26

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

-¿Podría tomarse esto en serio? -si había algo que (...) llegase a odiar por sobre todo, era el hecho de que aquellos que cambiasen las personas en las que uno confía por otros que nunca ha visto en su vida era por mucho más aquejante que un nudo en el hombro.

En su larga vida siempre veía a muchos funcionarios de la corte del rey cambiar con cada sucesión o cada cierto tiempo porque así era la vida.

Lo que no entendía era cómo personas así terminaban sentadas en donde se decidía por todo el pueblo de Insomnia cuando en lo único que pensaban era en no hacer nada productivo y tampoco dejar hacer.

-¿Tomar en serio qué? -Noctis pregunta de vuelta y ella jura que se está conteniendo en esa cara de tranquilidad de decir lo que realmente está pensando.

-¡Es un despilfarro de dinero y un insulto el aceptar a los forasteros! -increpa la mujer, (...) suspira porque sabe que esto va para rato- sólo la gente que demuestre haber vivido aquí debe regresar, es una tontería volver a recibir extranjeros en la ciudadela.

-No pienso dejar a esas personas a la merced de bestias o cadentes -lleva su mirada a su rostro tras sus palabras, por un segundo hubiera jurado que quien dijo eso había sido Regis, pero el rostro sereno de Noctis y su mirada furiosa son lo que le demuestra que el tiempo ha vuelto a cambiar, que tiene que desprenderse un poco más de sus viejas añoranzas.

-¡Esas personas fueron las que colaboraron con el imperio para llevar a cabo el golpe de estado! ¡su padre, el rey Regis, fue asesinado por uno de ellos!

Por supuesto, no todo es color de rosa en sus memorias y esas palabras se lo recuerdan de manera dolorosa, sus hombros caen y su rostro baja ligeramente, Noctis e Ignis se dan cuenta rápidamente y la miran, Noctis lleva su mano por debajo de la mesa para tomar la de ella sin que los vean, dando una caricia para reconfortarla, por otra lado la mujer sonríe satisfecha por haber escarbado en los recuerdos dolorosos ajenos.

-La dama (...) sabe de lo que hablo, su alteza -sabe que la mujer con vestido negro y sentada a un lado del rey es en gran parte su consejera además del hijo de los Scientia, también una mujer que ayudó a criarlo, una entrada directa a una posible respuesta que pueda estar a su favor- los extranjeros solo trajeron caos a nuestra ciudad, ¡uno de ellos mató al rey anterior! Como su hijo, debería hacer que regresen por donde vinieron.

¿Regresar a dónde? Quiere preguntar (...) mientras trata de hacerse la fuerte, muchas ciudades y reinos lejanos se perdieron en los 10 años de la noche eterna, infestadas de seres que solo diesmaron la población y que luego obligaron a los sobrevivientes a huir.

-Eso no cambia mi respuesta ni mi opinión -son sus últimas palabras antes de levantarse y dar por terminada la sesión, al menos por ahora.

Ignis y (...) lo siguen, no diciendo nada de momento porque hablarle de manera normal en frente de los miembros de la corte sería indecoroso, protocolos tontos, pero que tenían que hacerse al pie de la letra para mantener la estabilidad.

-No tenías que haber hecho eso -el primero en hablar es Ignis mientras (...) cierra las puertas de la sala del trono para evitar cualquier mirada indiscreta o algún oído en busca de un futuro chisme que se va a esparcir cómo la pólvora encendida, con otras palabras y otros significados que solo generan malentendidos y sufrimiento a largo plazo.

-No podía seguir escuchando sus palabras -mientras lo ve ahí sentado se le hace difícil no recordar.

Su mente se queda estancada en un viejo recuerdo, como correteaba cerca a ella mientras jalaba su mano, su cabello castaño que caía sobre su frente para que después ella lo pusiera de nuevo en su lugar, él corriendo para subirse con esfuerzo y algo de su ayuda al trono de su padre mientras nadie veía, sonríe falsamente mientras lo ve acomodarse en el lugar con una sonrisa tímida.

-allí, ponte ahí, donde siempre -con entusiasmo señala a su derecha, ella obedece sin decir más y se queda parada a su lado, frunce el ceño y (...) ladea la cabeza en una pregunta silenciosa de la que espera respuesta- cuando sea rey, haré que te hagan una silla de onix y puedas sentarte a mi lado -le había dicho con completa inocencia, (...) no tuvo el corazón para decirle a Regis que hace mucho ella tuvo uno, justo en el lugar que mencionaba, pero que había sido sacado por los celos de una de las antiguas reinas.

-Muchas gracias por tu consideración -recuerda que le dijo mientras acariciaba su mejilla pálida y recibía una sonrisa.

Tan pérdida estaba en esas lindas memorias que estuvo ajena a toda la conversación hasta que Ignis la tomó del hombro, para cuando vuelve en sí lo mira a los ojos, rodeados de cicatrices pero son los mismos que siempre, ahora con su visión recuperada.

-¿Estas bien? -hace un movimiento afirmativo con la cabeza, no quiere preocupar a ninguno y sonríe, recordando que ahora que nadie más los esta viendo puede quitarse la máscara, lo hace rápido y de paso alborota su cabello.

-Sólo recordaba cosas, nada serio -aclara rápidamente, el tema de los extranjeros vuelve a ellos una vez más, aunque es más un regaño de Ignis hacia Noctis por haberse ido de manera tan prepotente, concuerda y apoya por completo con ambos, a uno por decir que la política es cosa delicada y al otro por no poder soportar más esas palabras.

-Nyx era extranjero -se le escapa de repente, ambos volteando a verla sin estar del todo seguros de quien esta hablando- Nyx Ulric, era parte de la élite de Kingsglaive y alguien que conocía, no mucho en el último tiempo pero sí cuando Regis lo trajo desde Galahd -sus palabras son como aire, con añoración en cada palabra- él murió tras detener a Titus... Glauca, así Luna y yo escapamos y ella te llevó el anillo de Lucii.

Palabra por palabra, más recuerdos la acosan, desde el muchacho que Regis salvó y al que ella curó sus heridas hasta el hombre por el cual puso su cuerpo en medio de él y la espada de Glauca, el muchacho que se convirtió en el hombre que vio morir por una causa mayor.

-El no era de Insomnia, pero había muerto por aquello que consideraba justo y por el rey al que había jurado lealtad -fueron las palabras que (...) había dicho y que posteriormente fueron dichas por Noctis en frente de las personas que se negaban a los extranjeros por fuera de lo que quedaba del muro- fue un héroe, y considero que es un completo insulto a su memoria el negar a otros muestra ayuda.

Sus palabras ganan más aplausos y aceptación que rechazo, pero el que esté ahí aun solo significa que aún se debe trabajar en ello, o eso es lo que piensa ella mientras está sentada en el suelo, a un lado de la placa de plata en el suelo en honor a Regis, da pequeñas caricias en el borde, abrazando sus rodillas con el brazo libre unas horas después del discurso a las personas que regresaban a su hogar mientras veía las diversas máquinas de construcción que ayudan a la reconstrucción del reino por el horizonte, siente pasos detrás de ella y luego lo ve sentarse al otro lado de la placa.

-Ojalá tu padre nos estuviera viendo, para ver cómo su hijo ha crecido -dice en cuanto el silencio es demasiado para su preferencia- para ver que su sueño de que pudieras llevar una vida normal se hizo realidad a pesar de toda la contraria que tuve a esa idea y contra todo pronóstico -ríe amargamente, recordando todas las veces que le dijo que eso solo sería una idea lejana y que el solo pensarla causaría un daño irreparable en ellos, los dedos del contrario pasean por sobre la placa, en su dedo esta el anillo de Lucii, - Regis no fue de los que decían "te lo dije" cuando te equivocabas, él fue más de los que te veían con una sonrisa burlona mientras tomaba de esa taza de café de metal que Cid le dio, ¿cuántas veces me habrá visto de esa manera? Ya perdí la cuenta hace mucho -respira tan lento como puede para evitar llorar, es peor el esfuerzo cuando él toma su mano y entrelaza sus dedos- me vas a hacer llorar, Noct.

-No deberías guardártelo -dice bastante calmado mientras siente que la ayuda a pararse y llevarla dentro, sabe que puede sentirse juzgada en cuanto sus lágrimas caen en donde no se siente segura, en donde cualquiera puede verla.

Pasa su brazo sobre sus hombros para hacerla sentir segura mientras siguen su camino hacia la habitación, no importa cual, solo quiere que se sienta segura.

-Es tan injusto -le escucha decir tras quitarle la máscara- no tolero la idea que tantas buenas personas murieran ese día y que la gente ni siquiera sepa sus nombres, que sus familias no puedan velar por sus restos -la amargura de sus palabras es comprensible, bien es cierto que la vida no es justa pero Noctis sabe como puede dar una oportunidad a esas personas de ser recordadas.

-Creo que me acabas de dar una idea para un nuevo monumento -pasa sus dedos por la mejilla mojada, hay una ligera sonrisa y (...) se da cuenta de que tiene la ropa sucia.

-¿Pero qué has estado haciendo? -tan bipolar como solo ella puede ser deja ir una risa en medio de sus lágrimas- No puedo creerlo, ni de pequeño te ensuciabas así.

-Me pasé por la plaza durante un rato después del discurso, habían escombros que los obreros no podían sacar -da palmadas en su hombro derecho, el polvo y algo de escombro caen del estropeado traje- me acerqué a ayudar y antes de que me diera cuenta ya estaba así.

-Cielos -¿Cómo no se dio cuenta antes?- a ver, ve a darte un baño -se aleja al mismo tiempo que se levanta de la cama, dejando una caricia en su cabello, ahora más peinado que en su juventud, antes de separarse del todo- buenas noches.

-Buenas noches -la ve irse con velocidad antes de que pueda decir más, casi huyendo de él, mientras se desata la corbata se da cuenta de algo que hay sobre la cama- ¿una cana?

El hilo blanco y grueso no hace más que hacerlo mirar con rapidez hacia la puerta mientras una idea alocada llega a su cabeza.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro