Capítulo 23

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

— Buenas tardes, ¿interrumpimos? — Preguntó Jungkook acercándose para darle un beso a Taehyung, deteniéndose al observar su mano y no ver el anillo de compromiso.

El castaño maldijo por lo bajo y escondió su mano, encontrándose con la gélida mirada adornada con una sonrisa que no llegaba a ella. Jimin se removió incómodo en su silla haciendo además de levantarse para irse tras saludarlos todos cordialmente pero el pelinegro lo sostuvo fuertemente un poco más arriba de sus rodillas, instándolo a sentarse a lo que el joven accedió.

— Es bueno compartir entre amigos, ¿no es así? — Preguntó Jungkook levantando la mano para pedir la comida. — ¿Ustedes ya comieron?

— Estábamos por pedir, mi amor, nos entretuvimos un rato hablando. —Espetó Taehyung recibiendo un asentimiento sonriente de su pareja que le erizó cada vello de su piel.

— Nos volvemos a ver, Jimin... — Comentó Namjoon luego de un rato en el que todos permanecieron en silencio para romper ese agonizante hielo. — Pensé que me llamarías.

— Sinceramente se me pasó pero te prometo que esta vez sí te llamaré en cuanto tenga tiempo. Tú también puedes llamarme para quedar si te apetece, haré el tiempo. Siempre es bueno retomar el contacto con viejos amigos. — Respondió con una amplia sonrisa pues el que Namjoon estuviera sentado a su lado sacándole conversación lo hacía sentir bien, era lo único que le impedía quebrarse frente a todos.

Los novios no hablaban mucho, solamente comían o interactuaban con cortas frases cuando alguien más hablaba. De alguna forma, la atención de ambos viajaban de sus respectivas parejas a la plática del rubio y el mayor de cabello gris para luego volver a centrarse en comer. Hoseok sí se mantenía hablando, de hecho, gracias a él es que todos de tanto en tanto interactuaba pero le parecía aquello demasiado agotador y sinceramente, lo único que deseaba era salir de ahí. No estaba del todo seguro lo que estaba presenciando pero tenía un extraño presentimiento que envolvía a su mejor amigo, la pareja de este y también Jimin.

— Me encantó reunirme con ustedes pero lamentablemente yo ya debo irme. — Habló Namjoon mientras bebían té ya todos más calmados en apariencia después de la comida. — La próxima semana quedamos en hacer una pequeña reunión entre ex alumnos de la facultad de negocios de la Universidad de Seúl, solo personas que nuestro tiempo así que espero verlos. Se rentó la sala de un cine y luego iremos hacia algún BBQ de la zona.

— Yo me apunto. — Agregó Hoseok animado. — Ustedes tres deberían venir también.

— Ya veremos de aquí allá. — Comentó el pelinegro y Taehyung bufó por lo bajo.

— Claro, ya veremos si Jungkook no está muy ocupado con su trabajo y tiene algo de tiempo. — El aludido lo miró y el castaño simplemente ignoró su mirada. — Ya sabes que siempre tiene muchas cosas que hacer pero yo les aviso.

— Yo creo que sí iré así que te escribiré para darte la confirmación. — Espetó Jimin terminando su taza de té. — ¿Podemos llevar acompañante?

La pareja rápidamente desvió la mirada hacia al rubio haciéndose la misma pregunta. ¿Qué acompañante? Rememorando la conversación de horas antes, Taehyung se presentía que podía ser alguien que fuera algo más que un amigo y esa idea no le agradaba nada, ni un poco. Sin poderlo evitar su rostro se ensombreció mientras él relamía sus labios y se cruzaba de brazos.

— Si no son muchos sí, queremos mantener el número de personas lo más reducido posible. — Alegó Namjoon poniéndose en pie.

— No te preocupes, será solo una persona. — El rubio también se levantó de su asiento tomando su billetera. — La cuenta irá por mí, así que no se preocupen por ella, yo también me tengo que ir así que los dejaré aquí con un pequeño fondo para su consumo. ¿Viniste en auto, Nam?

— No, vine con Jungkook pero me regresaré en taxi. — Respondió agitando la mano de sus amigos para despedirse.

— Vamos, te llevaré.

