Antes de que ambos salieran a tomar posiciones en el escenario, Yoongi se la pasó calmando al menor en un ataque de ansiedad, cosa que él mismo también estaba sufriendo.

Ambos prometieron dar lo mejor de sí mismos, se sonrieron, y Jimin le jaló las mejillas a su hyung antes de ir a instalarse en la estructura que tenían lista.

Anunciaron los nombres, subieron el telón, y enfocaron la única luz en aquellos jóvenes.

Jimin sobre el piano, simulando ser un bailarín de caja musical, y Yoongi sentado y listo para empezar con las primera notas. Ninguno tenía aún el valor para abrir los ojos, pero coordinaron perfectamente al momento del inicio, siendo Jimin girado sobre el instrumento, mientras se movía con delicadeza.

La canción iniciaba suave y con notas separadas, un ritmo y una imagen que atraían las miradas de los espectadores. Cuando terminó la primera parte de las notas, hubo una pequeñísima pausa antes de que el bailarín se safara de la base en la que estaba y cayera al suelo con gracia y precaución, parte que puso muy tenso a Yoongi hasta que vió que Jimin lo había logrado exitosamente.

El show continuó para ambos, con una melodía que había agarrado más seguridad y velocidad, Park avanzaba hacia el centro del escenario dando vueltas y haciendo gestos con sus manos, otra pausa diminuta, y el menor abrió los ojos ante el publico, nadie tenía aliento gracias a la preciosa imagen del menor, metido tanto en el papel.

Así continuó y terminó la presentación, con ambos chicos sintiéndose tan libres y felices mientras se complementaban.

Yoongi tocaba para Jimin. Jimin bailaba para Yoongi. Tal como lo habían imaginado.