EP 07

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Después de la extraña conversación con su abuela, Beomgyu se queda con una rara sensación en el pecho, como un cosquilleo siempre presente, que no desaparece incluso cuando trata de detenerlo; lo pone ansioso y repentinamente consciente de la presencia de Taehyun, incluso más que antes.

Lo más inteligente que puede hacer sería fingir que nunca se enteró de las preferencias de Taehyun y actuar como lo hacía antes, pero es difícil ignorar el hecho de que Taehyun también es gay. Ahora que sabe eso, piensa que será aún más difícil pasar de él, como si ya no fuera lo suficientemente complicado.

Más tarde esa noche, demuestra que su teoría es correcta.

Es alrededor de la medianoche y, contrariamente al clima durante el día, algunas noches en la vieja casa del campo pueden llegar a ser muy frías. Beomgyu baja las escaleras de madera, abrazando su cuerpo y temblando de frío (totalmente arrepentido de no haber traído suéteres con él) y toma la manta del sofá, la que Toto utiliza para dormir. Está apenas regresando de la sala de estar, con una manta sobre los hombros y el cabello hecho un desastre, cuando se encuentra con alguien.

Taehyun está saliendo del cuarto de baño, cerrando la puerta detrás de él con cuidado, tratando de no hacer mucho ruido pero es imposible no escuchar el crujido de la vieja puerta de madera y el rechinido de las oxidadas bisagras. Debe haberse dado una ducha recién porque está sin camisa, con la piel húmeda a la vista, el cabello mojado pegado a la frente y goteando, la toalla alrededor del cuello y los pantalones de chándal colgando bajos en sus caderas.

Beomgyu sostiene la manta alrededor de sus hombros, apretando la tela demasiado fuerte.

— Oye —incluso cuando Beomgyu está parado frente a él, Taehyun parece haber sido tomado por sorpresa con su voz. No se mueve a su habitación y tampoco lo hace Beomgyu— ¿Qué haces despierto tan tarde? —murmura sin pensarlo antes y no sabe qué es lo que lo obliga a hablarle.

— Necesitaba una ducha nocturna —murmura Taehyun en voz baja, un poco áspera y ronca, mirando a todos lados menos a Beomgyu. El pelicastaño asiente lentamente—Tú-

Beomgyu está escuchando, pero sus ojos de manera inevitable recaen sobre la piel de Taehyun, distraído por las gotas que se deslizan por su pecho desnudo, todo el camino por su abdomen ejercitado, hasta que mueren en el dobladillo de sus pantalones. Traga saliva fuertemente.

— ¿No tienes frío?  —Beomgyu lo interrumpe, casi inconscientemente.

— No, estoy acostumbrado a este clima —el moreno niega con la cabeza, y en el movimiento, salpica un poco a Beomgyu— ¿Tú tienes frío? Vas- vas a dormir con la manta de Toto —señala, notando por fin la tela alrededor de Beomgyu que aprieta con fuerza entre sus puños.

— Sí... Está helando y estoy desesperado —Beomgyu hace una mueca y juega con la punta de la colcha.

— ¿Sólo usarás eso para dormir? —Taehyun mira a Beomgyu de arriba a abajo, recorriendo su cuerpo enfundado en esa camisa de manga larga de algodón y esos shorts de pijama tal vez demasiado cortos, que dejan sus piernas expuestas al frío de la noche. Beomgyu trata de no retorcerse ante la sensación de la mirada del azabache sobre él.

— Esta es mi única pijama de manga larga.

— Con razón tienes frío, la tela es demasiado delgada, apenas cubre tu... —Taehyun abre la boca como si fuera a decir algo más, los ojos de Beomgyu se centran en sus labios abiertos y luego se fijan en su cuello. Taehyun no dice nada. El castaño puede imaginarse lo que Taehyun estaba a punto de decir pero no termina, y Beomgyu toma una pequeña bocanada de aire, abrazando su cuerpo antes de hablar.

— Es bastante tarde — finge un bostezo. Gracias al cielo que estudió actuación porque ahora es el momento en que sus habilidades se vuelven útiles— Debería volver a la cama.

Taehyun parece captar perfectamente la indirecta porque asiente y se hace a un lado, dándole a Beomgyu suficiente espacio para continuar su camino a través del estrecho pasillo hacia su habitación, que básicamente se ubica frente a la del moreno.

— Duerme bien —murmura Taehyun mientras Beomgyu pasa junto a él, rozando levemente sus hombros.

— Sí, tú también.

Incluso cuando han pasado un par de días después de ese encuentro a altas horas de la noche, Beomgyu parece seguir luchando con aquel sentimiento en su pecho, por lo que, en consecuencia, la próxima vez que se cruza con Taehyun en el pasillo y éste trata de decir algo, Beomgyu pasa junto a él rápidamente, fingiendo que no escucha hablar a la moreno. Ni siquiera se miran cuando están en la misma habitación. Y cada vez que se sorprende a sí mismo mirando inconscientemente a Taehyun, Beomgyu piensa en las palabras de su abuela y siente una opresión en el pecho, un hormigueo en la parte inferior del estómago que no desaparece y las puntas de las orejas se ponen tan rojas como las fresas.

Definitivamente se está volviendo loco.

Las cosas se han vuelto extrañas y Taehyun también puede sentirlo. Hay algo que ha estado sucediendo con Beomgyu en los últimos días e incluso si Taehyun realmente no puede identificar qué es exactamente, sí que puede percibir un cambio en el comportamiento del actor que lo hace sentir extrañamente tenso y al mismo tiempo, ansioso.

Al peli castaño todavía le desagrada, eso lo sabe bien. Sin embargo, antes solía actuar todo molesto cuando Taehyun estaba en la misma habitación que él, pero ahora, sólo se ve... ¿nervioso? Evita a Taehyun a toda costa, y la única vez que no lo evitó tuvieron una conversación algo incomoda en el pasillo a mitad de la noche. Y ese encuentro en el pasillo lo dejó con un sabor extraño en la lengua, un sabor agridulce persistente en su paladar que no puede explicar con exactitud.

Su mente recorre la última semana y los múltiples encuentros que han tenido, analizando sus acciones tratando de encontrar algo que podría haber causado el cambio de comportamiento de Beomgyu, pero está perdido. Sí, discutieron mucho, pero él sabe que este cambio no fue provocado por una discusión sino por algo más. Y por alguna razón no se atreve a confrontar a Beomgyu al respecto, hasta hoy.

— ¿Pasó algo? —suelta de la nada. La pregunta repentina y su voz hacen que Beomgyu se estremezca, sus ojos miran hacia él rápidamente y deja caer la fresa que sostenía entre sus dedos; la baya por suerte cae dentro de la canasta junto a sus pies, pero Beomgyu ni siquiera se da cuenta, sólo parpadea hacia Taehyun confundido.

— ¿Qué quieres decir? —murmura Beomgyu aún perdido.

— ¿He hecho algo? ¿Estás molesto conmigo? —elige reformular su pregunta y Taehyun puede escuchar a Beomgyu dejar escapar un pequeño "Siempre estoy enojado contigo" en voz baja y dientes apretados mientras mira hacia otro lado, pero Taehyun lo pasa por alto y continúa elaborando— Has estado raro últimamente...

— No, no es cierto —Beomgyu responde en su defensa, demasiado rápido.

— Sé que estamos lejos de ser amigos, pero ¿realmente me odias tanto como para evitarme en todo momento? Incluso sales de la habitación cuando yo entro —murmura Taehyun a Beomgyu, quien prefiere concentrarse de nuevo en su cesta de fresas en lugar de mirar a Taehyun mientras sigue hablando— Sé que fui un poco grosero la primera vez que nos conocimos y tal vez fui demasiado rudo cuando hablé contigo en el invernadero, pero después de eso he estado tratando de llevarme bien contigo y aunque no es algo fácil para los dos, creo que al menos deberíamos intentar por AeRi; ella realmente-

— Sé que eres gay —confiesa Beomgyu, interrumpiéndolo en medio de su divagación. Ahora, esta vez es Taehyun quien parpadea confundido al otro. Su cerebro deja de funcionar por un segundo e intenta procesar las palabras de Beomgyu, pero parece que su sistema está haciendo cortocircuito. El castaño, ante la vista de Taehyun sorprendido, sigue hablando, explicando nerviosamente— Yo no- no tenía la intención de averiguarlo, simplemente sucedió. Mi abuela es una mujer entrometida, ya sabes, y empezó a hablar de ti, a preguntarme estupideces sobre nuestra relación y de repente me dijo que sabías que yo era gay, lo que me llevó a preguntarle por qué te dijo-

— Sí, ella mencionó que tú... que te gustan los hombres. Pero AeRi dijo que no lo estabas ocultando, ¿se equivocó?  —se pregunta Taehyun, igualmente preocupado que el mayor.

— ¡No! ¡Ella está en lo correcto! No estoy tratando de ocultarlo, ya les he contado sobre mis preferencias a mi familia y no tengo ningún problema con que la gente lo sepa, pero —responde apresuradamente— No sé, no esperaba que lo supieras y, por supuesto, tampoco esperaba que ella me dijera sobre ti... —suspira— Lo siento, no debió decírmelo, sé que podría ser algo que querías guardarte para ti y ella-

— Está bien, tampoco escondo que soy gay —dice Taehyun ahora más tranquilo.

El rostro de Beomgyu es un poema, los ojos fijos en él, la mandíbula floja y los labios entreabiertos mientras sus mejillas se tiñen del tono más bonito de rosa. Por un largo minuto se ve desconcertado por la confesión de Taehyun. Tal vez esperaba que el peli negro lo negara o hiciera un escándalo porque Beomgyu se enteró gracias a su abuela, pero Taehyun no está enojado porque Beomgyu sepa sobre él, en realidad, se siente un poco... ¿aliviado? Ahora que Beomgyu sabe que comparten algo en común, tal vez encuentre a Taehyun menos irritante y esté menos enojado con él. Incluso podrían volver a ser amigos en un futuro, aunque eso suena algo un poco imposible, si lo piensa por demasiado tiempo.

Después de un largo minuto de silencio, el castaño finalmente recupera el sentido, sacude la cabeza para despertarse y se concentra nuevamente en su tarea anterior.

— Bueno, en ese caso —musita Beomgyu, tomando su canasta y moviéndose al siguiente arbusto para cosechar algunas fresas más, frunciendo el ceño levemente mientras habla— quiero aclarar que sólo porque a los dos nos gustan los hombres no significa que tenemos que gustarnos o algo por el estilo. Todavía no me agradas a pesar de que eres el único compañero gay en la ciudad que conozco, así que no intentes hacer un movimiento conmigo porque no va a pasar nada. Nunca.

¿Qué?

Taehyun no puede creer a este chico. Realmente debe estar tan lleno de sí mismo. Es tan egocéntrico como para pensar que Taehyun estaba planeando coquetear con él simplemente porque es gay ¡Vaya tontería! ¿Beomgyu es guapo? Sí, muy guapo, uno de los chicos más sexys y bonitos que ha conocido en toda su vida si es honesto, pero eso no significa que Taehyun quiera tratar de hacer algo con Beomgyu (aunque la idea le resulte un tanto atractiva).

— No te preocupes, no estaba planeando hacer ningún movimiento contigo —le asegura Taehyun, después de una airada risa socarrona. Decide imitar a Beomgyu y regresar a sus tareas, tomando su canasta llena de bayas en una mano y tirando de las fresas que parecen listas para cosechar con la otra.

— Si tú lo dices —Beomgyu se encoge de hombros, claramente sin creer la falta de interés de Taehyun por él— Simplemente no intentes nada gracioso.

— Para ser claro aquí, yo ya sabía de tus preferencias incluso antes de que vinieras. Si estuviera interesado en ti hubiera hecho algo al respecto hace mucho tiempo, pero como puedes ver, no lo hice —responde él solemnemente— Así que de verdad, no te atormentes mucho sobre el tema y tampoco te hagas de ideas en esa cabecita tuya.

— ¿Hacerme de ideas? —Beomgyu repite en un tono ofendido, colocando sus manos en sus caderas y rodando los ojos después— No me estoy haciendo de ninguna idea. No soy ciego, te he atrapado mirándome más de una vez.

— ¿Y? —Taehyun juega distante.

— ¡¿Y?! ¡Claramente me has estado mirando de forma sugerente y no eres tan discreto como crees! —acusa, muy frustrado por la actitud despreocupada de Taehyun— Y tú sigues- tú sigues...

— Dices que no te estás haciendo de ideas equivocadas pero mírate, acusándome de mirarte —el moreno deja la canasta en el suelo y cruza los brazos sobre su pecho— No te voy a mentir, eres muy lindo pero tú ya sabes eso ¿no? —enarca una ceja y se inclina un poco, pero eso es suficiente para que Beomgyu se enderece y se ponga tenso— ¿Y qué si te he observado una o dos veces? Tampoco es que seas tan inocente, también me has echado un vistazo.

— ¡No lo he hecho! —chilla en su defensa. Está empezando a ponerse rojo, desde el cuello, por todas las mejillas, hasta la punta de las orejas. Se ve tan rojo como las fresas. Lindo.

Taehyun no puede evitar esbozar una sonrisa burlona.

— ¿Crees que no me di cuenta de cómo me mirabas el día que llegaste aquí? Yo tampoco estoy ciego, Beomgyu.

— ¡Eso fue porque eras un completo extraño cortando leña en el patio delantero de mi abuela! ¡Un extraño con una posible arma letal! Fue una mirada cautelosa la que te di, sin ninguna otra intención en absoluto.

— ¿Qué pasa cuando nos encontramos con el otro en medio de la noche? —Taehyun lo tienta, y piensa que es mucho más fácil hacer que Beomgyu se ponga nervioso y molesto que hacerlo sonreír y reír.

En realidad, no cree haber escuchado a Beomgyu reír desde que llegó aquí, todo lo que lo había visto hacer era resoplar, lloriquear, enojarse con él por las cosas más diminutas y quejarse del calor.

— Estabas parado medio desnudo en medio del pasillo, ¿se suponía que debía cerrar los ojos y andar a tientas hacia mi habitación? —pone los ojos en blanco— ¿Sabes? ¡Para un granjero, eres bastante egocéntrico!

Beomgyu resopla y luego comienza a recolectar frutas nuevamente, sus mejillas aún están tintadas con el tono rojo más brillante.

— Mira quién habla —gruñe Taehyun mientras deja escapar un resoplido.

— Tú eres el que está pensando en ideas equivocadas, así que debes dejar de fantasear conmigo —advierte Beomgyu con los dientes apretados, obviamente incapaz de dejar que Taehyun tenga la última palabra.

— Como dije, no tienes que preocuparte por eso, no voy a fantasear contigo —lo tranquiliza y luego agrega con una sonrisa lastimera— No eres mi estilo.

Y el comentario acompañado de esa sonrisa debe enloquecer mucho a Beomgyu porque detiene sus movimientos abruptamente, girando hacia él sus ojos furiosos.

— Sí, apuesto a que no lo soy porque te gustan los hombres feos.

— ¿Qué? ¿También andabas por ahí averiguando sobre mis antiguas relaciones? —Taehyun le cuestiona, inclinando la cabeza, dándole una mirada rápida— Para tu información, no me importan las apariencias. Me gustan los hombres que son amables y humildes, no sólo caras bonitas pero vacíos por dentro.

Beomgyu boquea como un pececillo fuera del agua y parpadea rápidamente hacia él. Más que ofendido, parece un poco herido por las palabras de Taehyun y, por un segundo, este piensa que cruzó una línea que no debería haber cruzado.

Después de un breve segundo, Beomgyu mira hacia otro lado, cerrando la boca, apretando los labios, y no pronuncia ni una palabra más. Toma su canasta y se aleja, moviéndose detrás de la siguiente fila de arbustos de fresas para continuar con su labor de cosechar fresas a solas, lejos de Taehyun.

Así no es como se suponía que iba a ser la conversación. Taehyun quería saber si hizo algo para enojar a Beomgyu, si antes no era así, ahora está seguro de que lo estropeó todo y mucho. Es gracioso (no realmente) cómo no importa lo que diga o lo que haga, siempre terminan discutiendo y Beomgyu se aleja de él.

Taehyun quisiera poder reírse y sacudirse la culpa de su cuerpo como si nada, pero no puede. Así que simplemente sigue viendo a Beomgyu alejarse.

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