C3-Reencuentro agridulce

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Chrome y Lambo estaban sorprendidos.

-Oye Nagi has visto….. - las palabras de Mukuro quedaron en el aire cuando vio la escena que estaban presenciando- iré a hablar con Tsunayoshi-dice y se retira.
Mientras, Lampo seguía llorando y abrazando el cuerpo de Daemon.

Mientras, oficina de Tsuna

Nuestro querido castaño estaba firmando unos papeles que debían estar listos para que Reborn no lo tortutoriara.
Todo iba tranquilo hasta que sintió dos llamas conocidas, una muy alterada y otra débil.
Él salió de su oficina rumbo hacia las habitaciones, pero en eso se encontró con un agitado Mukuro.

-Tsunayoshi debes hacer una reunión urgente-pide Mukuro con seriedad.

-¿Tiene que ver con las presencias que están en tu habitación? - dijo él con seriedad.
El peli piña asiente, pero antes de irse..

-Pero creo que ellos no deberían escuchar-dice Mukuro señalando cierto anillo que estaba en su mano.
El peli castaño asiente y se va a buscar unas cadenas Mammon, a la vez que iría a llamar a los demás.
Mientras, Mukuro vuelve por donde vino.

Varios minutos después.

Lampo se encontraba en la habitación junto al inconsciente Daemon, Mukuro había llegado hace unos momentos para avisarle a Lambo y a Chrome sobre la reunión, por lo que se fue junto con la chica y dejaron tanto el reloj como al pequeño que se encontraba dormido a los pies de la cama.
En un momento Lampo se dio cuenta que Daemon comenzaba a despertar.

-¿Qué.. ¿Qué pasó? - dice Daemon mientras abre sus ojos con lentitud, pero a penas lo hizo sintió como algo se le abalanzaba.
Lo único que distinguió bien fue una esponjosa cabellera verde.

-Snif... Daemon... Snif no me dejaste-decía Lampo mientras comenzaba a llorar abrazado al mayor.
Daemon al escuchar la voz de su pequeño, se percató inmediatamente de donde estaba y con quién.

-¿Lampo? ¿Qué pasó? ¿Dónde estoy? - dice el mayor todo desorientado.
Pero el menor no se separó de él.

-Snif.. No pienses en Snif… eso ahora, sí?-pide Lampo lo más coherente y audible que puede- Snif.. Estás débil y d-debes recuperarte, ya después hablaremos-pide, pero se sorprendió al sentir algo húmedo en su cabello y al levantar la cabeza nota que Daemon también estaba llorando.

-Jajaja-comienza a reír amargamente Daemon-Todavía lloras... ¿Por una basura como yo? ¿Por alguien que te traicionó y abandonó?-dice con una sonrisa amarga y triste a la vez que las lágrimas seguían cayendo de sus ojos.
En ese momento Lampo lo encaró con su rostro fantasmal rojo de furia.

-¿¡Eres imbécil o qué!? ¡Claro que lloraré al tenerte a mi lado! ¿¡Cómo crees que me sentí ese día cuando te vi morir!?-dice el peliverde soltando todo-¿¡Creés que siquiera me paré a pensar en ti como un traidor!? ¡Lo único que yo quería! ¡Lo único que quiero es tenerte a mi lado tal y como habíamos prometido!-al final de gritar eso de nuevo se volvió a abrazar a Daemon.

-Lampo…. - susurra Daemon medio shockeado, pero el peliverde sigue.

-¡No fuiste tú quien traicionó! ¡Fueron ellos quienes te acorralaron! Y fuimos nosotros... Los que no pudimos protegerte…-ya con decir eso último, se debilitó mucho.
Había sacado casi todo lo que quería gritar a Daemon, en cierta manera se había sacado un peso de encima y agradeció que el pequeño Lambo tuviera el sueño pesado- No sabes lo que sentí….Lo que te extrañe

-"Claro que lo se pequeño" - piensa Daemon acariciando los cabellos de Lampo-"Un recuerdo que nunca desaparecerá"

Recuerdo de Daemon.

"Lamento informarle con tan poco tiempo joven Spade, mas tengo la desdicha de informarle que mi único hijo Lampo ha sido desterrado la mañana pasada debido a sus constantes actos de rebeldía y ahora mismo debe encontrarse lejos de nuestro territorio. Le agradezco que lo halla acompañado todos estos años y espero mantener una buena relación con usted cuando herede el puesto de su padre en un futuro"

Esas eran las palabras que rezaban en el papel.

Daemon no escuchó los llamados de Elena, en su mente solo se repetían las imágenes de los últimos meses y del momento en que Lampo le dio el reloj.

Si fue una despedida, y él a pesar de saberlo no lo evitó.

No lo protegió.

Le falló.

Todo se volvió negro al tiempo que las lágrimas y los gritos se hicieron presentes. Con los pendientes de esmeraldas que habían sido envueltos con esmero quedando olvidados en un rincón de la destrozada habitación.

-¡MALDITA SEA! - gritó fuera de sí y con uno de sus puños golpeó la pared, importando poco si se lastimaba.
La ira, el dolor, la decepción.
Todo eso más los recuerdos junto a Lampo azotaban su mente.

-¿¡DAEMON!? - escuchó el grito asustado de Elena, entonces sintió un enorme dolor en su ojo derecho y como de este escurría algo.
De la nada toda la acumulación de sentimientos negativos salieron a flote.
Vio como muchas espadas aparecían de la nada rodeándolo.
Y frente a él apareció una guadaña.
Daemon se vio reflejado en su hoja, su ojo derecho era de color verde con una pica y este estaba goteando sangre.
Se quedó allí….
Estático.

-¿Daemon…? - dice Elena susurrando y tratando de acercarse.
Pero algunas espadas comenzaron a destrozar la habitación asustandole.
Luego y todavía con mucho temor trato de llegar hasta él y al lograrlo lo abrazó.
Daemon sintió una calidez envolverlo, y allí fue cuando todas las espadas desaparecieron y la guadaña cayó al suelo.
Mientras él se derrumbaba en llanto y Elena lo consolaba.

Termina el recuerdo.

Daemon sonrió con melancolía y tristeza al recordar que la calidez que lo calmó en ese momento, lo dejó cuando él ni siquiera lo supo.

-Ya está bien Lampo, no hay necesidad de que llores-dice acariciando sus cabellos-No te volveré a dejar solo, esta vez, trataré de "vivir" por alguien que de verdad valga la pena-dice lo último en un susurro para que su pequeño no lo escuchara.

-Snif ¿Esta vez es de verdad? -pregunta Lampo mirándole.

-Si pequeño-dice el mayor sonriendo, entonces su vista se desvía hacia el tercer ocupante de la habitación que estaba durmiendo plácidamente- Nufufu de verdad me recuerda a ti-expresa riendo.
Lampo mira hacia donde estaba Lambo y hace un puchero.

-¿Y qué me dices tú? Esas dos nieblas son idénticas a ti, cabeza de melón-refuta Lampo.

-Nufufu no me digas Melón-dice Daemon haciéndose el ofendido -Además ellos tienen peinado de piña.

-Es lo mismo-dice Lampo sonriendo.

Entonces, los dos continuaron discutiendo sobre melones y piñas.
Sin sentir que del otro lado de la puerta, en el pasillo.
El resto de la décima generación (incluso Hibari) había escuchado todo.
Ayudarían a esos dos fuera como fuera.
Después de todo, no por nada eran la generación milagrosa.
 
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BERMUDA: Así que de esa manera Daemon despertó sus poderes-dice mientras le daba comida a Eto.

YO: Sipilipi - digo sonriendo inocente.

JESSICA: Nuestro melón es un ángel que solo quería proteger a su pequeño( ꈨຶ ˙̫̮ ꈨຶ ).

REBORN: Y que eligió mal a quien confiarle su corazón... -dice ocultando sus ojos con su fedorra.

YO: No me recuerden ESO- digo gruñendo- Me va a dar algo cuando llegue el momento

JESSICA: A ti o a mí? Te recuerdo que no estás sola con ESO... A quién engaño? Yo si lo voy a disfrutar, muajajjajaajajajaajajajaajjajajajajajajajjjajajajaja.

REBORN: Has crecido dame-autora.

YO: Me siento orgullosa de esa risa-digo secándome una lagrima.

BERMUDA: Ahora la pregunta de la semana-dice colocándose unos lentes arriba de sus vendas (no pregunten por qué, ni yo sé) - ¿Qué tendrán en mente la décima generación?

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