Despierto Y está abrasándome, sonrío al verlo, es maravilloso despertar así, lo miro por unos minutos, duerme profundamente, debe estar agotadísimo, ayer fue un largo e intenso día, beso su mejilla suavemente y continúo besándolo hasta llegar a su boca y sonríe, me toma entre sus brazos y me abraza poniéndome encima de él, comienzo a reírme.

— Me asustaste — digo riendo — pensé que estabas dormido.

— Lo estaba — dice — enserio amo despertar a tu lado — lo beso — yo creo que deberíamos quedarnos aquí hoy.

— Tengo hambre — sonríe.

   Pedimos servicio al cuarto y nos quedamos en la cama. En cuarenta minutos aproximadamente tocan la puerta y me siento feliz.

— Esto se ve delicioso — comenta.

   Observo que hay de todo, carne en salsa de champiñones con verduras, pollo a la crema con espinacas y patatas, también hay diferentes ensaladas y frutas, hot cakes con miel y pastel de chocolate, aplaudo mientras veo todo, para beber hay jugo de fresas, limonada menta con jengibre y café descafeinado.

   Terminamos de comer y me levanto de la cama, él tira de mi mano para que me quede, luchamos un rato en la cama, hasta que logro salir de ahí y me voy a la ducha.

   Para hoy elijo un vestido color blanco con pequeños puntos color rosa pastel, tiene un gran corte en V en la parte delantera, se sostiene con dos tiras en cada pecho y se amarra en la espalda dejándola descubierta hasta la cadera, elijo unos zapatos un poco altos pero cómodos de color camel y estoy lista.

   Salgo de la habitación y Max no está, busco mi celular y le marco pero no suena dentro de la suite, se me ocurre ir a la sala de reuniones del primer piso y ahí está trabajando, no lo molesto, quiero salir a caminar así que salgo del hotel, pero obviamente antes pregunte en que dirección estaba Central Park y resulta que esta muy cerca, se puede llegar caminando, el día esta soleado y hace calor así que el vestido que elegí es perfecto.

   Al fin estoy en Central Park, tomo algunas fotos, sé que no podré ver mucho a pie ya que es el parque mas grande nueva york, su pulmón verde, pero lo que pueda alcanzar a ver, será maravillo, hay mucha gente haciendo ejercicio o haciendo picnics, también veo a muchos en bicicleta, esta todo impecable.

   Llego al conservatory Gardens y me siento en el paraíso, es un enorme jardín dividido en tres distintos estilos, el inglés, francés e Italiano, hay flores de temporada, y plantas preciosas, les tomo fotos a cada una de las que llaman mi atención deseándolas tener, estar aquí se siente muy tranquilo y relajante. comienza a vibrar mi celular, lo saco y es Max.

— Hola Nena, ¿Dónde estás?

— Hola amor, en Central Park, para ser más exacta en Conservatory Gardens.

— Me lo imagine — sonrío — voy.

— Bueno, te espero.

   Sigo caminando y tomando fotos, estoy enserio muy encantada con todo esto, es hermoso, definitivamente quiero llevarme todo. Empiezo a caminar mas lento, ya me duelen un poco los pies, de pronto veo a Max de lejos caminando en mi dirección, sonrío y me devuelve la sonrisa, se ve guapísimo, me mira y se lame los labios, corro a él y lo abrazo, me levanta colocando su mano en la parte inferior de mi vestido, para sostenerlo, sonrío y lo beso.

— Te vez increíble — dice bajándome lentamente.

— Gracias, tu también — sonríe.

— Enserio me encanta como te vez — besa mi cuello.

   Le doy la mano y tomo algo de distancia, él sonríe, caminamos por los jardines y Max me abraza por la espalda besando mi hombro, sonrío, saco mi teléfono y nos tomo una foto, con las flores de fondo, luego me giro y lo beso.

   Terminamos el pequeño recorrido que alcance a hacer a pie y nos vamos al auto, Jhon esta parado junto a la puerta ya abierta, ¿En que momento llego?, ni idea, pero ya está aquí, lo saludo y subo, Max se sienta a mi lado abrazándome.

— Señor, ¿Para dónde? — Pregunta Jhon y le doy un beso a Max en el cuello, Max cierra los ojos.

— Al hotel — responde.

— No — digo y él me mira — vamos a comer — sonrío.

— Podemos hacerlo en la cama — dice en mi oído y siento que mi cuerpo vibra — necesito cogerte — cierro los ojos, quiero lo mismo.

— Iremos a comer y después al hotel — afirmo y Jhon asiente, Max lo mira, luego a mi y sonríe.

   Elegimos algo donde podamos comer y bailar, llegamos a un lugar donde hay una gran fila, nos bajamos del auto y él me da su mano, hacemos la fila y Max me abraza y besa en todo momento tocando mi espalda descubierta. Entramos por fin, el lugar es muy grande y hay un mar de gente entre las mesas y la pista de baile, pedimos unas hamburguesas que están gigantes y muy deliciosas, creo que las mejores que he comido en mi vida, luego de comer Max pide un whisky y yo un Cosmopolitan, me gusta mucho y es suave.

   Nos levantamos a bailar entre la multitud de gente, Max no pierde oportunidad de tocar mi piel y por mi parte no pierdo oportunidad de besarlo, bailamos hasta que mis pies no pueden más, enserio ya me duelen, así que nos vamos a nuestra mesa.

— Hola — dice una chica pelirroja — tanto tiempo... — su sonrisa es muy coqueta, con Max la observamos.

— No me interesa — responde él — estoy con mi novia — su tono es muy desagradable, ella se sonroja y se marcha.

— ¿Qué te pasa? — pregunto molesta — no seas así.

— Créeme que no se iría, soy así o no se marchan — pongo los ojos en blanco.

— Ya irresistible — se ríe.

   Pide otra ronda de whisky y Cosmopolitan, conversamos sobre Nueva York y me cuenta sobre las veces que lo a visitado, ya sea solo o con su padre, es un lugar que enserio le encanta, yo no había venido, solo e pisado Boston y me gusta mucho, aunque Nueva York es genial no podría negarlo. De pronto se acercan dos chicas muy guapas, ambas vistiendo muy similar con unas faldas increíblemente cortas y unos top de brillos, ambas usan una cola alta, llegan a nuestra mesa y se colocan junto a Max.

— Max Ricci... — dicen al unísono y ambos las miramos — pensamos que no te volveríamos a ver — dice la de top rosa brillante.

   Max me mira y entiende mi mensaje, no tiene que ser mal educado.

— Hola — dice y finge una sonrisa, toma mi mano — mi novia, Emma Ezeiza — ellas me miran y me sonríen, les devuelvo la sonrisa.

— Ya tienes novia... — dice la de top rosa — pensé que nos divertiríamos los tres — ambas se ríen.

   ¿Enserio?, ¿enserio dijo eso frente a mi?, desvío mi mirada, me siento incomoda, muy incomoda, uno les da la mano y ellas se toman del codo.

— ¿Quieres bailar? — pregunta la de azul.

   Okey lo acepto, quizá tenia razón y ser amable no es la forma.

— No, estoy con mi novia — dice Max seco.

— ¡Ay! Vamos Max — insisten, me termino mi copa y necesito tomar aire, me levanto y Max me mira.

— ¿A donde vas? — pregunta preocupado.

— Al baño.

   Camino hacia el baño y entro, me miro en el espejo y retoco mi maquillaje, intento no pensar en que ser amable era mala ideas. Salgo y miro nuestra mesa, están aún ahí de pie junto a él, de pronto lo veo negar con la cabeza, llego a la mesa, ellas me miran y se sientan, ¿Qué les pasa?, las quiero golpear.

— ¿Recuerdas la ultima vez que estuviste aquí? — pregunta la de azul — lo pasamos increíble — intenta sonar sexy.

— Yo creo que deberíamos repetir — dice la otra.

— Creo que ya deberían marcharse — dice él

— No seas así... — piden al unísono.

   LO ACEPTO, ME EQUIVOQUE, DEBE SER DESAGRADABLE, QUIERO QUE LO SEA, NO ESTOY SOPORTANDO, de pronto aparece otra chica, esta vez es una rubia de vestido rojo, es suelto pero corto, es muy bella, toca su hombro llevando su mano hasta su pecho y Max se gira para ver quien es, ella le sonríe feliz

— Hola cariño — dice la rubia, me termino mi copa viendo la escena.

— Okey... — digo intentando sonar calmada — Tenías razón — Max me mira preocupado — quiero que se larguen, ahora — él asiente.

   Basta con que diga un par de cosas para que todas se marchen, me mira con una sonrisa gigantesca.

— Nena... — pongo los ojos en blanco y me cruzo de brazos.

— No quiero hablar — explota en risas.

— Eres una niña — me encojo de hombros — entonces me vas a escuchar — lo observo sorprendida – entiendo que estés molesta, pero somos dos personas adultas, tienes que aprender a hablar las cosas.

   Me pongo en posición de batalla y necesito altura así que subo mis piernas en la silla y me apoyo en mis rodillas para así quedar mas alta que él — su rostro es de sorpresa.

 — No puedo creerlo — dice intentando ocultar su sonrisa.

— Odie la situación...

— Dijiste que fuera amable, si soy cruel te molestas, si soy amable también y estás celosa — abro la boca indignada.

— ¿Qué? — comienzo a reír — ¿Yo celosa? — se ríe y asiente — estás loco — me toma por al cintura y me lleva a sus piernas

— Enserio eres una niña y muy orgullosa — sonrío y lo beso, Max sonríe y me envuelve completamente en sus brazos — que te subieras a la silla fue lo más tierno que e visto en mi vida.

— Estaba muy incomoda — digo en su boca y él sonríe.

— Entonces... ¿Aún quieres que sea amable? — le doy un golpecito en el braco y se ríe.

— Se tu mismo... — sonreímos.

— Me encantas — lleva una de sus manos a mi pierna y ambos nos miramos porque mi cuerpo no reacciono ante su contacto — me gusta que me enfrentes — sigue tocando la parte inferior de mi pierna, subiendo lentamente mientras hunde sus dedos en mi piel — me vuelves loco — su mano llega a mi muslo y cierro los ojos, él retrocede.

— Sigue — pido aun con los ojos cerrados — no te detengas.

— ¿Segura? — asiento y Max continua moviendo su mano, lo hace suave y sonrío, abro los ojos.

— Ya no siento esa sensación — él sonríe y lo beso, deja su mano en mi muslo y lo acaricia, lo hace con cuidado — ya no lo siento, nada nada — repito feliz.

   Al fin no lo siento, lo logré, siento como si me hubiese sanado de algo, me siento limpia por fin, incluso siento ganas de llorar, me tarde mucho, más de 7 meses, Max me mira y sonríe orgulloso, es que es inexplicable como me siento, ya no lo veo, ya no me atormenta...

— Te Amo — dice abrazándome.

— Te amo — respondo con la mejor de mis sonrisas — estoy feliz, muy feliz.

— Quiero verte así siempre — ambos sonreímos.