capítulo 13

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La catedral de Mérida.

Me encontraba a pocos días de regresar a Tabasco y no sabía que iba a decirle a Sabín.

Lo más probable es que ella también se iría y no volveríamos a vernos

Claro que aún faltaban cuatro días así que quería intentar que fueran tan increíbles y emocionantes como fuera posible.

Alrededor de las 12 del día, fui a ver a Sabín a su habitación. Estaba vestida con una blusa de color azul y llevaba un short blanco.

• hola, ¿cómo estás? -le pregunté mientras la abrasaba.

· estoy muy bien ¿y tú? -me preguntó algo desilusionada

· estoy excelente, pero te ves algo triste ¿qué te ocurre? -le pregunté angustiada.

• no es nada es solo que me iré en unos cuatro días y no sé si te volveré a ver -Me respondió

• yo también estaba preocupada por eso, pero hagamos estos días los más emocionantes para que tengamos algo de que acordarnos -le respondí.

· tienes razón ¿qué te parece si vamos a la iglesia? — me preguntó

· claro que si

No tenía idea de que ella creía en dios, pero supuse que no era imposible

Nuestras mamás accedieron, pero solo si nos llevaba Loki y como teníamos muchas ganas de ir, tuvimos que aceptar.

Caminamos hasta la iglesia y Loki dijo —iré a ver ropa con Sara y ustedes estarán aquí y cuando quieran irse, búsquenme, estaré esperándolas con Sara

Ambas asentimos con la cabeza y tomé de la mano a Sabín mientras nos dirigíamos a la iglesia.

Era una iglesia muy grande hecha de lo que parecía piedra caliza. Tenía una puerta de madera sin mucha gracia, pero algo curiosa y especial. Estaba construida con paredes de concreto.

· entonces... ¿tú eres...?

· soy católica -me respondió

· bueno... es que...yo no...

· si. Lo se. No parezco una chica que cree en dios, pero mi mamá lo es y, además, hay algo que me hace creer que dios existe -respondió sonriendo

· así es. Dios existe -le dije

· sí y ¿tú?

· yo también soy católica

· ¿enserio? -me preguntó

Ya sé lo que piensan. ¿qué probabilidades hay de que Sabín sea católica? Bueno, yo me pregunté lo mismo, pero creo que en este mundo no hay imposibles

· SIP -respondí

Entramos a la iglesia. Era muy grande y las sillas eran de madera. Estaban ordenadas en filas y después de la última, había unos escalones que iban hacia el santísimo y lo demás. La típica hermosa iglesia.

· creo que quiero ir a el santísimo -le dije a Sabín mientras nos sentábamos.

sí, vamos -me respondió.

· estoy tan feliz de estar aquí que creo que por lo único que pediré a dios es que nos volvamos a ver— dijo ella tomándome de la mano.

· yo pienso lo mismo mi querida amiga— le respondí mientras me preparaba para orar en el santísimo.

De repente, sin previo aviso, una figura delgada Yalta se sentó en una de las bancas de la iglesia.

Ambas nos levantamos y la comenzamos a mirar con tanto detenimiento que creo que nunca la podré olvidar.

No lo podíamos creer, era el mismísimo "SHERLOCK HOLMES".

Era alto, delgado, de ojos grises, dedos finos y largos y tenía esa mirada tan característica en él.

· no puede ser ¿será él? -pregunté por lo bajo a Sabín.

· no tengo la menor idea, pero hay que averiguar si es él porque si es quien creo que es, debemos conocerlo— me respondió

De repente el hombre nos miró con sus hermosos ojos grises de una forma tan peculiar que creo que iba a estallar de los nervios.

· ¿disculpe quién es usted? — preguntó Sabín con voz temblorosa.

· mi nombre es Sherlock Holmes jovencita— respondió el hombre con cortesía.

Ambas nos sobresaltamos al oír esto y enseguida nos miramos con emoción una a la otra

· ¿Qué hacemos? -me preguntó Sabín

no sé, pero estoy tan nerviosa que no puedo nimoverme ¡dios mío es Sherlock Holmes! -

· susurré a su oído.

· yo tampoco puedo moverme, pero creo que hay que intentarlo ¿escuchaste su acento? -susurró Sabín

· ya se ¡me encanta! -respondí emocionada

· tengo algunas preguntas para el -dijo ella.

· si son las que yo creo, no deberíamos preguntarle

· tienes razón. Tendremos que conformarnos con saber que lo conocimos -me respondió

· es cierto

· pero ¿por qué está aquí? -pregunté desconcertada

· no lo se. NO creo que este sea un lugar que visitaría él

· así es jovencitas, no lo es, pero sin embargo la ocasión lo requiere- dijo el señor Holmes respondiendo a nuestra pregunta desde su asiento

Ambas nos sobresaltamos al oír su vos.

· ¡hay por dios! ¡no puede ser -dijimos a coro

Ambas nos miramos y yo le apreté la mano a Sabín mientras sonreía.

No sabíamos que podría oírnos, pero creo que era algo que podría pasar.

Ambas nos levantamos y nos pusimos junto a él. Sabín a la derecha y yo a la izquierda.

· dios mío ¡no puedo creerlo! Enserio es usted— le dije

— Y dígame señorita ¿qué es lo que tengo de especial? - me preguntó lanzándome esa mirada tan inquisitiva de la que había leído.

— ¡baya! Enserio la razón de que sea tan especial es porque usted es único, sin mencionar que, para nosotras, es el mejor detective que ha existido -respondió Sabín.

• Sabín tiene razón— repliqué.

• bueno, y supongo que han leído sobre mi ¿cierto? — preguntó.

• está usted en lo cierto señor Holmes— respondí con algo de delicadeza.

• veo que las aventuras relatadas por miamigo han traspasado las 

fronteras de mi nación, aunque no me sorprende -dijo con su hermosa voz.

• así es señor Holmes -dije yo

• hum, que jovencitas tan interesantes— exclamó mientras nos observaba.

Sabín y yo estábamos a punto de estallar de la emoción cuando el señor Holmes dijo

• espero que nos volvamos a ver porque estoy seguro que a el doctor Watson le agradarán mucho— dijo siendo sarcástico.

Ambas nos levantamos y le hicimos una reverencia.

Se levantó de su asiento y salió caminando de la iglesia con elegancia.

Llevaba su levita puesta y su látigo de casa en la mano.

nos volvimos a sentar.

• ¡no puedo creer que conocimos a el mejor detective de todos los tiempos! dije mientras tomaba la mano de mi amiga.

• ¡yo tampoco lo puedo creer es un sueño hecho realidad! —me respondió ella.

Ambas dimos gracias a dios y salimos de la iglesia. —creo que hay que sentarnos en el parque— me dijo ella

• si tienes razón— le respondí.

Ambas nos sentamos en una banca y estábamos algo impactadas por lo sucedido. Entonces, vimos a el señor Holmes sentarse enfrente de nosotras con alguien.

Era un hombre, aunque no puedo describirlo porque estaba muy lejos de mí, pero sé que era el doctor Watson.

• ¿es quien creo que es? — preguntó Sabín.

• me parece que si -le respondí.

Ambas los miramos con desconcierto y el señor Holmes alzó la mirada.

• baya, pero quién lo diría, pero si son ustedes dos jovencitas— exclamó mientras nos saludaba con la mano.

• mi querido Watson, estas son las jovencitas de las que le hablé ¿algo peculiares no cree? -preguntó

• ¿por qué lo dice? — preguntó el doctor Watson

El señor Holmes iba a responder, pero justo cuando iba a hablar un hombre apareció con un arma en la mano

• ¡ahí está, lo tenemos! Exclamó el señor Holmes

Sabín y yo nos quedamos inmóviles porque el hombre nos apuntaba con un arma. –si me arrestan las mataré a ambas— dijo el hombre.

• no te atrevas a tocarles un solo pelo— exclamó el doctor Watson.

• tranquila nos libraremos de esta, pero hay que ser valientes— me susurró Sabín en el oído.

Ambas nos sacudimos del miedo y acabamos por enfrentar a el peligro

Con una increíble patada de Sabín, tiramos a el hombre al suelo, pero como un leopardo casando a su presa se volvió a levantar.

Tomó a mi amiga y la tiró en la fuente que estaba no muy lejos.

Luego Sherlock Holmes y el doctor Watson comenzaron a pelear con nuestro adversario y yo fui a salvar a mi amiga.

El señor Sherlock Holmes lo dejó en el suelo con algunos movimientos y lo obligaron a soltar su arma

Era un hombre musculoso, pero nada atractivo, alto, algo flaco y con unos ojos que nadie quisiera ver en su vida. Eran tan siniestros que creo que aún los veo en mis pesadillas a veces

Corrí hacia la fuente y me aventeen ella. Tomé a Sabín por debajo y la conduje hasta la orilla.

Ambas nos levantamos y ella exclamó —¡quiero darle una paliza a ese tipo

—¿segura que estás bien? -pregunté angustiada

• sí creo que tengo un poco de agua en la garganta, pero estoy bien -dijo mientras tocía un poco

· ¿quieres darle una paliza a ese tipo? -pregunté jadeando

· hagámoslo -respondió mientras se quitaba el agua de encima

Ambas caminamos a la escena y todo se había calmado. Al parecer, ya lo habían arrestado.