— Creo que yo también me iré con ustedes. — Agregó Hoseok porque viendo que se quedaría solo con la pareja, recapacitó rápidamente. Ni loco se quedaba con ellos, tranquilamente podía morir por la tensión que estos mantenía y no quería ser testigo de ese momento por el que transitaban. — Te llamaré en otro momento, Tae. Besitos, nos vemos Kook.

El nombrado asintió como despedida, quedándose sentado en su silla junto a su pareja. Ambos permanecían en silencio pero no les costaba adivinar los pensamientos contrarios, algo que los años de relación le habían dado es que habían ciertos rasgos que conocían perfectamente.

— ¿Dónde está tu anillo de compromiso? — Fue lo primero que preguntó el menor de ambos mientras jugaba con la taza vacía del té. No es que se estuviera divirtiendo, más bien era una forma de canalizar su frustración. — ¿Por qué fue Hoseok a nuestro apartamento para dejar tus pertenencias?

— Mi anillo está dentro de mi bolso de entrenamiento, suelo quitármelo siempre que hago ejercicios porque mi cuerpo se hincha por varias horas y me molesta. Casi siempre me lo pongo ya cuando estoy en casa bañado pero Hobi se fue después de recibir una llamada de Yoongi hyung y sin querer se llevó mi bolso junto con el suyo. Ese es el motivo por el que fue a la casa a dejar mis cosas.

Antes de responder, el pelinegro observó a Taehyung de pies a cabeza, detallándolo, notando que la ropa que llevaba si bien era deportiva e idéntica a las suyas, estas eran más pequeñas. La camiseta y sudadera estaban más ajustadas a su cuerpo, el pantalón estaba por encima de su tobillo, más corto que los que é usaba por lo que no le fue difícil darse cuenta que no le pertenecía.

— Jimin va al mismo gimnasio y nos hemos seguido viendo, después de todo nunca dijimos que yo tendría que romper mi amistad con él, cosa que no pienso hacer. Por eso me quedé entrenando con él, quedamos en almorzar juntos pero como estaba sudado, pasamos primero por su casa, allí tomé una ducha y él me prestó lo que llevo puesto. — Como si hubiera escuchado sus pensamientos, Taehyung puso el parche antes de que se abriera el hueco.

— Ya veo... — Murmuró Jungkook dejando finalmente la taza quieta para observarlo. — Jamás me he inmiscuido en temas que no me incumben como tus amistades, los lugares que visitas, que usas, soy después de todo tu novio, no tu padre. Solo espero que la confianza que deposito en ti diariamente no sea manchada por nada. — Se acercó a Taehyung forzándose a eliminar todos sus tontos celos para besarlo con suavidad. — Vamos.

El camino a la casa fue bastante tranquilo, no hablaron de nada, solo entrelazaron sus manos de vez en cuando mientras escuchaban música y compartían sonrisas cómplices. Momentos tan sencillos como esos eran cosas que ambos disfrutaban y atesoraban.

Estacionaron y subieron en el ascensor aún sin decir mucho pero una vez que ambos estuvieron dentro de la casa, Jungkook estampó a Taehyung contra la puerta, apoyando firmemente su pecho a la madera. Sin previo aviso descendió sus pantalones, encargándose también de sus zapatos antes de regresar a su desnudo trasero para separar bien sus nalgas.

El corazón del castaño se desprendió en ese instante, estaba tan nervioso como excitado por la actitud de su pareja. Estaba nervioso por lo sucedido en la mañana con Jimin, agradeciendo mentalmente que con este hasta el momento él jamás recibía, al contrario, daba a gusto como tanto le gustaba. A decir verdad, disfrutaba ambas posiciones por igual aunque con Jungkook tuviera que siempre recibir.

Con agilidad, el pelinegro repasó con su lengua todo el lugar, hasta llevarla a su entrada, comprobando la soltura de la misma y, una vez hecho esto, se concentró única y exclusivamente en devorarlo a gusto. Llevaban casi tres semanas sin sexo, algo así como un récord que solo se daba en muy pocos casos. Aún cuando se molestaban o el menos estaba ocupado por trabajo, buscaban la forma de sentirse un poco, fuera de la vez en que se separaron, nunca habían pasado tanto tiempo sin hacer absolutamente nada, ni siquiera se masturbaron mutuamente.

— Te extraño... — Musitó con dificultad el pelinegro cuando logró separarse a pesar de la presión en su cabeza que Taehyung infligía. Se puso de pie para voltearlo y ver su ruborizado rostro, acariciando sutilmente sus labios con sus pulgares, dejando que su respiración también los rozara. — Nos extraño Tae, no estamos siendo nosotros y esto me está matando, no quiero perderte.

— No tendrías un porqué perderme, mi amor. Yo también nos extraño, te amo tanto como me amas tú pero... — Sus palabras fueron interrumpidas por un beso casi posesivo que correspondió pleiteando por relajarlo un poco. — Despacio, no seas tan brusco.

Tirando de sus cabellos castaños, Jungkook se aferró a él, uniendo sus frentes antes de retomar el beso algo menos agresivo. Lentamente, sus labios fueron haciéndose camino por su cuello, su pecho y abdomen hasta llegar a su entrepierna, misma que sin preámbulos engullo con gula, añadiendo también dos de sus dedos para lubricarlos con saliva y llevarlos a la parte trasera.

La calidez de la boca de Jungkook junto a su forma tan demandante de succionarlo lo llevaba a la cima, eso bastaba para hacerlo perderse en el placer pero, cuando sintió aquellos dos dedos entrar en él sin miramientos, no pudo evitar temblar de gozo porque amaba esa sensación de ser estimulado por ambos lados a la vez.

Por la posición fue algo incómodo intentar llegar al punto deseado por lo que jungkook lo giró nuevamente, dejando su trasero a disposición. Intercalando sus lamidas y dígito que masajeaban su próstata a la vez que lo preparaban para recibirlo, Jungkook lo iba orillando a una liberación que retrasó.

— Ven aquí... — Musitó el menor dando dos pasos atrás, indicándole con su ojos que se arrodillara delante de él.

Taehyung obedeció la tácita orden, situándose delante de sus piernas. Llevó una mano hacia sus testículos y perineo, la otra quedó vagando por el resto del divino cuerpo de su pareja, acariciándolo, tentándolo mientras su boca se encargaba de llevarlo a un abismo que solo él conocía. Su lengua se perdió entre su glande y prepucio, sus labios en cambio presionaban un centímetro más allá sin permitirle al pelinegro que se moviera por su cuenta.

La mano exploradora fue sostenida cuando se acercó a la zona prohibida del cuerpo de Jungkook y lentamente llevada hacia el pecho del mismo como tantas veces antes. No obstante, el castaño no se detuvo, no tenía tampoco mucha opción cuando su cabeza ahora era sujetada y las caderas contrarias empezaban a oscilarse libremente. Elevó su mirada para encontrarse con un con unos ojos oscuros llenos de lascivia que lo admiraban encantados, provocándole un leve tirón en su propio miembro.

Jungkook tenía la capacidad de tocarlo en lugares donde el tacto físico quedaba relevado por uno que solo su mirada podía darle. Sus palabras, su sola presencia bastaba para causar inexplicables sensaciones en él ya fuera sexualmente o no.

Con suavidad, el menor lo atrajo para un profundo beso que calmara sus ganas locas de llenar tan precipitadamente esa boca que tanto amaba de su semen. Lo cargó para llevarlo al sofá, tomándose su tiempo delante de este mueble debido a como el castaño que lo besaba y succionaba su lengua de forma obscena lo alejó unos centímetros para hacer contacto visual, acariciando su cabello con ambas manos llegando incluso a tirar un poco de sus hebras azabaches.

— Te amo, Jungkook. — El pelinegro no dijo nada, permaneciendo completamente estático siendo sus párpados los únicos que se movían. — En ocho años, este hecho no ha cambiado, aún si en ocasiones sin querer te he dañado, si ambos nos hemos equivocado en diferentes cosas, yo te amo inmensamente. Lo de J- — Sus palabras fueron interrumpidas por un nuevo beso fugaz que se llevó todo su aliento.

Taehyung sintió los dientes que se clavaban en su labio inferior mientras este era estirado para después ser succionado con fuerza. Sin embargo, cuando abrió sus ojos se quedó prácticamente pasmado al ver lágrimas en el rostro de su novio, mismas que se apresuró a limpiar y besar.

— Por favor, no llores, no me hagas esto, mi amor. — Pidió siendo él quien lo besase ahora. — Te amo, mi amor, no dudes jamás de eso.

— Me lo estás poniendo muy difícil, Taehyung. — Musitó entre besos. — Me lo estás poniendo extremadamente difícil.

Dejó caer al mayor sobre el sofá en el que que también se sentó, atrayéndolo para que se sentara sobre él mientras se deshacía de la camiseta, la única prenda que quedaba sobre su cuerpo. Sus labios y dientes se apropiaron de los erectos pezones mientras sus dedos viajaron rodeando el cuerpo del castaño hasta su entrada.

En su mente muchas cosas pasaban en ese instante, por momentos, se ponía locamente celoso y en otros, miedo era lo único que lo embargaba. Escupió sus manos y las regresó al mismo lugar para continuar preparándolo sin dejar de besarlo, dejando que la tensión de su cuerpo fuera minimizada por los gemidos de Taehyung junto al chapoteo que sus dedos y la saliva creaban en aquel intrincado lugar.

— K-Kook, ya estoy listo... — Jadeó aferrándose a sus hombros, escondiendo su rostro ardiente en su cuello.

— ¿Listo para qué? — Preguntó abriendo su trasero con fuerza, elevándolo un poco en su lugar.

— Para que entres en mí, sabes que estoy listo, s-solo mételo. — El pelinegro dejó su nalga derecha para tirar su cabello y obligarlo a mirarlo. — Amor...

Jungkook lo besó apasionadamente mientras dirigía las caderas contrarias hacia su miembro, ubicándolas justo sobre este para de golpe bajarlas, ayudándose él mismo, empujando a su encuentro. Todo Taehyung se estremeció por esa mezcla de dolor por el tiempo que llevaban sin hacerlo mezclado por placer. Literalmente sus piernas temblaron un poco cuando estuvo completamente invadido. Se sentía tan bien...

Sus dedos se enterraron en los trapecios del pelinegro que lo admiraba sonrojado, sintiendo como era apretado y expulsado a la vez que el propio Taehyung volvía a empujar hacia él jadeante con sus ojos cerrados y labios hinchados perdidos entre sus dientes. Era hermoso, erótico, suyo... Mierda ese hombre era suyo e imaginarlo con alguien más estaba acabando con él.

Presionó con fuerza sus caderas, guiando sus movimientos, enterrándose en él con cada estocada, disfrutando de las lamidas en su cuello y las suaves succiones en su oreja. Cuando el castaño solo mantuvo el ritmo que ambos deseaban, sus manos se dedicaron e mimarlo, a consentirlo con amor mientras lo besaba y junto a él se iba perdiendo.

Sus movimientos, sus miradas, besos, caricias, todo en Taehyung lo perdía de la manera más exquisita y le encantaba. Con él lo tenía todo, se tenían completamente, por qué pensar en incluir a alguien más.

— Sé lo que estás pensando. — Jadeó Taehyung levantando su cabeza, deteniendo sus movimientos para sentarse completamente sobre él. — Estoy aquí contigo. Vuelvo y lo repito, eres a tu manera casi perfecto y así te amo, ¿sí? — Preguntó acercándose a sus labios y, cuando el pelinegro asintió, reanudó un suave movimiento circular en sus caderas, permitiendo que su miembro libre se frotara con ese marcado abdomen.

— Mierda, Tae... ¡Muévete! — Ordenó perdiendo la cordura por esos movimientos circulares solamente sobre la parte superior de su miembro, procurando adentrarlo por completo pero cada vez que lo intentaba, Taehyung se subía un poco más manteniendo el tortuoso y lento movimiento. — ¿Qué buscas?

— Que vengas por mí y me folles a voluntad. — Expresó con lascivia, lanzando un fuerte gemido cuando los brazos de Kook se ciñeron en su cintura, apretándolo con fuerza mientras era él quien comenzaba a mover frenéticamente golpeando cada vez su próstata. — Ah, s-suave m-e voy...

— No hay suave que valga, te estoy haciendo el amor a voluntad. — Agregó el menor jadeante, comenzando a moverse errático, disfrutando de los dedos que presionaban su piel.

Solo bastaron varias embestidas más para que él se corriera y, aprovechando aún su erección, comenzó a masturbar el desatendido pene de su pareja entrando en una tórrida sobre estimulación que los hizo gruñir y caer exhaustos en el sofá.

Esa tarde se bañaron juntos, cenaron y se acostaron en su cama abrazados mientras veían una película en un silencio cómodo. Sin embargo, Taehyung conocía demasiado a Jungkook como para saber que seguía atormentado y esto lo hacía sentir mal. No quería que ninguno de los tres se sintiera mal, menos ser él el causante de esto.

— Mi amor... — Llamó acariciando su pecho, enredando un poco más sus piernas entre las sábanas para llamar su atención perdida. El menor elevó la mirada, dedicándole una sonrisa tímida mientras besaba su frente. — ¿En qué piensas? ¿Quieres hablarlo?

— ¿Podrías responderme con total sinceridad? — Taehyung se removió incómodo temiendo la pregunta que sería hecha pero asintió. — Cuando terminaste conmigo a principios de año, cuando nos separamos... — Mordió su lengua llenándose de valor para exteriorizar aquello que había empezado a rondar su cabeza desde hacía algunas semanas. — ¿Tú tuviste sexo con Jimin?

Las caricias que el mayor le estaba dando a su cuerpo se detuvieron, su corazón comenzó a latir tan de prisa que sabía que era imposible que Jungkook no lo sintiera. Con cierto temor buscó la forma de incorporarse para mirarlo directamente a los ojos.

— ¿Por qué me preguntas eso ahora?

— Porque necesito saberlo, solo quiero que me digas la verdad Taehyung, tú y yo no estábamos en ese entonces, puedo entenderlo pero necesito que me lo digas. — Exhaló también incorporándose. — Las marcas que te vi en el cuerpo cuando regresaste a casa esa tarde... ¿Fueron echas por él, cierto?

— Sí. — Admitió estudiándolo con su mirada. — Mientras tu viajabas y yo te esperaba el día de mi cumpleaños me volvía a encontrar con Jimin, esa noche hablamos de muchas cosas pero no pasó nada entre los dos. Al día siguiente, después de terminar contigo me lo encontré en ese club en el que estaba y pues entre una cosa y otra, terminamos en su casa.

Sin poder evitarlo, Jungkook puso algo de distancia frotando su rostro con brusquedad sintiendo sus ojos picar pero las manos de Taehyung se aferraron a las suyas. Un beso fue depositado en ellas, luego en su hombre, frente y por último en sus labios, uno muy casto y sencillo.

— ¿Te gustó sentirlo en ti? ¿Te gustó más hacer el amor con él?

— ¿Qué? — Cuestionó Taehyung buscando sus ojos para que lo mirase negando con su cabeza. — No mi amor, no hay punto de comparación entre ustedes dos, él no me hace el amor mejor que tú. Además, él no ha entrado en mí jamás, fui yo quien estuvo en él. Fui yo el activo entre nosotros dos, por ende nada se puede comparar con la forma en que tú y yo lo hacemos. No pienses eso, por favor, no lo hagas.

— ¿Por eso te enamoraste? ¿Porque él te dio lo que yo no he querido en todos estos años? — Interrogó algo tensado e incluso un poco molesto pero no sabía si la molestia era hacia Taehyung, Jimin o hacia él.

— ¿Cómo preguntas algo así, Jungkook? Sabes que aunque me encante hacer el amor y lo disfrute tanto, eso no es suficiente para hacerme enamorar. Eso sería deseo sexual y no amor, son dos cosas completamente diferentes.

— Ya no me digas más. — Sentenció levantándose para ir hacia la sala pero Taehyung fue tras él, tomándolo de la mano. — ¿Qué?

El mayor no dijo nada, solamente lo abrazó con toda la fuerza que pudo, dejando que los latidos de su corazón igualaran los del pelinegro que tras varios segundos también lo abrazó con lágrimas en los ojos, aferrándose con fuerza a él.

— Estamos hablando con la verdad y ya que has sacado un tema que yo quería discutir y no tocaba por miedo a tu reacción, me gustaría que por favor, nos sentáramos y dejemos de una vez esclarecidas todas esa preocupaciones que tienes en mente, que tenemos en mente. Por favor, Kook.

Quizás el forzarlo ligeramente a tener aquella conversación sería contraproducente pero no quería desperdiciar esa oportunidad. Que fuera el propio Jungkook quien tocara ese tema en un momento tan tranquilo y cotidiano entre ambos para él era una buena señal. Entrelazando sus dedos buscó sus labios para depositar un beso cálida, suave y lento antes de llevarlos de regreso a la habitación. Se sentaron juntos en la cama y ni en un solo momento, el castaño permitió romper el contacto.

— Pregúntame lo que desees, no te quede con nada por dentro, yo te diré solamente la verdad, lo prometo. — Inquirió besando sus manos entrelazadas bajo la atenta mirada de Jungkook.

— N-Necesito entenderte porque te amo y tengo la extraña sensación de que te estoy manteniendo prisionero a mi lado y esa sensación no me gusta. Cuando te dije que escogieras entre los dos, fue Jimin quien decidió por ti, tú no dijiste nada y simplemente te quedaste a mi lado. ¿Por qué no escogiste, Tae? ¿Por qué no me escogiste?

— No podía, mi amor, sigo sin poder escoger entre ambos porque los amo a los dos. Los amo por igual.

— ¿Pero cómo demonios es posible que nos ames a los dos a la misma vez y por igual? Viniste a estar con él hace seis meses, tú y yo llevamos años juntos. ¿Cómo puedes decir eso? — Exclamó molesto buscando alejarse nuevamente pero Taehyung lo mantuvo en su lugar. — ¡Suéltame! No entiendo cómo me puedes decir que nos amas a los dos.

— Los amo a los dos por igual y de diferentes maneras. No se trata del tiempo que lleve con cada cual, sino con la intensidad que me hacen quererlos. Tú y él son muy diferentes en muchas cosas, no solo en la cama, en carácter, en personalidad. Fuiste su novio, lo amaste, creo que puedes entender muy bien todas las cualidades que tiene Jimin y hacen casi imposible no amarlo.

Jungkook guardó silencio varios minutos cerrando sus ojos para calmarse mientras sus dedos peinaban sus cabellos. Recuerdos de su relación con el rubio llegaron a su mente, memorias que nunca olvidó pero sí dejó atesoradas en un baúl ignorado en alguna parte de su mente.

— Se me está haciendo esto muy difícil, Taehyung. No me es fácil comprender que mi novio ama a alguien más. Ni siquiera sé si eso es posible y...

— Sé que estás confundido, que estás luchando contra muchas cosas y por solo darme la oportunidad de hablar contigo te estoy más que agradecido y te amo más que ayer si es que eso es posible. — Musitó uniendo sus frentes, acariciando sutilmente su mentón.

— Eso no significa que esté de acuerdo con esto y lo vaya a aceptar, solo necesito entenderte. — El castaño mordió su labio inferior asintiendo, no podía pedir más de lo que en esos momentos tenía. — ¿Qué te enamoró de él?

— Hmmm. ¿Qué? No sabría decirte con certeza, en ese tiempo que estuvimos separado lo primero que me trajo fue su facilidad para hacerme reír y olvidar temporalmente todo lo que me acongojaba. Es alguien que puede parecer soy serio pero tiene dulzura y amor de sobra para dar, es muy transparente. Me gustaba que me pusiera siempre como prioridad aunque eso se sienta un poquito egoísta. Llevábamos años en los que casi siempre era tu última prioridad porque primero estaba el trabajo, tus clientes y demás. Que alguien me pusiera frente a todo haciendo tiempo para mí, saludándome cada mañana y noche sin falta fueron detalle que sin notarlo me hicieron ir cayendo por él.

— ¿Fue mía la culpa entonces?

— No. Fue de todos y a la vez de nadie. Creo que aunque no me diera cuenta, él siempre me resultó alguien atractivo con el que podía llevarme bien incluso desde la universidad. Si bien me desatendiste y yo opté por terminar lo que teníamos en aquel entonces, todo lo que sucedió fue inesperado y nadie lo planeó. Jimin tampoco tenía ni idea, de hecho, él seguía completamente enamorado de ti cuando eso pasó y tal cual sucedió conmigo, simplemente se fue dando los sentimientos que cultivamos.

— ¿Cómo puedes estar tan seguro de que amas a dos personas a la vez? Tienes que estar confundido, a uno de los dos no lo amas, simplemente no puede ser. Lo que más me duelo es saber que posiblemente sea yo a quien no amas, porque de aún amarme, no te hubieses interesado por Jimin, no me estarías haciendo esto. — Pronunció cabizbajo, obligándose a no llorar aunque fuera difícil.

— Hey, mírame, amor. — Demandó Taehyung también con lágrimas en los ojos, besando por largos segundos su frente antes de abrazarlo. — Te amo, te amo como no te imaginas por favor, no dudes de eso, no lo hagas. Es muy difícil porque desde que nacimos nos han inculcado ese pensamiento y aunque no lo parezca el cerebro es demasiado peligroso por eso terminamos siempre guiándonos anteponiendo a veces al mundo ante nuestros sentimientos.

— Para ti es tan fácil decir algo así...

— ¿Fácil? ¿Crees que es o ha sido fácil para mí esta situación? Sabiendo que con una palabra puedo perderte, que esto me puede costar todo y quedarme completamente solo, sabiendo que admitir esto me hace parecer el malo del cuento con todos señalándome... No es fácil y no lo será. Me he estado preparando para todo, para la reacción de mis padres, nuestros amigos e incluso la tuya y sé que no será fácil pero aunque suene egoísta, me importa poco el mundo mientras tú y yo estemos claros de nuestros sentimientos. Todo el mundo hace su vida como le place y no tienen derecho a cuestionar la mía. ¿Recuerdas? Tú mismo me lo dijiste años atrás.

— Eso era por nuestra sexualidad, Tae.

— ¿Y por qué esto es diferente? Está tan mal visto e incomprendido el poder amar a más de uno a la vez como lo ha sido la homosexualidad a través de los años. No estoy diciendo que amar a dos sea lo mismo que una supuesta relación poliamorosa en donde se mal utiliza esa palabra para andar follando con cualquiera mientras tienes al oficial sentimental en casa, no. No es eso lo que busco o espero, realmente los amo a los dos y quiero única y exclusivamente estar con ustedes dos.

— Sí, hasta que dentro de varios años llegues diciendo que te gusta alguien más y quieres también agregarlo para entonces no ser un trío sino un maldito cuarteto. — Bufó y Taehyung tuvo que contener sus deseos de reír.

— No creo que eso suceda, sin embargo, te puedo hablar por el yo de ahora. No puedo decirte lo que va a pasar dentro de un año o más, solamente puedo asegurarte el ahora y créeme cuando te digo que solamente los amo a ustedes dos.

Jungkook permaneció en silencio observándolo por varios minutos mientras lo escuchaba hablar hasta que el castaño finalmente se calló. Muchas cosas pasaban por su mente en ese momento, no podía entender del todo a Taehyung pero sí habían cosas que comenzaban a quebrar su hermético caparazón. No obstante, no estaba del todo seguro de si era por el momento o sinceramente estaba entendiendo algo. Lo único que tenía claro en ese momento es que su cabeza dolía y no quería hablar más del tema.

— ¿Podemos irnos a dormir? — Preguntó Jungkook observando a su pareja.

— ¿Eh?

— Estoy cansado, Tae y todo esto me ha dado un horrible dolor de cabeza, necesito dormir. — El menor dijo una pequeña "o" con la boca y asintió levantándose para buscarle una pastilla y regresar a la cama. — Gracias.

Jungkook se tomó el medicamento y se acostó sin decir más, suspirando aliviado cuando los brazos de Taehyung lo abrazaron, sintiendo los pequeños besos que dejaba en su espalda. El castaño no era de dormir abrazado, aunque a veces se durmieran así, siempre amanecían separados pero cuando lo hacía, lo disfrutaba como lo hacía en esos momentos.

💜💜💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro