A contribution made
A man-made self brigade
An imposition of that's dwelled
And hospitality far from reality
Casts neglecting yourself
And in the process of these lies
Heroes never live, legends never die 

Era el día que los padres de Jenny iban a presentar su examen por la ciudadanía de Estados Unidos, estaban todos muy emocionados por lo mismo, sabían que con esta prueba ellos podrían tramitar todo para poder ir a México, a visitar parientes que habían dejado atrás por seguir el gran sueño americano y obviamente iban a ir con ellos la abogada y su amada familia.

Los señores Quezada se habían preparado mucho para este momento, con el apoyo de su amada hija, de su nuero y su nieta, se sentían más que listos para poder hacer lo necesario para pasar el examen con calificaciones excelentes. Ellos entendían muy bien la importancia de todo esto, a pesar de haber sido tratados mal muchas veces por su humilde precedencia, se habían esforzado en sacar adelante a su amada hija y a ellos mismos, en un país en donde estaban solos sin ningún apoyo y sin saber hablar el idioma con una señora Leticia embarazada de cuatro meses, mientras que el señor Pedro trabajaba de lo que pudiera, desde lavalozas, albañil, jardinero y demás donde eventualmente iba ahorrando para poder rentar una casa, ya que habían estado viviendo en un cuarto que les había rentado una familia afrodescendiente, pero ellos necesitaban algo bien para poder criar a su pequeña hija que venía en camino.

Sin duda alguna había sido los años más difícil para la pareja de latinos, ser indocumentado en dicho país podría acarrear muchos problemas y había muchos problemas en cuanto conseguir trabajo, pero jamás se rindieron. Al momento de que su hija llego al mundo, el señor Quezada ya había podido rentar un departamento para que vivieran en privacidad, siendo ahora su objetivo era poder darle la mejor vida del mundo a su recién nacida, Jennifer Quezada.

Fueron años oscuros para ellos teniendo apenas para comer y el señor doblando turnos en su trabajo de albañilería, pero a él no le importaba, estaba feliz por ver a su reina y su princesa bien y felices. Criaron a la pequeña Jennifer de la mejor manera posible, haciéndola una niña muy noble y llena de cariño, amante del estudio y segura de sí misma, eran padres sumamente orgullosos de su retoño.

Y todo ese esfuerzo se reducía a este momento, donde por fin podrían dejar de ser personas indocumentadas y tener los derechos que tanto merecían y todo gracias a la insistencia y ayuda de su hija y la pareja de esta, que siempre los procuraron y cuidaron en todo aspecto, estando ambos muy orgullosos de la gran abogada que se había convertido Jenny y de lo famoso que se había hecho Erick con su banda y aún más ahora que tenían una hermosa nieta que era muy aplicada en la escuela pero aparte amaba la música.

El salón era amplio, estaban sentados el uno al lado del otro y listos para responder todas las preguntas de los exámenes, no tenían miedo, habían estudiado muy duro para esto, no podían fallarse ni a ellos ni a su familia que los estaban esperando afuera de la oficina de migración.

—Todo saldrá bien Pedro, no debes de estar intranquilo.

La voz de su amada Leticia lo despertaba de sus recuerdos, hundiéndose en aquellos hermosos ojos negros el señor Quezada solamente sonreía lleno de felicidad, sin duda alguna era el hombre más afortunado de todo el mundo, tenía todo lo que había deseado en su vida.

—Lo se querida, hoy seremos ya ciudadanos y podremos regresar en un par de meses a nuestro amado México a visitar a nuestra familia de allá.

—Estoy muy emocionada de que Jennifer conozca a sus abuelas —La felicidad se escuchaba en la voz de la señora Quezada, sin duda alguna ella había estado muy feliz de poder haber criado a su pequeña en Estados Unidos, pero eso no eximia que le gustaría que Jenny y ahora Erick y Andrea, conocieran a toda la familia que tenían en México.

—Eso será lo más padre de todo, verás que encajaran enseguida ellos dos con la familia, Erick es un gran chico que siempre cuida a nuestra amada hija y nieta, así que también lo amaran.

Ella solamente asentía con una gran sonrisa.

Después de unos cuantos minutos, el que iba aplicar el examen entraba y les daba las reglas en inglés, las cuales ellos entendían a la perfección.

Se les daba unos lápices y una hoja con respuestas aunado a un cuadernillo de preguntas que era el examen que se les iba aplicar en esos momentos, ellos estaban más que listos para tomarlo.

Jenny estaba sentada en una banca a lado de Erick y Andrea, la segunda jugando en su celular mientras que el vocalista tenía su mano entrelazada con la de la pequeña latina.

—Todo saldrá bien Jen, lo sabes, tus papás son las personas más inteligentes que conozco junto contigo —la volteaba a ver Erick con una amplia sonrisa en sus labios y aquellos hermosos ojos color cielo que siempre derretían a la abogada.

—Lo se cariño, pero eso no evita que yo me sienta un poco intranquila con todo, sé que lo lograran y eso me pone muy feliz, más que nada gracias a ti que los ayudaste mucho con la pronunciación y la forma del habla, eres magnifico.

La chica acariciaba su rostro para posteriormente jalarlo hacia ella y darle un pequeño beso en sus labios haciendo que el vocalista se sonrojara de gran manera, pero teniendo una gran sonrisa plasmada en su rostro, amaba como Jenny siempre era tan cariñosa con él, era todo lo que había deseado en su vida, ser amado con la misma intensidad que él amaba a alguien y sin duda su perfecta novia lo hacía, era sin duda alguna la vida que él siempre quiso.

—Todo saldrá bien mami, mis abuelitos son muy inteligentes

Sonreía Andy, ella a la edad de casi once años entendía lo importante que sus abuelos consiguieran la ciudadanía, con ellos podrían viajar todos juntos a México, para poder conocer a sus demás parientes, pero aparte, así tendrían seguro y todos esos beneficios que le había explicado su mamá.

—Si mi vida, ellos lo podrán lograr, más porque saben que tienen a su hermosa nieta apoyándolos desde afuera.

—Si todo sale bien Andy, vamos a tomar las vacaciones de verano para viajar a México, donde crecieron tus abuelos —Erick le comentaba mientras veía a su hija y a su novia.

A la niña se le iluminaban los ojos al escuchar eso, ella ya había viajado a otros países, para el concierto de Arch Enemy y Jinjer en Canadá hace un año casi donde los acompañaron Kiba y el tío Ashton a ella y a su papá Erick, y aparte en el tour de Sk8 y de Beyond habían ido a casi todo Latinoamérica, pero quería saber más de el país de donde eran sus raíces, de México. 

—¡Si! ¡Quiero que sea un viaje genial con toda mi familia!

La niña abrazaba muy fuertemente a Erick, se notaba su emoción, el latir de Andy era de felicidad pura, podría ir de vacaciones con toda su amada familia, sus abuelitos y sus papás, personas que jamás la han dejado sola ni mucho menos la han hecho sentir menos ni mal, sino parte de todos ellos.

Los dos chicos veían lo emocionada que estaba la chiquilla, ver aquellos ojos color miel estar felices y llenos de emoción les hacía el día muy feliz, a pesar de toda la intranquilidad que había en esos momentos por el examen.

Las horas pasaban, Andy ya se había aburrido, pero seguía firme ahí con ellos, había estado hablando con su amiga Melissa sobre cómo iba con lo de la banda, ya que la que había formado con Dean se había disuelto, ya que los chicos querían tocar algo que no fuera Deathcore, sino más pop y obviamente ella no quería dejar de tocar ese estilo de música que tanto amaba.

Melissa en las últimas semanas ya había mejorado mucho en la batería, ya había empezado a tocar cosas un tanto más pesadas, como por ejemplo Suffocation, Cannibal Corpse y demás pero aún le costaba un poco los tempos en del Deathcore pero seguía practicando con Michael, quien era un maestro muy bueno y paciente con ella.

Las dos habían decidido empezar a ensayar juntas, formarían su banda de puras mujeres, querían destacar por eso y por su talento y el nombre sería el mismo que siempre había elegido Andy "Empress" en honor a su tía Fernanda, quería demostrarle que ella iba a ser la mejor vocalista y guitarrista de todo el mundo, nunca se daría por vencido con ello y lograría ser igual de grande junto a su banda como Beyond The Light.

Eso era algo que tenía muy feliz a Erick, que su hija se fuera por el camino de la música, que fuera tan apasionada como él en dicha arte, a su corta edad sabía tocar acordes que a él le costaban llegar cuando estaba aprendiendo, tocaba muy bien, extremadamente bien y lo demostraba siempre, mientras que su voz gutural era muy buena, le había enseñado a usarla de manera correcta, desde el estómago y a abrir con ello muchas partes de su garganta, incluso pudiendo hacerlo entre capaz con la ayuda correcta de su padre, quien siempre la guiaba para ello, lo estaba manejando de gran manera.

En ese momento veían que se abrían las puertas de donde habían hecho el examen los padres de Jenny, comenzando a salir mucha gente de ellas.

El trio se levantaba de su lugar y se acercaban a las mismas para esperar a los señores Quezada, pero no los veían salir, eso preocupaba un poco a la abogada, quien se estaba mordiendo las uñas.

—Tranquila, todo saldrá bien, deben seguir adentro en la prueba.

Erick la abrazaba de lado, por los hombros acercándola a él y besar su cien para intentar calmarla a la par de que la pequeña Andy apretaba la mano de su madre adoptiva.

Jenny tenía mucho miedo, ella sabía que, si sus padres no lograban pasar la prueba, iba a tener que ayudarlos a esconderse ya que era sabido que los profesores llegaban a avisar a las autoridades migratorias sobre el estatus de las personas para así ellos poder buscarlos y deportarlos de manera inmediata por su estatus migratorio en el país de las barra y estrellas.

Ella tenía varios contactos ya listos, pero no quería usarlos, no era correcto, pero tampoco pensaba perder a sus padres por tramites estúpidos impuestos por un gobierno de mierda que no se preocupaba por nadie, ya que era bien sabido que lo que se buscaba era empezar a depurar muchas zonas de habitantes latinos, por ello se había creado ICE, que era básicamente los oficiales de choque que capturaban a los indocumentados, encarcelándolos para poder llevarlos a su país de origen. El mayor problema era el racismo que los reclusos vivían, siendo infravalorados y maltratados en muchos aspectos, desde físicos como psicológicos o incluso de manera sentimental, habiendo rumores de abusos sexuales por partes de los oficiales a las mujeres y niñas, siendo que el buffet de abogados de Jenny era uno de los tantos que llevaba una investigación contra dicha agencia gubernamental.

En ese momento veían venir a los dos señores con papeles en manos tomados de la mano, y se acercaban a ellos corriendo.

—¿Cómo les fue?

La voz de la abogada era sumamente golpeada, no buscando ser grosera, pero estaba muy nerviosa por el resultado, para saber cómo debería de actuar en las siguientes horas.

—Pues... —Los padres de la chica se volteaban a ver intentando mantener un semblante preocupado, sin embargo, se ponían a reír mostrándole los papeles de los resultados que habían sido aprobatorios.

Jenny abrazaba a sus papás feliz de la vida, lo habían logrado, todo estaba cayendo aún más, lo habían logrado sus padres, estaban ya naturalizados como ciudadanos de Estados Unidos, ya solo era cuestión de tramitar las cosas, lo cual ya había empezado a hacerlo la abogada para poder así tomar esas merecidas vacaciones.

—Felicidades mamá, papá. Estoy sumamente orgullosa de ustedes, son los mejores padres de todos.

Sus padres al escuchar esas palabras sentían mucha felicidad, ver como una mujer sumamente exitosa, que había logrado todo lo que se había propuesto, con todo y las penurias que habían vivido, ella consiguió salir, ser la mejor y mostrar que siempre sería una mujer digna de admirar.

—Tú eres nuestro mayor orgullo, mija eres la mejor.

Con ello la familia completa se abrazaba, sabiendo que todo sería mucho mejor ahora.