Capítulo 5

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2 horas antes

—Recuerda Henry, los valores que te enseñó mamá, cómo tratar a una chica y...

—Tranquila Pau, estás exagerando—dijo Henry mientras ponía los ojos en blanco.

Al parecer no había sido buena idea pedirle a su hermana mayor que lo ayude con su vestuario, ya que empezaría con el típico sermón. Él se encontraba sentado en la cama y su hermana no paraba de dar vueltas por su habitación.

—Deja de hacer eso que me pones nervioso—exclamó levantándose de la cama y siguiendo con su mirada a Paula, quien se detuvo al escucharlo.

—De acuerdo—bufó—Mmm, ¿qué traje vas a llevar? —Cuestionó mientras se dirigía al armario de su hermano en busca de uno.

—Me lo dio mamá, está en la silla—señalo y su hermana se dirigió a este, tomó el traje para inspeccionarlo.

—Bien, ¿tienes el adorno? —Dejó el traje donde estaba y se acercó a su hermano posicionándose enfrente de él. Henry volvió a sentarse.

—Sí.

—¿El regalo que le darás?

—Sí.

—¿En qué te enfocaras más?

—En hacerla reír y que la pase bien.

—¿Qué le dirás al verla? —Para este punto Paula ya estaba un poco más cerca del rostro de Henry.

—Que se ve hermosa.

—Bien—dijo alejándose, caminando hacia la puerta de la habitación—Prêt pour votre rendez-vous.

Ce n'est pas á rendez-vous! —Aclaro Henry un poco alto, ya que su hermana empezaba a caminar por el pasillo de su casa hasta su habitación.

Si tu le dis—mencionó antes de cerrar su puerta.

Merde—murmuró acostándose sobre su cama cerrando los ojos con una sonrisa boba en su rostro.

1 hora antes

—Très beau mon petit prince —comentó su madre cuando Henry bajó el último escalón llegando a la sala, está lo tomó desprevenido y empezó a dejar varios besos en su mejilla.

D'accord maman, es suficiente me vas a despeinar—finalmente logró zafarse del abrazo de su madre.

—Espera deja tomarte una foto—mencionó mientras busca su teléfono; llegó su hermana recargándose en el marco de la puerta de la sala, soltando una pequeña risa. Henry la mira con mala cara.

—Tú también acércate Pau—Paula rodó los ojos mientras se acercaba, Henry ríó.

Después de una larga sesión fotográfica y de su madre atacándolo con besos cada cinco minutos, otra vez, Henry se dirigió al garaje para ir por el auto de su papá, esta vez iría solo hacia la escuela. Sus amigos lo verían ahí y como era de esperarse, su padre lo apuró a salir temprano de la casa, diciéndole que él tendría que esperarla y no ella a él. Antes de salir su papá lo llamó.

—No vuelvas tan tarde hijo, y ya sabes que tienes que hacer—mencionó con un movimiento de mano en forma de despedida.

D'accord père, nos vemos—subió al auto para dirigirse a la escuela.

Llegó a la escuela a las cuatro con cuarenta y cinco minutos, esperaba que Teresa aún no estuviera ahí, pues el baile comenzaba en punto a las cinco y no estaba seguro si ella quisiera llegar temprano para no perder ningún minuto.

Estaciono el auto a unos cinco metros de la entrada de la escuela, bajó un poco apurado que casi olvida el regalo que le llevaba a Teresa, una pulsera con una flor blanca encima, no sabía de qué color era su vestido, pero el blanco combina con todo, ¿no? Llegó un poco apurado a la entrada del gimnasio y pudo respirar cuando sólo vio a sus amigos, Mark y Gideon, en la entrada esperándolo.

—Al fin llegas, nos tenías preocupado—habló primero Mark una vez que Henry había logrado regular su respiración.

—Fue mi hermana y mi madre—respondió.

—Típico sermón, ¿verdad? —Gideon preguntó mientras desviaba la mirada, observando quien llegaba y quien entraba al salón.

—Sí, pero ya estoy listo—respiro profundo.

—¿No olvidaste la flor? —Preguntó el pelirrojo.

—Casi, pero no—respondió mostrando la mediana caja de plástico que contenía la flor.

—Bien, tranquilícense, todo va a estar bien, esto es como un partido de fútbol ¿no es así? —Gideon parecía estar al borde de un ataque de nervios, sin embargo, respiró profundo y logró tranquilizarse un poco.

—Espero que las clases de baile con mi hermana, hayan valido la pena—comentó Henry con la mirada perdida en la caja que sostenía.

—Vamos a estar bien, esperamos esto desde hace mucho tiempo—mencionó Mark, tomando el hombro de ambos chicos, quienes asintieron en respuesta.

Presente

Ambos tríos se encontraban inmóviles, sólo observándose con sorpresa, principalmente Teresa y Henry; sin saber exactamente qué decir, asombrados por la presencia del otro de verlo de una manera totalmente diferente a la que estaban acostumbrados. Los primeros en romper el hielo fueron Lazy y Mark.

—Hola Mark—menciono la ojiazul con una sonrisa, Avril también despertó de su trance y se acercó a Gideon.

—Hola Lazy t-te ves muy linda—Mark estaba un poco sonrojado de las mejillas y en su rostro tenía una pequeña sonrisa.

—Tú igual, es decir—se corrigió rápidamente—tú también te ves lindo—rio nerviosa.

—Yo...—rascó su nuca—te traje esto—extendió la caja con una flor azul claro en su interior—. Ya sabes, para que sepan que venimos juntos, y claro, porque te verías bien con el puesto, no sólo con esto si no....—no termino de hablar, pues Lazy tomo la caja de sus manos.

—Es muy linda, gracias—dijo sonriendo con unas leves mejillas sonrojadas.

Mark abrió la caja sacando la flor con mucho cuidado, luego le extendió su mano a Lazy pidiéndole su brazo, una vez lo hizo, este le colocó la flor en la muñeca derecha y ambos se volvieron a mirar a los ojos, con un sonrisa y mejillas más sonrojadas en sus rostros.

Mientras tanto, Gideon le había terminado de colocar la rosa, color lila, en su muñeca derecha a Avril.

—Y, ¿qué te pareció The park in the clouds? —Preguntó Avril para seguir la conversación.

—Me encantó la historia, aunque debo decir que esa chica Erika me hizo sentir muy mal—respondió recargándose sobre la pared y cruzando ambos brazos.

—¿Verdad que sí? Merecía más de lo que le paso—Continuó la ojiazul.

—Como quedarse con Ángel—La chica rápidamente abrió más sus ojos antes esa respuesta.

—De ninguna manera, Ángel y Verónica se ven bien juntos—reclamo tratando de sonar indignada.

—Pero admite que se verían bien juntos—mencionó Gideon, riendo un poco ante la actitud de Avril, sus nervios habían desparecido.

Nop—cruzó ambos brazos tratando de lucir enojada, sin embargo, comenzó a reír contagiando a Gideon, quien paso un brazo por encima de los hombros de ella, abrazándola.

Finalmente estaban ellos, Teresa y Henry, quienes seguían en la misma posición observándose uno al otro sin decir nada y es que por más que Teresa quería decir algo no podía, verlo a él fue algo indescriptible; verlo en traje, con ese cabello de lado, despeinado y castaño oscuro, esa mandíbula definida...Era demasiado para ella.

Henry parecía igual de perdido en el verde olivar de los ojos de Teresa, en esos hermosos cabellos que caían por sus hombros, en esos labios que claramente estaban pintados de rosa, que ni siquiera escuchó cuando lo llamaban hasta que su pelirrojo amigo Mark, lo llamó con un leve codazo para que reaccione, indicándole de que ya iba a entrar al salón junto con Lazy, Gideon y Avril.

—Te vez muy hermosa Tere—dijo sonrojándose y acercándose un poco más a ella, quien también comenzó a hacer lo mismo.

—Gracias, tú te ves increíble—sonrió y dejó salir una pequeña risa nerviosa.

—Esto es para ti—mostro la caja. Teresa iba a tomarla cuando Henry volvió a hablar—. Yo te la pongo, si me lo permites.

—Claro—contestó Teresa, sonriendo levemente y acercándole su brazo a Henry para que le pusiera la flor.

—Bueno, ¿quieres entrar? —Preguntó aún sin soltar su muñeca.

—Por supuesto—Teresa entonces dudo un poco, pero llevo su mano cerca a la Henry, este pareció haber captado la idea y mientras se sonrojaban un poco más tomo la mano de la chica, entrelazándola. Ambos sonrieron y comenzaron a caminar hacia la entrada.

El lugar estaba decorado con un arco formado por globos de colores azul y morado, había cintas de los mismos colores colgados en el techo del salón. Una vez cruzabas la entrada; de lado izquierdo estaba la cabina de fotos, enfrente, hacia el fondo estaban los bocadillos y las bebidas, de lado derecho la pista de baile y enfrente de esta el escenario, dónde estaba un DJ poniendo música para el ambiente.

—Vamos a tomarnos fotos—mencionó Avril, jalando a Gideon consigo. Mark y Lazy parecía estar murmurando algo y riendo entre ellos, como dos adolescentes enamorados, que de hecho lo eran, pensó Teresa.

Una vez los seis estuvieron en la cabina, primero entraron las chicas, donde se escuchaban muchas risas, probablemente por las caras graciosas que hacían, luego se tomaron fotos con sus respectivas parejas de baile.

Lazy y Mark hicieron varias poses divertidas hasta que la última fue de ellos dos abrazándose.

Después fueron Avril y Gideon, quienes intentaron tomar fotos tumblr, riéndose por el gran fallo que tuvieron; su última foto fue Avril recargándose con ambos brazos sobre la cabeza de Gideon, la cual se logró subiéndose al pequeño banco que había.

Luego Teresa y Henry, al principio fue un poco incómodo hasta que Henry comenzó a hacer caras divertidas contagiando a Teresa. Sus dos últimas fotos fueron ambos abrazándose, la ojiverde recargando su cabeza sobre el hombro de Henry mientras que la cabeza de él estaba sobre la de ella.

Finalmente, los seis chicos se metieron como pudieron a la cabina a tomarse algunas divertidas y otras "serias", parecían amigos de toda la vida, claro que entre algunos lo eran, pero nunca habían convivido los seis. Una vez terminaron las fotos fueron a la mesa de bocadillos.

—¿Quieres que te traiga algo de tomar o comer? —Preguntó Henry, soltando la mano de Teresa.

—Algo de beber por favor—Henry asintió y comenzó a caminar junto con sus amigos, a la mesa de bebidas.

—Hasta aquí me llega el olor de amor—mencionó Avril, cruzada de brazos, con una sonrisa y caminando a lado de Lazy, acercándose a Teresa.

—Mira quien lo dice, Avril—dijo sonriendo.

—Es oficial chicas, estamos en el baile de bienvenida con alguien más además de nosotras tres—afirmó Lazy sonriendo más de lo que podía, dejando ver un pequeño hoyuelo de lado derecho.

—Lo sé, sigo sin creerlo aún—Teresa dio un pequeño salto de emoción.

—Y bien Lazy, ¿crees qué sigues sin tener oportunidad con él? —Cuestionó Avril, Lazy se sonrojo, bajando la vista y dejando ver una pequeña sonrisa.

Lazy dudaba mucho que le gustara Mark, pero prácticamente hablaban todos los días, se conocían desde primaria, ambos se sonrojaban y tenían mucha confianza. Ahora que la había invitado, esa confianza creció más al igual que sus sentimientos.

Respiro hondo antes de responder—Sí, bueno... creo que si la tengo—dijo aún sonrojada y subiendo la mirada, al mismo tiempo que jugaba con un mecho de cabello.

Avril y Teresa dieron un pequeño grito de emoción mientras se abrazaban entre ellas, Lazy no tardo corresponder el abrazo.

—Dios mío que emoción, esperé tanto tiempo para esto—comentó Teresa, secándose las lágrimas imaginarias.

—Dímelo a mí—Avril dejó de abrazarlas y dirigió su mirada a Lazy—. Ahora segunda fase después de la aceptación, decírselo, aunque creo que eso será un problema.

—Claro que lo es, pero antes quiero seguir siendo amigos antes que otra cosa.

—En eso tienes razón Lee, no te sientas presionada por decirle—dijo Teresa tomando su hombro y sonriendo.

—Gracias chicas, son la mejores.

—De nada—respondieron al mismo tiempo Avril y Teresa.

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