◻️7

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


Baji Keisuke


Izuna estaba pasando un momento de tranquilidad, todavía no comenzaba las clases y para pasar el rato se había puesto a dibujar en su cuaderno. Algunas veces usaba de referencia a sus compañeros para aprender sobre anatomía, pero de momento no le salía mucho.

Estaba disfrutando de ese breve tiempo hasta que escuchó la voz escandalosa de su compañero, Baji Keisuke.

—¡Izuna, buenos días!— el pelinegro le saludó muy enérgico. Haciendo que ella lo mirara.

—Buenos días, Baji-san— le saludo cortésmente haciendo que el adolescente chasqueara la lengua.

—Ya te he dicho que puedes llamarme por mi nombre y sin honoríficos, Izuna— regañó con su ceño fruncido— después de todo somos amigos— finalizó con una sonrisa.

La adolescente de 14 años le emocionó escuchar eso. Pero debido a la actitud reservada que siempre tuvo solo asintió.

Desde que comenzó a estudiar en esa escuela, solo Baji había sido el único en acercarse a ella, no para pedirle prestados sus apuntes, no para que le pase las respuestas (aunque a veces si lo hacía), se acercó a ella sin ninguna otra intención solo para hacerse su amigo.

Incluso él le había enseñado a negarse cuando otros compañeros solo se le acercaban para pedirle las respuestas de su tarea. Y realmente le agradecía eso.

—Está bien, Kei— respondió la de orbes púrpura con una sonrisa, una muy sincera.

Baji solo se avergonzó al ver a Izuna sonreír y solo se sentó rápidamente en su carpeta correspondiente que se encontraba a lado de la joven.

—¿Haz hecho la tarea de matemática que dejó el profesor?— preguntó ella.

—¿¡Había tarea!?— gritó exaltado el pelinegro.

Izuna solo negó divertida, él nunca cambiaría.

—Eres un irresponsable, Kei. Pero no temas, te ayudaré a resolverlo rápidamente antes de que llegue— dijo la de cabellos azulinos sacando su cuaderno de su maleta, le encantaba enseñarle a Baji, él si podía entender su explicación de los temas. Eso era otro punto en la cual agradecía eso de él.

Ambos podían entenderse bien.

—¡Gracias Izuna! ¡Te debo mucho!— agradeció Baji para luego escuchar la explicación de su amiga.

En verdad quería presentarla a Mikey, Draken, Kazutora, Mitsuya y a Pah-chin. Estaba seguro que se llevarían bien.


Era fin de semana e Izuna debía llevarle el almuerzo a su papá, por lo que ya se había alistado con el vestido que sus papás le habían comprado hace poco. Tomó la bolsa donde se encontraba el almuerzo, se despidió de su mamá y salió de casa.

La de cabellos azulinos iba tarareando una canción de un anime que había visto hace poco en la televisión. Esta tranquila mirando todo el paisaje de ese lugar, se le hacía algo nuevo pues nunca había pasado por ahí, eso se debía que solo para ese día a su papá le habían llevado a ese lugar que él debía cuidar, después de ese día seguiría trabajando donde siempre.

Cuando su mamá le contó de eso, Izuna no se negó, quería llevarle el almuerzo a su papá como sea. Además ella no se podía perder, así le había dicho a su mamá con total confianza.

Ahora se arrepentía de eso.

—Dónde es, dónde es...— se decía susurrando leyendo las avenidas del lugar. Sentía el miedo apoderarse de ella. Pero trató de calmarse, alterarse no le ayudaría.

Hasta que sintió que alguien le tocaba el hombro, ahí fue donde se sobresaltó y se alejó rápidamente de esa mano, cuando volteó asustada se encontró con un hombre mayor mirándole muy raro.

—Que linda chica veo acá, ¿necesitas ayuda?— le dijo este con una sonrisa tenebrosa, ante los ojos de la adolescente.

Ella tragó saliva pero le respondió rápidamente poniendo una expresión de seriedad.

—No se preocupe señor...yo sé llegar sola— respondió.

