27

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Las cosas pueden ir mal y hasta pueden empeorar, eso lo ha sabido (...) desde hace mucho.

Nunca se llegó a imaginar que las cosas tendrían reverendo giro en su vida.

-¿Podrías volver a repetirlo? -siente que va a desfallecer, aun sin saber del todo si es por lo buena o aterradora que es la noticia.

-Bueno -Prompto se ve hasta inquieto con su descubrimiento, (...) expresamente lo mandó a llamar para comprobar la razón por la que la había llamado- en esta foto te ves diferente que en esta, es decir, fueron diez años, la verdad la diferencia no es mucha, pero ahora... -se le queda mirando y la hace sentir rara, mira hacia cualquier lado para huir de su mirada- se nota más que tus facciones han madurado, estoy seguro de eso.

-Ya, bueno, me veo más vieja que antes, no veo problema, ahora lo más importante esta por pasar -se acomoda el tocado del cabello, fallando miserablemente y soltando un suspiro frustrado porque se le ha quedado atorado en su cabello.

-Tómate tu tiempo, es decir, esto es enorme para ti -por más que lo niegue sabe que es así, ve la impresión en su rostro y parece que le sudan las manos por como las pasa una con otra- ¿Se lo dirás a Noct?

-¿Qué? ¿por qué? -parece haberla tomado por sorpresa, dejando ver que eso no se le pasó por la cabeza en ningún momento.

-Es decir, ustedes dos... -sus mejillas toman color al mismo tiempo que (...) levanta una ceja, ¿Qué tan densa podía ser?- quiero decir, ¿a ti te gusta Noct, verdad?

No hubo respuesta, ni física ni hablada, porque esas palabras la lanzaron, una vez más, a ese espacio infinito que tenía que ver con esas palabras.

Estaba completamente segura de que no era un "te gusta" así de dudoso y a secas, ni siquiera estaba del todo segura de sí era amor, pero del amor amor, pero ya que estaba en el tema, ¿Qué rayos era el amor? Ni con todos sus años de vida se pudo dar una respuesta.

Es decir, podía jurar con su alma que decía la verdad al decir que amó a Somnus aun cuando era solo una niña pese a que su amor a él mutó de manera extraña tras saber lo que había hecho, y ese mismo amor fue lo que trató de dar a cada uno de los reyes y reinas de Insomnia.

Madres, pero, ¿y si eso en verdad no fuera amor? ¿en verdad estaba bien el que se hubiese hecho a sí misma amar a cada uno de ellos? ¿se consideraría algo inmoral que ella sintiese algo por Noctis siendo que le llevaba milenios de más en la manera más literal de la palabra?. Viejas dudas que ni tenía hacia medio milenio le regresaron a la cabeza.

-Eh, no te pierdas en tu mente, ¡vuelve al presente! -pasa su mano frente a la mirada perdida de la mujer, parpadea regresando a la realidad, pasa saliva con fuerza al verse en ese dilema moral- Dama (...) no le de tantas vueltas al asunto -trata de calmar su sorprendida expresión mientras decide darle algo de espacio, siendo que como gesto saca la peineta de su cabello enmarañado y la deja en su mano.

Al momento que sale cree que por fin que puede volver respirar tranquilo, el ambiente en el cuarto se hizo tan pesado que hubiese preferido quedarse callado.

-¿Prompto? -la voz de su mejor amigo lo hace voltear la mirada a la derecha, viene en sus ropas de la realeza, todo vestido de negro pero hay un punto importante en su cara.

-¿Por qué te afeitaste? -ante la pregunta solo lleva la mano a su barbilla y la pasa por lo largo de su quijada.

-Me empezaba a picar -dirige su mirada a la puerta de madera negra y en la manera en la que el rubio parece querer ocultarla con su cuerpo, lo cual es inútil porque es mucho más grande que él- ¿ha pasado algo?

-Bien, verás, puede que dijese algo que ponga en duda tu relación con la dama (...) -la impresión en su rostro lo dice todo y solo le queda suspirar para darle paso, en cuanto abre la puerta la ve sentada.

Pero sentada sobre uno de los libreros, las piernas cruzadas y al aire, dejando ver, esta vez, sus pantuflas, sus manos juntas como si estuviera orando a la altura de su boca y el ceño fruncido.

La última vez que la vio haciendo esa pose fue cuando le preguntó qué era la magia, se quedó así una tarde entera apenas diciendo monosílabos antes de detenerse y empezar de nuevo.

-¿Qué te dijo?

-¿Noctis, yo te gusto?

-¿Qué?

Apenas si movió los labios cuando se lo preguntó, seguía en la misma posición y podría jurar que escuchó un grito ahogado detrás de la puerta.

Iban tener una seria charla de no meterles ideas locas en la cabeza después de librarse de eso, de momento, tenía que pensar con la cabeza fría, no quería que pasara lo mismo que le pasó con Iris cuando ella se le confesó.

Por supuesto, al menos Iris lo había preparado para su confesión, porque él no tenía ni idea de eso al igual que ahora.

-No, déjame reformular mi pregunta, ¿me amas?

¿Por qué subía de la nada la intensidad de las cosas?

-Primero baja de ahí, tenemos que estar en frente de los ciudadanos en cuanto se abran las puertas del muro -le tiende la mano y ve como lentamente sus ojos van en su dirección, se lo duda unos segundos antes de apenas dejar que la ayude a bajar- mira, no quiero dejar eso para después pero puedo decirte que yo realmente te quiero.

-¿Como amiga o como mujer? Se más explícito, por favor.

¿Cómo podía hablar así con tanta calma y con una cara que no demostraba nada? Él no tenía experiencia con chicas, al menos no de esa manera, así que estaba completamente perdido de lo que tiene que hacer.

Casi como para salvarlo Ignis entró a la habitación, parecía apurado y suspiró mientras los veía, Prompto que estaba detrás de él con los brazos extendidos parecía que había hecho el amago de querer detenerlo.

-El evento está por empezar y usted aun no esta correctamente vestida; su alteza -esta vez se dirigió a él, que abrió los ojos al verse de nuevo notado- diríjase al auto en lo que yo asisto a la dama (...) con su apariencia.

-¿Qué tiene mi apariencia? -parecía que se había olvidado por completo que estaba hecha un desastre, dando un paso atrás al ver a Ignis molesto, para cuando Noctis salió de su alcoba pudo respirar otra vez, ni se dio cuenta de en qué momento dejó de hacerlo con normalidad.

-cómo se sienten ustedes dos, he tratado con ella desde hace mucho antes que ustedes tengan sentido de la razón -ambos amigos, porque Prompto en ningún momento se fue, dieron un pequeño salto tras las palabras de Gladio que venía a escoltar al rey- realmente tiene algo raro, no puede entender la situación en la que esta metida y parece que le falta un tornillo.

No hubo réplicas mientras iban juntos hacia el auto, estacionado en frente de las escaleras, con la puerta abierta y un sirviente esperando, cuando apenas empezaron a subir vieron a Ignis y (...) bajar a la par por las escaleras a cierta velocidad, ella aferrada al antebrazo de él que le tendía y también de su hombro, dando pasitos pequeños y tambaleándose, poniéndose mejor la máscara blanca en su bajada.

-Logró lo imposible -musitó Gladio después de un silbido incrédulo.

-Voy a terminar matándome con estas cosas -(...) se subió de la manera más refinada que pudo junto a ellos en el inmenso espacio en el auto, se quiso desabrochar la correa de uno de los tacones, si era posible quitárselo de paso, pero la mirada dura sobre su nuca la detuvo del todo- esta bien, esta bien -levantó los brazos en rendición y solo se dejó caer en el hombro de Noctis, al cual el contacto le dio un susto porque no comprendía cómo estaba tan calmada con todo lo que había dicho.

En respuesta a sus preguntas antes dichas, no tenía idea al igual que ella, solo eran cosas confusas.

Miró de soslayo su rostro, la máscara se había caído un poco tras la carrera en tacones y podía ver el nacimiento de su cabello por su frente, el inicio de su pestaña y parte de su párpado.

¿La quería de querer o quería de amar?

¿Como amiga o como mujer?

No tenía ni idea de ello, pero quizás con el tiempo lo pudiera saber aunque sabía que ella es su preciada amiga.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro