los jardines, esperando que los guardias no sospecharan absolutamente nada. Ellos tenían la orden de informar al rey cualquier anomalía.

Cuando los cuatro se escurrieron por fin entre los árboles, justo al fondo y frente a la barrera de ladrillos que dividía el territorio privado de los Styles, con el exterior, se ayudaron entre ellos para ir cruzando.

El primero en saltar fue Louis, lo hizo sin ninguna ayuda extra, más que la del tronco de un árbol. Luego, Zayn auxilió al príncipe, empujándolo desde abajo, y el castaño lo recibió del lado opuesto al muro. Con Niall fue exactamente la misma secuencia, y por último, el morocho logró pasar sin ninguna complicación.

Estando ya todos juntos y con la canasta en las manos de Harry, emprendieron camino hacia la orilla del lago. Gracias al cielo, nadie los había visto y eso ya era un punto a su favor.

"Espero les guste lo que elegimos." Niall rompió el hielo. "¡Trajimos mucha comida para hoy!"

"¿A ti también te apasiona esto?" Cuestionó el morocho.

"Me divierte, con Harry lo hacíamos muy seguido, ¿lo recuerdas?"

"¡Si!" Chilló animado el príncipe. "Incluso en mi cuarto, dónde quiera solíamos poner una manta y comida encima de ella."

"Haberlo dicho antes, nos hubiésemos ahorrado la salida." Zayn rodó los ojos. "Si nos descubren, yo diré que el consejero y el príncipe fueron los que nos obligaron."

"¡Oye! ¿No lo hace más emocionante? Ahora que lo pienso, es como una pequeña cita secreta. Son cosas que sabemos que no deberíamos hacer y eso lo hace perfecto." Musitó Harry, mordiendo las uñas de su mano izquierda.

"¿De qué composición sacaste eso?" Louis se burló, entornando sus ojos, y rodeó con su brazo la cintura del menor sin dejar de caminar.

"¡Grosero! Me lo inventé."

"Pues yo si estoy extasiado, es la primera vez que hago algo así como escaparme, es mi primer regla rota en esta vida." Era claro el estado emocional del rubio, su rostro estaba iluminado.

"¿La primera?" Una ceja del morocho se arqueó.

Niall le miró mal, con la cara roja hasta las orejas, pero Harry y Louis fingieron no notarlo.

Todo iba de maravilla.

Habían comido muchísimo, Louis en serio sentía que su barriga iba a explotar, se atiborró tanto de comida, que ahora estaba recostado sobre el fino césped, con los párpados caídos y luchando por no quedarse dormido.

Niall y Zayn se encontraban a las orillas del lago, con los pies sumergidos en el agua tan clara, inmersos en su mundo. La cabeza del rubio estaba sobre hombro de Zayn, y este se dedicaba a dejarle dulces caricias en el cabello.

Y el príncipe estaba haciendo lo que más les gustaba: admirar a Louis en silencio. A cada segundo que transcurría, se enamoraba más y más de él, de su forma de ser, de su sentido del humor, de su personalidad tan auténtica, sus manías, sus virtudes y también defectos, de sus gustos y de su belleza en general.

Louis Tomlinson lo tenía todo.

Y Harry Styles lo tenía todo, con tenerlo a él.

Sentado a su lado, comenzó a delinear sus pómulos con la yema de su dedo índice, suave y delicado. Louis se relajó con el tacto, dejando aparecer una leve sonrisa en su boca, que el príncipe notó al punto. Siguió trazando su rostro, recorriendo su nariz, sus labios y su barbilla, subió por sus mejillas, paseando por su frente y luego sobre sus párpados con cariño.

Harry quiso llorar, por un momento dudó que Louis fuera real.

"¿Te ha gustado?" Preguntó el rizado, acomodando el flequillo del mosquetero.

"¿Qué? ¿El día de campo o la compañía?" El ojiazul contestó, tapando con su mano el sol que le daba en el rostro y así logró abrir los ojos.

"Ambas."

"Bueno, para no querer venir, tengo que admitir que ha sido genial."

"Te lo dije, siempre tengo buenas ideas."

"La mayoría del tiempo, si."

Se observaron mutuamente, y el príncipe se inclinó cuando la mano del mosquetero se extendió hacia su cuello para atraerlo. Los rizos de Harry cubrieron casi todo su rostro, y río por ello antes de juntar sus labios con los de su chico.

Se movían al compás, sin premura, solo se dedicaban a embriagarse bebiendo el uno del otro. Los dedos de Louis se enredaban en el cabello ajeno, y Harry tenía su mano libre sobre el hombro de Louis, apretando la casaca entre sus nudillos.

"¿No me quieres tomar aquí?" El príncipe soltó de repente, causando que el mayor tirara ligeramente de su cabeza para poder mirarlo.

"¿Qué?"

"Si, podrías tomarme aquí, Lou."

"¿Estás loco? No puedo hacerlo, Zayn y Niall están allá, nos van a ver y escuchar." Susurró, desviando la vista hacia sus acompañantes.

"No, no, al contrario. Lo tendrías que hacer despacio, muy lento, y yo tendría que mantenerme callado, mordiéndome la boca o alguna parte de tu cuerpo para no gemir tu nombre como lo hago." El tono seductor que el ojiverde usó, produjo un tirón en la entrepierna de Louis y se maldijo por ello.

"Harry, nos van a ver... no puedo simplemente follarte y esperar que no lo noten, estás demente."

Louis se levantó, quedando sentado sobre las hierbas y la tierra. Harry se movió un poco para permitirle enderezarse, y después se acercó a él de nuevo, colocando la mano en su pecho.

"No lo estoy, solo me imagino que me follas detrás de unos arbustos, me cubres la boca para no hacer ruido y te entierras hasta den-"

"Calla, tus ideas nos pueden traer consecuencias, más bien." Le interrumpió, porque claramente estaba sintiéndose muy afectado con su forma de hablar. "Eres insaciable, ¿por qué tu familia te tiene tan subestimado?"

"Porque solo contigo puedo ser así. Ya tengo el príncipe azul que siempre soñé y que ama tanto como yo a él... pero también tengo una polla que me quiere mucho."

La carcajada súbita y nerviosa de Louis, lo hizo sonreír a él también. "Que lenguaje tan indecoroso estás usando, la reina se va a enterar."

"¡No!" Vociferó, dándole un leve empujón. "Basta, en serio Lou, quiero que lo hagamos aquí."

Ahora tenía a un príncipe rogándole porque lo tomara en el bosque, sin pensar ni preocuparse por sus dos amigos.

"¿Y qué si nos empiezan a buscar? En algún momento van a notar nuestra ausencia."

Si, ya estaba pensando en ceder, no podía resistirse mucho en ese tipo de situaciones.

"Podemos decir que iremos por flores." El menor sonrió de oreja a oreja, enseñando sus hoyuelos.

"Mhn, me estas convenciendo pero, con una condición."

"La que tu mandes."

"No te voy a follar yo, lo harás tú solo."

Harry mudó de semblante, de reflejar una emoción reluciente, cambió a confusión con la boca abierta.

"¿He?"

"Me vas a montar." Demandó el mayor, pellizcando su mejilla.

"¿Montar? ¿Cómo a un caballo?" Para su sorpresa, el rizado no entendía.

Louis se botó de la risa, negando a la par con su cabeza. "Eres tan descarado pero tan inocente a la vez... vamos, yo te voy a explicar."

El ojiverde se puso de pie con una rapidez espectacular, su ritmo cardíaco se aceleró y se labio inferior se hizo prisionero de sus dientes, después se sacudió su bonito traje color negro, y ayudó a su mosquetero a pararse. El castaño también parecía haber caído ya en el abismo de la adrenalina.

"¡Ni!" Se adelantó, gritándole a su mejor amigo, el cuál volteó enseguida. "Iremos por flores, no tardamos, recojan todo para que cuando volvamos, ya nos vayamos, ¿si?"

"Sin problema." Niall levantó uno de sus pulgares, y recobró su postura con Zayn.

"¡Gracias!"

Perdiendo los estribos, se tomaron de la mano, dándose una mirada juguetona antes de andar y perderse por entre los árboles, no muy retirado de dónde de encontraban.

Si, era como una pequeña cita secreta.

Hola hola♡

Bueno, acá les dejo el capítulo de ayer¿? creo, ya por fin estoy en mi casa. Obviamente después de esto viene smut, quizá se los suba en la noche. *guiño*

Por cierto, no se enojen con Louis por mentir, les prometo que en los capítulos siguientes, se va a aclarar todo:(.

Que tengan un buen inicio de semana, les amo♡.
-María Tommo.

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