01; MADRE

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MADRE

Aegon se arrepentía de muchas cosas, demasiadas si era honesto, pero si había algo que lideraba esa lista era sin duda haber escuchado a su madre cuando le dijo que Rhaenyra los mataría si no usurpaba el trono. Claro que, nada de eso funcionó porque al final todos murieron, incluso aquellos que eran demasiado jóvenes para tener una gota de culpa en ellos. Recuerda con claridad cómo sucedió todo, como cada uno de ellos murió sin la oportunidad de decir adiós, pero quizás eso era más de lo que se merecían después de lo que hicieron. Iniciaron una guerra, derramaron sangre inocente, lo que les pasó fue un castigo de los dioses. Lo sabía, pero eso no fue suficiente para detener sus súplicas.

Estaba muerto. Veneno, seguramente puesto por Lord Corlys, en venganza por la muerte de su esposa, y otros más que temían el ataque de los norteños que buscaban vengar a Rhaenyra y poner a Aegon el menor en el trono. Había escuchado que Cregan Stark lideraba el ejército que marchaba hacia King's Landing, también escuchó que Rhaena Targaryen tenía un dragón, y que iban por su cabeza. Sin embargo, él ya no estaría cuando ellos llegaran.

Todo a su alrededor estaba consumido por la oscuridad, pero su mente estaba despierta, suplicando a los dioses por otra oportunidad. Suplicando que Jaehaera tuviera otra oportunidad. Su hija era la única que quedaba, Jaehaerys y Maelor no estaban, Helaena se había ido por su cuenta propia y él no podía culparla. Al menos ella había tenido el coraje de irse por su cuenta, él era un cobarde que prefirió seguir las órdenes de su madre.

¿Qué sentido tenía seguir? No tenía ningún sentido, pero se quedó y acabó muriendo, traicionado por los que se supone le eran leales.

¿Así se sintió Rhaenyra cuando la traicionaron?

Si cerraba los ojos aún podía escuchar las voces de las personas que lloraban la muerte de su media-hermana, la joven doncella que se sacó los ojos para no verlo, y el pequeño Aegon que lloró y gritó al ver como su única familia moría frente a él de forma sangrienta. Había sido cruel al hacer que el niño estuviera presente, pero después de la guerra, de tanta pérdida, había perdido la cabeza. Estaba desquiciado y se convirtió en algo peor que Maegor el Cruel.

Por lo menos Maegor se encargó de mantener a los dragones.

¿Él qué hizo?

Los destruyó.

Si tan solo las cosas hubieran sido diferentes, si Otto no hubiera envenenado a su madre, si hubieran dejado que se acercara a Rhaenyra de pequeño, si tan solo su madre lo hubiera amado.

Si no hubiera sido una decepción.

Recuerda que le preguntó a su madre si lo amaba, ella nunca le respondió honestamente. Sabía que lo amaba, aunque sea un poco, pero nunca como amó a sus otros hijos. Nunca como Rhaenyra amó a sus hijos. Y en ese momento, rodeado de oscuridad, se preguntó cómo sería tener una madre como Rhaenyra, que lo amase sin condiciones y peleara por él.

Rhaenyra, Rhaenyra, Rhaenyra...

Al final todo se resumía en ella, ¿no?

Era la heredera, debía ser Reina.

Estaba seguro que si le dieran la oportunidad la escogería a ella sobre cualquiera, incluso por encima de su madre. Porque Rhaenyra era mejor madre, intentó ser una buena hermana, fue una buena hija, fue una buena princesa, y hubiese sido una buena Reina. Así que si, si pudiera la escogería a ella.

Porque siempre fue Rhaenyra.

Hubo un movimiento en la oscuridad, apenas pudo sentirlo, pero sus pensamientos desaparecieron y una luz apareció. ¿Estaba a punto de ser enviado a los siete infiernos? Se lo merecía. Sus ojos se cerraron y la oscuridad volvió a consumirlo, pero aún podía ver la luz detrás de sus párpados, una luz que comenzaba a molestarle.

—Es un niño.

—Déjame verlo.

Las voces se escuchaban distantes, como si estuviera bajo el agua y ellos estuvieran hablando en la superficie. Poco a poco comenzó a sentir las cosas a su alrededor, el aire fresco y el calor que solo otra persona podría brindar, un par de labios en su frente y una caricia en su mejilla. Se sentía cálido, pero su cuerpo estaba pesado, como si hubiera corrido por horas.

—Aegon—susurraron en su oído—, Aegon...

Sus ojos se abrieron, él reconocía esa voz.

