Capítulo 21

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Saltamos unos días en el futuro luego de que Lincoln fuera sometido a la cirugía, durante ese tiempo que ha pasado Lincoln se ha dedicado a convivir con su nueva vida, ahora que dejó de ser un chico para ser una chica ha tenido que dejar sus viejos hábitos y enfocarse en como debe de comportarse una chica.

Precisamente ha transcurrido una semana en la cual también se ha auto inyectado las hormonas femeninas para lucir más a una chica, y los resultados de la misma han dado sus frutos.

Tanto su rostro, así como su cuerpo han mostrado un buen avance, ya veía rasgos más femeninos, además de que su cuerpo ya se ve como el de una chica de su edad, aunque el tema de los pechos puede que en algún punto piense que hacer para tenerlos y lucir hermosa, incluso ha tenido que hablar de forma más aguda y fina, para ya no tener ese timbre de voz de chico.

Además que su cabello también ha crecido un poco más llegando más allá de sus orejas, ya para este punto luce como una chica, pero quería esperar un poco más para así llevar a cabo su traslado al orfanato y así poder estar con sus amigas.

En estos momentos Lincoln se encuentra en el apartamento, Megan ya se había ido a la universidad por lo que ella se quedó para limpiar un poco.

_ Ahora que ya todo está limpio es hora de un pequeño descanso. Veamos que hay de bueno en Internet.— decía Lincoln.

En eso Lincoln se metió a Internet a ver que había de bueno, se metió a YouTube y vio algunos videos interesantes sobre algunos animales y también de misterios jamás resueltos.

Cuando de pronto le cayó un video en recomendados en la cual vio que era una competencia de karate, y en la cual vio a Lynn quien estaba participando.

_ ¿Que estará por hacer esa mala hermana?— se preguntó Lincoln.

La albina miró qué Lynn estaba por realizar una exhibición de su fuerza al querer romper algunas tablas con una sola mano. Lincoln al ver eso le trajo un mal recuerdo de cuando intentó hacer eso con el fin de obtener un trofeo.

_ Ese día me rompí el brazo y estuve un mes y medio con un yeso. A ver si a ella le pasa lo mismo.— comentó Lincoln.

Miró como Lynn se tomó su tiempo para meditar y concentrarse para dar un golpe certero, cuando ya estaba en su punto dio un golpe qué casi la cámara del celular no llegó a grabar en donde Lynn pudo partir a la mitad las tablas, dejando a todos los presentes con la boca abierta.

_ Eso es imposible, mínimo le debería de doler la mano por hacer eso.— dijo Lincoln claramente disgustado.

Pero lejos de mostrar dolor en cambio pudo ver que Lynn se mostró orgullosa de sí misma por tal acción, viendo como todos le aplauden y gritan su nombre en ovación. Luego de eso se ve como Lynn recibe un trofeo ante tal demostración.

_ ¡Quiero dedicarle este premio a mis padres y mis hermanas que me han apoyado en toda mi vida!

Fue lo que dijo Lynn claramente ante el disgusto de Lincoln al escuchar como Lynn menciona a sus padres y hermanas pero jamás a él, lo que demuestra que ellos han borrado todo rastro de él haciendo creer que él o mejor dicho ella jamás perteneció a esa familia.

_ Mal agradecidos, pero que se le puede esperar de personas así. Algún día les llegará su debido castigo a cada uno de ustedes por todo lo que me hicieron.— decía Lincoln.

En eso recordó momentos en que Lincoln ahora que lo piensa mejor hubo momentos en los cuales sus hermanas y padres actuaron como si realmente no fuera de esa familia. De como sus hermanas lo trataron de un trabajador para cada una de ellas, y también recordó la vez que sus padres estuvieron hablando sobre unas corbatas y en eso recuerda que Rita menciona que ellos son "las 10 mejores cosas que les ha pasado"

Tan solo pensar en que Rita se equivocó en el número de hijos que tiene le daba la idea de que ella solo se refería a sus hijas y no a él. Y si tomamos en cuenta la vez que ellos le explicaron sobre su nacimiento ahora que lo piensa mejor es una completa estupidez de que el presidente de los Estados Unidos y la primera Dama estuvieron con sus padres cuando nació.

_ No les costaba decir que yo soy adoptado y ahí acababa la cosa, no hacía falta montar toda una mentira sobre mi nacimiento. Pero ahora ya eso no me importa, ya le dí vuelta a la página de mi vida.

_ Ahora soy una persona distinta, ya no seré ese débil chico a quien solían pasarle por encima. Ahora soy una mujer fuerte lista para afrontar todo tipo de reto que se me cruce por el camino.— decía Lincoln muy decidida.

Ver esas cosas de su antigua familia le causaba un asco sin igual, y lo peor es que sus padres aceptan ese tipo de comportamiento, no por nada en el pasado solía mantener a raya a todas esas malcriadas, dejando ver que pese a su corta edad se comportaba de forma madura, además que sus supuestos padres no hacen nada para controlarlas, jamás lo hacen y que nunca lo harán.

Dejando ese momento amargo quiso hacer algo para olvidar a esas personas más agradecidas que alguna vez llamó familia. Aprovechó de que estaba sola para seguir luciendo la ropa que Megan le compró días atrás antes de su operación.

_ Me tomaré algunas fotos aquí en la sala, haré exactamente lo mismo que la otra vez.— decía Lincoln.

Mientras se tomaba algunas fotos lo hacía poniéndose algunas prendas distintas, esto de tomarse selfies le empezaba a gustar pero debía de hacerlo de forma moderada para no ser una obsesiva con las redes sociales.

Después de tomarse unas cuantas fotos las editó para así subirlas a su cuenta de Instagram, aún no era momento para subir fotos con su rostro al descubierto, quería esperar hasta que su cabello estuviera lo suficientemente largo y verse aún más como una chica gracias a las hormonas.

_ Si la otra vez mis fotos tuvieron una buena aceptación estas también las tendrán. Aun es algo temprano, ahora que lo recuerdo Megan me dijo que fuera a comprar algunas cosas al supermercado, iré ahora mismo ya que no tengo más que hacer.— decía Lincoln.

Antes de salir tomó el dinero que Megan le dejó además de una pequeña lista, cuando estaba por salir le vino un pensamiento a su mente, ya quería salir llevando puesta la linda ropa que tiene en la habitación, pero al no estar físicamente preparada le entró la duda de salir llevando puesta la ropa de chica o la ropa de chico que aun tiene guardada.

_ Ya sé, me parece ver que Megan tiene un sombrero para el sol y unas gafas negras. Puedo usarlas y así nadie notará qué aun soy un chico.— decía Lincoln.

En eso Lincoln fue a la habitación de Megan y tomó un sombrero para el sol que Megan tiene guardado y además de unos lentes oscuros, así nadie notará qué aún es un chico y más la ropa que lleva puesta nadie dudará qué es una chica aunque le falta un poco para ser una.

_ Bien, es momento de salir a hacer las compras.— dijo la albina.

Ya segura de que su plan va a funcionar se dispuso a salir del apartamento con rumbo al supermercado. Mientras caminaba podía ver que nadie le prestaba atención, o si alguno se daba cuenta de que sigue manteniendo un poco los rasgos masculinos, lo que dejaba claro que su idea estaba dando resultados.

_ "Al parecer nadie me mira con rostros de confusión o de extrañeza. Ya cuando termine de hacerme el tratamiento de hormonas ya esto no será un problema, y más que para ese entonces tendré el cabello lo suficiente largo para poder salir afuera sin preocuparme de mucho"— pensaba Lincoln.

Llegó al supermercado y con la lista en manos se dispuso a caminar por los pasillos para tomar los productos. Mientras lo hace veía si algunos productos estaban en descuento para así ahorrar dinero que le pueda servir a Megan para más adelante.

_ Salchichas de cerdo dos por uno, me lo llevo. Filete en descuento, mejor todavía. Veamos que más hay en descuento para este día.— dijo la peliblanca.

Estuvo así hasta que completó la lista, y para su fortuna casi todo estaba en promoción por lo que se ahorró unos cuantos dólares. Caminaba por un pasillo y vio que había una sección donde estaba en venta maquillaje, a lo que Lincoln se acercó para ver los productos.

_ Ay que hermosos maquillajes, me encantan todos.— decía la albina.

_ ¿Te gustaría probarlo pequeña? Aquí tengo unos de muestra para que puedas aplicarlos y ver como te queda.— decía una empleada.

_ ¿En serio? Genial, a ver quiero ver como me queda estas sombras y el lápiz labial.— respondía Lincoln.

En eso la empleada le dio a Lincoln el maquillaje de muestra y este fue a un espejo pequeño y se aplicó el maquillaje. Para ello se quitó los lentes de sol y el sombrero, empezó con la sombra para ojos, tomó uno de color azul y se los puso en sus párpados.

Tomó una base del color de su piel y se las puso en las mejillas, y por último se puso lápiz labial, y para esto no necesitó el espejo para hacerlo, ya que tiene una práctica para ello que es imposible que alguien pueda igualar.

_ Wow luces muy bien jovencita, te ves muy hermosa. Sin duda muchos chicos irían locos por ti.— comentó la empleada.

_ Muchas gracias, en verdad me veo muy hermosa, ese maquillaje es muy bueno.— respondió Lincoln.

_ Es una edición limitada qué solo se venderá por este día. Si gustas puedes llevártela, están a buen precio.— decía la empleada.

Lincoln vio el dinero y ver que tomó los productos que estaban en oferta pudo ver que le alcanzaba para comprar ese juego de maquillaje, por lo que no lo pensó mucho y lo tomó.

_ Por supuesto, me lo llevaré.— respondía Lincoln.

_ Buena elección, espero le des el uso que se merece. Aunque viéndote bien ya eres lo suficientemente linda como para que tengas que usar maquillaje.— decía la empleada.

Sin más Lincoln toma el juego de maquillaje y fue a la caja registradora para pagar por todo, a su mente le resonaba el comentario de la empleada, de que ya se veía suficientemente linda para tener que usar maquillaje, algo que realmente le sorprende.

_ "¿En verdad soy muy linda sin maquillaje? Me sorprende que ella no se haya fijado bien en mi rostro y no viera que antes solía ser un chico. Tal parece que no tendré que preocuparme por si alguien ve que antes era un chico"

Con eso en mente la albina fue a la caja registradora, y es tanta la confianza que sentía en estos momentos que no se puso los lentes de sol, sino que los puso arriba en el sombrero. Hizo la fila para pagar y vio que delante de ella se encontraba una señora ya mayor de edad.

Era el turno de la abuela para pagar, pero en eso se le cae el dinero que tenía en su bolso, pero Lincoln fue más rápido y lo atrapó antes de cayera al suelo, por lo que se lo da a la abuela.

_ Aquí tiene señora, menos mal que estaba detrás de usted.— dijo Lincoln.

_ Oh muchas gracias jovencita, eres muy amable por ayudarme.— respondía la abuelita.

Ya cuando le tocaba el turno a Lincoln puso todo lo que había echado en el carrito de compras en el mostrador y el trabajador los pasó por el escaner, Lincoln vio el total a pagar apenas le quedaba sobrando únicamente 2 dólares.

Luego de hacer las compras se dispuso a volver al apartamento a dejar todo lo que compró, al salir vio nuevamente a la abuelita que le ayudó a que su dinero no se cayera al suelo.

_ Hola de nuevo, espero que le vaya bien luego de hacer sus compras.— dijo Lincoln a la abuelita.

_ Igualmente jovencita, en verdad eres una niña muy linda y amable, me recuerdas mucho a una nieta que tengo, es igualita a ti, ojalá algún día te la puedo presentar y sean amigas.— decía la abuelita.

_ Wow, espero que eso pase, y me gustaría poder ser amiga de su nieta. Ya me tengo que ir, nos vemos.— se despedía Lincoln de la abuelita.

Lincoln se retiró para ir al apartamento luego de hacer las compras, de nueva cuenta se había sorprendido de que la abuelita le haya dicho que es linda y que le recuerda a una nieta que tiene.

_ "No estoy segura si la abuelita me haya dicho eso ya que en verdad piensa que soy linda o es que su visión ya le está fallando y no puede distinguir bien las cosas. Sea como sea me sorprende que me haya comparado con una nieta suya, más motivos me da para no tener que ocultar mi rostro"

Más feliz se sentía la albina al ver que en efecto el tratamiento ha sido mejor de lo que imaginó, en tan poco tiempo ha conseguido lo que ha querido, verse como una chica. Llegando al apartamento guardó todo en su lugar, vio la hora y aun faltaba para que fuera hora de almuerzo, por lo que quería hacer algo para no sentirse aburrida.

_ Voy a salir un rato, ahora que me siento más segura de poder salir afuera sin miedo a que me juzguen no necesito estos lentes de sol. Pero el sombrero si me lo llevaré.— decía Lincoln.

Salió nuevamente del apartamento y fue a ver que podía hacer aprovechando el día, quería ver si podía ir al árcade a divertirse un poco. Pero de pronto vio que en una calle se estaba llevando a cabo lo que parecía ser el rodaje de una película o algo parecido, ya que había varias cámaras y luces por todo el sitio.

_ ¿Están grabando una película? Genial, me acercaré para ver mejor lo que hacen.— decía la albina.

Lincoln se acercó para ver mejor lo que estaban haciendo, ya que le parecía interesante lo que hay detrás de las grandes producciones. En eso Lincoln vio a un trabajador el cual llevaba una caja con utilería, a lo que Lincoln quería saber que se estaba filmando.

_ Disculpe señor, ¿Que clase de película están filmando?— preguntó la peliblanca.

_ ¿Película? No estamos grabando una película, es un comercial de unas bebidas de sabores.— respondía el trabajador.

_ Ya veo, es que al ver todo lo que hay aquí me hizo recordar a las películas que se suelen grabar, he visto muchos videos del detrás de cámaras de muchas películas.— comentaba la peliblanca.

Lincoln aún así no le dejó de interesar el hecho de que estaban grabando para un comercial de unas bebidas, de igual forma ha visto como se graban varios comerciales y el trabajo detrás de cada uno es de admirar, no por nada tiempo atrás hizo un comercial con Clyde.

Mientras caminaba viendo todo en el set de filmación se puede ver quien es el director listo para comenzar a grabar.

_ ¿Ya están los asistentes para grabar el comercial?

_ Están listos, solo que hay un pequeño problema. Una de las asistentes no pudo venir debido a que se enfermó.

_ Genial, debemos de buscar la forma de como grabar el comercial ahora que no tenemos a una chica para ocupar el lugar.

Decía eso el director cuando vio a Lincoln merodeando por el lugar sin que nadie le diga algo, al ver a la albina es ahí que el director se le ocurrió una idea, a lo que se dirige a Lincoln para llamarlo.

_ ¡Hey niña! ¡La de camisa roja, falda azul y sombrero! ¡Ven aquí!

Lincoln al ver que alguien le llamaba se preguntó si se habrá metido en problemas, aunque prácticamente lo estaba haciendo, ya que está en un lugar en donde no debería de estar. Pero para no meterse en más problemas fue a ver que quería ese hombre que le estaba llamando.

_ ¿Que sucede señor?— preguntó Lincoln nerviosa.

_ ¿Te gustaría participar en el comercial que estamos por grabar? Una de las asistentes no pudo venir y necesitamos a una chica, y tú eres la indicada.

Esto sorprendió a la albina al oír que la estaban llamando para participar en el comercial, a lo que no quiso rechazar la oferta por lo que aceptó sin dudarlo.

_ Por supuesto que quiero participar. Aunque, ¿Que tengo que hacer exactamente?— preguntó Lincoln.

_ Haremos varias tomas y en una de ellas te vamos a grabar mientras bebes una de las bebidas.— respondía el director.

_ No parece nada difícil, me dicen cuando pueda salir a escena y que puedan grabar.— respondió la albina.

Con eso el rodaje comenzó en donde primero hicieron algunas tomas con otros asistentes de reparto, algunos de ellos realizaban piruetas con patinetas y otros en bicicletas, luego de eso se ve a ellos bebiendo la bebida para la cual están haciendo el comercial.

Después se ve a Lincoln quien le dieron una lata de la bebida que están promocionando. Lo que debía de hacer era simplemente abrir la lata y beber su contenido.

_ ¡Acción!— exclamó el director.

Acto seguido Lincoln abrió la lata y bebió un poco y saboreó del contenido, la vio por unos instantes para dejar en claro que le había gustado, y si, aparte de la actuación a Lincoln le había gustado el sabor del refresco qué era de un sabor a naranja.

_ ¡Y corte! Perfecto, ahora queda hacer otras escenas más. Lo hiciste bien jovencita.— dijo el director.

_ Muchas gracias. Estaré esperando a grabar la siguiente escena.— decía Lincoln.

En eso Lincoln esperó para grabar la siguiente escena para el comercial, miró la lata de la bebida del comercial, vio el nombre de la misma y que cabe resaltar nuevamente de que esa bebida es de sabor naranja.

_ "Sprunk" hasta ahora veo esta marca de refrescos, y este sabor a naranja es muy bueno, me gustaría probar los demás sabores que tiene esa marca.— comentaba la albina.

Minutos después vemos que Lincoln volvió grabar la siguiente escena del comercial en donde ahora sostenía la lata mostrándola a la cámara mientras sonreía, dando el mensaje al espectador de que prueben la bebida y sus diferentes sabores.

_ ¡Y listo! Eso es todo gente, ahora solo queda editar todo y luego mostrarlo tanto en televisión como en Internet.— decía el director a todos.

Lincoln se sintió bien al ver que terminó el rodaje del comercial, aunque no fuera la gran cosa aún así debía de reconocer todo el trabajo detrás de cada anuncio que ve tanto en televisión como en anuncios en Internet.

Cuando Lincoln estaba por irse fue que un asistente del director se acercó para decirle algo a la peliblanca.

_ Lo hiciste muy bien pequeña, aquí te regala esto el director, muy buen trabajo.

En eso el asistente le dio a Lincoln un sobre blanco y también un six pack de refrescos Sprunk, cada uno era un sabor distinto al que había tomado durante el rodaje del comercial.

_ Wow, muchas gracias señor.— agradeció Lincoln el gesto.

Luego de haber participado en el comercial fue a ver que más podría hacer, vio las bebidas qué le dieron, había dos de cada sabor, eran de naranja, banana y lima limón. También quería ver que había en el sobre que le habían dado, por lo que lo abrió y vio que era dinero, lo contó y eran 60 dólares.

_ Vaya, si con solo hacer una pequeña aparición en ese comercial me dieron esto no me imagino cuanto me darían si fuera la cara publicitaria.— comentó la albina.

Más tarde volvió a casa para almorzar y ver que más podía hacer de lo que quedaba del día, por lo que se le ocurrió en ir a ver a sus amigas. Primero fue a visitar a Angélica, quería verla y de paso si podría también le ayudaría en algo.

Llegando al salón de belleza vio que Angélica le estaba haciendo un arreglo a las pestañas a una clienta, a lo que la castaña al ver a Lincoln se sorprende un poco al verlo, por el hecho de que llevaba ropa de chica, sabe del tratamiento que está haciendo y aun debe de continuar para lucir como una chica.

_ Hola Angélica, ¿Mucho movimiento el día de hoy?— saludaba Lincoln a Angélica.

La castaña por su lado se acercó a quien en su momento era el chico que le gustaba y con quien tuvo su primera vez, le preguntaría qué estaba haciendo ahí y más aun salir afuera con la ropa que llevaba puesta.

_ ¿Que haces aquí? Según habías dicho ibas a esperar un mes para completar el tratamiento.— preguntó la castaña.

_ Quise salir afuera ya que me sentía aburrido, además que pese a todo de lo que llevo del tratamiento ha rendido frutos. Nadie ha notado que antes solía ser un chico, por lo cual me siento más segura de salir afuera con la ropa que me gusta.— respondía la albina.

_ En verdad me alegra saber que el tratamiento va bien a pesar que aun falta un poco más para que sea completado. ¿Te gustaría ayudarme un poco? Una compañera mía no vino hoy y necesitamos unas manos extras.— le preguntó Angélica a la albina.

_ Claro, no me gusta que hagas todo tú sola, juntas terminaremos rápido.— respondía Lincoln.

Es así que Lincoln se dispuso a ayudar a Angélica en atender a las clientas que van llegando, Lincoln al tener conocimiento en el área de belleza no se le hace difícil hacer de todo, cosa que no deja de sorprender a la castaña quien pese a saber lo más básico y lo necesario no se siente al nivel de la peliblanca.

Después de atender a las clientas fue que Lincoln se toma un breve descanso, a lo que Angélica aprovecha ese tiempo para ir al baño. En eso se ve a la compañera de Angélica llamada Molly, quien al ver a Lincoln se acercó a ella para platicar.

_ Hola pequeña, vi que estabas ayudando a Angélica, ¿Eres amiga de ella?— preguntaba Molly.

_ Así es, ella es mi amiga y quise venir para ayudarle un poco.— respondía Lincoln.

_ Ya veo, aunque se me hace raro verte por aquí, lo digo ya que es la primera vez que te veo por aquí y nunca te ha mencionado.

_ Pero viéndote bien, te pareces mucho a alguien que días atrás ha venido a este lugar.— decía Molly.

_ ¿A quien me parezco según usted?— preguntaba Lincoln.

_ A un chico quien también tiene el cabello blanco como tú. Me sorprende que tú lo tengas de ese color.— contestó Molly.

_ Oh..... lo que sucede es que..... ese chico es mi hermano gemelo, él me contó mucho sobre Angélica, no he venido aquí antes ya que suelo tener clases de ballet después de la escuela y también tengo mi propio grupo de amigos.— decía Lincoln una mentira.

_ ¿Tu hermano gemelo? Vaya, eso tiene mucho sentido. Por cierto, ¿Sabías que a tu hermano tiene de enamorada a Angélica?— decía Molly a la albina.

Lincoln al oír eso que dijo Molly no le sorprende mucho, ya que la propia Angélica le confesó su amor la noche previa a su operación, incluso tuvieron su primera vez. Por lo que fingiría estar sorprendida.

_ ¿Que a Angélica le gusta a mi hermano? Jejeje, tengo más motivos para molestarlo cuando quiera.— decía Lincoln aun fingiendo asombro.

_ Así es, me contó de que le gusta demasiado, su forma de hablar y como la motiva a seguir adelante. Fueron muchas cosas que ella me contó del amor que siente por tu hermano.— decía Molly.

_ De todo lo que me contó me deja claro que ella quiere mucho a mi hermano, yo solo espero que se lleven aún mejor y si el destino quiere puedan estar juntos.— decía la albina.

En eso se ve a Angélica llegar a donde se encuentra Lincoln y Molly, a lo que la castaña quería saber de que estaban hablando.

_ ¿De que me perdí? ¿Que estaban platicando?— preguntaba Angélica.

_ Molly me contó de que podría ayudarte a mejorar tus habilidades y seas una experta en la belleza.— respondía Lincoln diciendo otra cosa.

_ Oh, tú ayuda si que vendría de maravilla. Es mejor volver a trabajar, no tardan en llegar más clientas a pedir unos peinados extravagantes.— decía Angélica.

Así las 3 mujeres siguieron con lo que queda del día atendiendo varias clientas hasta que llegara la hora de cerrar. Lincoln acompañó a Angélica hasta el orfanato, se la pasó bien con su amiga ayudándola en el salón de belleza.

_ Muchas gracias por darme una mano, menos mal que llegaste en un buen momento.— agradecía Angélica.

_ No fue nada, también agradece de que no fui a la cafetería para estar con Ashley y Susana.— decía Lincoln.

Después de dejar a la castaña al orfanato la albina volvió al apartamento en donde le estaba esperando Megan. Ya en la cena fue que la rubia le diría algo a la peliblanca.

_ Lincoln, te quiero avisar de que mi padre vendrá mañana al apartamento.— dijo Megan.

_ Bien, ya ansío por conocer a tu padre, de lo que me haz contado de él debe de ser alguien muy importante.— comentó Lincoln.

_ Por supuesto que lo es, sin él la compañía en la que trabaja estaría en la ruina. De allí el por qué pasa mucho tiempo ocupado y yendo de viaje.— aclaró la rubia.

_ Vaya, sin duda es alguien de admirar y respetar. Espero le alegre cuando me conozca, ojalá no se sorprenda tanto.— decía la peliblanca.

_ Estoy segura que le alegrará verte, me dijo que llegará antes de la hora de cenar. Por lo que me dará tiempo en preparar la cena para los 3.— dijo Megan.

Acabada la cena tanto Lincoln como Megan fueron a sus habitaciones a descansar y prepararse para el día de mañana ya que vendrá el padre de Megan luego de estar fuera de la ciudad debido a unos negocios. Lincoln se sentía un poco nerviosa por conocer al señor Wheleer, pero mantenía la calma más sabiendo que Megan ha mantenido al margen de todo lo que ha sucedido.

Al día siguiente.

Pasando al siguiente día vemos como Lincoln ponía la mesa para que se viera bien para cuando llegue el padre de Megan. Esta misma se encontraba preparando la cena, quería darle algo bueno a su padre luego de estar varios días fuera de la ciudad.

Al ser un momento especial Lincoln pasó todo el día arreglando y limpiando el apartamento para que luzca impecable. También se había arreglado, se había puesto uno de los vestidos que Megan le compró, la rubia por su lado también se arregló para recibir de buena forma a su progenitor.

Minutos después se escucha que alguien toca la puerta, a lo que Lincoln supuso que se trataba del padre de Megan.

_ Debe de ser el señor Wheleer, le iré abrir la puerta.— decía Lincoln.

La albina fue abrir la puerta para recibir al padre de Megan. Cuando abrió la puerta vio al señor Wheleer el cual tal como le contó Megan, él trajaba en una empresa, vio que lleva puesto un traje de oficina, además que tenía una mirada seria, cosa que provocaba algo de miedo a la joven albina.

_ H-hola, u-usted debe de ser el padre de Megan, ¿V-verdad?— preguntaba Lincoln asustada.

_ Así es, y me imagino que tú debes de ser Lincoln, ¿Cierto?— respondía el señor Wheleer.

_ S-si, pase adelante, Megan ya debe de tener preparada la cena.— decía Lincoln al padre de Megan.

El señor Wheleer entró al apartamento y fue directo al comedor, Lincoln lo acompañó y no fue necesario que le dijera donde está el comedor, ya que él vive en ese apartamento cuando no está de viaje.

Megan ya estaba sirviendo la cena cuando vio a su padre llegar, a lo que fue a donde él se encuentra para darle un fuerte abrazo.

_ ¡Papá! ¡Que bueno verte otra vez!— exclamó la rubia.

_ ¡Mi pequeña niña! ¡Ven y dale a tu padre un abrazo!— dijo alegre el señor Wheleer.

Fue así que Megan fue directo a su padre y le dio un gran abrazo dejando ver que en verdad extrañaba ver a su padre luego de estar semanas fuera de la ciudad. Lincoln vio la escena y le parecía conmovedor, pero a su vez le sorprendía ver como el padre de Megan pasó de tener una mirada qué pondría a temblar de miedo al diablo a estar completamente feliz con una sonrisa resplandeciente.

_ ¿Como has estado, Megan? ¿Alguna novedad en la universidad?— preguntó el señor Wheleer.

_ No mucha, me he esforzado mucho para poder avanzar al siguiente año. Quiero que me veas con mi diploma en mano.— respondía Megan.

_ Pronto llegará ese día y cuando eso pase estaré más orgulloso de ti mi cielo.— dijo el señor Wheleer.

_ Ya está la cena lista, ven toma asiento, tú también Lincoln, ven y toma asiento.— decía Megan a Lincoln y su padre.

_ De acuerdo.— respondía la albina.

Con eso los 3 se sentaron para poder comer tranquilos, mientras comían fue que Lincoln se dirige al padre de Megan para decir algo.

_ Señor Wheleer, es un gusto poder conocerlo. Megan me contó mucho de usted, y realmente me sorprende que fue capaz de sacar adelante a la compañía a la cual trabaja.— decía Lincoln.

_ Así es, aunque no lo hice solo, algunos de mis compañeros me ayudaron para que fuera posible sacar adelante a la compañía. En estos momentos estamos trabajando con otras empresas extranjeras para que sean nuestros socios.— dijo el señor Wheleer.

_ También me sorprendió como su mirada cambió cuando vio a Megan y se abrazaron.— comentaba la albina.

_ Disculpa si mi mirada te hizo temblar de miedo, a veces suelo tener esa mirada para que vean lo serio y dedicado soy a mi trabajo, en el mundo empresarial hay que tener un carácter fuerte y una mentalidad inquebrantable y no dejarse intimidar de los demás.— respondía el rubio.

_ No le tengas miedo, mi padre es el hombre más amable que puedas conocer, veras que él no haría daño a nadie.— decía Megan sobre su padre.

_ Megan me dijo que ya le contó todo con respecto conmigo y mi cambio de sexo.— decía la albina.

_ Por supuesto, Megan me ha mantenido al tanto de todo lo que ocurre. En verdad no me puedo creer lo que tu familia te hizo, honestamente yo estaba a nada de ir a buscarlos y llevarlos a la cárcel.

_ Pero Megan me detuvo y me dijo que no valía la pena, que ahora estabas viviendo con ella y te veías feliz. Eso me alegró de que estabas mejor viviendo con mi hija, y me enorgullece ver que ella te salvó la vida, me hizo recordar mucho a su madre, ella sin duda tenía un corazón tan grande que haría lo que fuera por los demás, en especial a las niñas y niños.

_ Y con respecto a tu cambio de sexo también me sorprendió, pero sabiendo de que vivías rodeado de chicas y todo eso fue que entendí bien. Por lo cual no tengo problemas con ello, ahora eres alguien libre sin que otros te digan que debes de hacer y que no, es tu vida y solo tú eres quien decide que te hace feliz, si ser feliz para ti es siendo mujer eso es bueno, tanto para tu mente y espíritu.— decía el señor Wheleer.

_ Vaya, en verdad estoy contento de ver que tan decidido estaba usted en hacerle algo a esa familia que tenía, y también me pone contento saber que usted me apoya en mi decisión de cambio de sexo. De veras no sé como puedo agradecerle por todo.— dijo Lincoln al señor Wheleer.

_ No me agradezcas, eres alguien especial y mereces el apoyo de todos nosotros. Lo único que nos importa es tu felicidad y puedas estar en el orfanato con tus amigas.— comentó el rubio.

_ Sin importar lo que ocurra yo estaré contigo, desde el primer momento en que te vi supe que eras alguien con quien me llevaría bien. Siento como si realmente fueras parte de nuestra familia.— dijo Megan a la peliblanca.

Lincoln se sentía feliz de ver como Megan y su padre están con ella para apoyarla en su nueva etapa de su vida. No podía pedirle algo más a la misma vida, ya prácticamente está feliz y conforme con lo que tiene en estos momentos.

_ Realmente me siento feliz de que me apoyen y que me consideren parte de su familia. Escuchar eso me pone contenta. Gracias Megan, gracias señor Wheleer.— agradecía Lincoln el apoyo.

_ De nada jovencita. Por cierto puedes llamarme Andrew, ahora que lo pienso, ¿Como te llamarás de ahora en adelante?— preguntó Andrew a Lincoln.

_ Me había olvidado ese detalle, ¿Ya decidiste que nombre vas a tener ahora que eres una chica?— preguntaba Megan.

_ Ya escogí qué nombre tendré, pero no lo diré ahora, lo diré cuando ya sea el día que entraré al orfanato y lo diga frente a mis amigas y también de la señora Olivia. De momento pueden seguir llamándome Lincoln.— respondía la albina.

_ Entiendo, estoy segura que será un lindo nombre que encaje contigo.— comentó Megan.

Más tarde vemos a Megan quien estaba platicando con su padre contándole lo que ha hecho en su viaje de negocio. Lincoln por su lado estaba en su habitación viendo algunos videos en su celular hasta que decidió salir a la cocina por algo.

En eso vio a Andrew quien estaba abriendo la puerta del refrigerador y tomó una lata de refresco qué le regalaron luego del comercial que participó.

_ ¿Sprunk? Hasta ahora veo este nombre de refresco, ¿Megan compró esto?— preguntaba Andrew a Lincoln.

_ De hecho esos refrescos me los dieron, ya que participé en un comercial para ese refresco.— respondía la albina.

_ ¿Que participaste en un comercial? ¿Desde cuando?— preguntó Megan llegando a la cocina.

_ Ayer cuando salí de casa, pasé por el lugar en donde se estaba llevando a cabo la filmación del comercial. Me pidieron participar y acepté, además de esos refrescos también me dieron 60 dólares.— contestaba Lincoln.

_ Wow, no te fue nada mal. Ojalá te llegue otra oportunidad como esa, de ser así no la dejes ir.— decía la rubia.

_ Ni loca, si me dieron 60 dólares por solo salir por unos segundos en ese comercial ya me imagino si fuera la cara principal del comercial.— dijo Lincoln a Megan.

_ Yo podría darte trabajo como ese, de salir en comerciales. Tengo contactos a los cuales podría recomendar caras nuevas para sus publicidades, y la paga es buena.— comentaba Andrew.

_ ¿En serio? Si necesitan a alguien para salir en un comercial me avisa, para así mostrar mi apoyo a dicho comercial y por supuesto mostrar mi lado actoral.— decía la albina.

Más tarde vemos a Lincoln, Megan y Andrew quienes se fueron a dormir, Lincoln se encontraba en su habitación mirando otros videos en YouTube cuando de pronto le llegó un anuncio de publicidad, y justamente apareció el anuncio de la bebida Sprunk, y pudo verse a sí misma bebiendo del contenido de la lata y después de eso mostrarla a la cámara.

_ Qué buen comercial, y me gusta como me veo ahí, si tuviera el cabello más largo sin duda alguna me vería más bella.— decía Lincoln.

Estuvo así hasta que finalmente se quedó dormida con su celular en su pecho, fue tanto el sueño que tenía que no le dio tiempo para dejar su celular a un lado y quedarse dormido.

Al día siguiente.

Pasando a un nuevo día se puede ver a Lincoln y quien ya se despertó para comenzar el día, se ve también al padre de Megan quien se había levantado antes que ella. A lo que la albina se acercó a él para saludarle.

_ Buenos días señor Andrew.— saludaba Lincoln.

_ Buenos días a ti también Lincoln. ¿Te preparo el desayuno?— preguntó el rubio.

_ Por supuesto, también le puedo ayudar a prepararlo, para que así Megan pueda irse pronto a la universidad.— decía Lincoln.

_ Claro, no quiero que Megan llegue tarde a su universidad.— respondía Andrew.

Así Lincoln ayudó a Andrew a preparar el desayuno para los 3, mientras estaban preparando todo fue que Andrew le sorprende como Lincoln sabe mucho de cocina.

_ En verdad me sorprende que sepas mucho cocinar, Megan también me contó eso de ti, ella aprendió mucho de su madre.— comentaba el rubio.

_ Yo solía preparar el desayuno a quienes fueron mis hermanas, ninguna de ellas sabe cocinar, ni menos la inútil hermana mayor. Por lo que yo tuve que encargarme de hacerlo por ellas.— respondía la albina.

_ Más inútiles jamás, menos mal que ya no tienes que hacer algo por gente que te dieron la espalda de una forma descarada. Yo he tenido que pasar por eso mismo con algunos clientes y empleados, pero supe como quitármelos de en medio sin llegar a tales extremos.— contaba Andrew.

_ Vaya, y lo que dijo es cierto. Ya no tengo que servirle a gente mal agradecida. Ahora que estoy lejos de ellos puedo hacer lo que quiera sin que me digan algo, y soy muy feliz con el cambio que he hecho en mí.— decía la peliblanca.

Minutos después se puede ver a Megan quien ya se había levantado y preparada para ir a la universidad, pero antes fue a desayunar y vio a su padre y Lincoln quienes ya habían preparado el desayuno.

_ ¿Y que harás más tarde, papá?— preguntó Megan a su padre.

_ Me quedaré un rato aquí y veré que hago afuera. Me merezco un descanso por todo el trabajo que he hecho.— respondía Andrew.

_ Usted descanse, se ve que lo necesita. Por mi lado veré que también haré más tarde.— dijo Lincoln a Megan.

Después de que Megan partiera rumbo a su universidad se puede ver a Lincoln y Andrew limpiando todo y después de eso se le ve a los dos en el sofá en donde el propio Andrew le mostraba a la peliblanca un álbum de fotos.

_ Aquí en su cumpleaños número 7 la llevamos a Disney Land, ese día no paraba de gritar y saltar de la emoción de poder conocer a Mickey Mouse.— decía Andrew.

_ Qué adorable se veía con esas orejas de Mickey. Ya me imagino que tan emocionada estaba.— comentaba Lincoln.

_ En esta ella junto a unos compañeros de su escuela ganaron un festival de ciencias, ellos construyeron un magneto gigante.— contaba el rubio.

_ Qué gran magneto, era imposible que ellos no ganaran ese festival.— dijo la albina.

_ Jeje recuerdo este día, ahí cuando estaba en la escuela intermedia Megan se apuntó para participar en el equipo de porristas. Después de ese juego algunos chicos querían coquetear con ella, y cuando ellos me vieron salieron espantados, fue tan gracioso la reacción de ellos.— dijo Andrew.

_ No es por ofender, pero su rostro serio si que causa terror al verlo, ninguna película de terror se podrá comparar con su mirada fría.— decía la albina.

_ Descuida, no me molesta para nada, eso me llena de orgullo de saber que impongo respeto y autoridad.— dijo Andrew.

Más tarde vemos a Lincoln quien sale un rato del apartamento para distraerse un poco mientras Andrew se quedó ahí a descansar. Vemos como Lincoln caminaba mirando que veía de bueno, cabe resaltar que nuevamente Lincoln llevaba puesta la ropa que Megan le compró, luego de ver que el tratamiento ha rendido frutos siente más confianza en sí misma para salir afuera.

Fue ahí que Lincoln vio la tienda de zapatos que sus amigas suelen ir, vio unos zapatos hermosos los cuales no podía quitar la vista.

_ Pero que lindos zapatos, tengo que probarmelos, no me iré de aquí sin hacerlo.— decía la albina.

Lincoln entró a la tienda en donde se probó los zapatos qué vio, aunque no tenía dinero para comprarlos pero quería quitarse las ganas de probarlos.

_ Además de lindos son cómodos, ahí hay otro par pero de otro color. Y también tiene unas lindas sandalias.— decía Lincoln.

Mientras Lincoln se probaba algunos zapatos y sandalias se puede ver que a la tienda llegó algunas personas quienes fueron a buscar al gerente de la tienda. Al encontrarlo fue que se dirige a este para hablar con él.

_ ¿Ya están listos para las fotos para la página web?

_ Todo está listo, solo falta que traigan a la modelo y así empezamos.— respondía el gerente.

_ Nosotros no trajimos a ninguna modelo. Eso usted debía de hacerlo.

_ ¿Que yo tenía que buscar a la modelo? ¿Y por qué no me dijeron eso?— preguntaba confuso el gerente.

_ Eso estaba en el contrato que usted firmó, nosotros nos haríamos cargo de todo y usted se encargaría de buscar a una modelo para probarse los calzados.

_ Demonios, de haber sabido eso habría llamado a alguien, pero no creo que tengan tiempo para esperar.— decía desesperado el gerente.

En eso el gerente de la tienda no sabía que hacer, no había tiempo para llamar a alguien para que hiciera de modelo, es ahí que vio a Lincoln quien se estaba poniendo los zapatos que había en exhibición, es ahí que al gerente se le ocurre una idea.

_ Oye niña, ¿Te gustaría participar para una sección de fotos?— preguntaba el gerente.

_ ¿Sección de fotos? ¿Y que tengo que hacer?— preguntaba la albina.

_ Fácil, únicamente ponte unos calzados y las personas de ahí solo te tomarán algunas fotos. Es decir que harás de modelo.— contaba el gerente.

_ ¿Solo eso? Podría hacerlo, no tengo ningún problema con ello.— respondía Lincoln.

La albina acompañó al gerente y de ahí haría lo que le dijeran, fue así que comenzó con la sección de fotos en donde Lincoln se puso unas sandalias las cuales son de buena marca, únicamente debía de ponérselas y verse como si realmente le encantaran.

_ Bien, ahora ponte estos zapatos de aquí.

Lincoln obedeció y se puso los zapatos que le dieron los cuales eran de color blanco con negro.

_ Perfecto, ahora ponte estas botas de invierno.

Se quitó los zapatos para ahora ponerse unas botas de invierno las cuales le hicieron verse linda.

No conforme con eso le tomaron otra foto pero luciendo otras botas de otro color.

_ Te estás luciendo querida, ahora ven y ponte estos tacones, quedarán bien con el vestido que llevas puesto.

Luego de usar esas botas de invierno Lincoln se puso unos lindos tacones los cuales hacían juego con el vestido que trae puesto.

Y tal como pasó con las botas de invierno se puso otros tacones que de igual modo hacen juego con su lindo vestido.

_ Excelente, con eso terminamos. Le avisaremos cuando ya esté lista la publicidad.

Con eso las personas encargadas se fueron del local luego de haber tomado varias fotos de Lincoln usando todo tipo de calzado. Es ahí que el gerente se acercó a Lincoln para agradecer su ayuda.

_ Muchas gracias jovencita, no imaginas el gran favor que me haz hecho, no fue fácil el contactar con esa empresa de publicidad.— agradecía el gerente.

_ No fue nada, me gusta ayudar a las personas que más necesitan una mano.— respondía la albina.

_ Y como muestra de agradecimiento te daré algo para ti. Espérame aquí.— dijo el gerente.

Lincoln vio como el gerente fue a un cuarto y entró al mismo, después salió trayendo consigo una caja.

_ Ten, te los regalo. En verdad estaré eternamente agradecido contigo pequeña.— decía el gerente a Lincoln.

_ Wow, muchas gracias señor. Si necesita ayuda para algo yo estaré aquí para lo que necesite. Ya me tengo que ir, nos vemos.— respondía Lincoln amablemente.

Después de ayudar al gerente de la tienda salió de la misma para ver que más podía hacer. Mientras hacía eso veía el interior de la caja, al hacerlo vio que eran unos lindos tacones de color blancos.

_ Ay son lindos, me los pondré luego, por ahora veré que haré ahora antes que sea medio día.— decía la albina.

Es así que Lincoln siguió su camino para ver que más puede hacer antes que sea medio día y puede que ayude a Andrew en preparar el almuerzo.

Varios días después.

Ya han pasado dos semanas en las cuales Lincoln ya había completado en su totalidad el tratamiento de hormonas femeninas, por lo que ya prácticamente podrá ir al orfanato para estar con sus amigas.

En esos días Lincoln vio el cambio en su apariencia, su rostro era más fino sin rastros de que alguna vez fue un chico. Aparte su cabello ya estaba del tamaño suficiente para decir que es una chica, y sin olvidarnos qué su figura había cambiado, pudo notar como sus piernas se veían un poco más gruesas.

Con todo lo ya mencionado era momento en que Lincoln debía de mudarse al orfanato para estar con sus amigas. En estos momentos Lincoln se encontraba empacando sus cosas, más que todo su ropa y calzados, los metió en unas maletas qué Megan le prestó para meterlos ahí.

_ ¿Ya estás lista Lincoln?— preguntó Megan a la albina.

_ Si, ya empaqué todo, en unos segundos saldré.— respondía Lincoln.

Antes de salir Lincoln vio la habitación en la cual estuvo desde el día que Megan lo acogió en su hogar. Pese al corto tiempo que estuvo ahí va a extrañarlo mucho, ya que esa habitación es más grande que la habitación que solía tener en la casa Loud, y eso le alegraba bastante.

Una vez lista sale de la habitación llevando consigo sus maletas, afuera de la habitación se encontraba Megan y Andrew, quienes acompañarán a la albina hasta el orfanato.

_ Bien, es momento de irnos.— respondía la peliblanca.

Dicho eso los 3 fueron al auto de la rubia y fueron rumbo al orfanato, Lincoln vio el edificio de apartamentos en el cual vive Megan y su padre, va a extrañar estar ahí, aunque puede visitar a Megan las veces que quiera.

_ Voy a extrañar vivir en el apartamento contigo, Megan. De lo que estuve ahí me pude encariñar bastante.— dijo Lincoln a Megan.

_ También voy a extrañar el tenerte en el apartamento, pero no estés triste, puedes ir a visitarme junto a tus amigas, las puertas de mi casa siempre estarán abiertas para ti.— le dijo Megan a la niña albina.

Minutos después vemos que llegaron al orfanato en donde se puede ver afuera a la señora Olivia junto a las amigas de Lincoln. Los 3 bajan del auto en donde Lincoln se reúne con sus amigas, quienes estaban emocionadas de que finalmente Lincoln irá a vivir con ellas.

_ Señor Andrew, que bueno verlo nuevamente.— decía la señora Olivia.

_ Igualmente señora Olivia, hace días que no la veía. Vinimos a dejar a Lincoln al orfanato, ya es hora de que viva aquí con sus amigas.— dijo Andrew.

_ Qué genial, ahora podemos estar todas juntas en el orfanato.— dijo Susana.

_ Aunque tengo una duda, ¿Como te llamarás ahora? Es obvio que no te podrás llamar Lincoln siendo un nombre de chico.— preguntaba Ashley.

_ Cierto, me habías dicho que ibas a esperar hasta que estuvieras en el orfanato para revelar el nombre que tendrás. ¿Y cual será tu nombre a partir de ahora?— preguntó Megan.

_ Ya Lincoln quedó en el pasado, quiero que le den la bienvenida a Liberty.— reveló Lincoln su nuevo nombre.

_ ¿Liberty? El mismo nombre que usaste en el certamen de belleza infantil.— decía Angélica.

_ Así es, elegí ese nombre ya que significa lo que soy ahora, alguien libre, alguien que ya no tendrá un obstáculo en su camino, alguien libre que podrá salir adelante, libre de poder hacer lo que quiera, libre de ya no ser la sombra de gente que no supo valorar lo que hice.

_ Finalmente libre de ser lo que siempre quise ser, una chica hecha y derecha.— decía Liberty siendo ahora lo que es.

_ Me gusta tu nombre, bien Liberty es momento de entrar al orfanato para llevarte a tu habitación.— dijo la señora Olivia.

_ Enseguida. Adiós Megan, sé que tú trabajas aquí y que podré verte todos los días, aun así voy a extrañar ya no poder estar contigo en el apartamento.— dijo Lincoln a la rubia.

_ Yo también te extrañaré, cuando esté aquí me cuentas todo lo que haz hecho y yo te contaré lo mio para que estemos al tanto la una a la otra.— decía Megan.

Liberty abrazó a Megan dejando ver que aunque llevan no menos de 3 meses conociéndose ambos sienten que llevan toda la vida estando juntos, y aunque es cierto que seguirán viéndose en el orfanato pero ahora estarán separadas.

Después de abrazar a Megan también le dio un abrazo a Andrew esperando volver a verlo, tomó sus maletas para entrar al orfanato y poder comenzar su vida ahora siendo una chica viviendo en el mismo orfanato con sus amigas. En donde muchas cosas le aguardan a quien de ahora en adelante será la nueva chica llamada Liberty, dejando atrás a quien solía ser el pasado para enfocarse en su presente y ver hacia el futuro.

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Hola amigos míos, ¿Como están? Espero que bien.

Vemos como en este capítulo Lincoln sigue haciéndose el tratamiento de hormonas femeninas de las cuales han dejado resultados más que favorables dejando ver que ahora luce más una chica que un chico.

También vimos al padre de Megan quien se llama Andrew, el cual fue a ver a su hija luego de estar varias semanas fuera de la ciudad viajando por todo el país realizando algunos negocios.

Y también vimos como Lincoln ha hecho algunas cosillas en las cuales dejando ver que tiene madera para lo que sea, tal cual como las que solían ser sus hermanas. Sin duda alguna verán lo que hará ahora nuestra albina favorita llamada Liberty, en donde mostrará una versión de ella nunca antes vista y que sin duda dejará bocas abiertas.

Ya sin nada más que decir los dejo con mis angelitos para despedir este capítulo.

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