Esto es doloroso.

Apenas puede mover uno de sus dedos y su cabeza parece dar vueltas, como si le hubieran arrancado el cerebro y se lo volvieran a poner, pero chueco, ahora su cuerpo y su cerebro parecían estar conectados correctamente, mucho menos podía sentir su cuerpo del todo, aunque sí que sentía el dolor del entumecimiento en cada uno de sus músculos.

¿Qué era lo que había pasado?

Hace unos momentos, en medio de su inconciencia, sentía una gran vacío en el pecho y vomitó cosas que ni sabía que comió.

Como si la migraña, el hecho de haber muerto y regresado en menos de 2 horas no fuera suficiente.

Sin mencionar el lapso en blanco que tenía en su cabeza.

Suspira con cansancio, reconoce ese techo y esas sabanas, esta es su antigua habitación sin duda alguna, pero nunca se llegó a imaginar que sobreviviera a tantos años sin que nadie se hiciera cargo de ella, pero estaba limpia hasta donde veía y hasta más ordenada de como la dejó.

Dudas asaltaban su mente pero prefería dejarlas de lado porque su cabeza y cerebro estaban lo suficiente mal como para darle ganas de vomitar de nuevo.

La puerta se abrió de la nada tras unos comentarios bulliciosos que no entendió en primera estancia, por la puerta Prompto y (...) aparecieron, con él sujetando los hombros y el brazo vendado de ella, ambos se callaron en cuanto se dieron cuenta de que él estaba ahí, echado, mirándolos con una completa cara de asombro, porque ella no tenía ningún impedimento que le dejase ver su rostro.

-¡Noct! -Prompto tomó rapidez y casi se lanza sobre él al ver que, en efecto, se había levantado por fin después de una semana de reposo pos muerte, y que en verdad estaba vivo, en su desesperada alegría le clavó un codo entre las costillas y Noctis sintió cierto alivio ya que volvía a tener cierto control de su cuerpo- ¡Estas vivo! ¡en verdad lo hiciste!

Le sonrió como respuesta, ni él se lo creía del todo, porque recordaba que todo había terminado y que nunca más abriría los ojos.

(...), por otra parte, dejo el peso de su cuerpo inclinado sobre el marco de la puerta, moviéndose a un lado de nuevo porque sus brazos aun están sensibles a pesar de no tener heridas físicas.

Todo estaba en su mente, o en su propia alma quizás.

-Prompto -(...) hace un movimiento con su ceja y él ya sabe que es a lo que se refiere, se acerca un poco a Noctis, a la altura de su oído y trata de ser discreto.

-Ella esta muy molesta contigo -le susurra antes de levantarse del todo, ir hacia la puerta y dar una ligera caricia en el hombro de la mujer.

Su cercanía le sorprende.

-Ahora -la ve caminar hacia donde esta, las palabras de su amigo lo hacen tragar saliva porque a pesar de todo ella le está hablando de manera monótona- ¿Podría explicarme, su alteza?

-¿El qué? -esta demasiado sorprendido de verla como esta ahora, es la primera vez que la ve cara a cara, mientras ella esta respirando, antes de poder evitarlo parece que encendió la mecha de un explosivo, una mecha muy corta, porque (...) lo toma del cuello de sus ropas y acerca sus rostros.

-¡¿Cómo que el qué?! -no tiene idea de lo que ha dicho mientras lo está moviendo por donde lo tiene agarrado, su grito y esa manera en que lo está moviendo desesperadamente por la ira lo están mareando más de lo que ya está- ¡¿Te das cuenta de que te pudiste morir otra vez solo por darme lo poco de magia que te quedaba?! ¡¿Cómo pudiste hacer algo tan arriesgado?! ¡algo tan idiota! -cuando parece terminar con su arranque de ira empieza a respirar pesadamente, soltando su ropas y dejando que la parte superior de su cuerpo vuelva a caer en el colchón y la almohada- ¿Cómo se ocurrió hacer eso?¡era demasiado arriesgado y tonto! -su voz ahora parece susurrada, su mandíbula cerrada con fuerza.

Noctis aun sigue perdido en el simple hecho de que ella no tuviera ninguna cosa que le impidiera verla, por más que estuviera a punto de llorar no podía hacer más que quedarse congelado por la revelación y se sintió apartado porque ella se cubrió los ojos, no dándole la oportunidad de verse en ellos.

Ese último pensamiento fue una cadena que cayó, arrastrando los recuerdos de hace poco que había olvidado, el miedo y el arrepentimiento, la sola idea de que nunca más iba a verla y que no había nada que pudiera hacer para cambiarlo.

Tal parecía que, con sólo un poco de su esfuerzo, pudo lograrlo, como ahora que saca fuerzas desde lo más profundo de su interior para llevar su temblorosa mano hacia la de ella.

(...) se quita las manos de los ojos en cuanto siente la caricia ajena sobre una de ellas, Noctis la esta mirando casi como si no fuera real, irónico, porque no hizo esa cara en cuanto la vio, dejándola con una duda sobre lo que le estaba pasando por la cabeza en ese instante.

-Estoy tan... -empieza a decir, entre cierra los ojos, se muerde el labio inferior y (...) se hace la idea de que tiene ganas de llorar, no sabe si por alegría o por tristeza- tan feliz de que estés bien.

Sus palabras le mueven el piso, al igual que avivan la ira en su interior, ira que se esfuma en cuanto aprieta con más fuerza su mano y la primera lágrima cae.

Quiere seguir gritándole por ser tan irresponsable y por haberse arriesgado de esa manera cuando ella ya había aceptado que moriría desde hace mucho; pero iba él, impidiendo a su vieja alma el descansar, debería estar más molesta con él o simplemente reconfortarlo en su llanto. Al final, se decide por envolverlo entre sus brazos sin decir otra palabra.

Lo siente aferrarse con fuerza de la tela que cubre su espalda, solo una mano está ahí mientras la otra aun hace el intento de levantarse, es ella quien lo tiene sujeto para que no caiga.

Siento de nuevo lo mismo, esa sensación de alivio, así como cuando lo vio regresar luego de que, cuando tenía 5 años, fuese atacado, como llegó a ella con rapidez solo para decirle "estoy en casa", palabras que ahora le está repitiendo entre sollozos, siendo su manera de hacerse saber a sí mismo que pudo con su destino, lo dobló, lo rompió, y finalmente puede ser él, Noctis, ya no más el elegido ni el que debe tener un final lamentable.

Solo es Noctis, con el derecho a la corona y el poder con el que nació.

-Bienvenido -susurra en su oído, convenciendo a su mente que debe estar con él, apoyarlo y ayudarlo serán solo parte de su vida.

Era el momento para que él pudiese estar en paz.