Le costó acostumbrarse a la luz, pero cuando por fin lo hizo pudo reconocer el rostro que lo estaba mirando. El cabello blanco, los ojos violetas, esa sonrisa y la mirada llenas de amor que solo veía dirigidas a sus sobrinos.

—Princesa, deje que lo limpiemos apropiadamente.

Sintió que alguien más lo agarraba, lo estaban alejando de ella, y eso le causó pánico. Solo bastó una última caricia en su mejilla para que el llanto de un bebé se escuchará, fuerte y molesto. Le tomó un par de minutos darse cuenta que provenía de él.

—Yo lo haré—la voz se escuchó suave y el tacto lo fue aún más cuando volvió a pegarlo en su pecho, arrullándolo—. Shh, está bien, Aegon, no dejaré que te lleven.

El llanto cesó y la oscuridad volvió a consumirlo, ¿estaba en el infierno viviendo lo que nunca pudo vivir? ¿Acaso ese era su castigo?

—La Reina tuvo un hijo, princesa, pero nació sin vida—otra vez las voces sonaban distantes—. Ella lo nombró Aegon.

La Reina, Alicent, su madre. Aegon, ¿él?

Con mucho esfuerzo pudo abrir los ojos, su visión estaba algo borrosa, pero podía sentir el mismo calor de antes así que no se alarmó. Al contrario, intentó moverse para buscar una posición más cómoda.

—¿Lo nombró Aegon?—el tono fue tenso, pero los brazos a su alrededor se mantuvieron relajados.

—Princesa...la Reina no dejaba de decir que era su culpa—¿Culpa de quién?—, dijo que usted y el príncipe causaron la muerte del niño.

Ahora los brazos a su alrededor se tensaron y él no pudo retener la protesta que se le escapó, por suerte fue suficiente para llamar la atención de la persona que lo sostenía.

—Lo siento, cariño—susurraron contra su frente—, no quise despertarte.

Cariño. El apodo se repitió en su mente más de una vez y cada vez que lo escuchaba sentía su corazón más en paz, se sentía amado por primera vez. ¿Era esto lo que sentían ellos todos los días?

—El príncipe debe tener hambre, princesa, iré por la nodriza.

La puerta fue abierta y cerrada con cuidado.

—Quizás esto le enseñe a mi padre que no debió casarse una segunda vez—las palabras fueron dichas con rencor—, menos con alguien...

—Quizás es una lección para los dos—otra voz que no logró reconocer se escuchó, un poco más cerca—. Karma por la traición que cometieron.

Un suspiro cansado y un besó en su frente le hicieron parpadear, sus ojos buscaron el rostro familiar sobre él y su corazón se encogió al encontrarse con un par de ojos que desbordaban amor. Amor que estaba dirigido a él y solo a él.

—Serás el niño más amado de los siete reinos—una mano, no tan delicada como la de ella acarició su mejilla—, crecerás para ser un mimado—sus ojos brillaron con amor desmesurado.

Una madre y un padre que lo amaban.

Entonces se dio cuenta quién era realmente. No era Aegon Targaryen, hijo del Rey Viserys Targaryen y su esposa Alicent Hightower.

Era Aegon Velaryon, primogénito de la princesa heredera Rhaenyra Targaryen y el heredero de Driftmark Laenor Velaryon.

Pero nada de eso importaba porque tenía padres que lo amaban.

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NOTA:

Si es la primera vez que leen alguna de mis historias, ¡Bienvenidos! y si es la segunda, tercera, o cuarta, ¡Hola de nuevo!

Este capitulo solo fue la introducción de Aegon a su nueva vida, en el siguiente ya tendrá un par de meses y vamos a ver sus reacciones a ver rostros ya conocidos para él.

Si llevan tiempo leyendo mis historias ya deben saber que Laenor va a ser el mejor padre del mundo en esta historia y que nada malo le va a pasar. Para los nuevos: Laenor es mi protegido, cualquier insulto a su persona será tomado como algo personal.

La historia empieza en 107 d. C que es el año en el que nació Aegon, esto quiere decir que ciertos eventos se adelantaron. La escapada de Rhaenyra y Daemon ya pasó, y él se fue a la guerra en los Peldaños de Piedra luego de ser exiliado. Sin embargo, eso sigue igual, Daemon regresará cuando Aegon cumpla los dos años y así.

Desde ya aviso que Aegon si es hijo de Rhaenyra y Laenor, tiene el pelo castaño (herencia de los Arryn y los Baratheon) con mechones blancos y sus ojos son de un color similar al de los Velaryon (un poco más claro que los Targaryen).

Espero les haya gustado, gracias por leer, lu.

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