Capítulo 28

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Despertarse entre los brazos de Jungkook o buscar al mismo, era una rutina de Taehyung desde el primer año que comenzaron a dormir juntos, cuando aún estaban en la universidad y en vez de dormir en sus respectivas camas, buscaban juntarse en la cama personal de cualquiera de los dos. Esa mañana, no fue diferente, buscó al pelinegro entre las sábanas hasta sentirlo, sonriendo al verlo a su lado cuando entreabrió sus ojos aún adormilado.

Esa sensación fue extraña porque se sentía pleno pero a su vez, aún guardaba el miedo que se instaló en su interior la noche anterior cuando este abandonó su apartamento, el mismo temor que en silencio sentía desde que decidió sincerarse sobre sus sentimientos por Jimin.

La conversación sostenida horas antes durante la noche, permanecía como un simple sueño. Sin embargo, cuando miró a su alrededor pudo constatar que no se encontraban en su apartamento, sino en el de Jimin. Había un lugar más en esa amplia cama en donde los tres durmieron juntos abrazados sin intercambiar besos o caricias, solo la calidez de su cercanía.

Jungkook despertó al sentirlo removerse, esa era otra costumbre adquirida con el tiempo pues, sin pretenderlo, el cuerpo parecía reconocer las mañanas y cuando Taehyung se removía a esa hora. Sus miradas se cruzaron y ambos permanecieron serios hasta que el pelinegro elevó sus comisuras y se acercó para abrazarlo.

Faltaba una persona, el dueño de ese lugar, el último integrante oficial a su relación que ahora era de tres. Sin poder ocultar al ansiedad y cierto nerviosismo, el castaño volvió a mirar a su alrededor, concentrándose para ver si su sistema auditivo le permitía escucharlo en algún lugar de su casa. Jungkook, al ver su rostro, también cayó en cuenta, pensando que ya era hora de levantarse, por muy cómoda que estuviese la cama de Jimin, debían enfrentar el día.

Quedaban por hablar muchas cosas, poner ciertas reglas, expresar sus sentimientos de una forma más tranquila y profunda. La noche anterior decidieron ir a dormir sin más para no dejar que las emociones del momento influyeran pero, debían hablar, mismo si no habían decidido aún quién rompería el hielo.

Extrañamente, toda la valentía de Taehyung desapareció cuando creyó haber perdido a Jungkook, no quería perder a ninguno de los dos. Con el pelinegro habían cosas que pesaban más que los años y Jimin no se quedaba atrás porque bien sabía que no era cuestión de tiempo, sino de la intensidad con que vivían todo.

Los dos se incorporaron en la cama, intercambiando un casto beso de labios en el preciso instante en que Jimin llegó. Al verlos, se dio la vuelta para salir y no interrumpir pero Taehyung se levantó rápidamente para detenerlo.

— Lo siento, no quise interrumpirlos. Venía a despertarlos para decirles que ya el desayuno está listo, si desean seguir durmiendo, háganlo cuando terminen de comer. — Avisó dirigiéndose a la salida pero el castaño lo abrazó fuertemente por la espalda, besando su cuello, buscando sus labios pero Jimin se distanció sonriendo. — Lávate la boca primero si deseas darme un beso. Además, no hay nada de besos hasta que los tres no hablemos. ¿De acuerdo?

— Como quieras. — Respondió haciendo una mueca Taehyung.

Sonrió al recibir un beso en su mejilla por parte del rubio bajo la atenta mirada de Jungkook, quien no perdía detalle de sus interacciones tan íntimas. Definitivamente aún debía adaptarse a ciertas cosas que le resultaban extrañas y un poco incómodas pese a que una parte de él encontraba su cercanía linda.

— ¿Puedo tomarme un baño antes de pasar a desayunar? — Preguntó con cierta timidez el pelinegro observando a quien hasta horas atrás había sido su ex novio.

De acuerdo, era un poco más raro que la noche anterior o sus momentos antes, estaban actuando casi como dos personas que recién se conocían mismo si la realidad distaba de ello. Jimin asintió dirigiéndose a su cuarto de vestir, buscando las prendas más grandes y anchas que tenía para brindárselas, incluyendo ropa interior nueva y sin usar que aún tenía. Lo mismo hizo con Taehyung.