—Vamos, no me importaría acompañarte— dijo— no quisiera que te pasara algo—

—En verdad estoy bien señor— dijo Izuna mientras sentía que temblaba un poco debido al miedo, no le gustaba para nada como ese desconocido la estaba mirando.

Se arrepentía de haberse puesto ese vestido y de haberle dicho a su mamá que estaría bien ir donde su papá.

—Por acá hay muchos acosares que gustan de mujercitas como tú, no quisiera que te pasara algo, déjame acompañarte— insistió el hombre tratándo de tomarla por el brazo.

—N-No, yo estoy bien...por mi cuenta— Izuna quería llorar del miedo que sentía, ese hombre le estaba aterrando mucho.

—Ya me estoy cansando de ti, niñata— dijo este para tomarla bruscamente del hombro jalándola hacia él.

Izuna quedó helada al sentir las manos de ese hombre por su cuerpo.

No.

No quería eso.

Quería gritar pero no podía.

Su voz no lograba salirse.

Sentía que temblaba pero no podía mover ni un dedo.

Debía correr, pero no podía moverse.

Ayuda...

Ayuda...

Quería que alguien la ayudara.

En su mente pasaron los momentos junto a su mamá, papá y Baji...

Baji...quien había sido su único amigo...si tan solo fuera como él...si tan solo estuviera con él...

Kei... ayúdame...por favor...

—¡QUÍTALE LAS MANOS DE ENCIMA, VIEJO DE MIERDA!—

Ante los ojos sorprendidos de la fémina vio como el hombre que estaba tocándola dejaba de hacerlo por la gran patada que le propinó Keisuke.

Baji no quedó satisfecho con eso y siguió golpeando al viejo con puñetazos y patadas.

—¡NUNCA TE ATREVAS A TOCARLA, BASURA DE MIERDA!— gritaba enojado el pelinegro.

Izuna miraba todo eso todavía inmóvil.

Sintió como sus lágrimas caían de su rostro. Había pensado que ese viejo llegaría lejos de solo tocarla.

Logró mover su mano y con esta cubrió su rostro sin parar de llorar. Todavía seguía asustada.

Sintió como alguien la abrazaba. Era Baji, quien estaba tratando de calmarla.

Izuna solo tapó sus rostro con las dos manos sin parar de llorar y aceptando, a la vez, el abrazo de su amigo.

Antes de que el viejo se escapara de ahí fue detenido por los demás miembros de la Tōman y Mikey no dudó en patear su rostro. No lo dejaría ir hasta lograr causarle el mismo dolor que le ha causado a la amiga de Baji.



Después de todo ese horroroso acontecimiento, Baji no dejaba sola a Izuna, siempre le acompañaba a todos lados. Y aunque su primer encuentro con los amigos del pelinegro había sido dado en esas circunstancias, lograron volverse también amigos de la de orbes púrpura, quien ya estaba mejor de lo que le había pasado.

—Gracias Kei— dijo Izuna en medio de las clases que le estaba dando a su amigo pelinegro, en la casa de este.

—¿Hice algo?— preguntó confundido. La peli azulina lo había agarrado en medio de los ejercicios que estaba resolviendo.

—Solo quería decírtelo. Gracias por todo Kei— volvió a repetir ella para después mirar lo que estaba haciendo él— veo que ya estás por el último problema, quien lo resuelva primero podrá mandarle a otro por todo un día, ¿Qué dices?— retó ella.

—Me gusta eso, no dejaré que me ganes Izuna— dijo Baji para luego tratar de resolver el último problema de su hoja.

La adolescente solo rió con las palabras de su amigo, realmente se divertía mucho con Baji.

Después de todo... Baji Keisuke era su héroe.


Me basé en lo que me había pasado hace dos años para escribir esto pero modificado y Dios mío... ¡necesito un Baji en mi life!

Gracias por los votos ❤️❤️ se que si votan es porque les gusta esta serie de OS y eso me encanta y alegra mucho. Me anima a seguir escribiendo.

Espero que les haya gustado este OS de mi otro esposo ✌🏼.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro