⚡ Capítulo 18 : Celos 🔥

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  Al llegar al hotel, no puedo dejar de repetir unas cien veces que esa sensación se marcho, estoy feliz, lo repetiré una mil más y él sigue escuchándome y sonriendo cada vez que lo menciono.

   Despierto con el sonido de mi teléfono, lo busco con mi mano pero no logro encontrarlo, Max se tapa la cara con la almohada y no puedo evitar reír, me siento y le quito la almohada para besarlo y se la devuelvo, la tira y me abraza, nos reímos mientras lucho para ir por mi teléfono, lo tomo y es Damon, voy a la cocina y pongo altavoz para prepararme algo de comer

— ¿Cómo está mi alumna favorita? — sonrío.

— Hola profesor, ¿Por qué me llama tan temprano un día domingo? — se ríe — ya enserio, ¿Por qué me despiertas? — digo y explota en risas, me giro y veo a Max apoyado en la pared mirándome.

— No es temprano son las 14:11 — miro mi teléfono.

— Es cierto, se me pegaron las sábanas — nos reímos.

— ¿Cuándo vuelves?

— Creo que mañana — digo mordiendo mi labio, Max sigue mirándome.

— Dos días y ya te extraño.

— No te desesperes, el martes nos vemos en el campus — digo y se ríe.

— Bueno desayunamos juntos, nos vemos.

— Nos vemos, adiós.

   Corto y Max ya salió de la cocina, ¿por qué puse altavoz?, te pasas Emma, tomo mi plato con yogurt y granola y voy a la habitación, Max esta sentado en la cama con su laptop, me acuesto a su lado.

— ¿Qué haces? — pregunto para romper el silencio.

— Trabajo — esta pegado en su laptop.

— ¿Te puedo ayudar en algo?.

   Aunque sé que no sabría hacer nada de lo que el hace o bueno quizá sí, últimamente me e dado cuenta que puedo hacer muchas cosas, me mira serio.

— Bueno — dice y sonrío — revisa estos informes y me dices que opinas.

— Okey.

   Tomo su Laptop y comienzo a leer los informes, son larguísimos pero bastante interesantes, son licitaciones, Max me observa, lo miro y me sonríe, toma mi plato de granola y yogurt y se lo comienza a comer, le doy un golpecito en el hombro y deja el plato a un lado para hacerme cosquillas, produciendo que casi tire su laptop, ambos reímos, se la entrego para que revise lo que hice y me mira con orgullo, elije en base a los cuadros que realice y escribe un correo.

— ¿Te enojaste? — suelto.

— No — responde — pero no me gusta como te trata — lo miro y sigue escribiendo su correo.

— ¿Por?

— Se toma atribuciones que no le corresponden y tú lo dejas, aparte siempre hablas de limites — me mira — no veo que pongas uno.

— No es así — digo y sonríe sarcásticamente.

— Cuando te trata de su alumna favorita, lo tratas de profesor, sigues su juego...

— Tienes razón — digo y sonríe.

— ¿Qué? — dice mirándome — ¿Yo tengo razón? — asiento y se ríe.

— Es verdad, me acostumbre a hablar de esa forma con él, pero... — me mira – ¿No crees que tienes problemas de celos?

— ¿Cómo?

— Escuchaste muy bien... eres muy celoso, Damon es mi amigo y sí me dice alumna o yo profesor, pero no es con maldad, no es con una intención, es mi amigo y lo quiero, a sido un muy gran apoyo.

— Puede que sea un poco celoso.

— ¿Poco?, Max, te molesta incluso escuchar su nombre, él es parte de mi vida y no dejará de serlo.

— Te importa demasiado.

— ¿Lo vez? — respira hondo — sigues buscando algo que no es... creo que deberías tratar tus celos, no por mi, si no por ti, para que estés tranquilo y puedas confiar...

— Si confío en ti... — dice seguro — y ya lo estoy haciendo — lo miro sorprendida.

— ¿Cómo?

— Eso Nena, estoy en terapia — sonrío.

— ¿De verdad? — asiente — ¿Desde cuándo?

— Desde que regresamos, lo hago por los dos, quiero que tengamos algo sano.

— Te amo — digo feliz.

   Salimos de la cama al fin, y nos comenzamos a vestir Max elige un jean negro con una polera  negra, se ve excelente, por mi parte, me pongo un enterizo color negro con escote profundo, similar al de ayer, la cintura es con bordados formando figuras y abajo tiene un dobladillo algo acampanado, es hermoso y lo mejor es que a pesar de lo corto que es puedo moverme como quiera y no se vera nada, me ondulo un poco el cabello para dar algo de volumen, me maquillo muy poco ya que hace mucho calor.

   Salgo de la habitación y Max está sentado en el sofá hablando muy serio, me siento a su lado y me mira por un segundo y mira hacia el frente, pone cara de confusión y vuelve a mirarme al segundo, me toma la mano y me levanta, me doy una pequeña vuelta y corta.

— Te vez increíble — dice y se lame los labios.

   Miro sus manos y no las lleva a sus bolsillos, se acerca en su asiento toca mis piernas y las trata de mover y niego con la cabeza, baja su rostro y me río, acomodo cada pierna a un lado de él y levanta su rostro, me toma por la cintura y me siento encima suyo, sonríe y me besa.

— Me fascinas... — dice en mis labios.

   Lleva sus manos a mis pechos, los acaricia suavemente y sube hasta mi cuello llegando al nudo que tengo. Yo me voy a su cuello y paso mi lengua, su cuerpo se mueve y sonríe, desata el nudo y mis pechos quedan descubiertos, su cara se ilumina, vuele a poner sus manos en ellos, me besa y se levanta conmigo en brazos, me afirma de la cintura y me acomoda en el sofá subiéndose encima de mi cuerpo, su teléfono suena y lo ignoramos, levanto su polera y se la quita, lleva su lengua a mis pechos y gimo, recorre mis pezones y su otra mano la lleva a mi muslo y lo presiona, desabrocho su pantalón y saca su miembro, llevo mi mano a mi boca y paso mi lengua, sus ojos brillan, llevo mi mano a su miembro y lo acaricio de arriba hacia abajo, abre la boca mientras lo hago.

— ¿Te gusta? — pregunto y asiente.

   Me comienza a sacar el enterizo y besa mi vientre llegando al borde de mis bragas, su lengua acaricia mi piel y me las quita, las desliza por mis piernas y comienza a besarlas, subiendo hasta llegar a mi sexo, pasa su lengua y gimo, Max mueve su lengua mientras dos de sus dedos entran y salen de mi interior, vuelvo a gemir, aunque creo que ya son gritos, succiona y es enloquecedor.

— Cógeme — suplico.

   Me levanto y me acomodo en el respaldo del sofá, Max se acomoda detrás y apega su cuerpo al mío penetrándome, acomodo mi nuca en su pecho mientras su brazo sostiene mis caderas y su otra mano la apoya en la pared, gime en mi oído y eso es un activador general a mi cuerpo, moviendo mi cadera con él, nuestros movimientos suenan por toda la suit, una y otra vez, me siento en éxtasis, se carga en cada movimiento volviéndome completamente loca.

***** *****

     Volvemos a Boston, aparcamos en mi edificio y Max baja conmigo, lleva su laptop así que asumo que tiene que revisar algunas cosas, creo que nunca a entrado a mi casa, subimos por las escaleras hasta mi piso y abro la puerta, entra tras de mi y voy al ventanal que da al balcón y lo abro, para que entre aire, miro a Max, esta recorriendo todo llega a un mueble de fotografías y las comienza a mirar, fotos con Patric, con Keira, con Damon, miro esa, era en su cumpleaños, salgo besando su mejilla y el con sus manos en mi cintura, Max la mira serio y luego me mira.

— Es realmente incomodo verte con él — dice.

— Entonces no lo veas — digo y se ríe.

   Me ayuda a barrer y limpiar los muebles, a pesar que fue poco tiempo igual se junto polvo dentro de casa, voy a mi habitación y abro la ventana para que también se ventile, Max entra a mi habitación y sonríe, pone música y me ayuda con la cama, aunque desordena más de lo que ordena, golpean la puerta, Max va a abrir mientras sigo en mi habitación ordenando la mesita junto a mi cama, Max entra serio.

— ¿Qué sucede? — pregunto.

— Te buscan — dice, veo su expresión y sé que es Damon, asiento.

   Antes de salir de la habitación beso a Max y le doy la mano para que me acompañe, salimos juntos y él se sienta en el sofá y toma su laptop, Damon está ahí apoyado en la mesa de la cocina, me ve y su rostro se ilumina, está con muchas hojas, las que asumo son exámenes.

— Hola — digo sonriendo.

— Hola preciosa — dice sonriendo — vengo del campus, vi tu ventana abierta así que supuse que volviste.

— Sí, llegamos hace poco, ¿son exámenes?-

— Sí, ¿Podemos hablar en privado? —  pregunta mirando a Max, asiento y le indico mi habitación.

— ¿Qué paso? - pregunto cuando estamos dentro de mi habitación.

—Nada, solo quería molestarlo — se ríe

— Eres un idiota.

— Lo sé — se encoje de hombros — prometo no volver a hacerlo — niego con la cabeza y sonríe.

   Salimos de la habitación y veo como Max tiene empuñadas las manos, a este se lo comen los celos, Damos se despide y se marcha, vuelvo a mi habitación y termino de ordenar la mesita de noche, Max esta apoyado en la puerta mirándome, le sonrío y me devuelve la sonrisa

— ¿Todo bien? — pregunto y asiente.

— Tengo un problema — ambos reímos — la terapia no ayuda mucho — me mira a los ojos y sonrío — ¿Por qué te encerraste con él en la habitación? — pregunta muy incomodo y exploto en risas.

— Ibas tan bien amor — sonríe — era eso o correrte a ti para poder hablar — abre la boca y ambos reímos.

   Me besa y todo su cuerpo se relaja, él mío hace lo mismo, mis brazos buscan su cuello y mis piernas las suyas, me subo encima y sonríe.

— Me acompañas al centro comercial — pregunto y asiente.

— Lo que tu quieras — sonrío.

— Te Amo Max.

— Te Amo mi amor.

   Compro unas cajas organizadoras y damos otra vuelta por el centro comercial mientras conversamos, Max me compra un helado para seguir recorriendo, nos besamos cada vez que podemos. Suena su teléfono y es su padre, lo beso antes de contestar y el sonríe, habla un momento con él mientras veo unos zapatos muy lindos que no están en mi número, que triste, lo miro de lejos y esta algo serio, molesto, me muerdo el labio, algo preocupada, entro en mi paranoia y miro a mi alrededor, Max corta y entra a la tienda en la que estoy, me sonríe pero es falsa, lo miro y sabe que lo sé.

— Debo regresar — dice y siento un pequeño dolor en el pecho, no quiero que se vaya, solo nos hemos visto ¿cuánto? 3 o 4 días.

— ¿Por qué? — pregunto, estoy muy triste y en su rostro veo que esta igual.

— Hay muchas reuniones, mi padre no puede con todo y Lina se pone muy nerviosa.

—Entiendo — digo y lo abrazo — ¿Cuándo te vas?

— Mañana — me envuelve entre sus brazos — no sé cuando podré regresar, pueden ser dos semanas o un mes nuevamente — siento un nudo en el estomago.

— Bueno entonces — digo y lo miro — aprovechemos lo poquito que nos queda — Max lleva sus manos a mi cintura y paso suavemente mi lengua en su cuello — ¿te quedas a dormir conmigo? — sonríe.

— Vamos a casa — dice y asiento.

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