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SooBin rodó los ojos hacia arriba, mirando a los agentes frente a él. Harto.

—Que sea mi compañero de celda no tiene nada que ver, solo viene a dormir —explicó, estaba en la sala de visitas, esposado, mirando a los agentes frente a él.

—Solo queremos saber qué movimientos ha tenido, diga todo lo que sabe o será tomado como cómplice —avisó TaeHyun frente a él, con el casco en el regazo, mirando con seriedad a SooBin.

Le daba satisfacción verlo ahí.

—Él es la prostituta de aquí, todos se acuestan con él y últimamente solamente un alfa lo usaba, se hizo su perra personal y él logró sacarlo de aquí luego de que se cansó de usarlo...

—¿Quién es ese alfa?

—Cha EunJung, no tengo nada que ver, pueden revisar mi celda...

—Los otros reclusos dicen que sólo sales de tu celda para comer y ducharte, ¿Por qué? —preguntó TaeHyun arqueando una ceja, a su lado estaba ChangBin, en silencio y mirando a SooBin fijamente.

SooBin se acomodó en la silla, una postura recta y confiada, arqueó una ceja.

—No me junto con porquería —fue su respuesta, alzando el mentón con altanería— No me interesa lo que hacen afuera.

—¿Y qué haces en la celda?

—Recuperar el sueño que perdí en el club, y leer.

—¿Qué lees?

—Eres preguntón, Kang —señaló con una media sonrisa— Stephen King.

¿Cómo conseguiste el libro? No tienes derecho a visitas, y aquí no hay bibliotecas —señaló ChangBin, SooBin lo observó.

—Un día dormí en una celda que no era la mía, puesto que su prófugo iba a hacer un trío ahí, así que a cambio de qué yo me fuera uno de los reclusos me dió ese libro, muy interesante —señaló. Estaba más que claro que SooBin no tenía nada que ver, y estaba colaborando con lo que sabía, aún conservando su actitud altanera, pero colaborando.

TaeHyun sólo le dió una mirada, antes de levantarse, dando por concluida la conversación.

—Necesito hablar contigo —habló ChangBin, TaeHyun lo miró, ChangBin le devolvió la mirada haciendo a su compañero tomar asiento nuevamente.

Cuando se hacían esos interrogatorios especiales, no había oficiales ahí, tampoco cámaras o micrófonos, era algo privado entre ambos agentes y el recluso.

Así que debían aprovechar.

—¿Qué quieren? Ya no hago negocios, tú no los hiciste conmigo allá afuera, menos lo harás aquí dentro —mencionó SooBin mirando a ambos con desconfianza, ¿Por qué se habían devuelto de esa manera? ¿Qué debían hablar con él?

ChangBin había decidido compartir su idea y pensamientos con TaeHyun que no refutó ni cuestionó ninguna de sus palabras y prometió no decir nada y no dejarlo sólo.

—Necesito que hagas un trabajo... Allá adentro...

—No, mi expediente no puede ser manchado.

—No se va a manchar y si por alguna razón el trabajo apunta a ti, me aseguraré de borrarlo —prometió ChangBin mirándolo a los ojos.

Volver a atrapar a Oh y encarcelarlo no lo contenía, ya era más que obvio, y no estaba dispuesto a que Kai viviera atormentado por una posible salida del alfa.

Haría todo el proceso legal y lo dejarían tras las rejas.

Pero luego...

—Mata a Oh, como sea —pidió, SooBin arqueó una ceja.

—¿Qué gano?

—¿Qué quieres ganar? —preguntó ladeando la cabeza, SooBin relamió sus labios, tomándose el tiempo de pensar.

Dinero era lo que menos necesitaba, ahí adentro no le servía de nada, pedir cosas también le parecía inútil para tal trabajo.

—No soy sicario —señaló tomando una postura despreocupada en la silla— Aunque Oh me saca de mis casillas... Bien... Lo haré por tres millones...

—¿Tres millones? ¿Estás loco acaso? —espetó TaeHyun, frunciendo el ceño. SooBin alzó ambas manos, haciendo una seña de que hiciera silencio.

—El negociante soy yo, agente.

—Ajá, tres millones de dólares... —retomó ChangBin con el ceño fruncido, SooBin volvió a verlo.

—Si, pero no me lo vas a dar a mi... —negó con la cabeza— Con esos tres millones vas a comprar una cuna, carreola, peluches, mantas, pañales, biberones, cualquiera mierda que sea necesaria para un bebé y la vas a dejar en dónde está YeonJun... Tres millones exactos en artículos de calidad para bebé —exigió, ChangBin asintió con una ceja arqueada.

—¿Algo más?

—Ni se te ocurra decir que todo eso lo envié yo, inventa algo y déjaselo, haré el trabajo cuando Oh esté aquí y me traigas evidencia de lo que compraste —explicó, los agentes se levantaron de su asiento para retirarse, dando por hecho lo que necesitaban, SooBin solamente los observó en silencio irse.

Tenía un sólo trabajo, lo había aprovechado al máximo y luego de eso no haría nada, solamente sentarse a esperar los días, a dormir todo lo que pudiera e ignorar lo que pasaba su alrededor, sin dejarse influenciar.

Por otro lado, TaeHyun le dió un apretón en el hombro a ChangBin mientras caminaban a la salida del retén.

—Yo te daré la mitad —susurró, ChangBin negó con la cabeza.

La idea había sido suya, él había pedido el trabajo y no quería involucrar de forma monetaria a Kang.

—Como testigo, déjame ayudar... Además, esto me favorece también —señaló antes de avanzar más, sin aceptar una negativa de ChangBin que bostezó disimuladamente.

Esos días la búsqueda de Oh no había tenido paradas de descanso, apenas y para almorzar en las mismas furgonetas.

Había vaciado todas las tarjetas de Kai y había retirado el efectivo por lo que no podían saber el paradero por medio de la cuenta bancaria, solamente la data de donde se sacó la transferencia.

Un criminal como Oh no podía ir tan lejos, a pesar de que tenía todo el dinero de Kai encima. Sus hombres habían sido encarcelados, algunos matados, pero la posibilidad de contratar otros estaba intacta.

Aunque, ¿Qué sería mejor para el criminal? ¿Salir del país o quedarse ahí?

Claramente salir del país, podía pagar un pasaporte falso, documentos de identidad, ropa, armas, la cantidad de dinero que tenía no era un juego después de todo.

Pero había algo que los mantenía atentos y sin irse más allá del país, Oh había dado la advertencia de buscar a Kai, así como que durmiera con un ojo abierto.

Kai era su víctima más reciente y más afectada, una obsesión que dió frutos demasiado grandes después de un tiempo.

La foto de Oh empezó a rodar por todas las autoridades en días, y en los detectores faciales de las cámaras de vigilancias de las calles.

¿A quién más podría tener amenazado o con alguna venganza para quedarse ahí?

Que ellos supieran, a nadie.

Siguieron buscando con los días, cuatro días seguidos apenas obteniendo pistas diminutas que no llegaban a nada.

No iban a jugar al gato y el ratón, necesitaban hacer más trabajos y no querían que el criminal estuviera tanto tiempo suelto.

Por eso, recurrieron a la carta bajo la manga.

Choi SooBin.

—¿Tengo que hacer su trabajo sucio? No dejan leer en paz —reclamó el alfa pasando la página de su libro con tranquilidad, de reojo podía ver a varios agentes del otro lado de la celda.

—Seis meses menos de condena si logras colaborar —soltó uno, SooBin cerró el libro con un golpe.

Algo es algo.

¿Qué hay que hacer? —preguntó arqueando una ceja, levantándose, dejando que abrieran la reja y le colocaran las esposas.

SooBin estaba preso, su imperio había caído, pero era una vil mentira que todos sus hombres también habían caído, los que quedaron afuera habían ido por otros lados, a otros jefes aún prófugos, y a pesar de su encierro y su pensamiento de redención, seguía conociendo a contactos que podían ayudar.

Por eso, después de meses le dieron un teléfono con sólo tres llamadas.

—Hay que conseguir a Oh sea como sea, si tú ayuda nos funciona te daremos los seis meses...

—¿Y si no lo encuentran con mis métodos?

—Adiós seis meses —explicó otro, SooBin frunció el ceño, no estaba tan seguro de ese trabajo, no se sentía confiado en esa parte porque no sabía qué tanto habían cambiado las cosas allá afuera.

Aún así, lo hizo, hizo tres llamadas a diferentes jefes y uno de sus hombres, no perdía nada intentando.

Así que así, Oh empezó a ser buscado por la inteligencia nacional, y el bajo mundo, que iba a ser recompensado con dinero.

—¡Hey! ¡Hay un vídeo! —exclamó en las oficinas uno de los trabajadores, al quinto día de búsqueda, con los lentes de pasta algo torcidos y ojeras, de inmediato hizo el envío a la pantalla de la sala de reuniones, en dónde la mayoría del equipo estaba descansando.

—¿Un vídeo? ¿Qué página hay ahora?

—Es una página que dice al inicio que es recetas de arroz chino, pero es... —se quedó en silencio mirando la miniatura del vídeo, todos la observaron, desviando la mirada, todos menos ChangBin.

Si no lo mata SooBin, lo mato yo. Pensó mirando la miniatura un vídeo desde otra perspectiva en dónde Kai era protagonista, era el mismo vídeo que antes habían borrado pero desde otro ángulo.

—¿Cómo pudo recuperar esto? Todas sus cosas fueron confiscadas, la cabaña está en proceso de derrumbe, y sus cuentas fueron bloqueadas, no hay lugar donde pueda guardar-...

—Si la hay —soltó TaeHyun interrumpiendo a otro compañero, la falta de sueño, algo de hambre, el estrés y la rabia de la situación no lo detenía a pensar y analizar con detenimiento— Un Cyber... Hay un cyber café a unos minutos, ¿Cuántos hay en el estado?

—¿Cómo pudo meterse en un cyber? Sus cuentas están bloquedas, su correo electrónico fue eliminado y sus datos personales no pueden ser registrados en ningún lado puesto que nos dará un aviso —aportó otro, TaeHyun relamió sus labios.

—Puede que tenga un correo electrónico que no sepamos —aportó ChangBin cruzando los brazos, apretó los ojos para despejar el sueño.

—No, no, escuchen esto —pidió TaeHyun de pié, teniendo la idea muy fresca en su cabeza— No hay necesidad de hacer una cuenta extra como lo es un correo electrónico, está en un cyber y todos usan el mismo correo en un inicio de sesión, y este correo sólo extrae la información que le da el dueño, es decir los dueños del cyber... Así que no tiene ninguna documentación suya, tampoco su dirección IP ni ningún dato que registre la computadora como suya ya que es un local y las computadoras son para todo público, nadie cierra sesión ahí, es un mismo usuario para acceder al buscador... Y si llega a pasar el abrir sesión en una página como es esta —señaló a la pantalla, el usuario con letras y números y sin foto de perfil— Las computadoras de un cyber no están programadas para guardar esa data puesto que es privada...

—Bien, eso lo entiendo, ¿Pero y los vídeos? Las computadoras de los Cybers las reinician cada mes o dos para no sobrecargar la máquina de información, borran los documentos y cualquier cosa que la gente deje ahí —señaló otro, empezando a pensar en el mismo hilo que Kang.

ChangBin chasqueó los dedos.

—Borradores —señaló ChangBin, TaeHyun asintió— La mayoría de páginas para videos te permiten tener borradores en tu cuenta y siempre los tendrás siempre y cuando tú sesión esté abierta.

—La página tal vez ya estaba creada y apenas le está dando uso, pero es muy factible esto —afirmó otro.

—¿Cuántos Cybers hay en el estado? —le preguntó Kang al muchacho de informática que fue por su laptop, buscando la lista de locales que había, y tecleando el código que registraban ese tipo de local, la página arrojando la cantidad en una esquina, y en lo demás los nombres y direcciones de cada uno.

—Hay diez, y uno de ellos solamente es con computadoras viejas, es decir solamente para que coleccionistas o turistas vean las máquinas, son nueve...

—Hay que pedir las cámaras de vigilancia de todos estos.

—No bajen el vídeo —negó de repente ChangBin, todos se quedaron en silencio, mirando al alfa.

—Lleva mil vistas ya... —comentó el de informática, ChangBin negó con la cabeza.

—No lo bajen, si lo hacen sabrá que ya descubrimos esto y se moverá, ¿Cuál es el patrón de actividad en el caso? —preguntó, otro alfa más alto alzó la mano, igualmente de informática y rastreo.

—Lo más común y seguido, es que suben un vídeo nuevo cada que llegan al millón de vistas con mil me gustas, y los vídeos tardan un promedio de tres a cinco horas en llegar en esa cantidad...

—La pregunta es... ¿Lo subirán a la misma página? —preguntó TaeHyun arqueando una ceja, el muchacho asintió.

—Las últimas veces tuvieron la conducta de subir cinco a siete videos por página, este es el primero... Dice que acaba de subirse hace treinta minutos... Y ya tiene diez mil vistas... —se impresionó cuando recargó la página, aunque no era tan sorpréndete, hubieron meses sin ese tipo de contenido y que volviera de la nada, siendo el único vídeo, era de esperar— Si sigue con este mismo patrón, cada hora tendrá veinte mil vistas... Lo que nos da... —pensó por un momento, sacando un promedio mentalmente— En dos horas son cuarenta mil... Más dos horas más... Son ochenta mil vistas... Incluso puede ir más rápido —señaló, aún sin poder llegar al promedio puesto que los números seguían subiendo cada que recargaba la página.

Todos los agentes empezaron a despejar el sueño de inmediato.

—No importa, se supone que Oh debe estar supervisando la página por las vistas, ¿Cierto? Debe estar aún en el cyber —señaló otro, los demás asintieron de acuerdo— En caso de que llegue a un millón, según la estadística debe subir otro, así que tiene que estar allí...

—Son las siete, ¿A qué hora cierra el cyber? ¿Cuál cierra más tarde?

—Cyber café, a las nueve... A unas manzanas de aquí...

—Vamos a ese —decidió Kang, colocándose la máscara y el casco, todos lo imitaron, movilizando el equipo de la mejor manera.

Querían terminar con eso, no era posible que un solo ex-agente les estuviera haciendo la vida cuadros.

ChangBin se sintió mal por ordenar que dejaran el vídeo, pero no podía arrepentirse, podía dejar el vídeo unas horas o minutos más.

Porque era para atrapar a Oh y llevarlo a dónde le darían el final que merecía.

Y que todos querían.










































Jejejejeje cómo lo ven? Comenten!

The_Dark_Diamond04

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