Capítulo 1

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Hoseok se alistaba con gran emoción para un nuevo día en una nueva ciudad, siempre había sido una persona muy alegre y sociable, la idea de hacer amigos y quizás encontrar a una persona especial hacía que su sonrisa se agrande y muestre todo su esplendor.

Terminó de arreglarse poniendo un bonito adorno en su cabello y un bálsamo en sus labios. Tomó su maleta roja con una pequeña flor colorida bordada en una esquina y bajó las escaleras lo más rápido posible teniendo cuidado de no tropezarse. Al llegar a la cocina se encontró con su papá Omega luchando contra su hermanito para que este se ponga el uniforme.

- Buenos días, papá. Buenos días, Binie - saludó apenas llegó, recibiendo las miradas instantáneas de los otros dos.

- Buenos días, hijo.

- ¡Hyung! - gritó el pequeño Soobin aprovechando la oportunidad para salir corriendo de los brazos de su progenitor a los de su hermano. Yoongi negó frustrado y bufo.

- ¿Qué hay de desayuno? Quiero aprovechar que aun tengo tiempo para comer algo - declaró el Omega menor.

- Cereal con leche. Soobin me ha tenido ocupado toda la mañana insistiendo en que se vista para ir a la escuela porque Jungkook está cambiando la llanta del carro para llevarlos - respondió sin muchas ánimos, volviendo a tomar al menor de sus hijos para sentarlo en el mesón de la cocina y tratar de arreglar su corbatín.

Hoseok rió brevemente comenzando a buscar el tazón, el cereal, y la leche en la nevera. Sirviéndose lo más rápido posible. 

- Te vas a atragantar, mastica - regañó Yoongi. El menor iba a reprochar, pero dicho y hecho, comenzó a toser desesperado - Ya ves, te lo dije. 

Hoseok tomó una bocanada de aire una vez el cereal pasó por su garganta, dándole una mala mirada a su progenitor ¡Casi se ahoga y él bien fresco! 

- Gracias por preocuparte, eh - dijo irónico. 

- Te dije que mastiques, tú no hiciste caso. Además, ¿por qué tan apurado? 

La enorme sonrisa volvió a hacerse presente en el rostro del Omega menor, ¡iba a ser un gran día! lo presentía, su lobo estaba más que emocionado por comenzar de cero en una nueva escuela y hacer nuevos amigos.

- Solo ya quiero conocer a mis nuevos compañeros - contestó con simpleza. El pálido sonrió tenuemente feliz por su hijo mayor, pero preocupado por su hijo menor. 

- Ójala Soobin estuviera igual que tú. 

El pequeño hizo un puchero y negó al ser mencionado, bajando la mirada a sus manos que se mantenían entrelazadas. Yoongi tomó una profunda respiración y abrazó al pequeño azabache que comenzó a llorar. 

- Tranquilo, Binie, papá está aquí... No te va a pasar nada, estoy aquí - susurró el omega con ternura y depositando un beso en su cabecita, tratando de calmar al infante que se aferraba a su cuerpo con fuerza. 

Hoseok desvió la mirada a su plato terminando de comer lo más rápido posible para después lavar lo que uso e irse en busca de su padre alfa, no tardando en encontrarlo. 

- Buenos días, papá - saludó Hoseok dando saltitos. Riendo al ver al mayor enredado con su corbata - Déjame ayudarte. 

Jungkook sonrió y revolvió los cabellos de su hijo. 

- Gracias, Seokie ¿emocionado? - preguntó, aunque ya sabía la respuesta, había escuchado parte de la conversación en su camino a la cocina. El omega afirmó - Bien, solo falta tu hermano. 

Hoseok se sintió incómodo ante eso, no es que él odie a su hermano menor, no, claro que no. Él sería capaz de dar la vida por Soobin, pero desde aquel accidente sus padres cada vez le daban menos tiempo por invertirlo en el menor de los Jeon. Al principio trató de ser comprensivo y verlo por el lado bueno, tendría más privacidad sin tener a su hermanito brincando y gritando a su alrededor pidiéndole que jueguen. 

Pero no dejaba de hincarle esa espinita de querer tener a alguien que lo cuide 24/7, quizás estaba siendo exagerado, pero él admira tanto la relación de sus padres que le gustaría tener una igual. Una donde sea tratado como fina porcelana, una con un Alfa que se enorgullezca de proclamarlo como suyo ante todo el mundo, fuerte, territorial y con aura imponente, tal como su padre. Amaba tanto como el Alfa trataba al Omega, que divagaba despierto con encontrar aquel o aquella Alfa que lo quiera igual.

Y lo confirma en este momento que ve como Jungkook carga a Soobin en uno de sus brazos mientras que el otro lo mantenía alrededor de la cintura de Yoongi, apegandolo a su cuerpo y dejándole un beso en la frente, rebiendo un reclamo por parte del infante que apuntaba su mejilla en señal de que también quería un beso.

Algún día. Algún día tendría aquel Alfa soñado y muy probablemente un cachorrito al que amaría mucho. Pero primero era estudiar, obtener un título universitario y tener un buen trabajo porque de mantenido no iba a vivir.

- Disculpen, no quiero interrumpir, pero ¡se nos hace tarde! - espetó con el ceño fruncido, golpeteando la punta del pie contra el suelo.

Los mayores rieron por la desesperación de Hoseok, dirigiéndose a la salida entre sus habituales pláticas mañaneras, unos cuantos berreos de Soobin, pucheros de Yoongi, resongones de Hoseok y un Jungkook volviéndose loco por tantas feromonas y gritos dentro del auto, llegaron al fin a su destino.

El mayor de los hermanos Jeon veía fascinado desde la ventanilla donde estudiaría de ahora en adelante. Era mucho más grande y bonita de lo que esperaba, las escuelas privadas eran las mejores, nada que ver con la que estudiaba antes. Los grandes edificios se alzaban imponentes ante su mirada, el césped perfectamente cortado, los estudiantes entrando y saliendo con sus hermosos y costosos uniformes solo era un abreboca a lo que Hoseok denomina: el mejor año Escolar antes de ir a la Universidad.

- Me voy, me voy, me voy - Hoseok se bajo del auto dando traspiés, despidiéndose torpemente.

- Ten cuidado - advirtió Jungkook mientras jalaba a Soobin desde el otro extremo del asiento para que saliera, pero este se aferraba fuertemente al asiento y cintura de seguridad, lloriqueando entre súplicas por volver a casa.

- ¿Llevas supresores, dinero, identificación? - enumeró Yoongi, poniéndose a la par del otro Omega que daba saltitos en su sitio.

- ¡Sí, sí, sí!

- Ve a rectorado para que te indiquen tus horarios y clase, pórtate bien y asegúrate de prestar atención a clases - indico el alfa ya con el infante en brazos a la par del Omega pálido que solo rodo los ojos ante lo último.

Hoseok se despidió de los mayores con un abrazo y un beso en la mejilla a cada uno, revolviendo el cabello de su hermano menor en un gesto cariñoso.

- ¡Ten un buen día y cuidado donde pisas!

- ¡Gracias, lo tendré!

Con eso último Hoseok desapareció entre el tumulto de estudiantes que se dirigían a sus respectivas aulas de clases. Yoongi volteo a ver a su esposo e hijo que se ocultaba en el cuello del alfa, aferrado cual koala.

- Es tu turno, Binie.

El pequeño se oculto aún más, ambos se vieron los ojos suspirando y entrelazando sus manos en un débil agarre, dirigiéndose por el mismo camino que había tomado Hoseok.

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¡Priner cap! ʕ ꈍᴥꈍʔ

Espero no les haya aburrido, por cierto ¡gracias por los 100 seguidores! (^з^)-☆Chu!!

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