Medirigí a él y le dije con furia —solo porque estamos frente a una iglesia nopuedo darte lo que mereces, pero si no lo estuviéramos, te molería la 

cara a golpes

No aguantaba más, la ira corría dentro de mí, pero no estaba dispuesta a que dios me viera hacer eso así que volví a mi asiento.

• hum creo que, para no ser de aquí, ambas son muy valientes— exclamó el señor Holmes

• pero cómo lo...

• es Sherlock Holmes, él lo sabe todo amiga— le interrumpí a Sabín.

• Es muy simple señoritas—explicó

· usted, por ejemplo, tiene una discapacidad visual y aunque suele sentirse insegura por eso, sabe que no le impide hacer todo lo que alguien haría. Además, usted es mexicana y le gusta tocar el piano ¿me equivoco? -dijo palmeándome el hombro con uno de sus dedos

· no -respondí con la boca abierta

· y usted, es de estados unidos, pero tiene raíces mexicanas. No es muy sociable y toca la guitarra ¿correcto? -dijo el a mi amiga

· sí, es correcto -respondió Sabín con la misma expresión en su rostro–pero no tengo raíces mexicanas.

· no esperaba acertar en todo, señorita -respondió el señor Holmes cortésmente

Ambas nos miramos con asombro y no tenía idea de que pudiera saber tantas cosas sobre nosotras con solo una mirada de sus hermosos y afilados ojos grises.

· todo eso es absolutamente cierto. Sin duda usted es el más increíble detective que he conocido -dijo Sabín mientras lo miraba.

• fue un gusto conocerlas, pero debemos llevarnos a nuestro prisionero, pero si algún día nos necesitan supongo que saben dónde encontrarnos -dijo el señor Holmes mientras se despedía con una reverencia.

• sí, lo sabemos. Es el 221 de la calle Baker en Londres -exclamé yo

• sí, exactamente señorita -dijo el doctor Watson.

Ambas nos despedimos estrechándoles la mano y nos pusimos a buscar a Loki y a Sara

Por cierto, la mano del señor Holmes es la mano más hermosa que he sentido en el mundo.

• no les diremos nada de lo que pasó a ellos dos ¿cierto? — preguntó Sabín.

• sí, no les diremos nada de nada porque ese será nuestro secreto— respondí.

• yo creo que nos tomarán como locas— respondió Sabín.

Los encontramos en una tienda de ropa y al vernos nos preguntaron —¿dónde estuvieron? ¿por qué están tan mojadas?

• estábamos en la iglesia y cuando terminamos de orar fuimos a sentarnos a una banca y al caminar Sabín resbaló y cayó a la fuente y yo la salvé -dije yo para justificarnos

• bueno, entonces hay que irnos ya antes de que les dé pulmonía— dijo mi hermana mientras caminaba a la salida de la tienda

Sabín y yo nos adelantamos un poco —¡dios hazme pagar por esto si quieres, pero tenía que hacerlo— dije con furia. —si tienes razón que me castigue a mí también— dijo Sabín.

•en mi opinión, dios no debería castigarlas a ninguna de las dos jovencitas—.

Al oír esto alzamos la mirada y vimos a el señor Holmes y a el doctor Watson caminando junto a nosotras

Ambas nos a reímos y les hicimos señas de que se alejaran.

• no les emos dicho nada a nuestros hermanos que los conocimos y preferimos que continúe así -dijo mi amiga educadamente

• eso nos parece bien— dijo el señor Holmes dándonos una palmadita en el hombro a cada una.

Ambas nos sobresaltamos de la emoción y salimos corriendo.

• hay, las adolescentes de hoy -le oí decir a el señor Holmes

• si suelen ser algo extrañas -respondió el doctor Watson para bacilar

• sí, pero esas dos podrían ser el futuro de esta bella nación -dijo el señor Holmes

Regresamos a el hotel y nos despedimos para irnos a nuestras habitaciones.

Creoque hoy fue uno de los mejores días de mi vida y todo gracias a la catedral de Yucatán. Porque de no haber ido, no hubiéramos vivido una increíble aventura...

• ¿Selia?

• ¿sí?

• no lo vas a creer

• ¿qué te pasó?

• tuve el sueño más increíble de mi vida

¡sorpresa!

NathaliKell, muchas gracias por sacarme de dudas con éste capítulo y por hacerme la portada de para ésta historia.

este es mi humilde agradecimiento. Te mando un gran abraso y cuídate mucho.

les quiere, Catjacrazabice.

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