19. Acuario

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Tres de la mañana, perfecto. Llevo una semana estudiando en las madrugadas, como cada final de curso, ya que, aparte de sentirlo más productivo, son las únicas horas donde me dedico al 100% en mis estudios. Mis ganas de dormir ya no están, así que prendo mi lámpara y me pongo a repasar mis apuntes de Geometría una vez más. Mientras lo hago, pienso en mis breves descansos sobre lo pacífica que son las noches: nadie habla, no hay ruidos estrepitosos, simplemente soy yo con mis pensamientos dejándome llevar por la tranquilidad que ahora me arropa.

Un mensaje llega a mi celular, sorprendiéndome. Lo veo y encuentro una imagen de un vestido muy bonito, de color azul, y a una Serena cansada, pero feliz.

<<Acepto postres como paga, solo digo>>

Sonrío mientras le respondo que quedemos en las vacaciones un día para hacer postres juntas.

Sábado por la mañana. El lamido de Eevee en mi cara me despierta. Le acaricio mientras me preparo para el fin de semana antes de los exámenes, ¡ya solo quedan dos días para su inicio! Cuando bajo para desayunar, encuentro a mis padres y Max comiendo tranquilamente mientras Serena, Dawn y Lillie charlan con ellos de lo más natural.

— May, querida. — dice mi madre, mientras busco un asiento aún sin entender por qué mis amigas están aquí —Tus amigas están aquí para visitarte, ¿por qué no nos avisaste?

— Porque no tenía idea de que vendrían. — Intento buscar respuestas en los ojos de mis compañeras, pero estas solo sonríen ladinamente, ¿qué traman?

Antes de querer averiguarlo por mi cuenta, mi padre habla.

— Dijeron que querían salir contigo para relajarse antes de los exámenes, ¿no es esa una buena idea?

— ¡En efecto, señor Norman! — prosigue Dawn — siempre nos encerramos estudiando, pero, ¿por qué no mejor nos distraemos? Los finales siempre nos estresan.

— Mi madre consiguió boletos para un acuario que se acaba de inaugurar hace unas semanas — Lillie muestra dos boletos y los guarda velozmente — No es lo más genial del mundo, pero si estamos todas la diversión no faltará.

— Además... — Serena, quien había estado callada hasta entonces, se para de su lugar y saca un vestido de su mochila (el mismo que me mostró en fotos la noche anterior) — ¡Hice esto para May! Me gustaría que lo estrenara hoy. — Mis padres halagan a la pelimiel mientras mis ojos se iluminan al ver lo bonito que dicha prenda es en vivo y en directo. — ¿Te lo quieres probar ya?

— Yo... ¡sí! Pero primero terminaré mi desayuno.

Todos ríen y yo sonrío avergonzada. Lo siento, ¡pero la comida nunca debe faltar!

Al final termino subiendo a mi habitación acompañada de mi madre, quien quería ser la primera en verme con el vestido. Mientras me visto las dos conversamos de cosas triviales, como si fuésemos amigas de muchos años.

— Estás muy hermosa — me halaga, mientras pide que de una vuelta par apreciarme en totalidad — Igual a mí cuando tenía tu edad.

— No sé si será buena idea salir — digo, mientras intento acomodarme un listón — ¿qué pasa si en el examen viene un ejercicio que no estudié por irme a divertir?

— May, tranquila, eso no pasará.

— Pero, ¿y si sí?

— No lo sabrás hasta el mismo lunes — me ayuda a amarrar el listón y hace que me mire al espejo — A tu padre y a mí no nos importa si fallas un curso o estás en esa clase, mi amor, nos interesa que tú estés bien. — acaricia mi mejilla — Siempre te veo preocupada por estas fechas así que descansa, ¿sí? Ya eres increíble de por sí, lo mereces.

— Mamá... — la abrazo, sintiéndome repentinamente muy aliviada, como si una gran carga se hubiese esfumado de repente. — Tienes razón, ¡necesito un descanso!

Ella aplaude mientras me ve dando vueltas para admirar el vestido por completo. Yo, mientras tanto, agradezco a la familia y amigos que me tocó tener.

Salgo con ellas de mi casa mientras Max me pide que le traiga un recuerdo del acuario. Durante el camino nos la pasamos riendo, jugando y cantando cualquier cosa que se nos venga a la mente, como unas niñas. No me sentía tan relajada desde hace unas semanas, con las clases, estudios y el malentendido entre Ash y Serena mi mente solo divagaba de aquí para allá, sin ponerme a relajarme ni un poco. La salida con Koharu y la tarde de estudios con Serena me ayudaron un poco, aunque nada de eso se compara a estar con mis tres amigas más cercanos en una mañana tan azulina y positiva como esta.

¿Qué sorpresas nos deparará el día?

Cuando llegamos al acuario... las tres comienzan a despedirse.

— Lo sabía, algo tramaron.

— No seríamos mejores amigas si no me conocieras tan bien. — dice Dawn, quien le pide a Lillie un boleto y me lo da — digamos que... nosotras no seremos tu cita hoy.

En efecto, solo son dos.

— Chicas...

— Yo conseguí los boletos — continúa la rubia — Serena el vestido, y Dawn...

— Dawn consiguió a tu cita — termina la modista del grupo.

Y, como si de un llamado se hubiera tratado, vemos como a lo lejos la figura de alguien muy conocido por nosotras comienza a hacerse más visible. Parece algo perdido, aunque al notar nuestra presencia alza la mano y comienza a correr para darnos el encuentro. Me muerdo levemente el labio, ¿cómo no lo pensé?

— Antes de que digas que nos odias, queríamos que pasaras un buen momento con él. Después de todo, casi ni lo has visto en toda la semana. — la peliazul toca mi hombro, esperando ver mi reacción — Nos debemos una salida eso sí, ¿quizá después de los finales?

— Oh, Dawn, no sabes cuánto te quiero.

— Siempre dices que me odias pe.... ¿eh?

— Te quiero — la abrazo — y a Lillie y Serena también. Hacen tanto por mí.

— Aww, tú también, preciosa — la pelimiel acaricia mi cabello — siempre puedes contar con nosotras.

— Quizá no llevemos mucho tiempo conociéndonos — Lillie mueve sus manos con nervios — pero ustedes se han vuelto muy importantes para mí, así que estoy muy alegre de ser su amiga.

Las cuatro nos abrazamos hasta que Ash está muy cerca nuestro. Apenas y puedo verlo, ya que las tres me abrazan muy fuerte que casi me tapan por completo.

— ¿Interrumpo algo?

— Para nada — responde Lillie, extendiendo una de sus manos para darle el boleto faltante — De hecho, llegas justo a tiempo: Serena, Dawn y yo debemos irnos y no queremos dejar a May sola aquí así que, por favor, hazle compañía.

Un momento... ¿¡Ash no sabe nada!?

— ¡Claro! — dice él, campante — Pero, ¿han visto a Gou? Me dijo que quería venir aquí a ver Pokémon que no había visto en vivo hasta ahora.

— ¡No te preocupes por eso! — Es Dawn ahora quien se acerca a él — Me llamó para decirte que sus padres fueron a verlo y pasará el resto del día con ellos, ¡por lo que hoy solo serán May y tú! Si así lo quieres, claro está.

Por supuesto, ¿cómo no lo pensé antes? Gou es cómplice.

— Humn, ¿por qué no? — las tres saltan de la emoción ante la respuesta de Ash — Pero que raro que Gou no me haya dicho nada, quizá debí ir a su casa.

— ¡Qué más da! — Serena se aparta y baja la gorra de Ash — Ahora estás aquí y deben aprovechar, por cierto, ¿ya notaste cómo va vestida May?

— ¡Si me sigues tapando la visión, no...!

Ash se calla de repente. No deja de verme, estupefacto y haciendo que me sonroje cada vez más. Las sonrisas ladinas de mis amigas son inigualables y lo único que quisiera es tener a Blaziken aquí para que use lanzallamas con todas ellas. En fin... pero ¿qué pensará Ash de mi traje? ¿Le gustará? Sigue sin hablar, lo que me da más miedo, ¿acaso no le gusta?

— ¿Y? ¿Qué opinas? — Serena rompe la extraña atmósfera que se había formado.

— Ella está... bella.

Mis tres amigas gritan.

— ¿¡Solo bella!? — dice Dawn — ¡Preciosa!

— ¡Divina! — le sigue Lillie.

— ¡Una diosa! — culmina Serena — ¡Y usa una de mis creaciones! ¡Te cobraré más cuando vengas a pedirme hacer un traje!

— ¿Eh? ¿¡Y cuándo iría yo a pedirte que me confecciones algo!?

— No sé, ¿¡En tu boda!?

Río ante la pequeña batalla que ocurre entre ellas y Ash, aunque mi corazón no deja de latir de felicidad por las palabras dichas por él. Finalmente, después de que las chicas se despiden, Ash y yo caminamos rumbo a la entrada del acuario sin nada más que decir que yo disculpándome por la actitud exagerada de ellas y él, también disculpándose, aunque por pensar que a mi no me gustaron sus palabras. Le dije que no importaba, yo estaba feliz. Noté como se alegró por lo que dije y apresuramos el paso para evitar la cola de ingresantes.

El acuario era... inmenso.

Cada pasillo estaba adornado con los grandes tanques de agua que hacían de pared, mostrando a los Pokémon de dicho tipo haciéndonos compañía mientras explorábamos los alrededores. Quedé maravillada con los Gorebyss y Huntail que iban en cardumen en busca de comida, y mis piernas temblaron al notar unos Tentacruel a lo lejos, expectantes de algún Pokémon inocente que se acerque a ellos.

— ¿Todo bien? — Me pregunta Ash.

— Descuida, solo recuerdos traumáticos del pasado.

Continuamos hasta dar con unos banquitos que estaban rodeados por todas estas criaturas marinas, de cada región, de cada tamaño y forma. El azabache y yo comenzamos a charlar sobre las semanas que pasaron y el cómo íbamos con los estudios, mientras no dejábamos de admirar a un grupo de Luvdisc que estaban mirando a las personas frente a ellos y haciendo piruetas por doquier.

— Me pregunto que se sentirá nadar junto a los Luvdisc — menciono — sería tan romántico.

— ¿Qué tan veloces serán? — se preguntaba Ash — ¡Espero que algún día podamos nadar junto a un cardumen de ellos!

Ay, tonto Ash... espero que sí.

Mientras seguimos admirando el paisaje acuático frente nuestro pienso en que sería un buen momento para declarar mis sentimientos. Tomo una gran bocanada de aire y aprieto mis puños en un raro acto por sentirme más segura. Volteó mi rostro a Ash, quien no parecía consciente de que estaba observándolo y abro mi boca para hablar... pero él se adelanta, deteniendo mi confesión por ahora.

— May, hay algo que quería comentarte.

— ¿Sí? — respondo, ahora invadida por la curiosidad — Yo también de hecho, aunque empieza tú.

— ¿Segura?

— See, digo, ¿qué es lo peor que podría pasar?

— Humn, si así lo quieres — rozó su nariz con su mano — He estado pensando... en volver a mis clases normales.

No puedo ver mi rostro, pero estoy segura que es de sorpresa total. Ash mira al acuario frente a nosotros y parece seguir a un Sharpedo que busca algo para comer, mientras yo espero a que continúe con sus palabras.

— Digo, no está mal. He conocido gente genial como a ti, Gou, Brock, Clemont... pero a veces me aburre tanto la presión que se ejerce, no es lo mío.

— No es por los comentarios de esos tipos, ¿verdad? — pregunto.

— ¿Comentarios? ¡Ah, cierto! Nada que ver. Ya te dije que ellos no me importan. — se levanta de su asiento y estira los brazos. — lo he conversado con mi madre y está de acuerdo, pero...

— ¿Pero?

— Como te dije, conocí gente extraordinaria, sería una pena ya no verlos tanto como antes.

Siento como si me hubiesen caído tres piedras muy grandes.

— ¿Tú qué harías en mi lugar? — pregunta.

Si no me siento cómoda del todo, me iría. Si aún dudo de mi permanencia vería como me van en los exámenes finales para dar un veredicto final. Si quiero darle una oportunidad, me organizaría mejor y así tendría tiempo libre para hacer lo que quiera. Hay un sinfín de posibilidades que puedo tomar como respuestas a la pregunta de Ash, sin embargo...

— No quiero que te vayas. — lo tomo de la mano y la acaricio — Quédate con nosotros en la clase... quédate conmigo para siempre.

De mi boca salen palabras que vinieron de lo más profundo de mis sentimientos. Soy consciente de eso, mas no pude evitarlo. Ash se sonroja, por supuesto, ¡acabo de decir algo muy inusual! Pero no puedo evitar pensar en la idea de ya no verlo... no quiero eso. Termino por soltarlo, consciente de que estaba aún con mis manos sujetando su manga.

— ¡Perdón! Je — no, la risa no me sale — eso sonó muy egoísta.

Él no me responde. En su lugar, solo sonríe amablemente.

— No pensé ser tan importante para ti...

— ¿¡Quién dice!? — no pude evitar responder así por los nervios, contradiciendo mi sentir — Bueno... sí, lo eres, eres un gran amigo y te aprecio mucho. — que lindo te mandas a la zona del amigo, May, bravo.

— Es por comentarios como los tuyos, o simplemente pasar el día contigo, que se me hace difícil irme a pesar de todo — culmina él, sin mirarme.

Arceus, seguro que estoy muy sonrojada.

— Creo que ya se hace tarde, deberíamos irnos, May.

— ¡Oh! Sí, sí. Pero entonces... ¿qué decidirás?

— Aún no estoy seguro, pero creo que tengo más motivos para quedarme después de hoy.

Acaricia mi cabeza y me reta a una carrera y yo lo sigo, feliz de pensar que ese motivo soy yo.

Terminamos llegando a la puerta de mi casa cuando el sol ya está por ceder su paso a la luna. Tomamos grandes bocanadas de aire, exhaustos por tal maratón, y rememoramos los buenos momentos que pasamos en el acuario. Ash me toma de la mano para que yo la use de apoyo y recupere la compostura y le agradezco, muy feliz del día que ya estaba culminando.

— ¿Qué era lo que me ibas a decir? Con toda la noticia que te di terminamos por olvidarlo.

— ¡Es verdad! — ¡rayos, la confesión! — ¿Qué te parece si te lo digo después de los finales? Así habrá más emoción.

— ¡Oye! Eso no es justo.

— ¡Claro que sí!

Terminamos riendo luego de aquella pequeña discusión. Ahora que estaba frente a mi hogar, una confesión hubiera sido muy incómoda si mis padres o Max aparecían de improviso. De todos modos ya estoy decidida: cuando nos entreguen nuestras notas, ese día, confesaré lo que siento por Ash.

— Suerte en los exámenes. — me dice Ash, de repente, haciéndome recordar que ya faltaban menos de cuarenta y ocho horas para ellos.

— Suerte en los-

Él se acerca a mí y me da un beso en la frente. Estupefacta, me quedo quieta procesando lo que acababa de pasar. Me mira y sonríe, pero noto el mismo sonrojo del acuario, suponiendo yo que estoy igual o más enrojecida que él.

— Ya me voy.

— Espera. — lo detengo — No te atrevas a llegar tarde.

— Es una promesa.

Ash comienza a irse y yo me siento en el piso, al costado de la puerta de mi casa. Toco mi frente, que aún se siente cálida y sonrío, feliz de haber salido con él hoy.

— ¿Ese era tu novio? — la voz de Max me interrumpe, volteando a verlo enojada y esperando que mis padres no le hayan escuchado.

— ¡Cállate!

— ¿Entonces sí lo es?

— ¡No!

— Claro, no diré nada si me trajiste mi recuerdo, descuida.

Oh no.

Él sonríe maliciosamente y entra en la casa mientras yo lo sigo, ¡más le vale no generar malos entendidos con mis padres!

DAWN VOLVERÁ EN JOURNEYS AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH

Ejem, listo xd

Nuevo capítulo y cada vez más cerca del final! espero les haya gustado, he tenido la idea de este capítulo desde hace tiempo pero no tenía inspiración suficiente para escribir xD jaja, mil perdones. En fin, nos leemos pronto uwu

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro