✨ Shinichiro Sano ✨

—Shinichiro...Shinichiro— suspiraba la mujer, mientras movía de manera placentera su trasero sobre el bulto que se formaba en los pantalones de su novio.

El pelinegro aferraba sus manos a las grandes caderas de su novia, totalmente exitado por el movimiento y por la manera en la que iba vestida.

Ese traje de conejo le quedaba de maravilla.

Stella sonrió al ver impaciente al pelinegro e iba a cumplir cada capricho de él, se lo merecía por ser el cumpleañero.

—Mierda Stella...te ves tan hermosa con eso puesto— le dijo Shinichiro haciendo sonrojar a la rubia, él se acercó a ella y comenzó a besarla, cada vez el ósculo se volvía demandante, la fémina dejó que su chico metería su lengua dentro de su cavidad bucal, poniéndolos aún más calientes.

La rubia sintió como Shinichiro comenzó a pasear sus manos inquietas por todo su cuerpo, haciendo que su piel se erizara. Amaba que su pelinegro la tocara. Dio un leve salto al sentir aquellas grandes manos apretar su trasero.

—Eres un pervertido...— susurró con la mejillas coloreadas.

—Solo contigo, hermosa— le respondió él para después bajar la parte inferior del traje dejando expuestos los pechos desnudos de la rubia, con sus manos los apretó y después llevo un pezón a su boca succionando de este, Stella sentía mucho placer incluso se atrevía a decir que se encontraba muy empapada ahí abajo.

La lengua de su chico sí que hacía maravillas.

—Párate— ordenó el pelinegro dejando confundida a la rubia— ¿no que ibas a cumplir todas mis órdenes sin rechistar, cariño?— dijo sonriente el de ojos oscuros. La rubia terminó parándose y entendió a lo que este se refería cuando vió que desabrochaba su pantalón— en cuclillas— Stella acató la orden, su boca se hizo agua con solo ver la polla erecta de su novio— ya sabes que hacer, amor— Shinichiro palmeó la cabeza de su chica. Stella no se hizo de rogar y comenzó a lamer toda la longitud del pene, dandole mayor atención a la punta y masajeando el resto con su mano. Succionaba fuertemente sacándole gruñidos al pelinegro que ya se sentía cerca de venirse.

—E-Espera— la detuvo él con dificultad, antes de venirse quería cumplir con lo que siempre había querido hacer, una rusa entre las grandes tetas de su novia. Tomó su dura polla y la situó entre los pechos de la rubia, está comenzó a llevar el ritmo poniendo sus manos a los lados de sus tetas para apretar el miembro que ya se encontraba goteando. Después de unos minutos, Shinichiro llegó a su clímax manchando sus pechos y una parte de su rostro.

Stella llevo un poco del semen de su novio a su boca tragándoselo, sus ojos brillaron de la emoción, quería más.

—Espero que eso no haya sido todo, cariño— soltó con doble intención la mujer poniéndose nuevamente encima de Shinichiro.

—Créeme que no, amor— respondió este con una sonrisa. Disfrutaría de su regalo adelantado.

—Shinichiro...Shinichiro ¡ahí, ahí! ¡Dame más fuerte!— gritaba Stella con sus ojos marrones nublados de placer mientras Shinichiro arremetía con fuerza su interior.

La rubia atrajo hacia ella al pelinegro comenzando un beso demandante callando así sus ruidosos gemidos, lo único que comenzó a escucharse en la habitación fueron el sonido de sus pieles chocando.

—M-móntame Stella, quiero ver como haces para darte placer con mi polla— dijo entre suspiros el pelinegro parando con sus penetraciones, la rubia rápidamente lo montó, introduciendo dentro de ella el gran pene de Shinichiro.

— ¡E-es tan grande! ¡Ahora siento que está aún más dentro de mi!— decía Stella con saliva escurriéndose a un lado de su boca, ella no se hizo esperar y comenzó a cabalgar rápidamente a su novio. Shinichiro se deleitaba con la vista que tenía. Ver de esa manera a Stella lo prendía demasiado, ademas ver como aquellas tetas rebotaban con cada salto podían más con él. Llevó sus manos apretándolos y sacándole más gemidos a la rubia— Shin...Shin, ¡y-ya...ya me voy a venir!—

—Yo igual amor— respondió con dificultad, tomó de la cintura de su novia marcando ahora el ritmo, haría que ambos se vinieran juntos.

—M...mierda, se siente muy bien...¡Ah~! ¡Shinichiro, te amo!—

—Yo también te amo Stella—

La pareja junto sus labios y después de unas cuantas estocadas llegaron a su orgasmo, con Shinichiro vaciándose dentro de su chica.

—Shinichiro, feliz cumpleaños— dijo Stella después de recuperar la respiración, aún se encontraba sonrojada debido al ejercicio que tuvieron antes.

—Que tal regalo adelantado fue eso, me gustó mucho, espero que se pueda repetir más tarde— rió el pelinegro tomando de la cintura a la rubia recostándola en su pecho.

—Estoy segura que si~— respondió ella con una seductora voz—pero ahora debemos dormir amor, más tarde te celebraremos tu cumpleaños con todos, y espero que vuelvas temprano del trabajo—

—Claro que vendré temprano, no quiero defraudar a Mikey, Emma e Izana— dijo el pelinegro recordando como sus hermanitos le estaban haciendo una sorpresa.

Stella sonrió, ella estaba ayudando a los pequeños con eso. Por eso debía descansar ahora, toda la mañana estaría ocupada con ellos.

—Shinichiro— llamó.

—¿Umm?—

—Te amo— dijo con una sonrisa al rubia.

—Yo también te amo Stella con todo mi corazón— respondió él sacándole una sonrisa avergonzada a la mujer.

Stella no sabría que haría si Shinichiro ya no estuviera con ella.

Si algo pasaba y se llevaba a Shinichiro, ella iría donde él. De eso estaba segura.

.
.
.

Yo con Shinichiro:

Como no pude hacer un OS en el mismo día del cumple de mi esposo les traigo uno con lemon, que espero me haya quedado bien, estoy aprendiendo a escribirlo. Espero que no me haya quedado bien kk y que lo hayan disfrutado.