— No tienen que preguntarme ese tipo de cosas, simplemente háganlo, me ponen nerviosos si actuamos con tanta cautela. Pueden venir y usar mi apartamento a conveniencia. — Habló entregándoles sus ropas. — Cuando terminen salgan a la sala, ya estaré sirviendo el desayuno.

Jungkook se dirigió al baño, Jimin regresó a la cocina y Taehyung se quedó por algunos segundos parado en su sitio sin saber muy bien qué hacer, decir o hacia dónde ir. Estaba feliz y preocupado a la misma vez, ahora que estaban prácticamente comenzando a convivir como parejas, en vez de actuar como acostumbraban todos lucían retraídos, incluyéndolo a él.

Para no hacer a Jimin esperar mucho, calculó el tiempo que el pelinegro tardaba en el baño, dirigiéndose a este justo en el momento que terminaba de enjuagarse, sin poder evitar refunfuñar al ver que como en su casa, Jungkook había dejado su ropa regada por todo el piso haciendo un caminito y, lo más gracioso, era que incluso se dispuso a ir hacia la cocina caminando por encima de esta.

— ¿Sabes que no estamos en nuestra casa? ¿Qué te cuesta dejar por lo menos toda la ropa en un lugar para que yo la recoja más tarde? — Jungkook rascó la parte posterior de su cabeza a modo de disculpa regresando sobre sus paso pero el castaño simplemente negó sonriente. — Ve a la cocina, Jimin debe estar nervioso.

— Creo que todos lo estamos. — Admitió acercándose para besar su frente. — Dúchate y sal pronto.

Taehyung no se equivocaba, Jimin literalmente temblaba y hacer el desayuno no fue de las tareas más fáciles. A él nunca se le dio genial la cocina pero en ese día todo parecía jugar en su contra. Para el momento en que el pelinegro entró, él estaba ofuscado con la cabeza refugiada entre sus brazos, apoyándose en la mesada de la cocina. Sentir las manos de Jungkook alrededor de su cintura fue definitivamente una sorpresa que lo hizo brincar en su sitió, logrando que el contrario sonriera separándose escasos centímetros.

— ¿Todo bien? — Preguntó el menor notando como en su mano había una pequeña carita cubriendo lo que él creía era una cortada. — ¿Duele?

— N-No duele casi. — Recogió su trémula mano sin poder mirar del todo a Jungkook.

Era absurdo su nerviosismo, fue su primer hombre, novio y mejor amigo. Estuvo enamorado por años y había muy poco que ellos no compartieron, aún así, se sentía avergonzado por alguna razón. Bueno, no tanta vergüenza como cohibición, no sabía bien cómo actuar, qué decir o hacer siendo que en ese momento, él era la nota discordante que regresó a la vida de una pareja estable que lo estaba integrando.

— Trae aquí, te ayudo con esto. — Tomó las jarras de jugo que el rubio sacó resto del frigorífico y las llevó hacia la mesa bajo la atenta mirada de este.

Regresó ya cuando todo estuvo acomodado, tomando las manos del mayor para acariciarlas sutilmente antes de decidirse a hacer aquello rondando en su cabeza desde que despertó. Saludarlo con un beso diferente al necesitado la noche anterior guiado por la frustración, la necesidad de comprobar sus propios sentimiento y el anhelo de una cercanía perdida tantos años atrás.

Sus labios se unieron en un inicio muy delicadamente. Jimin cerró sus ojos entregado y vencido en ese momento, recordando cada instante vivido pero a su vez olvidándolo todo haciendo de ese un nuevo empezar. Su cabeza estaba hecho un lío, uno bonito que pese a todo lo estaba reviviendo.

Para el momento en que Taehyung se les unió, ellos ya se besaban despreocupadamente, separándose en cuando lo vieron junto a ellos. Teóricamente no estaban haciendo nada malo pero, quizás porque no lo habían hablado del todo, seguía sintiéndose como si aquello no fuera del todo correcto. El castaño sonrió frente a sus rostros.

Sí, él también se sintió algo raro al verlos besándose en un ambiente tan diferente a aquella vez donde luego del club terminaron los tres en su casa o incluso la noche anterior. Estaban a plena luz del día comportándose como ellos lo hacían, como una pareja normal, cosa que procuraba pero, era extraño.

El desayuno fue más ligero, el ambiente no era tan denso y en sus rostros se evidenciaban con más frecuencia sus sonrisas.

— ¿Cómo se sienten? — Preguntó Jungkook de imprevisto mientras tomaban algunas frutas para el postre. — Quiero decir, ¿cómo se sienten respecto a lo hablado ayer sobre intentar tener una relación los tres? Ya sé sus sentimientos generales pero, me gustaría que habláramos sobre cómo nos sentimos, qué esperamos y qué no de esta relación.

Los otros dos permanecieron callados varios segundos. Jimin llevó una fresa a su boca sin saber qué decir y Taehyung tragó la uva con la que jugueteaba tosiendo.

— Quiero que pongamos todo sobre la mesa desde un principio para que esto pueda funcionar, comunicación y sinceridad es lo primordial, lo que pido de los dos. No quiero seguir enterándome de todo al último, que me mientas o me escondan las cosas por temor a mi reacción o cualquier otra excusa. Si esto no funciona es probable que no podamos vernos de la misma manera porque es imposible regresar a lo que un día fue, algo que nos afectará a todos, estoy seguro que ninguno quisiera estropear esto. No quiero que seamos como un reloj o par de zapatos que compramos por capricho para descartarlo cuando alguno se aburra o si se quiebra.

— Comprendo lo que dices y estoy de acuerdo en prácticamente todo. — Espetó Jimin ganándose la atención del pelinegro. — No me gusta la comparación de zapatos, relojes o cualquier cosa material para nuestra relación porque no comparto la idea de desechar todo cuando simplemente "nos aburrimos" o "se rompe" dejando de lado el verdadero valor de las cosas. Cuando un par de zapatos se rompe, se pueden mandar arreglar, cuando un reloj se detiene, se cambia la batería y echa a andar como solían hacer las personas años atrás luchando por lo que amaban, no simplemente nos deshacemos de todo por nuevas cosas que todavía pueden funcionar, cosas con gran valor sentimental para nosotros.

Jungkook asintió sopesando sus palabras, sonriendo mientras Lo observaba, viendo una vez más ese fuego oculto en la apasionada mirada de Jimin que por años no vio.

— Aún así, los zapatos se volverán a romper, el reloj se volverá a parar, es solamente alargar lo inevitable cuando sabemos el final muchas veces. ¿Vale la pena tremenda algo que ya está destinado a romperse? — Rebatió el pelinegro notando como el contrario lo miraba con su ceja enarcada y Taehyung simplemente agitaba sus pupilas de un lado a otro como si esa fuera una batalla iniciada por él de la que ahora no formaba parte. Era hasta cierto punto divertido verlos debatir tan seriamente de algo más que reloj y zapatos como aparentaban.

— Lo mismo pasaría con eso nuevo que no conoces, lo nuevo o novedoso porque nada garantiza que no fallará. Los zapatos podrán parecer más lindo y terminar siendo más frágiles quebrándose en menor tiempo, el reloj puede no resistir siquiera el agua y también detenerse muy rápidamente, quebrarse, perderse. El valor está en el sentimiento que le pongas, la intención de mantenerla. Soy también un hombre de negocio y hay que saber evaluar cuando algo vale la pena para invertir tu tiempo y empeño. Un grupo que no factura lo mismo que en sus años dorados o cuando aún no tiene reconocimiento, no carece de valor sino de oportunidades o fuerza de voluntad. ¿Qué sería de la empresa o del mundo en general si todos nos rendimos a la primera? Por eso es que ahora todo está como está. — Se expresó casi con molestia dejando de lado su servilleta.

Sus acompañantes compartieron una mirada cómplice, ambos estirando sus manos para sostener las de Jimin. El rubio los observó algo sonrojado, sonriendo junto con ellos algo apenado por dejarse llevar por sus pensamientos y emociones. Era normal que no compartieran sus convicciones pero le aterraba pensar que al menor error o confusión podrían llegar a perderse después de tanto pasar para llegar ahí. Ya los había perdido a ambos por separados y en conjunto, no quería experimentar eso nunca más aunque bien sabía en el fondo de su pecho que nada duraba para siempre.

— No deseo echar todo por la borda al menor error, no fue eso lo que quise decir, Jimin. Solo deseo que evitemos los problemas que podrían tornarse grave para nuestra relación, llevándonos a la finalización de esta. De cierta forma, todo esto es nuevo para los tres, aunque a ustedes le parezca más fácil que a mí, la convivencia, el día a día, el desarrollo de lo que hasta ahora solo es un deseo, puede tornarse difícil y debemos estar seguros y listos para lidiar con ello.

— No vamos a estar exentos de problemas, nada es perfecto pero creo que si trabajamos juntos, podremos lograr que esta relación florezca. — Comentó Taehyung apretando con mayor fuera las manos de los hombres que amaba. — Estoy de acuerdo en que nos sentemos hablar para marcar nuestro punto de arranque aunque tomemos caminos diferentes según vamos avanzando.

—Yo debo confesar que aún estoy confundido y quiero llevar todo a mi ritmo sin trucos como los que mi adorado Taehyung suele jugarme para intentar orillarme a lo que él quiere creyendo que no me doy cuenta. — Comentó elevando su ceja derecha para observarlo y el castaño rió.

— Hablas como si te manipulara pero, no lo hago, solo te persuado de la mejor forma que se me dé para obtener algo que me gustaría. Sin embargo, sabes que por muy insistente que sea, jamás te obligaría. Es como cuando hacíamos todas las obligaciones en la casa antes de que nuestras madres nos dijeran cuando queríamos salir u obtener permiso para algo. Es per-sua-sión...

— Sí, sí, persuasión... — Agregó Jimin algo más relajado para intermediar entre la broma de ambos recibiendo un beso en el cachete de parte de Taehyung y un apretón en la mano de Jungkook. Solo con eso, todo peso o preocupación disminuyó casi a cero. Los tres estaban ahí, los tres estaban dispuestos a darlo el todo por el todo juntos y eso era lo más importante. — ¿Quién comienza?

Jungkook levantó la mano y el castaño también lo señaló como si se hubieran puesto de acuerdo haciendo que los tres volvieran a reír antes de que Jungkook retomara la seriedad en su rostro.

— Como dije, no sé si pueda en estos momentos actual al cien por ciento como el novio que ambos merecen y esperan de mí a pesar de que pondré todo de mi parte para hacerlo. No quiero que nadie se sienta desplazado por lo que trataré también de mantener las cosas lo más parejo posible para que no se sientan mal. Sin embargo, si eso llega a suceder, desde ahora pido perdón pero espero que entendamos que eso no significa que el interés por uno o por otro no es suficiente. Creo que necesitamos nuestros espacios y no es obligatoria que en todo momento estemos los tres juntos.

— ¿Estás hablando de la cama? — Intervino Jimin algo confundido con la última oración. — ¿Quieres hacerlo solo?

— Jimin, hablo en general. Creo que aunque es un tema importante que tenemos que hablar, debemos centrarnos primero en nosotros como individuos y pareja excluyendo al sexo porque sé que en ello, no tendremos grandes desavenencias y de tenerlas, se pueden resolver con mayor facilidad. Al menos eso quiero creer. No deseo que alguno de los dos piense que porque en algún momento paso más tiempo con uno u el otro, no les estoy prestando atención y me gustaría que sea algo recíproco. Cuando supe de los sentimientos de Taehyung me sentí insuficiente para él, hubo un tiempo en que también me sentí así para ti y sé que es algo que experimentaremos todos, solo deseo que tengamos la madurez para sentarnos a platicarlo y no huir de esto.

— Yo tenía pensado decir algo parecido. — Musitó Taehyung centrando su mirada en Jungkook y luego en el rubio. — Ambos han sentido en su momento que no los quiero, tal vez por mi proceder, a veces no mido las consecuencias de mis actos y peco de egoísta o se me mal entiende. Yo... — Relamió sus resecos labios para humectarlos algo temeroso de lo que iba a decir. — Los amo a los dos, de diferente manera pero con casi la misma intensidad. Hay cosas que nos faltan pero se darán con el tiempo. Me siento feliz de tenerlos a ambos en mi vida e incluso saber que podemos estar los tres.

— ¿Hay algo que ustedes no quieran? — Preguntó Jimin procesando en silencio cada cosa que decían. — Ya que Jungkook dijo que deberíamos decir cómo nos sentimos, todo lo que queremos y no queremos en la relación, me gustaría saber esas cosas que no quieren. Cosas específicas, creo que ninguno quiero mentiras o sentirse desplazados. Sean concretos, por favor.

— No evalúes esto como una reunión de negocios, Chim. — Jungkook habló sonriente y el mencionado solamente mordió su labio inferior. — Seremos... Somos novios, no socios.

Jamás se sentó a conversar realmente de ese tipo de temas con alguien, romance, amor, relaciones, fueron ingredientes escasos en su vida. Cuando fue novio de Jungkook ninguno tuvo la madurez suficiente para sentarse a hablar tan claramente de lo que esperaban de su relación, simplemente se aventuraron a una y ya estaba. Todo lo que se mencionaron fueron deseos o fantasías que iban planteándose a medida que iban surgiendo. A pesar de todo, él solo era un hombro que se refugió en su trabajo para no tener que lidiar con emociones vivas que mantenía sepultados en algún lugar de su ser.

— Yo no quiero participar aún de forma activa en sus momentos íntimos. — Jimin y Taehyung miraron a Jungkook pero este estaba seguro de sus propias palabras. — No digo que no quiera hacer el amor con ustedes o no me gusten pero no sé si pueda aún sincronizarme con ustedes en ese aspecto. Los acompañaré pero permaneceré viéndolos muy cerca de ustedes.

— ¿Ahora te interesa el voyeurismo? — Indagó Taehyung divertido.

— Siempre lo he disfrutado en la intimidad, ambos creo que lo saben pero, en este momento es porque necesito ir integrándome de a poco, no directamente en cuanto a la cama se refiere.

— Podemos hacerlo por separados.

— ¿Es por mí? — Interrumpió Jimin. — He visto lo mucho que te ha costado besarme y ni siquiera cuando los tres estuvimos en la misma cama. A ver, yo no quiero que alguno de los dos se obligue a estar en esto o estar conmigo. No quiero sentir que... — Jungkook se cambió de silla sentándose a su lado, tomando su rostro para acariciarlo, besando sus labios con suavidad

— Jimin, amo a Taehyung con la vida, por años ha sido mi todo y no creo que cambie eso jamás pase lo que pase entre nosotros. Tenerte en mi vida nuevamente ha sido muy repentino, no lo visualicé y no lo esperé. Soy hombre de mi pareja aunque tiendo a ser despistado y centrado en mi trabajo, soy de uno, doy todo por mi relación. No estoy acostumbrado a compartir lo mío, no me gusta, creo que sabes que siempre fui posesivo hasta con mis juguetes de niño. No soy un loco obsesivo pero me cuesta y saber que quien está a mi lado puede estar con alguien más. Aún proceso que es posible sentir por más de una persona porque lo estoy experimentando por mí mismo y es lo que me tiene tan confundido. No obstante, no significa que no me gustes, que no te quiera, quizás en el fondo siempre te quise, eres mi primer amor, uno totalmente diferente que quiero abrazar nuevamente de forma correcta, si es que existe una. Si me lanzo a la deriva podría dañarte, dañarlos, dañarnos...

— ¿Te gusto como hombre aún?

— Lo haces. Tu físico nunca pasó desapercibido pero es como si hubiera tenido cierta barrera en mi mirada que me permitía admirarte como lo haría con cualquier otra persona pero sin ir más allá. Como cuando vemos a un actor y decimos es atractivo pero hasta ahí. Provocaste cosas en mí que no supe manejar muy bien y por eso me sentí fatal cuando jugamos a la botella, realmente quería besarte y esa idea me hizo sentir culpable hacia mi pareja. Ese día muchas cosas volvieron a despertarse en mí sin saber qué era. Cuando estuvimos en la cama los tres, eso fue un choque para mí.

Taehyung aprovechó su conversación para levantarse a llevar las cosas a la cocina y así darles un poco más de espacio dado que era raro verlos conversando tan abiertamente. No es que su oído se haya alejado de la conversación, estaba al pendiente de lo que se hablaba porque temía que alguno dijera algo que dañara el pequeño avance realizado. A su vez, sabía que debía permitirles interactuar porque no funcionaría si ellos no tenían la misma compenetración.

— Esa día sentí que literalmente te daba cierto asco, solo cuando estábamos cerca de... Ya sabes, nos miramos directamente y por un momento sentí que me estabas deseando pero el resto del tiempo me rehuías, no hiciste el intento de tocarme o siquiera mirarme. Al otro día. Te escuché cuando hablaste con Taehyung, creí que no quedaba ningún tipo de atracción de tu parte y eso m-me afectó mucho.

— Realmente fue todo lo contrario, no tuve mucho problema esa vez en que vinieras con nosotros, de hecho, odié saberte con alguien más en ese club. Te besé, es decir, nos besamos pero me sentía incómodo sabiendo que tenía a mi ex pareja y novio en la misma cama. Los conflictos en mi cabeza eran muy grandes y el mirarte, tocarte o desearte podría causar grandes estragos en el momento. Si ponía las manos en ti, quitarlas iba a ser muy difícil. — Jimin asintió sintiendo cierto alivio en su pecho, aún algo contrariado por todo lo que durante ese tiempo estuvo pensando. — Ven aquí...

El pelinegro se separó de la mesa haciendo espacio para que el rubio pudiera sentarse sobre el muslo que palmeaba. El mayor lo dudó algunos segundos pero accedió a acercarse tomando asiento en un lugar en el que no se había sentado desde que ellos fueron novios. Las manos que rodearon su cintura le dieron seguridad pero no tanto como esa profunda mirada que lo hizo sonrojar. Besó la frente del pelinegro y este besó su mentó antes de subir un poco más y besar sus labios sin mucha castidad esta vez.

Taehyung regresó y se unió a esos dos risueños hombres que abrieron sus manos para recibirlo. No era la primera vez que se sentaba en el regazo de Jungkook pero sí la primera vez que lo compartía con alguien más. Con un rubio hermoso que se lanzó a sus labios para bésalo sin poder evitar sonreír, sintiendo sus espaldas ser acariciadas, encontrándose con la mirada de lo que parecía ser un niño emocionado y perdido esperando que algo le tocase. Cuando ambos lo miraron, Jungkook mostró la sonrisa más pura e inocente que habían visto en algún tiempo, incluso sus orejas se enrojecieron y la forma en que arrugaba la nariz era tan linda, que Taehyung simplemente lo mordió.

— ¿Qué les parece si vamos a la casa, nos cambiamos de ropa y miramos algo para hacer los tres este fin de semana? — Preguntó Taehyung.

— Me parece buena idea.— Coincidió el pelinegro algo embobado pues estaba enternecido a acariciando con suavidad los traseros que tenía a su merced.

— ¿Puedo proponer algo? — Habló Jimin y los dos asintieron. — Me gustaría invitarlos a un fin de semana juntos aquí en mi casa. Para cambiarse de ropa tenemos buenas boutiques y centros comerciales cerca, sería algo divertido para hacer juntos y ya después podremos comer algo fuera, tal vez cocinar o ya veremos qué hacemos pero juntos. Me gustaría que ambos se quedaran aquí este fin de semana. Jungkook...

— ¿Sí? — Preguntó sin mirarlo, seguía concentrado en la vista prodigiosa de los traseros de Jimin y Taehyung.

— No escuchó lo que dijiste, bebé. — Habló el castaño pero Jungkook parecía no darse por enterado. — Ya ves, vámonos solos.

Los dos se levantaron para irse pero Jungkook tiró de ellos por sus pantalones que ahora de pie escondían aquello que estaba admirando. Los observó relamiéndose los labios, desviando su mirada de un lado hacia otro haciendo que ambos se removieran incómodos.

— ¿Qué estás pensando?

— Escuché lo de la ropa y me parece excelente así como también me agrada quedarnos aquí este fin de semana pero tengo planes para la noche de mañana. — Sus novios lo miraron algo confundidos y él asintió comprendiendo. — ¿Qué les parece si compramos ciertos entretenimientos para adultos? Sería lindo pasar esta noche en un plan más romántico pero debo admitir que ahora tengo deseos de verlos jugar mañana con lo que vamos a comprar.

💜💜💜
¿Cómo han estado? Estoy por aquí con un nuevo capítulo. Creo que nos quedan diez o menos capítulos. 🥺😭 Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, nos vemos muy, muy pronto.
LORED

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro