Los finales son un jodido dolor de cabeza para todo escritor, o como mínimo, para todo aquel consciente de lo que escribe.

Desde hace un tiempo de una extensión que no puedo asegurar, escribo más lo que siento que lo que pienso.

"Nadie sabe lo que pase después"

Una frase más que usada en la vida cotidiana; algo cierta.

Me he dado cuenta que los escritores terminamos la historia porque no tenemos un poder de visión más extenso que tal punto; buscamos la manera de cerrar el ciclo que no sabemos cómo continuar.

No he conocido a un lector que tras haber preguntado: - ¿Qué sucedió con ellos después de la última cena?-. Se haya conformado con la respuesta.

Y yo que soy una persona que lo sobre-piensa todo me quedo incluso más insatisfecha.

• La muerte de uno o ambos protagonistas, final cerrado podría decirse. Pero nadie está conforme con ello, con no poder ver a través de la pared levantada por el escritor en contra de su consentimiento.

• La pareja queda junta, lindo, todos felices...

¿Realmente feliz? Cuando lo piensas el escritor dejó solo lo "interesante" ¿Dónde está lo cotidiano? ¿Las costumbres? ¿Lo real más allá de los desayunos en la cama? Duele como incluso los lectores que tanto tiempo estuvieron viviendo la pasión de los protagonistas se aburran de su amor

¿Qué queda para la "vida real"?

La esperanza de amor eterno es una mentira en la que gran parte de los lectores se resguardan sin darse cuenta de que ellos mismos prueban lo contrario.

Entonces mi pregunta: ¿Todo realmente tiene un final?

° "El amor no puede contra el tiempo, es algo natural y realista"

° "Todo llega a su final, por mucho que luches contra ello"

Mezclando la primera frase típica con la anterior, quedaría: Nadie sabe lo que va a suceder, lo único seguro, es un final.

Pienso en mi propia experiencia; no importa qué suceda o el tiempo que haya transcurrido, quedan apuntadas en un pizarrón las frases que me dolieron/animaron; están borrosas, cierto. Pero quedan.

No han sido pocas las veces en que he cruzado la línea trazada por los escritores, esa llamada final. La he estirado a mi antojo, viendo hasta donde él/ella no consideró continuar.

Tal vez nuestro concepto de final y la frase que mucho usamos: "Tarde o temprano todo acaba" Es limitado o muy posible también, completamente erróneo.

Tal vez con ayuda de esa persona la línea pueda extenderse, persiguiendo a un final que no quiere ser atrapado. Voy a sonreírle al final tan tétricamente que el man acabará huyendo. Pero como dije antes: Nadie sabe