C2-Conexión

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"Aquí será nuestro lugar especial"

El tiempo pasó y la batalla de los representantes sucedió.

Al principio todo iba "normal", quitando el hecho de que amigos y compañeros debían luchar casi a muerte con tal de salvar a uno de los arcobalenos, y el hecho de que la pequeña Uni había aparecido como la arcobaleno del cielo, teniendo a Byakuran y a las coronas fúnebres de ese tiempo como su equipo.

Pero todo se descontroló con la interrupción de Bermuda, el arcobaleno de la noche y líder de Vindice. Quien robó el reloj de Skull permitiéndole utilizar todo su poder junto a los Vindice para luchar contra Tsuna y compañía con tal de lograr su venganza contra aquel que los maldijo a él y a sus compañeros, quienes resultaron ser todos antiguos arcobalenos que Bermuda había rescatado de las garras de la muerte al usar sus llamas de la noche.
Aunque su fuerte afán resultó en vano, ya que terminó perdiendo ante la alianza que formó Tsuna con todos los representantes.
Tras la batalla Checker Face apareció, revelando la historia detrás de los Arcobaleno y mostrando su verdadera identidad siendo Kawahira.
Una vez más el sacrificio de los arcobalenos debía ocurrir, pero el momento fue interrumpido por Talbolt, quien apareció alegando que había ideado una manera de mantener los pacificadores sin necesidad de los Arcobaleno con la ayuda del cielo Vongola. Recibiendo así el agradecimiento y admiración de Kawahira, pues él más que nadie deseaba encontrar una forma de mantener el trinisette sin tomar las vidas de otros.
Inmediatamente Bermuda se ofreció a proteger los pacificadores que ya no necesitaban de portadores para mantenerlos gracias a la máquina de Talbot, cerrando así la que sería la última batalla de los representantes.

Los días pasaron y el último deseo de los Arcobaleno se cumplió: una máquina para que pudieran volver a su forma adulta sin tener que pasar por el largo proceso de crecimiento.
Verde y Talbot fueron los creadores, además de contar con la ayuda de Soichi y Spanner.
Lograron devolver a los Arcobaleno a su forma adulta. Cabe mencionar que el grito de Tsuna se escuchó por todo el continente al enterarse de que aquel hombre de traje y fedora que lo había ayudado a luchar contra su padre, era en realidad su tutor demoniaco. Todos comenzaron a reír por la expresión aturdida del castaño y sintieron pena por la sonrisa sádica que le había dado Reborn.

Al final de todo, las cosas salieron bien, aunque lo sucedido en la batalla contra Daemon seguía estando en las mentes de la décima generación, sabían que no podían hacer nada para cambiarlo...

O eso creían.

Tiempo más tarde...

En la mansión Vongola se llevaba a cabo una fiesta para celebrar todos los logros adquiridos.

Cada quién se divertía a su manera, Dino acosaba a Hibari y la molesta alondra le daba una paliza, mas el potro seguía haciendo lo mismo.
Lussuria y las chicas estaban haciendo planes maléficos para shipear a los chicos y conseguir Yaoi gratis.
Xanxus y Tsuna habían tomado tanto que ahora los dos estaban cantado encima de una mesa.
Nono e Iemitsu estaban recordando cuando sus respectivos hijos eran unos niños y estos los admiraban.

En resumen, una clásica fiesta Vongola.

Pero entre todos los miembros de la fiesta, había dos que se sentían un poco incómodos.

Estos eran Rokudo Mukuro y Dokuro Chrome, no era que no disfrutaran de tener "paz", pero desde hacía ya un tiempo que ambos sentían algo raro en la mansión.
Como si algo los llamara, pero esa noche ese sentimiento era particularmente fuerte.

-Kufufu vamos-dice Mukuro al ver que nadie notaría que se fueron, ya que los únicos cuerdos que quedaban estaban con Mammon, apostando si la alondra cedería a las idioteces del potro o no.
Ambas piñas fueron hacia el jardín trasero de la mansión, ciertamente no entendían bien qué pasaba pero decidieron seguir sus instintos.
Recorrieron el lugar hasta llegar a un viejo sauce que podría estar allí desde la época de Primo. Al acercarse más sintieron una pequeña presencia de llamas debajo de la tierra frente al árbol.

Ambos se miraron y asintieron, Mukuro los cubrió con una ilusión a la vez que Chrome creaba una pala y comenzaron a cavar hasta que tocaron algo, cuando se fijaron bien, era un pequeño cofre viejo.
Al sacarlo notaron que la presencia venía de allí dentro.
Luego de volver a cubrir el hoyo, Mukuro trató de abrir el cofre que estaba oxidado por el tiempo y cuando lo logró, vieron que dentro había un pequeño reloj de bolsillo con una pica grabada, al abrirlo vieron una fecha escrita dentro y allí fue que lo notaron al ver la llama que rodeaba las manecillas.

-Al parecer no murió del todo-dice Chrome con un poco de tristeza en su voz.

-Kufufu llevemoslo adentro-dice Mukuro con tranquilidad.

Ambos vuelven a la mansión, entrando lo más desapercibidos que podían, aunque igualmente todos estaban sumidos en sus locuras, así que al ver que eran ignorados fueron al tercer piso donde estaban las habitaciones de la décima generación.

Llegaron a la de Mukuro y colocó una barrera para que nadie notara las llamas de Daemon.

Ambos estaban por abrir de nuevo el reloj, cuando escucharon un estruendo proveniente del piso inferior.
Decidieron dejar el reloj en la cómoda al lado de la cama y la barrera de llamas puesta, a la vez que bajaban al salón.
Al llegar a la fiesta vieron que el estruendo lo causó...

-Kufufufu ¡SAWADA TSUNAYOSHI DETENTE! - grita Mukuro para luego activar el primer reino y hacer que unas enredaderas detuvieran a un furioso Tsuna borracho que estaba peleando con Kyoya, este último detenido a tiempo por Dino.

-Sabía que no debíamos dejar que Boss tomara-dice Chrome negando con su cabeza, entonces enfoca su mirada en otra parte y entrecierra su ojo- Y a ti tampoco-dice mientras se va acercando a una borracha Mammon que ya estaba apostando con la pared.
Así pasó la noche, entre más disturbios y locura.
En el tercer piso, Lambo era el único que dormía plácidamente en su habitación mientras los demás seguían abajo.
Claramente, el pequeño no sintió cuando el anillo del rayo soltó unas pequeñas chispas.

Los días pasaron y tanto Mukuro como Chrome intentaron conectarse con Daemon. Pero no respondía, por lo que decidieron parar de intentarlo y dejarle descansar.
Ese mismo día Chrome estaba con Lambo, ambos habían ido a buscar unos dulces de uva que la peli piña tenía guardados para él.
Pero en un momento que Lambo pasó cerca de donde el reloj estaba oculto, el anillo del rayo brilló y de el salió Lampo.

-¿Lampo-san? - dijeron Chrome y Lambo sorprendidos. El peli verde tenía un rostro de desesperación.

-¿¡Daemon está aquí!? - preguntó Lampo con angustia en su voz.
Chrome se sorprendió, pero se acercó hasta donde estaba el reloj y se lo dio a Lampo.
El primer guardián del rayo, apenas lo vio, dejó escapar algunas de sus llamas haciendo que el objeto brillara y de allí saliera el cuerpo fantasmal de Daemon, quién se mantenía inconsciente y antes de que cayera al suelo, lo atrapó.

-No me dejaste... -escucharon los dos menores, sorprendidos al ver como Lampo abrazaba con fuerza el cuerpo inerte de Daemon mientras las lágrimas corrían por su rostro - Esta vez... No me dejaste solo...

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BERMUDA: Estuvo mejor de lo que esperaba-dice mientras revuelve su té.

YO: Porfin se viene lo ya tan esperado-sonrio mientras tomo un mate.

JESSICA: Yo no sé si mi corazón aguante-comenta mientras se seca las lágrimas.

REBORN: Exagerada-le dice mientras le da una crema batida y bebe de su expreso.

YO: Jess...¿Sabes que esto es solo el principio?-dice entrecerrando los ojos- Todavía falta ESO.

JESSICA: ¿Por qué crees que ya deje listo mi testamento? -tras decir esto Reborn la golpea con un León mazo.

YO: Tranquilo Reborn por favor... Debe estar viva para seguir con esto-dice suspirando al ver a su compañera desmayada.

BERMUDA: La pregunta de la semana para los lectores ¿Como creen que reaccionara la Décima Generación?

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