Capítulo 7: Posibilidades

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Nunca olvidaría ese día que pudo pasar toda la tarde, casi noche con el rizado, observándolo sonrojar cada vez que lo atrapaba mirándolo, ya sea en la heladería o durante su entrenamiento de futbol.

Realmente se había sentido muy motivado con la intensión de sorprender al rizado, y ya no sólo para eso, sino para también animarse a invitarlo por un helado, que por suerte el clima le indicó que era el día perfecto para hacerlo.

Así como notó que él lo observaba, Louis tampoco fue la excepción. Lo veía cada que esperaba su turno para los pases o tiros y en lo que el rizado no lo viera, obviamente. Se veía tan lindo y tierno conversando con Liam tímidamente y trabajando en su laptop con una ceja arqueada, muy concentrado en su tarea.

Admite que se asustó cuando al terminar su entrenamiento no lo vio, pero se tranquilizó al ver sus cosas todavía y cuando Liam le dijo que fue al baño algo nervioso. Claro que se preocupó por él durante toda la tarde, pero no lo obligaría a hablar, en cambio, lo haría ganar su confianza para poder ayudarlo.

Aunque sabe que la personalidad de Harry es algo callada, le gusta verlo y hacerlo sonreír, así podía ver esos pequeños lindos hoyuelos que poseía a cada lado de sus mejillas. Esa también era una manera de ayudarlo sin saber aun exactamente cuál era su preocupación, eso y los abrazos, que siempre se sentían cálidos.

Sentía alivio de que ese día tuviera libre de la escuela, aunque echaría de menos la parte de pasar tiempo con Joe, pero realmente necesitaba un descanso luego de varios temas que estuvo viendo en estos últimos meses, sin que ninguno de ellos la haya dejado dormir en paz.

Aunque el sueño no estaba haciendo impedimento para continuar su canción, realmente lo ha sentido muy reconfortante, a pesar de que siempre le traen malos recuerdos que la hacen sacara algunas lágrimas. Pero eso está bien, la hace sentir con un peso menos que poco a poco va quitando.

Justo iba a empezar a preparar su ambiente cuando una llamada de su rizado amigo la interrumpe.

—¿Hola?

—Taylor, ¿estás ocupada? —Preguntó inmediatamente Harry.

—Hola, ¿cómo estás Tay? Bien me alegro, ¿y tú? —Dijo sarcástica hablando consigo misma.

—Perdón es que...—soltó un suspiro—estoy alterado.

—¿Qué paso? —Preguntó esta vez preocupándose.

—Necesito hablarlo contigo en persona, ¿puedes venir a mi casa?

—Le preguntaré a mi papá si me puedo ir sola, pero no garantizo nada—dijo pensando, comenzando a guardar sus cosas de su habitación.

—Si no puedes puedo ir yo voy por ti—sugirió—, la cuestión es que necesito verte.

—De acuerdo—dijo recargando su teléfono en un oído mientras se colocaba los zapatos—¿Seguro qué no es nada grave? —Volvió a preguntar.

—No, pero si me está dando una crisis.

—Eso no me tranquiliza Hazz, estaré en diez minutos máximo.

—Gracias, aquí te espero—y terminaron la llamada.

Taylor terminó de colocarse los zapatos, tomo una mochila pequeña con sus cosas y bajo a la sala donde estaban sus papás sentados viendo la televisión.

—Mamá, papá, ¿puedo ir a la casa de Harry? —Preguntó posicionándose en medio de ambos padres.

—¿No es algo tarde? Además, recuerda que mañana tienes clases—mencionó su madre.

—Lo sé mamá, pero no me voy a quedar, es que dijo que necesitaba ayuda con algo.

—No me agrada que salgas muy noche—comentó esta vez su papá.

—Puedo ir en el auto o que Harry venga por mí—intento tratando de convencerlos.

Ambos padres compartieron miradas sonriendo levemente y asintiendo con la cabeza.

—Te esperamos para cenar, ten mucho cuidado por favor—dijo su madre.

Taylor disimulo un poco su sorpresa sonriendo hacía sus padres y asintiendo con la cabeza varias veces.

—Lo prometo, les aviso cuando esté allá y cuando venga de regreso—dijo emocionada besando rápidamente la mejilla de cada uno.

Tomó las llaves que estaban en el perchero, a un lado de la puerta y salió dirigiéndose a su garaje para empezar a subirse al auto. Estaba entre emocionada porque la habían dejado irse sola tan tarde, pero también algo angustiada por lo que podía estar pasando a Harry.

—Oh hola Tay, no esperaba verte muy tarde—mencionó Anne, la madre de Harry, al abrir la puerta.

—Hola Anne, si yo lo sé, pero...—apenas comenzaba a hablar Taylor, introduciéndose a la casa cuando escucho pasos apresurados de las escaleras.

—Es que necesito su ayuda para una tarea— interrumpió Harry asomándose por las escaleras.

—¿Y no pudiste esperar hasta mañana Hazz? —Preguntó su madre.

—Se entrega mañana temprano—dijo desesperado.

—¿Pero no tú y Taylor estudian cosas muy diferentes? —Volvió a cuestionar su madre, está vez arqueando una ceja y mirando a ambos jóvenes.

—Hay algunas materias en común como francés, ¿recuerdas? —Respondió Harry obvio.

—Está bien—mencionó suspirando, Anne.

Taylor pasó a un lado de la mujer agradeciendo y luego de Harry quien le dio el paso, dirigiéndose hacia la habitación del chico.

—La puerta abierta por favor—murmuró recordando Anne, como era costumbre de ella, ¿cómo le explica que las chicas no le van y mucho menos su mejor amiga?

Harry no contestó y fue detrás de la rubia.

—Espero que no tardemos mucho, prometí llegar antes de la cena—dijo Taylor una vez ambos jóvenes estuvieron en la habitación.

La rubia estaba sobre la cama con los pies cruzados mientras observaba a su amigo entrar y emparejar levemente la puerta de su habitación.

—Yo también espero—dijo para sí mismo, yéndose a sentar a un lado de su amiga. Taylor volteó a verlo esperando que le dijera que era lo que le estaba preocupando.

Harry suspiro antes de empezar a hablar, bajando la cabeza.

—¿Cómo sabes cuándo te gusta alguien realmente? —Soltó esperando la reacción de la rubia, quien abrió los ojos sorprendida con tal pregunta.

—¿Te gusta alguien? —Preguntó emocionada.

—No sé, es que...—dijo haciendo una mueca—, nos conocemos hace poco tiempo que temo confundirlo con admiración y cariño.

—En primer lugar, ¿tienes oportunidad con él? —Cuestionó refiriéndose a que si el chico también estaba en la misma página. Harry subió su rostro al mismo tiempo que asentía con la cabeza.

—De acuerdo mm....—pensó Taylor, sonriendo un poco por lo que iba a decir—Cuando a mi empezó a gustar Joe, también fue al poco tiempo de conocerlo.

—Pero, ¿cómo supiste que no era algo temporal? —Volvió a preguntar el rizado.

Taylor lo acercó y lo abrazó con un brazo, jugando con sus rizos.

—Cuando alguien te gusta, te sientes cómodo con él, tan sólo verlo te hace sentir en calma y te saca una sonrisa de total bobo—mencionaba Taylor acariciando los rizos de su amigo mientras que él escuchaba atento sus palabras—, empiezas a verlo como la única persona perfecta en este mundo, quieres estar con él siempre que es posible porque el tiempo pasa rápido a su lado, no lo tratas con amabilidad sólo por respeto, sino porque piensas que se lo merece y además...

Mencionó volteando a ver a su amigo quien también la volteo a ver.

—Durante todo este tiempo que estuve mencionando esos puntos lo tuviste en mente—sonrió al ver a Harry sonrojarse y bajar la mirada tratando de contener una sonrisa.

Taylor también rio al verlo tirarse sobre la cama boca arriba colocando una almohada sobre su rostro ocultando su sonrojo.

—Ahora sí dime, ¿quién es? —Preguntó haciéndole cosquillas al rizado para que hablara.

—N-no—dijo con dificultad por las risas.

—¿Por qué no?

—Porque n-o respon-diste mi pre-gunta—Taylor detuvo las cosquillas—¿Cómo sé que no es temporal? —Dijo regulando su respiración.

—Dime algo que te guste de él, lo que sea—mencionó segundos después.

Harry abrazó la almohada pensando en que le gustaba de Louis. Es difícil tomando en cuenta que hace un par de meses no le caía bien, pero pensándolo bien...

—Me gusta mucho su sonrisa y su risa, es única que siempre que la escucho sé que proviene de él—mencionó—. Últimamente me he dado cuenta de que es una persona con un gran corazón dispuesto a ayudar a los demás.

Tal vez jamás se lo diría a sus amigos, pero sabe que mirar a Louis casi nuca fue para juzgar algo de él y tenerle envidia, a veces lo hacía porque le llamaba la atención esa única y dulce risa que según él era irritante, pero volvía a lo suyo cuando este estaba a punto de voltear a verlo o cuando una extraña sensación pasaba por sus venas y llegaba a su corazón.

—¿Sabes cuándo lo empezaste a ver de otra forma? —Volvió a preguntar al verlo no decir más.

—No sé—suspiró—, un día lo veía como amigo y al otro me empecé a dar cuenta que lo estaba viendo de otra forma—miró a su amiga esperando la respuesta a su duda.

—Hazz, el amor verdadero, como nos gusta llamarlo—sonrió—, es aquel que pasa cuando no te das cuenta y simplemente sucede. Si sigues teniendo dudas espera un tiempo y si los sentimientos no cambian en dos meses, oficialmente estas profundamente enamorado de él.

—Si había pensado eso, de darme tiempo y entenderlo, pero es que darme cuenta que me empezó a gustar Louis fue...—no pudo terminar debido a la sorpresa de su amiga, dándose cuenta de lo que había dicho.

—¡¿Qué?! ¡¿Te gusta Louis?! —Harry se quedó callado y Taylor empezó a saltar en la cama—. Niall y yo siempre tuvimos la razón, sabíamos que te gustaba, porque del odio al amor hay un paso—exclamo emocionada.

—¿Ya terminaste? —Trato de preguntar molesto, aunque en realidad estaba riendo por la reacción de su amiga.

—Digo esto en parte mía—mencionó dejando de saltar en la cama y sentándose nuevamente—. Te lo dije rizado egoísta, a ti te gustaba Louis desde un principio.

—Hey recuerda que todavía no sabemos si es amor o cariño amistoso—reclamo levantándose, pero recargándose sobre sus antebrazos.

—Bueno sí aja, la cuestión es que ya no tienes los mismos sentimientos hacia él—mencionó Taylor.

—Está bien, tienes razón—murmuró el rizado dándole la razón a Taylor.

—¿Ni, lo sabe? —Preguntó unos momentos después.

—Como siempre eres la primera en saber. Se lo diré mañana llegando de la escuela—respondió sonriendo sutilmente.

Taylor asintió con la cabeza. Sacó su celular de su bolsillo para ver cómo estaba de tiempo, tenía un rato más. Perfecto para también sacar sus dudas aprovechando el momento.

—Oye Hazz... ¿Alguna vez te ha pasado que quieres decir muchas cosas en una canción? —Preguntó unos momentos después observando a su amigo.

Harry se extrañó de su pregunta, al mismo que tiempo que se levantaba de la cama para sentarse correctamente a lado de Taylor.

—Mm, casi nunca me ha pasado—suspiro, su mirada perdiéndose en algún punto de la habitación—. Supongo que cuando una canción es larga es porque, o quieres experimentar o quieres contar una historia, aunque claro muchas veces no es el primer caso—respondió, volteando a ver su amiga—¿Por qué la pregunta?

La chica bajo la mirada jugando con sus manos—¿Qué tan larga crees que deba ser una canción? —Invadió la primera pregunta.

—Depende de que tan bien esté estructurada y que no sea repetir y repetir lo mismo—se encogió de hombros—, y por supuesto que se le pueda sacar más, hay canciones que dices "por favor ya quítala" desde el segundo uno—dijo exagerando sus gestos— y hay otras que dices "merece más porque es realmente buena".

Taylor asintió con la cabeza pensativa. Está claro que su canción va a durar muchos minutos, pero como dijo Harry, no quiere que sea aburrida y que al escucharla se convierta en un, "mejor escríbela como novela".

—Es algo personal, pero básicamente quiero escribir una canción—respondió finalmente la pregunta de Harry. Fue ahora ella la que rio por la emoción del rizado, quien salto de la cama para quedar frente a ella y abrazarla muy fuerte.

—¿Enserio? ¿Desde cuándo lo tienes pensado? ¿De qué vas a hablar? ¿Necesitas mi ayuda? —Cuestionó muy emocionado cuando se separaron del abrazo, Harry tomando a la chica por ambos hombros.

—Sí, hace un par de semanas, es secreto y en ocasiones—respondió cada una de sus preguntas respectivamente.

—¿Cómo que es secreto? —Dijo cruzándose de brazos y haciendo un pequeño puchero que hizo reír a Taylor.

—Yo también tengo los míos Styles.

Harry rodo los ojos divertido.

—Está bien—alargo la última letra—, has recurrido a un gran chico con capacidades musicales—mencionó orgulloso.

—Sólo necesito que me ayudes en la parte instrumental, la letra yo la tengo.

—Me imagino que vas a querer poner mucho la guitarra, ¿verdad? —Preguntó divertido, sabiendo la respuesta al verla sonreír.

—Sabes que es mi instrumento favorito, así que, sí.

—De acuerdo, sabes que cuentas conmigo—volvió a abrazarla, está vez con un poco menos de emoción.

—¿Me dirás algún día de que trata?, yo siempre te cuento de las mías—murmuró cerca de su oído, aun sin separarse del abrazo.

—Claro que lo haré, es sólo que...—Taylor fue quien termino el abrazo—tu sabes, cosas difíciles que decir.

—Te entiendo perfectamente—ambos sonrieron y Harry volvió a su lugar, a un lado de ella.

—Hablando de tus canciones, ¿qué me dices de la tuya? —Harry suspiró dramáticamente.

—Nada, de nada, solo sé que en alguna parte quiero que diga algo como La-da-da-da-da.

—¿Y eso?

—No sé, estaba en la ducha y de la nada eso invadió mi cabeza—Taylor intento contener una risa—. No te burles, las buenas ideas surgen ahí, ya lo entenderás cuando empieces con tu canción.

La chica asintió con la cabeza—. Aunque, ¿sabes qué me ha estado pasado? —Taylor no dijo nada esperando que continuase—Últimamente nuevas canciones han llegado a mi cabeza.

—¿Por qué será? —Volvió a preguntar divertida, ella sabía la posible razón, pero esperaba que el rizado le dijera su propia conclusión.

—Ni la menor idea, pero me dan una sensación dulce, alegre y muy fantasiosa—dijo sonriendo.

Dejaría que su orgulloso amigo viviera en la ignorancia y que con el tiempo se dé cuenta y acepte que era porque se estaba empezando a enamorar, algo que ella sabía perfectamente. Pues cuando tuvo su primer crush intenso, escribió muchas canciones sobre cómo se sentía estar enamorada de él.

—Esperó que sepas pronto la razón de tu inesperada inspiración que ha llegado—volvió a ver su celular cuando este vibró en su bolsa, que estaba a un lado de la cama—
Mala suerte para nosotros, pero ya me tengo que ir.

Harry volvió a hacer un puchero, pero asintió con la cabeza—. Bueno, al menos los dos resolvimos dudas, aunque no fueran de la escuela—comentó divertido haciendo referencia a la mentira que le habían dicho a su madre.

Si vous avez des questions, appelez moi—mencionó divertida mientras tomaba sus cosas y salía de la habitación.

D'accord ma amie, merci pour votre aide—respondió de igual manera y ambos salieron de la habitación riendo.

Harry acompaño hasta la puerta de la entrada a Taylor y se despidieron con un abrazo antes de que la chica se subiera al auto, para irse.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro