⚡Capítulo 7: ¿Quién dejó a quién?

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   Estar justo así me hace viajar al pasado o más bien a esos recuerdos que creí haber ocultado en lo más profundo de mi interior, tan al fondo que incluso los había olvidado, ya no existían, creo que mi cerebro ayudo mucho seleccionando solo los que quise mantener.

   Recuerdo haber despertado, estaba muy entusiasmada, era mi tercer año en MAEX RIC y estaba muy segura que este por fin ganaría mi primer premio, me senté emocionada y mire a mi lado pero Daryl no estaba, ¿Dónde se metió?, se supone que hoy no trabajaba, salí de la habitación, lo busque, pero solo encontré una nota.

Lo lamento, me llamaron del banco

Prometo compensarlo

   Lo leí y sí, no lo voy a negar, sentí algo de decepción, sabía lo emocionada que estaba por esto, pero también entiendo que trabajo es trabajo, el dinero paga las cuentas y no hay de otra.

   Me enlisté y elegí ponerme el vestido rojo que Isabel me regalo, es perfecto, casual pero formal, delicado y algo sexy es una mezcla perfecta, sonó mi celular y vi el nombre de ella, la llame con el pensamiento.

— Hola — dije.

— Hija, estoy afuera.

— Voy.

   Baje corriendo y la vi en su auto, amo que conduzca, debo aprender a hacerlo, pero ver a Lucas fracasar tantas veces me desanima bastante.

— ¿Por qué no bajas? — pregunte.

— Vamos — dijo con una sonrisa — te llevare a un estudio, quedaras hermosa — sonreí y me subí al auto.

— Odio que nadie pueda acompañarme hoy.

— Si no tuviese que recibir el pedido créeme que iría.

— Lo sé.

— ¿Daryl no irá? — niego con la cabeza.

— No, tiene trabajo — asiente.

   En el estudio mientras me maquillaban a Isabel le retocaron el color del cabello, me miraba constantemente, sabía que quería decir algo.

— Ya dilo, sé que pasa algo — dije seria.

— ¿Cómo va todo entre ustedes?

— Todo bien.

— Como siempre — me interrumpió — sabes... el mes pasado cuando fueron a casa y cenamos no pude evitar verlos — se pauso — y vino a mi mente esa Emma de la universidad — no pude evitar sonreír — eras muy loca.

— Pero lo conseguí — dije orgullosa y comenzó a reír.

— Lo sé, ¿recuerdas como lo buscabas? — asentí — y siempre te decía que no — puse mala cara — Recuerdo haberle dicho tantas veces que te ibas a cansar y un día todo cambiaria y la tortilla se daría vuelta.

— Lo recuerdo — me observó.

— Ya no está esa Emma — pone su mano frente a mi en señal de que no la interrumpa — los vi y ya no vi ese brillo en ti, tampoco vi a la niña que no quería separarse de él.

— ¿Será porque estamos más grandes?

— Sabes a que me refiero, creo que te acostumbraste a lo que tienen, es sano y jamás discuten, sabes que te adoro, eres como una hija, no, tú eres mi hija, así que en este punto lo dejaremos fuera — asentí muy atenta — ya no estás enamorada.

— ¿Qué? — respondí a la defensiva.

— No está mal hija, es algo normal, no puedes pretender tener la misma pareja el resto de tu vida, cosa que puede pasar y es hermoso, pero también suele pasar que simplemente el amor se acaba, la costumbre llega y optas más por comodidad que por otra cosa más... — pensó intentando encontrar la palabra — más... — repitió.

— Emocionante — dije por ella y sonrió.

— Eso, sé que aún no lo notas, pero como consejo de anciana, ve dentro de ti y pregúntate si eres realmente feliz y si es lo que de verdad quieres, no solo veas que no discuten o que todo está bien como siempre.

   La observé y no supe qué responder y ella lo sabía, así que tampoco insistió, pero no pude quitarme sus palabras, sabía que había algo diferente no lo podía negar, pero las relaciones son así, no todo siempre es pasión y amor inexplicable, uno madura.

— Otra cosa — dijo sacándome de mis pensamientos.

— ¿Qué más? — pregunte asustada y se rio.

— Va a llegar el día en que conozcas a alguien que te hará replanteártelo todo, créeme todo será perfectamente imperfecto, pero será justo lo que quieres.

— Como dices esas cosas — volvió a reír — soy novia de tu hijo.

— Lo sé, por eso quiero que estés con alguien que de verdad ames y que él esté con alguien de verdad lo ame.

— Eso dolió — comente.

— Puedo estar equivocada, así que solo piénsalo.

   Isabel me dejo en el lugar del evento, no sin antes darme un fuerte abraso y desearme todo el éxito del mundo, revise mi celular y no había señal de Daryl, enserio debe estar ocupado. Al entrar me tope con Lucas, estaba muy ansioso.

— ¿Dónde está? — preguntó.

— Hola, ¿Cómo estás?, yo bien y tú — sonrió — no vendrá, tiene que trabajar.

— ¿Qué?, idiota, hoy ganaré ese premio y no me acompañará.

— Yo lo voy a ganar — dije con seguridad — lo decrete — Lucas explotó en risas.

— Bueno, si ganas espero que no te caigas caminando en el escenario — abrí la boca y le di un golpe.

— Jamás me pasaría eso — dije acomodando mi cabello y sonrió.

   A veces extraño a esa Emma tan segura...

   Comenzaron a llamar a todas las personas, con Lucas nos sentamos cerca del escenario y vimos pasar a Keira, ambos nos miramos y pusimos mala cara. Subió el director a entregar su discurso, Lucas no dejaba de moverse así que lo empuje, me ponía ansiosa. Luego de varías frases motivacionales y llamar a las personas de la mayoría de las áreas por fin comienzan con la nuestra.

— Voy a ganar, voy a ganar — repetía Lucas una y otra vez — necesito ese bono — voy a ganar — continuaba.

   Lo observe y sonreí, luego mire al escenario mientras llamaban a Keira, siempre solía ganar, lo que tenia de buena trabajando lo tenia de venenosa, nadie es perfecto, pensé.

— La última en ganar el premio como mejor geomecánica de este año es — con lucas nos tomamos las manos — Emma Ezeiza.

   Escuché mi nombre y juro que quise gritar con todas mis fuerzas, pero me contuve. Caminé hasta las escaleras y antes de subir me auto felicité, lo logré. Miré a las personas y justo en ese momento, lo vi, por unos segundos creo que todo se detuvo y un suspiro se escapó de mi corazón, ¿Quién es él?, está sentado en primera fila conversando con otro hombre, mis piernas temblaban por unos segundos, ¿a eso se refería Isabel?, porque sentía demasiadas cosas, me di una bofetada mental, ¿Qué te pasa?, ya contrólate, tienes novio, volví a darle una última mirada antes de subir.

— Emma Ezeiza — escuche nuevamente.

   Maldición, ya concéntrate, subí muy segura y no volví a mirarlo, tampoco soy descarada, un poco sí, pero ya está todo bajo control, recibí mi premio y estaba muy feliz, lo logré, valió la pena, bajé muy emocionada, quería ver a Daryl y refregárselo en el rostro, estaba tan seguro de que no lo ganaría, incluso insistió en que renunciara y aquí estoy, me siento una ganadora.

   Busqué a Lucas entre la multitud y volví a ver a ese hombre, venía en mi dirección, ¡No!, grito internamente, doy un paso delante y luego uno atrás, ¿Qué me pasaba?, ¿Acaso se me había olvidado caminar?

— Hola — dijo y evité mirarlo, lo ignoré y busque a Daryl, estoy segura que vendrá por lo menos a buscarme — Hola... — repitió y lo miré.

— Hola — respondí con el corazón vuelto loco.

   Volví a quitar la vista y miré en todas direcciones, este tipo es de esos peligrosos, de esos que sabes que te harán pedacitos el corazón, al menos eso diría Isabel.

— Felicidades — comentó y me moría por mirarlo, pero no lo hice.

— Gracias — dije sin mirarlo y vi a Daryl entre la multitud — Lo siento debo irme — comenté y volví a verlo.

   Le sonreí con la mejor de mis sonrisas y sé que provoque algo, porque no fue capaz de emitir palabra. Corrí y abracé a Daryl, me envolvió en sus brazos.

— ¿Ganaste?

— Sí, mira, te lo dije — sonrió.

— ¿Y ese quién era? — preguntó.

— No sé, no me dijo su nombre, pero es muy guapo — no pudo evitar reír.

— Eres muy honesta — asentí con una sonrisa culposa — y te sentiste culpable — ambos reímos — cuando vea a una chica guapa te lo digo — sonreí — para que no te sientas culpable — volvemos a reír se acerca y besa mi cuello.

— ¿Qué haces? — pregunto nerviosa.

— Dejo claro que eres mía — utilizó un tono diferente.

— Uy que rudo — dije bromeando y sonrió.

   Nos fuimos a cenar y no dejé de mostrar mi premio, estaba muy feliz.

— De todas formas, opino que deberías renunciar — insistió.

— No puedes solo decir felicidades, aún no lo dices...

— Escucha... — se pauso — me quieren cambiar a otro país — quedé algo sorprendida — podríamos empezar de nuevo, es una gran oportunidad.

— ¿Qué? — negué con la cabeza — no... yo no quiero irme...

— Es algo bueno para ambos.

— No, es algo bueno para ti — puso los ojos en blanco — sé que hay algo más — insistí — estás raro, tienes pesadillas y en la noche te levantas y miras por horas la ventana, ¿Qué pasa?

— ¿Por qué siempre tienes que pensar que hay algo malo?, si me amas deberías apoyarme.

— No quieras manipularme con eso, debemos pensar en un bien común, no seas egoísta — respiró hondo.

— Bien... — dijo resignado — también quería hacerte otra pregunta — lo miré — ¿Cuándo aceptarás casarte conmigo?

   Lo observe y niegue con la cabeza, por eso Isabel hablo conmigo hoy, sabía esto, él me miraba incrédulo.

— ¿Aún no? — preguntó.

— No... yo no estoy lista.

— Creo que solo voy a recibir un No está noche — dice lanzando el tenedor.

   Quedé sorprendida con ese gesto, quien era este sujeto, porque él que yo conocía jamás reaccionaría así, incluso su mirada era fría y llena de irá, me levante y tomo mi mano.

— Si llego cinco minutos más tarde me quedo sin novia — comentó y tire de mi brazo para soltarme de su agarre.

   Salí de ahí y me fui a casa, ¿Qué le pasa?, jamás en cuatro años había reaccionado así, recuerdo haber llegado a cas ay llamar a Isabel, le conté todo.

   Las siguiente dos semanas con él no cruzamos palabra, seguía con sus pesadillas y solo me enfoque en el trabajo, a veces intentaba hablar conmigo, pero estaba molesta, sorprendida y sentía que lo desconocía, a veces recibía llamadas que lo ponían muy nervioso y aunque insistía en saber que pasaba, para apoyarlo, su respuesta siempre era la misma.

— No es tu problema.

   Al principio era un tono suave, pero no quitaba la mal elección de palabras, para que al pasar los días el tono fuese cambiando, enserio lo desconocía, ya no era el mismo y mi pregunta era la misma cada día y cada vez que lo miraba, ¿Qué le paso?, ¿Cómo alguien cambia en dos semanas?, llego el día número 17 y creo que fue cuando todo se terminó por quebrar, estaba en turno y al despertar lo vi durmiendo a mi lado, era muy tarde, me apresuré y él despertó me miro serio, molesto.

— No vayas... — ordenó, ni siquiera lo mire — te estoy hablando — su tono era uno desconocido para mí – ven a dormir — volvió a ordenar y negué con la cabeza.

— ¿Quién eres? — pregunte asustada — no te conozco — se frotó el rostro — ¿tu apagaste la alarma? — asintió.

   Ese día trabaje demasiado, me preocupe de cada detalle y me llamó, insistió en ir a cenar, para disculparse por su mala actitud de esas últimas dos semanas, pero para mí no era así de simple, él ya no era el mismo, algo cambio, no sé en qué momento, solo sabía que algo no estaba nada bien. Accedí a la salida, no con la intención de arreglar las cosas si no con la necesidad de pedirle que se fuera de mi casa, me provocaba miedo, no lo voy a negar, no me gustaba como actuaba, como me miraba o como me hablaba. Al salir de mi oficina sonó mi celular.

— Te paso a buscar — dijo.

— No, no es necesario, la pastelería solo queda a dos calles

— Voy por ti, debes estar cansada, por favor.

— Daryl enserio, ya salí, estoy segura que llegaremos al mismo tiempo, no te preocupes.

— Cariño... voy por ti, te amo — cortó.

   Me quede ahí ensayando las palabras correctas para decirle que lo nuestro no iba bien, que quizá necesitábamos tiempo, espacio o terminar... el tiempo avanzaba y no aparecía, le marque en varias oportunidades, pero no respondió, me comencé a poner nerviosa, hasta que sonó mi celular y era un oficial.

— Tuvo un accidente — dijo lentamente — no pudimos hacer nada, lo lamento.

   Recuerdo que mi celular calló al suelo junto con mi cuerpo, no podía ser cierto, yo había hablado con él, no podía ser cierto, no, se equivocaron, me lo repetí tantas veces que lo creí. Llegué al servicio médico legal, necesitaban que alguien lo reconociera, pero no fui capaz de entrar sola, así que esperé a sus padres, Isabel y Richard llegaron una hora después y entramos juntos.

   Cuando quitaron la manta, volví a caer de rodillas, pero esta vez era diferente, está vez me sentía muerta, miré a Isabel.

— Dile que se levante — suplique — dile, dile, a ti te hará caso, por favor dile — rogué — ¡Dile! — grite una y otra vez — ¡Por favor! Son sus padres, díganle que despierte, díganle por favor, él no, no puede, por favor.

   Suplique tanto que Richard me abrazo muy fuerte y comencé a patear y golpear desesperada, no podía ser cierto, no podía estar muerto.

— ¡No! — grite hasta quedar sin voz — ¡No, por favor no!

   Sentí que ya no tenía más fuerzas y lo miré.

— Perdón, perdón, yo... yo... por favor despierta, prometo que nos vamos a casar, sí, sí — dije desesperada — me equivoqué no lo pensé bien, no me hagas esto — miré a Isabel — es mi culpa, venía por mí, yo le dije, yo te juro que le dije que no era necesario, yo te lo juro.

   Ella me abrazó, pero no soportaba la tormenta que había en mi interior, lo iba a dejar... iba a terminar con él... ¿es un castigo?, me lo merezco, él... él siempre fue bueno siempre, siempre, siempre, repetía en mi cabeza tanto que nada lo cambiaría, yo... yo lo amaba, sí... sí, yo lo amaba sí, no me merezco jamás nunca más ser feliz, esto es mi culpa, murió por mi culpa, nadie... lo prometo, yo jamás, yo debería ser quien murió, nunca voy a estar con nadie, no me merezco eso, esto es mi culpa.

   Viví dos años con ese pensamiento y hoy en mi presente ver a Max lastimado como está, yo... Por favor no quiero pasar por esto de nuevo...


NOTA DE AUTORA:

Hola, ¿Cómo están?, quería comentarles que me costó demasiado elegir este capítulo, la verdad es que esta historia está terminada, al igual que las dos que le siguen y este capítulo en especial fue el primero que escribí, una vez que llegué al final sentía que tenía mucha información y decidí dejarlo fuera, para así en los capítulos especiales de Max generar la sorpresa, pero en estos días lo encontré y al leerlo sentí que encajaba perfecto con lo que estaba sucediendo, así que espero les guste y lo disfruten.


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