Capítulo 20

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Comienza a salir el sol en la ciudad de Indianapolis, se puede ver en la que pronto dejará de ser la habitación de Lincoln, a este mismo junto a Angélica. Ambos habían tenido una noche para el recuerdo, sobretodo para el peliblanco, quien sin duda recordará este momento con mucho cariño, siendo que este sería su último día como un chico.

Vemos como Angélica comenzaba a despertar, ya que debían de volver a donde estaban las chicas y así no levantar sospechar de lo que hicieron. Vio a Lincoln quien estaba pegado a ella además de que tenía su cabeza sobre sus atributos.

_ Es tan lindo cuando duerme. Será mejor que lo despierte pronto antes que las demás despierten.— dijo en voz baja Angélica.

Así la castaña procedió a despertar a Lincoln para que se ponga el vestido para dormir y regresar a donde están las chicas y fingir que estuvieron ahí toda la noche.

_ Lincoln..... despierta, debemos de volver a la sala antes que Ashley y Susana despierten.— dijo Angélica moviendo a Lincoln.

_ Eh..... y-ya voy.— respondió Lincoln aun dormido.

Lincoln se levantó con mucho pesar, esto en parte debido a lo que ellos dos hicieron, hizo un gran esfuerzo en darlo todo y satisfacer tanto a sí mismo como a la castaña. Ya despierto y dándose un pequeño estirón para así tener despierto su cuerpo fue que miró a Angélica.

_ Buenos días Angélica.— saludó el albino.

_ Buenos días Lincoln.

En eso Angélica le dio un beso en los labios a Lincoln, este en primeras instancias se había sorprendido pero luego recordó lo que habían hecho anoche y también de que la misma Angélica le confesó que le gustaba y por consecuente lo dos tuvieron una hermosa noche.

_ ¿Y que te pareció lo que hicimos?— preguntaba Angélica.

_ Fue algo que jamás he experimentado en lo que llevo de vida. Solo puedo decir que fue mágico.— respondió Lincoln.

_ Sabía que te iba a gustar. Quería darte eso para que tuvieras un lindo recuerdo de cuando eras un chico. Ya que después ya no podrás hacerlo jamás.— decía la castaña.

_ En eso tienes razón, y gracias, por darme ese lindo regalo. Lo recordaré por siempre.— dijo Lincoln.

Antes de que Angélica dijera algo fue que recordó algo que sin duda alguna le dejó pensando.

_ "Si Lincoln piensa convertirse en una chica eso también puede ocurrir de que en algún momento puede enamorarse de un chico y también hagan lo que hicimos los dos. Pero no pienso decirle sobre eso, él de seguro ya sabe de eso".— pensó Angélica.

_ ¿Que hora es?— preguntó Lincoln.

_ Debe ser como las 6, debemos de volver a la sala y fingir que nosotros dos estuvimos ahí toda la noche.— respondió Angélica.

_ Es verdad, pero antes debemos de ponernos las pijamas, yo después arreglo la cama.— decía el albino.

Bajaron de la cama y se pusieron de nuevo sus pijamas, antes de salir fue que Lincoln le preguntaría a su amiga sobre lo que habían hecho anoche.

_ ¿No pasará nada malo luego de lo que hicimos?— preguntaba el albino.

_ Tranquilo, todo está bajo control. Tengo una pastilla anticonceptiva la cual me la tomaré para evitar algo a futuro.— respondió la castaña.

_ ¿Y de donde sacaste esa pastilla?— volvió a preguntar Lincoln.

_ Como te había contado hace días atrás yo suelo juntarme con las chicas de 17 años. Un día cuando estaba con ellas dos de ellas contaban que están saliendo con unos chicos que conocieron mientras estaban trabajando.

_ Una de ellas cuenta que ella y su novio lo hicieron, ahí ella cuenta que antes de hacerlo compraron algunas pastillas anticonceptivas, esto gracias a que ese chico tiene 18 años, ella se guardó algunas pastillas para otra ocasión. Yo estaba sorprendida por lo que había contado, y fue ahí que ella me dio una pastilla, yo no sabía que hacer con ella, pero decidí guardarla por si mi amiga se quedaba sin pastillas.— respondía Angélica.

_ Ya veo, también me sorprende que tu amiga tenga pareja y también lo hicieran. Dejando la platica será mejor que volvamos a la sala.— dijo el peliblanco.

Ambos salieron de la habitación para volver a la sala, pero en eso Lincoln recordó algo importante, por lo que debía de cerciorarse de que no haya pasado.

_ Espera, primero veamos si Megan no se ha enterado de lo que hicimos.— dijo Lincoln en voz baja.

Lincoln lentamente y sin hacer ruido fue a la habitación de Megan para estar seguro de que la rubia no se haya enterado de lo que hicieron. Abrió la puerta muy despacio y vio que Megan estaba dormida sobre su escritorio con su lámpara encendida, dejando claro que se había quedado dormida posiblemente antes de que ellos dos hicieran lo suyo.

_ Se quedó dormida sobre su escritorio, eso quiere decir que se quedó dormida mucho más antes que nosotros.— decía Lincoln a Angélica.

_ Genial, y también las demás no se dieron cuenta de lo que hicimos. Por lo cual podemos estar tranquilos.— dijo Angélica en voz baja.

Con la tranquilidad de que ninguna de las chicas escucharon de lo que hicieron anoche fue así que Lincoln y Angélica fueron despacio a donde habían quedado sus bolsas para dormir. Se metieron dentro de las mismas e hicieron que estuvieron ahí toda la noche.

Momentos después.

No mucho tiempo después se puede ver a Megan quien salía de su habitación, se tomaba la espalda debido a que se quedó dormida sobre su escritorio haciendo sus tareas de la universidad.

_ Maldición me duele la espalda, el sueño me venció sin darme cuenta.— se quejaba la rubia.

Fue al baño primero y después de darse una ducha y hacer sus necesidades se dirigió a donde estaban las chicas para despertarlas, ya que debía dejar a Ashley, Susana y Angélica al orfanato.

_ Chicas ya despierten, tengo que llevarlas al orfanato aprovechando el tiempo que tenemos.— avisó Megan a las chicas.

Las ya mencionadas se fueron levantando, eso incluye a Lincoln y Angélica, quienes también se habían quedado dormidos. Cuando ya ellas estaban despiertas fueron al baño para así bañarse y estar listas para que Megan vaya a dejarlas al orfanato.

Por su lado Lincoln fue de última ya que era prioridad sus amigas, ya que debían de estar preparadas recordando que vinieron al apartamento a pasar una pijamada con él y aprovechar estos últimos momentos que le quedan siendo un chico.

Ya cuando Lincoln se puso su ropa de la que compró con Megan días antes, se dirigió a donde estaban sus amigas y Megan para así despedirse de ellas.

_ Adiós chicas, espero verlas antes que me vaya con la señora Olivia para así me puedan operar.— dijo Lincoln a sus amigas.

_ ¿A que hora tendrás que irte?— preguntó Ashley.

_ A mas tardar entre las dos y tres de la tarde. Por lo que tengo tiempo para así estar con ustedes y después irme al hospital.— respondía el albino.

_ Muy bien, ya es hora de irnos chicas, no quiero que lleguen tarde a sus clases.— dijo Megan a las chicas.

Con eso dicho Megan en compañía de las chicas proceden a irse del edificio para ir al auto de la rubia y así dejarlas al orfanato. Por su lado Lincoln se quedó en casa ya que dentro de unas horas irá con la señora Olivia al hospital y así llevar a cabo la operación para ser una chica.

_ Aprovechando que tengo tiempo de sobra voy a limpiar todo lo que hicimos ayer en la pijamada.— decía el albino.

Dicho eso Lincoln acomodó todo en la sala y recogió toda la basura que quedó de la pijamada, la cual debía de reconocer que fue muy divertida, sobretodo lo que hizo con Angélica, aunque claro, eso no era parte de lo que tenía planeado, pero de igual forma le gustó mucho y es un lindo recuerdo que le quedará de aquí hasta el día que deje este mundo.

Fue a su habitación y la acomodó dejándola todo en orden, al ver la que fue su habitación le daba algo de pesar el tener que dejarla. Cuando vino al edificio la primera vez le sorprendió lo grande que era, ya que a comparación de la habitación que solía tener en la casa Loud es más que evidente el tamaño de la misma.

_ Voy a extrañar esta habitación, fue un tiempo corto que estuve aquí, pero fue más que suficiente para encariñarme.— dijo a sí mismo Lincoln.

Tras dejar la habitación toda ordenada quiso darle una limpieza a los muebles que tiene ahí. Fue por unas toallas y las pasó por la mesa de escritorio, el pequeño tocador, y también el ropero el cual tiene un espejo incluido.

En eso Lincoln se vio en el espejo y pudo ver nuevamente el como luce con la ropa que había comprado con Megan la cual usará a partir de ahora. Se dio una pequeña vuelta para apreciar su figura.

_ Según dijo la señora Olivia qué tras la operación tendré que someter a un tratamiento para lucir más a una chica. Espero que eso también influya en mi cuerpo, no me vendría mal una mejor figura.— decía el albino.

A su mente le cruzó el pensamiento de que muy probablemente pueda adquirir una buena figura eso debido a los genes de quien fue su madre. Ya que es sabido que sus hijas van a heredar un cuerpo similar cuando sean adultas, por lo que eso muy posiblemente también le vaya a suceder, pero eso lo sabrá cuando crezca.

Pero eso no fue lo único que cruzó por la mente de Lincoln, al mirarse al espejo y ver que aún seguía posando frente al espejo le vino una idea a su mente. Fue a buscar su celular y con ello quería tomarse unas fotos.

_ No soy de hacer esto, pero no hace nada malo intentarlo al menos una vez en la vida.— dijo Lincoln.

Puso la cámara de su celular y acto seguido comenzó a tomarse varias fotos, haciendo algunas poses y sonriendo a la cámara. En algunas ocasiones solía ver a Lori hacer esto mismo, por el simple motivo de que quería obtener una cantidad enorme de "likes" en cada foto que sube para superar a su mayor nemesis.

Se había tomado varias fotos, no muchas, ya que no es el tipo de persona que se toma fotos cada dos por tres. Vio las fotos en las cuales se veía bien con la ropa que llevaba puesta.

_ Me gustaría publicar estas fotos, pero no puedo hacer ya que alguien conocido me puede reconocer. Ya sé, se me ocurrió una idea.— decía Lincoln.

El albino vio que en su galería de fotos e imágenes había unas herramientas para poder editar las fotos, por lo que le pone unas caritas de emojis para ocultar su identidad y así nadie sepa quien está detrás de las fotos.

_ Genial, así nadie sabrá quien soy. Ahora lo que haré ahora es crearme una cuenta y así subir las fotos.— dijo Lincoln.

Acto seguido se creo una cuenta de perfil en Instagram, subió las fotos editadas añadiendo un comentario. Ya cuando las publicó quiso hacer algo más, y eso es seguir a Megan, ya que la rubia tiene una cuenta en dicha red social.

_ Listo, veamos si esas fotos consigue algo de notoriedad. Aun falta mucho para ir con la señora Olivia al hospital, podría hacer algo para distraerme.— decía el albino.

Se puso a ver la televisión por un rato hasta que no había nada bueno que ver, por lo cual decidió salir un rato aprovechando que aun quedaba tiempo. Justo cuando estaba por abrir la puerta se acordó de algo.

_ Cierto, no puedo salir con esta ropa. Ya ansío poder salir con la ropa que tengo sin tener miedo de que la gente me diga algo.— dijo Lincoln un poco molesto.

Fue de regreso a su habitación y se puso la ropa de chico que aun mantiene ya que Megan dijo que la iba a donar. Debía de esperar un poco más, al menos que tenga el cabello un poco largo, y hablando de eso siento su cabello un poco más largo, eso gracias al shampoo qué Angélica le dio.

Ya listo sale de la habitación para distraerse un poco hasta que sea la hora acordada. Veía que podía hacer de momentos, no tenía ganas de ir a los videojuegos, por lo que fue caminando a ver si veía algo interesante.

Fue ahí que Lincoln vio un local en donde había ropa en exhibición, pero no era la misma tienda que suele ir sus amigas, esta tienda se veía que venden ropa más fina de marcas más prestigiosas.

_ Vaya que ropa tan elegante tienen ahí, se ve que es algo cara.— comentó el albino.

Se acercó más a la ventana del local para apreciar mejor la ropa, vio que había trajes para hombres de negocios, también para mujer las cuales habían en dos estilos, uno con un pantalón largo y otro con falda. Vio otros atuendos qué eran más casuales, incluso vio un vestido de novia muy lindo.

_ Ese vestido de novia es tan hermoso, quien sea la afortunada de tener ese vestido espero lo guarde para que así una de sus hijas lo use también y así vaya de generación en generación.— decía Lincoln.

En su mente Lincoln se imaginaba a si mismo usando ese vestido de novia, al pensarlo se veía muy hermoso llevando dicho vestido como si realmente se fuera a casar.

_ Ya me imagino a las chicas usar un vestido como ese, si algún día llegan a conocer a un buen chico con el cual quieran formar una familia.— decía Lincoln.

Dejando ese sitio siguió su camino sin rumbo fijo, aprovechó en ir al parque ya que a esta hora no suele haber mucha gente, quería darle de comer a los patos, o pasear en las canoas, podía hacer lo que quisiera estando él solo y unas cuantas personas ahí.

Fue rumbo a donde estaba los patos y darles de comer, pero a mitad de camino Lincoln vio a alguien conocido. Al acercarse pudo comprobar que se trataba de nada menos de.

_ Nagisa, que bueno verte nuevamente.

Lincoln vio a nada menos que a Nagisa Shiota, el chico de cabello azul que le gusta vestir de chica. El ya mencionado escuchó la voz de Lincoln y al verlo también se alegró de ver al peliblanco.

_ Oh, Lincoln. También me alegra verte otra vez.— respondía el peliazul.

_ Lo mismo digo, no pensé verte por aquí, aunque veo que estás trabajando en un nuevo dibujo. Te está quedando muy bien.— decía el albino.

_ Muchas gracias, cuando me llega la inspiración tengo que aprovecharla. Aun le falta unos retoques para acabarlo. ¿Y que estás haciendo tú?— preguntó Nagisa.

_ Quise salir un rato ya que más tarde haré algo muy especial y que hará que mi vida sea mucho mejor.— respondió Lincoln.

_ Entiendo, por cierto. Me sentí feliz al escuchar lo que dijiste sobre tu gusto de usar ropa de mujer, fue sorprendente y más al hacerlo frente a mucha gente.— contaba la peliazul.

_ ¿Acaso viste lo que hice yo días atrás?— decía Lincoln sorprendido.

_ Si, incluso yo fui a ese certamen de belleza para apoyar una prima mía qué participó. Si te preguntas quien es fue la que quedó en tercer lugar.— respondía Nagisa.

_ Wow, no te vi cuando estaba arriba en el escenario. Y sobre lo que dije ese día no era mentira, además, lo que estoy por hacer más tarde será dejar ya de una vez ser lo que soy para ser lo que pude haber sido.

_ Pienso dejar atrás ser el chico que soy para convertirme en una chica, quiero comenzar mi vida desde cero, y lo que estoy por hacer será el punto de inicio.— contaba Lincoln lo que hará.

_ Vaya, es increíble lo que vas a hacer. Yo bien haría lo mismo pero prefiero mantenerme así. De todas formas te mando mis mejores deseos y que todo lo que venga para ti sea todo un regalo.— le dijo Nagisa a Lincoln.

_ Muchas gracias amiga, no fue una decisión fácil, pero luego de todo lo que he pasado no me quedó más remedio que hacer eso, dejar atrás lo que fui y ser feliz con lo que seré a partir de ahora.— decía Lincoln.

_ Espero podamos salir las dos juntas y probarnos algunas prendas, conozco una que está a las afueras de la ciudad donde hay muy linda ropa.— contaba la peliazul.

_ Lo tendré en cuenta. En fin, me alegra volver a verte, seguiré en lo que estaba ya que dentro de unas horas tengo que ir al hospital para mi cambio de apariencia.— le dijo Lincoln a su amiga de pelo azul.

_ Está bien, espero que todo salga bien y que podamos vernos pronto, adiós Lincoln.— se despidió Nagisa de Lincoln.

Luego de esa charla con Nagisa nuestro protagonista siguió su camino en lo que hará para matar el tiempo hasta que sea el momento de ir con la señora Olivia. Lincoln se había sorprendido de que Nagisa estuvo el día del certamen de belleza y vio todo lo que pasó, y que ella se sienta feliz de la decisión que tomó el albino.

Más tarde.

Ya un rato después podemos ver a Lincoln, quien había llegado al orfanato para reunirse con la señora Olivia y que así lo lleve al hospital para someterse a la operación. Son casi la una de la tarde, Megan estaba en el orfanato para despedirse de Lincoln ya que a partir de ahora ya no será más Lincoln, sino que ahora será una chica.

Y hablando de chica, sus amigas también se encontraban ahí para desearle lo mejor ante la operación en la que será sometido para removerle sus partes masculinas.

_ Bien ya es momento de irnos, pero antes ve y despídete de tus amigas.— dijo la señora Olivia.

_ En seguida, bueno chicas, llegó el día. Ya pronto dejaré de ser el chico que ustedes conocieron y que fue su gran amigo, ahora todo será distinto para mí, pero sé que siempre contaré con el apoyo de todas ustedes.— dijo Lincoln a sus amigas.

_ Siempre estaremos contigo en todo momento, confiamos en que todo saldrá bien.— dijo Ashley.

_ Iremos a visitarte cuando termine la operación. Te llevaremos algunas frutas para que te recuperes.— decía Susana.

_ Todo saldrá bien, confiamos en los doctores que estarán contigo en la operación, y tal como dijo Susana iremos a visitarte cuando acabe la operación. Te veremos luego Lincoln.— dijo por última Angélica.

Las 3 chicas fueron a abrazar a Lincoln, esperando que todo salga bien en la operación y cuando todo esto acabe pueda ya estar con ellas, puesto que se mudará al orfanato y así estar todas juntas. Cuando se separaron el albino fue a donde estaba Megan.

_ Adiós Megan, espero estar pronto con ustedes, me espera una larga operación de la cual todo valdrá la pena.— dijo Lincoln a la rubia.

_ Sé que todo irá bien y que muy pronto estarás con nosotras. Ya es momento de que vayan al hospital, no querrán hacer esperar a los médicos.— decía Megan a Lincoln.

El albino también abrazó a Megan, aunque esto no es una despedida de que Lincoln se irá a otra ciudad, sino que más bien esto sería por así decirlo una despedida al chico que ellas conocieron y que pronto ya no lo será para ser como ellas.

Después de eso Lincoln se dirige adonde está la señora Olivia y ambos subieron al auto, Lincoln vio a sus amigas quienes confían en los médicos que estarán con él durante la operación. Se sentía algo nervioso pero también confía plenamente en los médicos y no habrá ningún inconveniente.

Saliendo del orfanato fueron rumbo al hospital, tanto Lincoln como la señora Olivia estaban en completo silencio, pero fue la directora quien rompió ese silencio.

_ Aun me sigue sorprendiendo de que hayas tomado esta decisión, aunque entiendo tus motivos que hicieron que llegaras a tal decisión. Yo respeto eso, y lo único que puedo hacer es poder que esto sea realidad.— dijo la señora Olivia.

_ Más allá de que sea aceptado en el orfanato también lo hice para dejar atrás al chico fracasado que era la sombra de un montón de chicas que jamás le agradecieron todo lo que hizo por ellas.

_ Si quiero hacer algo beneficioso para mi vida esto sin duda hará que sea posible. No será fácil adaptarme a mi nueva vida, pero teniendo a usted y a mis amigas todo irá bien.— respondía Lincoln.

_ De eso jamás lo dices, Lincoln. Siempre tendrás una mano quien te ayudará a levantarte cuando más lo necesites.— decía la señora Olivia.

_ Muchas gracias, aun así tengo algo de nervios de hacer esto, son pocas las veces en las que he estado en un hospital, la última vez fue cuando Megan me encontró todo lastimado.— comentaba en albino.

_ Es normal, de todos modos confía en los médicos, sobretodo quien es mi amigo. Él ha realizado muchas operaciones a lo largo de 40 años que lleva trabajando como profesional de la salud.— decía la señora Olivia.

_ ¿40 años? En ese caso ya estoy más tranquilo sabiendo que el doctor que me va a operar tiene una larga trayectoria y que ha hecho eso muchas veces.— dijo ya tranquilo el albino.

Tras unos minutos de viaje finalmente habían llegado, Lincoln vio el hospital y le hacía recordar a varios hospitales que suele ver en películas o en series.

_ Si que es grande este hospital, es como una mansión como la que tiene algunas estrellas del cine y de la música.— comentaba Lincoln.

_ Aunque no lo creas este hospital tiene casi la misma cantidad de años que tiene el orfanato, solo que el hospital fue construido 2 años antes.— contaba la señora Olivia.

_ ¡¿Tiene la misma cantidad de años que el orfanato?! Por cada día que pasa me sigo sorprendiendo de todo lo que escucho.— exclamó sorprendido el albino.

_ Será mejor que entremos, mi amigo debe de estar esperándonos en su oficina.— dijo la señora Olivia.

Entraron al recinto hospitalario en donde la señora Olivia guiaba a Lincoln a donde está la oficina del doctor que será el encargado de realizar la operación a Lincoln. Ya llegando a la oficina tocaron la puerta y esperaron la autorización para entrar, al hacerlo entraron y ahí vieron al doctor, el cual es un señor que ya estaba en sus años pero que aún tiene lo suficiente para ejercer su profesión.

_ Hola Olivia, con que él es el chico quien se someterá a la operación para el cambio de sexo, ¿Verdad?— preguntó el doctor.

_ Así es Thomas, él es el chico del que te hablé. Ya estamos listos para llevar a cabo la operación.— respondía la señora Olivia.

_ Mucho gusto conocerlo señor Thomas, la señora Olivia me contó sobre usted y que será usted quien me hará la operación.— dijo Lincoln al médico.

_ Así es jovencito, antes de llevarte al quirofano debo anotar algunas cosas en estos documentos y también tener un poco de información sobre ti.— decía el doctor Thomas.

Dicho eso el doctor tomó un bolígrafo y comenzó a escribir en un documento en el cual se haría el procedimiento para la operación de Lincoln.

_ Bien dime jovencito, ¿Cuantos años tienes? ¿Padeces de alguna enfermedad o eres alérgico a algo? ¿Haz tenido alguna atracción hacia alguna chica? De ser así eso último, ¿Ya tuviste un deseo de hacer algo con tu cosita?— preguntó el doctor.

_ Tengo 11 años, y no, no padezco de alguna enfermedad y no soy alérgico a nada.

_ Sobre si me gusta alguna chica fue una de la cual no estoy seguro si le gusto.

Con la última pregunta Lincoln se puso algo nervioso, al principio no supo a que se refería con hacer algo con su "cosita" pero después entendió a que se refirió. No quería contarle de que hizo algo más que eso, ni mucho menos decirlo enfrente de la señora Olivia.

_ Y sobre lo último no, no he hecho nada de eso que usted dice.— tuvo que mentir Lincoln.

_ Tranquilo, al menos fuiste honesto en contarlo.— respondió el doctor.

Escribió lo que Lincoln tuvo que responder y ya con eso era momento de llevar a cabo la operación.

_ Bien, ya todo está listo. Es momento de llevarte al quirofano y preparar todo para la operación.— dijo el doctor.

_ Muchas gracias por la ayuda que nos estás dando, no sabes lo feliz que estoy.— le dijo la señora Olivia.

Dicho eso Lincoln junto al doctor y la señora Olivia salieron de la oficina, en eso antes de separarse la señora Olivia se acercó a Lincoln para contarle algo.

_ Recuerda, que después de esto seguiremos con el tratamiento para que así puedas verte como una chica.— dijo Olivia a Lincoln.

_ No me olvido de eso, es obvio que no va a bastar qué me quiten lo que tengo entre las piernas. Espero con ese tratamiento me haga lucir distinto a como me veo.— respondió Lincoln.

Sin perder el tiempo Lincoln acompañó al doctor para llevar a cabo la operación, fue a una habitación en la cual el doctor le pidió que se quitara la ropa y se pusiera una de las batas qué están colgadas. Luego se subió a una camilla y fue llevado ya al quirofano para comenzar con la operación.

Lincoln vio como había varios enfermeros quienes ya estaban con la ropa indicada para este tipo de casos, además de algunos instrumentos como bisturí, unas pinzas, tijeras y demás que se usan para operar.

Otro doctor que estaba en la sala que iba a acompañar al doctor Thomas se acercó a donde estaba Lincoln, esto con el fin de hacerle una pregunta con respecto a lo que están por hacer.

_ ¿Estás seguro de hacer esto jovencito? Aun estás a tiempo de cambiar de opinión sino estás de acuerdo con esto, una vez que hagamos esto no habrá vuelta atrás.— preguntó el doctor.

_ Ya tomé mi decisión y estoy listo para afrontar lo que se venga, estoy preparado para continuar con mi vida de una manera distinta a lo que soy.— respondía muy seguro el albino.

_ Si esa es tu decisión la respeto, solo quería estar seguro y preguntar si cambiabas de opinión. Ya será mejor que comencemos de una vez.— dijo el doctor.

Justo llega el doctor Thomas quien ya estaba listo para llevar a cabo la operación. Lincoln vio como uno de los médicos tomaba una jeringa y se acercaba a la bolsa que contiene suero, inyecto lo que había dentro de la jeringa y acto seguido una enfermera le puso una aguja sobre la mano izquierda de Lincoln.

Este sintió un poco de color al sentir esa aguja enterrada sobre su piel, pero se aguantó, y ya por último otro enfermero se acerca a Lincoln junto a la mascarilla para que Lincoln pueda respirar.

_ Muy bien jovencito, cierra los ojos lentamente y todo irá bien.

Lincoln hizo lo que dijo el enfermero y cerró sus ojos lentamente, sintió como comenzaba a quedarse dormido cuando esa mascarilla ya estaba en su rostro, lo último que vio fue como todo se oscureció y escuchó por última vez las voces de los enfermeros y de los doctores.

Horas después.

T

ras unas horas luego de la operación vemos a Lincoln quien se encontraba en una habitación aun dormido por la anestesia, pero vemos como poco a poco va despertando. Abrió de a poco sus ojos y lo primero que vio el albino fue la luz de la habitación.

Movía sus ojos de un lado a otro para saber en donde estaba, lo último que recuerda fue como un enfermero le puso la mascarilla respiratoria y después de eso nada más. Movió su mano derecha para sentir si la operación resultó bien.

Llevó su mano en la zona de la entrepierna y al hacerlo no sentía nada ahí, no había nada, lo que alguna vez tuvo en esa zona ya no está, se fue para siempre. Esto le dejaba claro que todo resultó bien y que ahora ya no tiene lo que una vez tuvo de nacimiento.

_ "La operación fue todo un éxito. Espero que las chicas vengan a visitarme para saber como terminó todo"— pensó Lincoln.

Pese a la emoción que sentía por dentro de que todo salió bien lo cierto es que no puede reflejarlo por fuera debido a que aun siente los efectos de la anestesia, ya que su cuerpo lo siente aún dormido, no siente absolutamente nada, ni mucho menos donde fue operado, por lo que debía de esperar un poco más hasta que finalmente su cuerpo pueda asimilar todo lo que sucede.

Vio la hora en un reloj que había arriba de la puerta de la habitación y pudo ver que era algo tarde, y por lo tanto sus amigas y la señora Olivia no pueden venir a visitarlo.

_ "Supongo que debo esperar hasta mañana a que vengan a visitarme. Aunque de todos modos aun siento dormido todo mi cuerpo".— pensaba Lincoln.

Viendo que es algo tarde no le quedó de otra que seguir durmiendo y esperar a que sea el día de mañana para que las chicas vengan a visitarlo y estar tranquilas de que todo salió bien y sin algún inconveniente de por medio.

Al día siguiente.

Ya amaneció y vemos a Lincoln quien se despertó, lo primero que hizo al estar ya despierto fue ver como quedó la cirugía. Ya sentía el cuerpo ya activo sin los efectos de la anestesia, removió la sábana y acto seguido vio bajo la bata y pudo ver entre sus piernas un lugar vacío.

_ La operación si que fue un éxito, admito que se siente raro ya no tener mis partes. Pero esto es lo que quise y ahora ya no hay vuelta atrás.— decía Lincoln.

Para el albino esto si que es nuevo para él, aunque esto fue lo que él quiso, y como tal ahora deberá de vivir sin tener sus partes masculinas, más que todo ahora que será una chica tendrá que acostumbrarse en ir al baño de chicas y también cuando quiera orinar ya no lo hará de pie.

Más tarde vemos como llegan de visita tanto Megan, como la señora Olivia y sus amigas, quienes querían saber como salió todo, pero lo quieren saber de parte del albino.

_ Hola Lincoln, vemos que estás bien. ¿Como te sientes luego de la operación?— preguntaba Megan.

_ No voy a mentir, se siente un poco raro el ya no sentir lo que solía tener abajo, pero me iré acostumbrando, ya que esto fue lo que quise y como tal afrontaré cada reto que se venga.— respondió Lincoln.

_ Te trajimos algunas frutas para que puedas comer y recuperar un poco las energías tras la operación.— dijo Susana con una canasta con frutas.

_ Muchas gracias, luego comeré de lo que me trajeron. Hay de todo, cerezas, melón, manzanas y uvas.— decía el albino.

_ No sabíamos que traerte así que decidimos tomar lo primero que vimos.— respondía Ashley.

_ ¿Y cuando Lincoln podrá salir del hospital?— preguntó Angélica a la directora.

_ Puede que salga hoy aunque primero le harán algunas pruebas para comprobar que todo salga bien. En especial cuando vaya al baño.— respondió la señora Olivia.

_ No me molesta estar un día más aquí, prefiero que todo salga bien antes de irme sin estar seguros.— dijo Lincoln.

En eso se ve al doctor Thomas quien entra a la habitación y ve a Lincoln acompañado de la señora Olivia y también de otras chicas.

_ Buen día a todas. Ya que están aquí me gustaría decirles sobre lo del paciente y cuando puede recibir el alta médica.

_ Todo con respecto a la operación fue un éxito, le removimos sus partecitas y le hicimos una vagina tal como ustedes. De momento queremos ver si todo va bien y si todo sale tal como lo planeado podrá salir del hospital mañana.— respondía el doctor Thomas.

_ Genial, estamos tranquilas sabiendo que todo salió bien. He visto casos donde algunos doctores hacen un desastre y provoca daños irreversibles a los pacientes.— contaba Megan.

_ Eso si que no permitimos ninguna de esas prácticas. Aquí tenemos lo mejor de lo mejor, todo está calculado al milímetro, cada enfermero y doctor de cada área está capacitado ante cualquier situación.— decía el doctor Thomas.

_ No me molesta estar un día más aquí, quiero que todo salga bien y así continuar con lo que sigue para lucir como una chica.— comentó Lincoln.

_ Muy bien, dejaré que sigan platicando, luego de eso el paciente tiene que comer para recuperar fueras luego de la operación.— dijo el doctor Thomas.

Dejando a las mujeres y a Lincoln en la sala fue que siguieron platicando en donde Lincoln sigue contando sobre como se siente ahora que ya no tiene lo que solía identificarlo como chico. Fue así hasta que la hora de visita terminó, por lo cual debían de irse.

_ Es momento de irnos, mañana vendré a recogerte y llevarte al apartamento de Megan y de ahí comenzaremos con el tratamiento.— decía la señora Olivia.

_ Muy bien, la estaré esperando para así comenzar y darle la bienvenida a lo que seré de ahora en adelante.— respondía Lincoln.

Con eso las mujeres se fueron dejando solo a Lincoln, quien este al estar solo decidió bajar de la cama y caminar un poco para recuperar un poco la movilidad luego de estar muchas horas acostado. Luego de unos minutos ya había recuperado el andar de sus piernas, sin dejar de lado que le seguía pareciendo extraño ya no tener sus partes masculinas.

En eso sintió ganas de ir al baño, por lo que salió de la habitación, vio que cerca había un baño, por lo que entró y fue a donde estaba el inodoro. Estando de frente se levantó la bata para así orinar, pero justo recordó que ya no podrá ir al baño de esa forma.

_ Es cierto, tendré que acostumbrarme a ir al baño así.— decía el albino.

Acto seguido se sentó en la taza del baño y de ahí descargó todo, para Lincoln lo sentía nuevo tener que hacer esto, ya que de esta forma es como hacer del dos, solo que él tendrá que hacer cada vez que tenga que orinar.

_ Es algo raro tener que orinar así, pero eso lo puedo superar. Será mejor que vuelva a la habitación.

Antes de salir se lavó las manos y volvió a la habitación, de ahí comió de las frutas qué le trajeron.

_ Están muy ricas, se esforzaron en traerme las mejores frutas qué había en el supermercado, les tendré que agradecer cuando salga de aquí.— decía el albino.

Lo siguiente que hizo Lincoln no era mucho, solo pasear cerca de su habitación viendo a varios enfermeros yendo de aquí para allá, además de ver a otros pacientes a la esperar que le den el alta. Y así fue hasta que finalmente Lincoln pudo salir del hospital.

La señora Olivia le había llevado ropa limpia, pero le trajo ropa de chico para que no hubiera inconvenientes si le daba la ropa de chica. Tras pagar todos los gastos médicos Lincoln y la señora Olivia fueron rumbo hasta el apartamento de Megan para que así Lincoln pueda descansar y estar preparado para el tratamiento que debe de llevar.

Ya en el edificio Lincoln y la señora Olivia fueron hasta la habitación en donde Megan le estaba esperando. La rubia vio llegar a Lincoln por lo que le dio un abrazo.

_ Me alegra que ya estás aquí, dime Lincoln, ¿Como te sientes ahora?— preguntó la rubia.

_ Diferente, aun me cuesta asimilar que ya no tengo lo que me representaba como un chico. Aunque en parte se siente mejor.— respondió Lincoln.

_ Ahora que ya estás operado toca ahora el tratamiento para que luzcas como una chica. Para ello fui con un especialista para que nos den unas hormonas femeninas qué te ayudarán a que tengas la apariencia de una chica.— decía Olivia.

_ Bien, podemos ir mañana para comenzar con el tratamiento. No es por sonar egoísta, pero ya quiero poder estar con mis amigas en el orfanato todo el día, todos los días.— dijo Lincoln.

_ Jeje tranquilo, o mejor dicho, tranquila. Verás que el tratamiento será todo un éxito y más pronto de lo que parezca ya estarás en el orfanato con las demás huérfanas.— decía Megan.

Más tarde vemos a Lincoln quien se había bañado, fue a la habitación y se puso su ropa, al ponerse la ropa interior pudo sentir que ahora le quedaba a la perfección.

_ Ahora si siento mejor el ponerme la ropa interior, tener ese bulto lo sentía muy incómodo. No por nada ese tipo de ropa interior solo es para mujeres.— comentaba Lincoln.

Se puso un pantalón corto y una camisa roja y fue al comedor puesto que Megan preparó la cena. Mientras comían fue que la rubia se dirige a Lincoln para contarle algo.

_ Por cierto Lincoln, hay algo que debo avisar. Mi padre vendrá dentro de unos días luego de un viaje de negocio que hizo fuera de la ciudad.— contaba la rubia.

_ ¿Tu padre vendrá? ¿Y él sabe lo que haz hecho en todo este tiempo que ha pasado?— preguntó Lincoln.

_ Descuida, él ya sabe todo lo que ha pasado, lo he mantenido al margen de todo. Desde que te encontré y que has estado viviendo conmigo, incluso lo de tu cambio de sexo, él es comprensible y también mandó apoyo ante tu decisión.— respondía Megan.

_ Me alegra que a tu padre no le haya molestado que yo esté aquí y también sobre mi cambio de vida. Espero verlo pronto.— decía el albino.

_ Él me avisará cuando ya esté en la ciudad, por ahora debemos de estar preparados para tu tratamiento. De momento veo que tu cabello ha crecido un poco, y eso es bueno.— comentaba la rubia.

_ De hecho si, me alegra de que Angélica me haya regalado ese shampoo, es realmente efectivo, si sigo así pronto lo tendré a la altura de los hombros.— respondía Lincoln.

La cena transcurrió y después de ello Lincoln fue a la habitación para poder descansar, antes de dormir vio en su celular que había varias notificaciones, más precisamente de su Instagram, lo abrió y vio que había reacciones de la gente por las foros qué publicó.

_ A la gente le gustó mis foros, no pensé que tendría una buena cantidad de likes.

Si bien no eran muchísimos likes como los que suele tener su ex hermana Lori, lo cierto es que se sentía feliz de ver como había varios usuarios que les encantó sus fotos. Leyó los comentarios los cuales decían todo tipo de opiniones.

"Qué chica más linda"

"Muy linda su ropa"

"Quiero ver su rostro, de seguro es muy hermosa que no quiere revelar su identidad"

"Una chica así de linda quiero que sea mi novia"

Así y más comentarios leía Lincoln al ver que recibió buena aceptación y sin haber mostrado su rostro.

_ Cuando ya tendrá el cabello más largo y de haber recibido el tratamiento quizás publique más foros pero ahora mostrando mi rostro.— decía el albino.

Después de un rato de ver algunas cosas de más se preparó para así dormir y estar preparada para lo que viene mañana ya que tendrá que ir con la señora Olivia con un especialista que les ayudará con el tema del tratamiento.

A la mañana siguiente.

Desde temprano vemos a Lincoln quien había llegado al orfanato gracias a que Megan lo dejó ahí, fue con la señora Olivia y así ambos fueron rumbo a un consultorio en el cual hablarían con un profesional con respecto a estos temas sobre el tratamiento de hormonas a las que Lincoln deberá de someterse.

_ Buenos días doctor, ayer vine y le había contado sobre lo del niño que quiere someterse al tratamiento. Aquí viene conmigo para que así nos diga que tenemos que hacer.— decía Olivia al médico.

_ Perfecto, pueden pasar, tomen asiento.— respondió el doctor.

Ambos se sentaron en las sillas qué estaban frente al escritorio, a lo que el médico en cuestión se dirige a Lincoln para hablar con él.

_ Así que usted es el joven quien quiere someterse al tratamiento de hormonas femeninas, ¿Cierto?

_ Por supuesto, ya me he operado para ya no tener mis cositas y ser una chica.— respondió Lincoln.

_ Ya veo, en si lo que les diré es algo que tienen que tomar en cuenta. En este tipo de tratamientos en algunos casos los resultados no suelen darse al 100 por ciento, en algunos si, pero en otros la cosa quedó a medias.

_ Por lo que les daré un recetario de las hormonas que deben de conseguir y también el horario en los cuales debes de tomarlo. Ya que tú mismo tienes que hacerlo, es fácil de aplicarlo, aquí mismo lo pondré para que así no se te dificulte.

Así el médico escribió en un papel las hormonas que deben de conseguir y también de cuantas tienes que aplicarse v como debe de hacerlo. Le entregó el papel a la señora Olivia.

_ Una pregunta señor, ¿Cree que el tratamiento resulte bien connmigo?—preguntó el albino.

_ Hay probabilidades de que resulte bien y en otras no. Pero en tu caso puede que salga bien, al ser muy joven y en crecimiento eso ayudará bastante a que puedas adquirir una apariencia más femenina. Solo es de esperar a ver como se dan los resultados.— respondía el médico.

_ Muchas gracias por todo doctor.— dijo Olivia.

_ De nada, en todo caso pueden venir en todo caso por si algo no sale bien. Que tengan un buen día.

Saliendo del consultorio fueron al auto en donde fueron a la farmacia para comprar las hormonas que necesitará Lincoln para el tratamiento.

_ Confiaré en las palabras del doctor con respecto en que todo saldrá bien. Tal como dijo, al ser joven eso ayudará a que los resultados sean favorables.— decía Lincoln.

_ También confiaré en lo que dijo, en todo caso iremos con él por si algo no sale bien. Por aquí hay una farmacia, veamos si tiene las hormonas que necesitamos.— respondía la señora Olivia.

Fueron a dicha farmacia en donde entregaron el papel con el recetario y con ello les dieron las hormonas que necesitaban. Pagaron por ello y fueron ahora al apartamento para que Lincoln pueda comenzar con el tratamiento.

Llegando al apartamento fue ahí que leyeron lo que había escrito el doctor.

_ Dice que tienes que suministrar las hormonas una vez al día durante un mes. Tiene que ser vía inyección, lo bueno es que estas inyecciones se pueden hacer de forma voluntaria y sin mucho dolor.— decía la señora Olivia.

_ ¿Me ayudaría con la primera inyección? Para así las siguientes lo haré yo misma.— pidió ayuda Lincoln.

_ Por supuesto, dame una de las inyecciones.— aceptó la directora.

Fue así que la señora Olivia tomó una de las inyecciones y siguiendo las instrucciones que estaba en el papel procedió a ponerle la inyección al peliblanco. Quien al principio le dolió un poco pero no era tanto como lo pensaba.

_ Bien, así como lo hice yo lo tienes que hacerlo tú misma durante un mes. ¿Verdad que no dolió?— decía la señora Olivia.

_ No fue tanto como yo pensaba, ahora que sé como se debe de hacer la siguiente no será algún problema. Solo queda esperar a ver si surten efecto las hormonas.— decía el albino.

_ Para ello debemos de ver como se da todo dentro de una semana o dos. Ya tengo que irme, si ocurre algo no dudes en avisarme que yo vendré para ayudarte.— decía la señora Olivia.

_ Está bien, le avisaré a usted o a Megan si algo no anda bien.— respondió Lincoln.

La directora del orfanato se fue dejando solo a Lincoln, quien estaba feliz de que ya comenzó con el tratamiento para lucir como una verdadera chica. Pero debía de esperar a que las hormonas hagan su trabajo y ver los resultados.

_ Ojalá también ayude a que mi cabello crezca, para así tenerlo al menos lo suficiente como para que luzca como una chica.— decía el albino.

Ahora que Lincoln ha comenzado con el tratamiento para verse más femenina le tocaría esperar un poco para que las hormonas surtan efecto y así pueda ser ingresado al orfanato para estar con sus amigas y no separarse de ellas, ya que más que amigas las veía como si fueran realmente sus hermanas.

Hermanas que nunca le darían la espalda, qué estarán siempre con ella en los momentos buenos y malos, hermanas que estuvieron ahí para apoyarlo cuando participó en ese certamen de belleza, y que estarán juntas aun cuando llegue el día en que dejen el orfanato y tengan que independizarse como unas buenas mujeres de bien para la sociedad.

______________________________________

Hola amigos míos, ¿Como están? Espero que bien.

Bueno, en este capítulo vimos como luego de una noche inolvidable para Lincoln y Angélica, en donde esta última quería darle un último y bonito recuerdo a Lincoln de la última noche que fue un chico antes de someterse a la cirugía donde le removieron sus partes masculinas.

También en donde Lincoln se sometió al tratamiento en donde se inyectó hormonas femeninas qué le ayudarán a que luzca como una chica y así pueda ser aceptada en el orfanato y estar con sus amigas, más que amigas sus hermanas de toda la vida.

De aquí en adelante veremos la transformación de Lincoln, dejando atrás lo que fue una vez para ser una nueva persona, en donde con ayuda de sus amigas podrá sobrellevar este nuevo estilo de vida en la cual le traerá consigo muchas cosas buenas, incluso más de lo que pensó que nunca conseguiría incluido cuando era un chico.

Ya sin nada más que decir los dejo con mis angelitos para despedir este capítulo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro