Al regresar a casa, desempaqué y abrí mi computadora para escribir mi día. me senté en la mesa del comedor a escribir mientras escuchaba a Jesper Jenset.

decidí escuchar sus canciones porque es el favorito de Sabín.

abrí mi correo y encontré un mensaje de ella.

Sabín K: Hola Mili, te extraño mucho. Por ahora, todo está como pensé. Mi mamá se fue a México con mis tías y bueno, yo me mudé a la casa de mi papá.

No lo hablo mucho, pero supongo que es porque no me siento tan bien. Casi todo el tiempo está discutiendo conmigo y su esposa no deja de hacerme la vida imposible. Soy como la cenicienta, pero sin hermanastras malvadas y el príncipe. Pero por suerte, tengo una amiga y una hermanita genial. Espero que te baya bien en casa de tus abuelos. Cuídate mucho. Y por cierto, tienes que escuchar I like When we de Jesper Genset ¡está hermosa!

Milogallego: Gracias amiga, acabo de llegar de Mérida y la verdad, estoy cansada.

Se que no es tan fácil, pero estoy segura de que sobrevivirás. Recuerda que aquí me tienes si quieres hablar. Y si, justo estaba escuchando a Jesper Genset. Tenías razón ¡es muy bueno!. No olvides que te quiero.

Me sentí algo nostálgica y decidí buscar una frase para comenzar. Debía ser una frase que me gustara y que también a ella así que la única que se me ocurrió fue, querida Sabín.

Esa frase me acompañó por todos los días mientras escribía y sabía que algún día la volvería a ver.

Estaba segura de que ella y yo no nos olvidaríamos porque, aunque sé que no nos conocimos muy bien, ella y yo habíamos logrado formar un laso de amistad inquebrantable.

Como le prometí a Sabín que hablaría con mi papá, cuando llegué a mi casa, entré a su cuarto

Ahí estaba el sentado viendo un programa de televisión

· ¿A dónde fuiste?

· fuimos a Mérida -respondí

· ¿por qué?

· porque fuimos de vacaciones

· bueno. Eso es cosa de ustedes -bufó mientras se levantaba de la cama

· claro -dije disimulando mi enojo

Yo también me levanté de la cama y me fui de la habitación.

Sabía que algo así podía pasar así que no me preocupé. Mi papá y yo no nos hablamos por un tiempo.

En ese momento, tenía unas ganas increíbles de ver a Sabín y contarle como me sentía así que escribí y escribí hasta que mis dedos se cansaron y recordé todo lo que pasamos juntas. decidí que no volvería a cuestionar lo que hago.

Ahora, después de un corto tiempo, aún me parece recordar la forma en que Sabín se sentaba en la mesa del hotel a escuchar lo que le contaba y me gusta recordar los buenos momentos que pasamos juntas y las grandes cosas que enfrentamos.

Nota: Se que creen que todas las palabras que emos usado durante todo el verano mi amiga y yo son muy propias para dos adolescentes, pero deben saber que la propiedad es un principio que se adquiere escuchando a los que lo usan y tratando de manejarlo correctamente, Y claramente, leyendo.

Espero que mi historia no termine aquí porque estaré feliz de pasar otro verano con mi mejor amiga.

Ésta historia fue corta, pero yo sé que aún no ha terminado y si ustedes quieren saber lo que sigue, no dudaré en contárselos. Nos escucharemos, veremos y sentiremos muy pronto.