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Chifuyu Matsuno

Sus pasos decididos era lo que se escuchaba por aquel pasillo y, levemente, las risas mal disimuladas de sus amigas. Sabiendo eso, no dejó de sonreír acercándose aquel grupito, específicamente a ese rubio de peinado extraño, que hace poco se convirtió en el tema de su escuela por ser un chico que buscaba pelea con todos aquellos que decían ser fuertes.

Pero para Kasane, solo miraba a un gatito que se creía fuerte.

Hasta le daba pena lo que iba hacer.

Sintió como su confianza crecía al observar el leve rubor que tenía él con solo mirarla.

— Matsuno Chifuyu— lo llamó con una voz tierna.

—¿S-si...?— tartamudeó el de ojos verdes tratando de oírse normal, no creyendo que la chica más linda de su escuela le estuviera hablando. Era como en sus mangas shojo.

Y nada lo preparaba para lo que venía a continuación.

—Me gustas mucho, por favor sal conmigo—

Después de esas palabras, no pudo faltar el grito dado por los chicos que seguían a Chifuyu, y tampoco podía faltar el grito interno que soltó el Matsuno, que debido a la declaración quedó en shock.

Un tiempo después de eso, no se pudo evitar que aquello sea el tema de hablar entre los estudiantes de su escuela.

Para Douhan Kasane no había problema, pero otro caso era Chifuyu, que cada vez era retado por tipos que buscaban que terminara con su novia siendo estos enviados al hospital por los propios puños del Matsuno, que aún no podía creer que tuviera novia.

—¿Y qué tal te va con tu noviecito~?— canturreó con burla una de las amigas de Kasane.

—Uy, yo también quisiera saber eso— dijo riendo su otra amiga.

—Harta— respondió simplemente la castaña claro, haciendo que sus amigas gimotearan por la rudeza de su contestación— es solo un niño tonto, siempre dándome regalos y pegado a mi. Parece una garrapata amarilla— explicó riendo Douhan— no se porque acepte esto— miró acusadoramente a sus amigas.

—Porque perdiste, mujer. Quién te manda a jugar piedra, papel o tijera con nosotras— rió.

—Además nos beneficia mucho. Nos hace las tareas, a este paso las tres estaremos con buenas notas y principalmente juntas—

—En eso tienen razón, chicas— dijo Kasane— al menos para eso sirve ese tonto, no por nada está en la clase 1.

—Si, además él pasaba piola entre esos nerds apestosos.

Kasane solo rió ante las palabras de sus amigas, ellas tenían razón. Matsuno era lo único bueno de ese salón.

Aunque su atención que tenía con ella le gustaba y mucho, cosa que la sorprendía. Pero tampoco se los comentó a ellas, sabía las burlas que recibiría y ya estaba cansada para eso.

—Oye Kasane, ¿acaso no notas las miraditas que te da Ryota de la clase 3? Si fuera tú ya lo tendría entre mis piernas, ¡es súper guapo!— chilló Hiyo.

—Eres una puerca Hiyo, pero concuerdo contigo— respondió Sayori mirándose las uñas— es súper grande, no me imagino como lo tendrá ahí abajo— mordió su labio inferior con solo imaginarse.

—Asquerosas, ¿acaso no tienen novios?— les dijo Kasane tomando sus cosas para retirarse del salón, había quedado con Chifuyu en regresar a casa juntos.

Si fuera antes lo hubiera dejado plantado, pero con solo imaginarse hacerle eso a Chifuyu en estos momentos...no le parecía nada agradable.

Ahg, ya iba a comenzar esos pensamientos.

—¡No lo niegues! Tu piensas igual, solo te haces la pudorosa por tu noviecito— le acusó Hiyo.

—¿Y eso qué?...oh...no me digas que...— Sayori cortó sus palabras.

Douhan solo pudo alarmarse al saber lo que pensaba Sayori.

—No es nada de eso...digo...tengo que ser una buena novia, ¿no?— sonrió ladinamente causando las risas de sus amigas.

—Eres una perra, le vas a romper el corazón muy feo a ese nerd.

—Ya quiero ver como te llorará— bromearon.

Entre risas, Kasane se retiró.

Para cuando cerró la puerta dejó de sonreír.

Ya estaba cansada de eso. Solo quería descansar un poco.

—¿Te hice esperar mucho?—

Su pregunta hizo sobresaltar al rubio con peinado de copete, tal parece que no se había dado cuenta de su presencia.

—¡N-No para nada!...y-yo también vine recién— murmuró Chifuyu.

Mentiroso, pensó la castaña claro.

Invadió su espacio personal dándole un beso en la mejilla, viendo divertida como el sonrojo crecía en el chico.

—Ya podemos irnos— dijo abrazando el brazo del Matsuno, quien ya se sentía en el más allá al sentir sus pechos. Cosa que Kasane había hecho a propósito, tenía su blusa del colegio desabrochado dos botones, lo que hacía que se viera su escote.

Sus reacciones le divertían mucho.

—Ehm...¿cómo te fue hoy?— se atrevió a preguntar Chifuyu, siendo él el que siempre iniciaba la conversación entre ellos. Pensaba que Douhan estaría incómoda por el silencia que tenían, cosa que era al contrario.

—Bien pero es mejor si tengo a mi novio conmigo— respondió apegándose más a él— es una lástima que no estemos en el mismo salón.

—Yo pienso lo mismo— habló Chifuyu ya más confiado.

—Chifu, veo que estás golpeado de nuevo. Dime quien fue— habló con culpabilidad la chica, mirando algunos rasguños y sintiendo los nudillos con algunas heridas.

—No te preocupes, Kasane-san. Logre derrotarlo rápidamente— dijo Chifuyu procediendo a relatarle cómo había acabado con el tipo.

Kasane solo sonrió al ver la sonrisa radiante de su chico.

Espera...¿su chico?...

¿¡Y por qué su corazón estaba latiendo así con solo escucharlo y verlo muy feliz!?

Aaaaah.

—Creo que se llamaba Ryota o algo así— agregó el rubio.

Kasane solo rió al escucharlo, haciendo que Chifuyu se confundiera.

Ese Ryota era un payaso.

Chifuyu no sabía que hacer...es que ¡entiéndalo!...con Kasane pasaba todo más rápido. Y según sus mangas, debieron pasar mucho más tiempo para agarrarse de las manos, cosa que Douhan ya había hecho a los minutos de ser novios. Ni hablar de los besos en las mejilla, Douhan ya lo había hecho al siguiente día de ser novios.

Era un completo inútil, no sabía que más hacer. Lo único que le quedaba era darles muchos detalles. Así eran los novios, ¿no? Aquella revista con esa valiosa información lo decía.

—No te preocupes Chifu, no siempre tienes que regalarme cosas— le dijo Kasane recibiendo aquellos chocolates caseros— de igual modo, yo tengo algo para ti, espero que te guste.

Chifuyu sintió que su quijada llegaría al suelo de la impresión.

—N-No puedo aceptar esto, es demasiado Kasane-san— balbuceó negándose.

Kasane solo resopló, tomó su muñeca y colocó aquel accesorio.

—¡Ta dah! ¡Ahora tenemos relojes a juegos!— sonrió la pelicastaña de ojos turquesa, enseñando el suyo de un color celeste.

El que tenía Chifuyu era de un color verde. Eran de un mismo modelo e iban a juego con sus ojos.

—Aún así yo...—

—No te preocupes, solo costaron unos 70 mil—

—¿Yenes?— preguntó con miedo.

—Dólares, cada reloj—

—¿¡Eeeeh!?—

Chifuyu se fue.

—¡No te me vayas, Chifuyu! ¡Eso no cuesta nada!—

Y Kasane tampoco ayudaba mucho la verdad.

—Si que eres inteligente, Kasane-san— le alagó el rubio.

—¿Enserio? Es que tengo al mejor maestro— dijo ella causando que el ojiverde se avergonzara.

—Si...pero eso es otro tema que aún no te he explicado— respondió apenado el rubio.

Kasane solo dirigió sus ojos turquesas a su cuaderno. Él tenía razón...

—Es que vi tus apuntes, solo necesité ver como lo resolviste para yo hacerlo igual— respondió rápidamente intentando no verse nerviosa.

—Eso hace que seas aún más grandiosa e inteligente— exclamó con un brillo en los ojos Chifuyu.

Al menos él también es algo tonto, pensó la fémina correspondiendo la sonrisa.

¿Cuando dejará de hacer eso?

Aún no lo sabe.

Kasane bajó la tapa de su celular después de mensajearse con Chifuyu. Acordando dar un paseo antes de irse a sus casas.

Como en una cita.

Douhan solo sintió como sus mejillas se sonrojaban ante ese pensamiento.

Hasta que el grito de su amiga la hizo sobresaltar.

—¡KASANE! Hay que salir después de clases, ha pasado mucho desde que no lo hacemos. Todo esto de la escuela y tareas me cansa— se quejó Hiyo.

Pero si tú no haces nada.

—Es verdad, únete Kasane...¿o saldrás a ver a tu noviecito?— le dijo burlonamente Sayori.

Esta perra...

—Para nada, él quiere que nos veamos después de clases pero prefiero ir con ustedes chicas, que se pierda Matsuno— hizo un ademán de que no le importaba nada.

—Esa es nuestra chica, pensaba que ya te había engatusado—

—Cierto, cierto, si no quedabas súper feo—

Ay, ya cállense maldita sea, pensaba Douhan. Sintiendo como un dolor crecía en su pecho por lo que iba a hacerle a Chifuyu. Pero más era su mentira que ignoraba sus sentimientos y en los de Chifuyu.

Sus amigas y ella comenzaron a hablar de otras cosas, entre ellas del nuevo alumno de la escuela llamado Keisuke Baji. Pero eso no le importaba a Douhan, solo seguía el juego.

Porque al menos en ese momento ya no estaba sola.

Y porque no se imaginaba estar como antes...

.

Ni bien pudo recuperar su celular, rápidamente le escribió un mensaje de disculpa a Chifuyu, mordiendo sus labios con impaciencia al ver que no le devolvía un mensaje o una llamada.

Lo comprendía, debía estar enojado porque terminó dejándole plantado en la entrada de la escuela y es recién, hasta una hora después, que pudo excusarse. Y es que no había podido hacer nada hasta que logró arrancharle su celular de las manos de Sayori.

Ahora...estaba con un ánimo de la mierda viendo como sus amigas se besaban con unos desconocidos, incluso pudiendo ver unas manos en lugares que no deberían estar en el cuerpo de ellas.

—Oye linda, ¿no quieres divertirte con nosotros?— los amigos de los otros tipos comenzaron a hablarle. Mientras la miraban de forma lujuriosa. Kasane solo gruñó en respuesta manteniendo el ceño fruncido.

Por su culpa, su Chifuyu seguro estaría molesto con ella.

Debía arreglarlo.

—Apártense, idiotas— ordenó saliendo de ese karaoke.

—¿Qué mierda le hicimos nosotros?— se quejó uno.

—No se preocupen, parece que le llegó la regla— respondió Sayori entre risas y arrastrando las palabras, había bebido mucho— de igual manera, nosotras estamos aquí~—

—Demonios, tenía las tetas y un trasero enorme, hubiera estado más divertido con ella— se quejó el que Kasane había respondido mal.

Al fin, celebró la pelicastaña tocando el timbre.

Solo esperaba que esta si sea su casa.

Casi salta de alegría al ver que Chifuyu era el que le abría la puerta pero eso pasó a un segundo plano al ver su cara todo golpeada.

—¿Que te pasó?— preguntó alterada.

—Kasane-san me alegro de verla— le dijo Chifuyu sonriendo como nada. Sintiéndose feliz de ver a su novia, y encima estaba con una ropa que le hacía ver muy linda.

—Chifuyu...yo lo siento, debí avisarte antes pero Sayori tomó mi celular y mis amigas terminaron arrastrándome...yo lo siento— se disculpó entrecortadamente pero siendo muy sincera al respecto.

—No se preocupe, Kasane-san. Seguro sus amigas también quería tiempo con usted, y como siempre salíamos juntos, estarían muy molestas— explicó el rubio rascando su nuca con nerviosismo— lo entiendo bien, así que no hay problema.

Hay Chifuyu, eres un ser tan puro...que no te merezco.

—Pero...¿quién te ha golpeado así? Estás todo herido— toco suavemente la mejilla hinchada de su novio— dime quien ha sido y yo misma lo mataré, ya estoy cansada de que te dañen— musitó muy seria.

Chifuyu solo sintió como un calorcito lo cubría y el como latía su corazón.

El que Kasane se preocupara por él solo hacía que se enamorara mucho más de ella.

—Solo eran unos sujetos que buscaron vengarse de la otra vez que los derroté— respondió— solo que esta vez jugaron sucio trayendo a más de ellos, pero alguien me ayudó. Solo me alegraba que no hayas estado, no me perdonaría si salieras lastimada.

—Si hubiera estado le hubiera dado tremenda paliza, pero dime...¿quien te ayudo?—

—Eso lo creo— rió el rubio— el que me ayudó se llamaba Baji Keisuke, ¡y es un chico muy genial y grandioso! Los derrotó rápidamente y luego me invitó a comer Yakisoba. Baji-san es realmente único.

Uhm...Keisuke Baji...de algo le sonaba.

Pensaba hasta que sintió algo en su pierna.

—¡Excalibur, no!— gritó Chifuyu al ver como su gatito restregaba su cuerpo en la pierna de su novia— le vas a dejar pelos— regañó.

—No pasa nada— restó importancia para luego acuclillarse para acariciar al gatito de pelaje oscuro— Excalibur es un nombre raro, pero si es un nombre que utilizaría Chifuyu— dijo suavemente mirando como el gatito dejaba que lo tocara.

Aún no entendía el cambio de actitud del pequeño animal, la primera vez casi quería matarla pero ahora parecía que siempre la quiso. De igual modo, eso lo hacía más lindo.

Unos pasos comenzó a escucharse acercándose a ellos.

—¿Chifuyu?— se escuchó la voz de una mujer.

Kasane se quedó de piedra al ver el gran parecido de la mujer con Chifuyu.

—Mamá, haz llegado más temprano—

Oh...eso confirmaba lo que pensó.

Rápidamente se paró dando una reverencia.

—Buenas tardes señora Matsuno, disculpe la intromisión— dijo educadamente.

La señora solo le quedó mirando.

—Mamá, Ella es Kasane...es mi n-n-novia...— dijo el rubio.

AGUANTAAAAAA...

¿Enserio lo dijo? Aaaaa.

Douhan sintió como su rostro se tornaba en rojo, ya casi debería se parecía a un tomate.

Aún no entendía porque le sucedía eso.

—¿Enserio?— dijo su mamá, no creyéndole nada a su hijo.

Tal parece que aquello le cayó como un balde de agua fría a Chifuyu.

Su mamá no le creía.

—Si...si lo somos...— dijo esta vez la pelicastaña, alegrando al rubio— y le pido permiso para salir con él— hizo la petición dando una reverencia a la señora.

—Kasane-san— murmuró conmovido el Matsuno.

Kasane aún no podía creer que haya dicho eso, no después que comenzara todo eso como un "reto"...aunque pensándolo bien desde hace mucho que dejó de serlo.

Turquesa y verde chocaron, ambos no dejaron de mirarse, y la chica estaba segura con su decisión.

Mientras que el Matsuno no dejaba de pensar que todo aquello se parecía como en los mangas que veía. No podía creérselo, pero si estaba sucediendo.

Ahora, Kasane no se creía que estuviera cenando junto a su novio y madre, pero se sentía muy cómoda y claro, no se olvidaba del pequeño Excalibur.

—Deberías cambiarle el nombre, ni siquiera sabes pronunciarlo— regañó su madre.

—Pero le queda súper bien— respondió Chifuyu con un puchero.

Douhan solo rió viendo la dinámica de ambos. Era muy divertido verlos.

—Kasane-san, le acompañaré a su casa—

—No te preocupes, Chifu, puedo regresar sola— Kasane le sonrió.

—Déjame acompañarte, por favor— repitió Chifuyu mostrando determinación ante lo cual, la chica no refutó.

Mientras caminaban Kasane tomó su mano sin ninguna otra intención, como lo había hecho antes, solo tuvo la necesidad de tomarla y solo con ver el nerviosismo de Chifuyu sabía que a él también le gustaba.

Fue una de los mejores momento que tuvieron y que ambos atesoran para siempre.

—¡Kasane-san! ¡Kasane-san!— le llamaba Chifuyu, atrayendo su atención.

Douhan no lo dudó y dejó a sus amigas para acercarse a él. Les gustaban verse en la hora de receso, así pasaban más tiempo juntos.

—¡Estoy en una pandilla!— contó emocionado el de ojos verdes— Se llama Tokyo Manji Gang, ahí también está Baji-san.

—Eso es grandioso, ¿aunque no es peligroso?  Me preocupa que te pase algo—

—No pasa nada, ellos son muy amigables, además es una pandilla que se protegen entre todos. Y Mikey-san, nuestro comandante, es genial. Claro, no tanto como Baji-san—

—Eso me alivia, aunque escuchar tanto de Baji hará que me ponga celosa— bromeó ella.

Chifuyu no entendió.

Seguro Kasane estaba celosa porque era amigo de Baji-san. Si, debía ser eso.

—Siempre te preferiría a ti Kasane-san— le dijo Chifuyu con un leve sonrojo.

—Ya t-te dije que no seas tan formal conmigo...Chifu— murmuró la pelicastaña con nervios, eso la había puesto nerviosa, tanto que su corazón no dejaba de latir.

—¿A qué hora llegaremos? Este lugar me está dando escalofríos— se quejó Hiyo.

Douhan solo pudo rodar los ojos, cansada de sus quejas.

—Por eso les dije que no me acompañaran, además ya llegaremos al templo donde se hacen sus reuniones.

—Me preguntó si habrá chicos guapos, me sentiré muy decepcionada si todos tienen la pinta de Matsuno— comentó Sayori con el claro objetivo de molestar a Kasane.

—O de maleantes sin futuro, ósea no tienen, pero al menos que cuenten con un buen físico— dijo Hiyo.

—Solo cállense— musitó con amargura Kasane, sorprendiendo a las demás. Ya habían visto un cambio en Douhan pero nunca les había hablado así, siempre había hecho todo lo que ellas le decían.

No le dijeron nada más al ver que ya habían llegado, las dos sintieron miedo al ver muchas motocicletas y chicos de apariencia bravucona, en cambio, Kasane caminó buscando a Chifuyu, importándole poco el miedo en sus amigas.

Después de unos minutos lo encontró hablando animadamente con otro chico.

Baji Keisuke, tenía que ser.

Era su, posiblemente, rival de amor.

Aunque ella tenía la ventaja de ya ser novia de su Chifuyu.

En tu cara Baji.

—¡Chifu!— lo llamó para después abalanzarse sobre él para darle un fuerte abrazo.

—Kasane-san, me alegro que haya podido llegar— le saludó el rubio para rápidamente cambiar a una expresión animada— además le quería mostrar algo.

Kasane abrió sus ojos turquesas con impresión al ver como su novio le enseñaba una motocicleta, ella no sabía de mucho sobre motos, pero ya lo consideraba la más hermosa y el adecuado para él.

—¡Wow! ¡Es fantástica!— exclamó mirándolo con brillos alrededor.

—¿A qué si? Después de todo soy el subcapitán del primer escuadrón— mencionó Chifuyu sintiendo su orgullo crecer al ver la emoción de su novia.

Se sentía el mejor con solo escuchar sus cumplidos.

—Oi, Chifuyu— lo llamó Baji interrumpiendo a los novios— ya va a comenzar la reunión— avisó— oh, también me alegra verte, Kasane— sonrió.

—Lo mismo digo, Baji, y cuida de Chifu— ordenó la chica, escuchando solo la risa estruendosa del pelinegro mientras ambos de marchaban para la reunión.

Kasane los miró ordenarse, viendo a Chifuyu entre los primeros. Se sentía tan orgullosa.

Si fuera por ella, le hubiera comprado esa moto para él solo, pero también eso decía del esfuerzo que Chifu puso para comprarlo.

Casi grita al sentir una mano en su hombro.

—Oh lo siento— rápidamente se disculpó la rubia de ojos miel.

—No pasa nada, solo me tomaste por sorpresa— resto importancia— ¿se te ofrece algo?— preguntó al ver la timidez de la rubia.

—S-solo que no veo a muchas chicas por acá, me alegra conocerte, soy Emma— se presentó con una leve sonrisa mientras estiraba su mano.

Kasane la tomó sin dudar mientras se presentaba a ella misma, conversaron un poco con risas en medio. Las dos se agradaron rápidamente y seguirían así si no fuera porque Hiyo y Sayori se acercaron quejándose de por qué Kasane no les había presentado ese guapo chico de largos cabellos azabache, a palabras de ellas.

Kasane solo rodó los ojos notándose disgustada, cosa que Emma notó.

—Es amigo de Chifu, creí que odiaban a los pandilleros— musitó aburrida.

—¡Pero ese es un Dios griego!—

—¡Si, incluso vi a muchos que son muy sexys!—

Douhan solo sintió vergüenza del como se expresaban ellas. Quería que la tierra se la tragara.

Y como conocía como eran ellas no se atrevió a decirle que aquel chico del que hablaban así era Baji Keisuke o el nerd tarado de anteojos, como ellas les decían en la escuela.

Puede que aveces se ponga un poquitín celosa de Baji, pero sabía lo buena persona que era él, principalmente con Chifu y los gatos. Y era algo de lo que le agradecía.

—Así que vienes por Matsuno-san— habló Emma llamando su atención.

—Si, Chifu me invitó, le alegra pertenecer a esta pandilla— contestó ignorando a las otras. Quienes se callaron para mirar fijamente a Emma.

—Oye— llamó Sayori— veo que los conoces—

—No a todos— respondió Emma— solo son pocos a los que conozco.

—¿A qué quieren llegar?— interrumpió Kasane.

—¿Que no ves, Kasane? ¡Ella seguro ya se metió con todos? oye, dime...¿son buenos? ¿la tienen grande?—

—Dinos todo lo que sepa, seguro tienes mas experiencia que nosotras— rieron las dos.

—¿Q-qué? ¿A qué se refieren?— inquirió muy incómoda la Sano, era la primera vez que le pasaba eso. No sabía cómo reaccionar.

Pero si había alguien quien reaccionaría, sintiendo como su paciencia se acababa. Esto se acababa ahora.

—¡Ya cierren sus bocas!— ante el grito de Douhan, sus amigas dejaron de reírse sintiendo miedo al ver los ojos celestes de la pelicastaña oscurecido— ya me harte, no puedo más— dijo con seriedad— ¿acaso creen que todas son como ustedes? ¿Qué le abren las piernas a cualquiera que sea lindo o guapo? ¡Déjenme decirle que no! No todo son chicos, no todo se trata sobre tirárselo. ¿Acaso tienen una mierda en la cabeza por cerebro? Y ya estoy harta de estar con ustedes, siempre hablando puras mierdas e insultando a Chifuyu. ¿Y saben que? Váyanse a la misma mierda, no me importa quedar sola. Prefiero mil veces eso a estar con ustedes, solo no quiero verlas nunca más—

Kasane se veía tan imponente que las otras no dudaron en irse de ahí.

Douhan suspiró llevando su mano a su nuca. Luego miró avergonzada a la rubia disculpándose rápidamente. Pero Emma solo la miró con sus ojitos brillando.

Tenía una nueva amiga asombrosa.

Kasane se miró en el espejo dejando ver su reflejo con su uniforme puesto, chistó con enfado por lo que veía.

Ya no tendría porque fingir ser alguien quien no era, ya no.

Ya no desde que conoció a Chifuyu.

Desde hoy sería como en verdad es, nada de engaños y nada de mentirse así misma.

—Buenos días, Chifu—

—Buen- ¿eeh?— Chifuyu dio un salto hacia atrás al mirar a su novia.

No sabía si era idea suya o no, pero miraba a Kasane mucho más linda de lo que era.

Era como si fuera la verdadera Kasane.

—Quedaste muy sorprendido— rió ella— así soy en verdad Chifu— habló mirando al suelo— nunca me gustaba enseñar de más mi cuerpo, en realidad odiaba eso, y tampoco soy tan tonta como te lo hice creer, y-yo...espero que te guste la verdadera Kasane—

La chica abrió los ojos al sentirse abrazada por Chifuyu, su cálido abrazo hacía que se sienta más segura de sí misma.

—Kasane-san no importa lo que yo piense o los demás, lo que importa es que te sientas segura por como eres, sin sentir miedo por la opinión de otros. Por mi parte, aceptaré cada cosa de ti porque te amo mucho, siempre estaré para ti— habló Matsuno sintiendo todo su rostro sonrojado, pero esperaba que aquello llegara a su novia.

Y lo logró.

Douhan sintió como algunas lágrimas cayeron de sus ojos, había deseado tanto escuchar eso. Y que ahora Chifuyu, su novio, se lo dijera causaban más estrago en ella. Sintiéndose más decidida con el cambio que tendría a partir de ahora.

Y también debía decir la verdad, eso estaba bien para así comenzar nuevamente, con la confianza y honestidad presentes en su relación y en sí mismos.

Ya tenía rato de qué quería hacer un Oc insegura de sí misma y siendo tratada como cualquier cosa por otros solo por esperar ser integrada a algo. Espero que me haya quedado bien el Os, que para mi mentecita daba más para un fic largo solo que me gana más la flojera, además que me aventé casi 4K palabras.

También les deseo un buen comienzo de semana 👍.

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