Nuevo día.

★Mansión Kanawut Traipipattanapong★

—¿A dónde vas hijo? —interroga Apo viendo como Gulf se estaba levantando.

—Tengo que ir a mi casa por mis cosas para ir a la universidad —responde Gulf.

—No creo que sea prudente que vayas con tu cuello luciendo así hijo, ya hoy es viernes, mejor ve el lunes y vuelve a la cama —manifiesta Apo mirando a Mile—. Tu papá siempre duerme tan profundamente que si pasará un camión por aquí ni lo sentiría.

—Papá es así —responde Gulf—. Tengo un examen importante papi, después de eso volveré a la casa a empacar mis cosas y vendré por la hora del almuerzo.

—Hijo, realmente no encuentro prudente que vayas —manifiesta nuevamente Apo—. Quédate y descansa. Debe de dolerte tus hematomas.

—Estoy bien papi. Mejor vístete y llévame a la universidad y luego ve a buscarme, así estarás más tranquilo —dice Gulf para subir a la cama y empezar a saltar encima de su papá—. ¡Papá! ¡Papá!

—Qué cruel eres hijo —dice Apo riéndose.

—¡Temblor! —grita Mile y ve a su hijo saltar—. ¡Gulf! Ya tienes 20 años, no eres un niño pequeño. No hagas eso.

—Bueno, cómo no soy un niño pequeño no tengo por qué volver a la mansión —responde Gulf bajando de la cama.

—¡Mile! —grita Apo pegando un almohadazo a su esposo—. ¡Si mi hijo no vuelve colgaré tus bolas!

—Solo era broma hijo, siga saltando —responde Mile sentándose—. Sigue saltando. Me hizo recordar cuando eras un pequeño cachorro, siempre venías y saltabas encima.

—Ahora sé quién manda aquí —se burla Gulf —. Papi, ya levántate para que me vayas a dejar.

—Bueno, me voy a ir a duchar primero para sacarme un poco el sueño —responde Apo al ponerse de pies y estirarse.

—Yo también quiero ir —interviene Mile poniéndose de pies y estirarse—. También te iré a dejar hijo.

—Está bien papá, me iré a duchar, tengo que ir a mi casa por mis cosas —dice Gulf con un puchero.

—¿Qué ocurre hijo? —pregunta Apo.

—Es que ese estúpido Alfa rompió mi celular, tendré que ir a comprar otro y recuperar mi número —responde Gulf mordiendo su labio inferior.

—No te preocupes hijo, después de ir a dejarte con tu papi te iremos a comprar uno, ¿te parece? —pregunta Mile acercándose a su esposo—. Buenos días, amor.

—Buenos días, cariño —responde Apo dejando un piquito en los labios de su esposo.

—Me parece bien —responde Gulf sonriendo—. Ahora a moverse, me destacó por siempre llegar temprano.

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1 Hora después.

★★ Universidad ★★

—Ya llegamos —dice el chófer deteniendo el auto.

—Papi, está es la llave de mi casa para que saquen mis cosas —dice Gulf entregando sus llaves.

—Está bien hijo, dejaré que alguno de los empleados se haga responsable de llevar tus cosas a la mansión —responde Apo recibiendo las llaves.

—¿Estás seguro de que no quieres ir a descansar mejor hijo? —pregunta Mile mirando el cuello de su hijo.

—Papá, tengo un examen importante, estoy a un año de graduarme, necesito ser responsable y seguir con mis excelentes calificaciones —responde Gulf—. Me pondré una bufanda y pasará. Además, haré el examen y me iré a la mansión.

—Entonces te vendré a buscar —responde Mile—. ¿Cuántas horas más?

—Vengan en 3 horas más —responde Gulf desviando la vista al auto que se estacionó al costado de ellos.

—¿Qué ocurre hijo? —pregunta Apo mirando en dirección de dónde su hijo miraba—. ¿Quién es?

—Mew Suppasít Jongcheveevat —responde Mile—. Es el joven que salvó a nuestro hijo.

—Ya me voy —dice Gulf para dejar un beso en la mejilla en sus padres e irse.

—Así que él es Mew Suppasít, ha crecido mucho, tiempo no lo veía —manifiesta Apo bajando del auto.

—Huy, que hará —dice Mile bajando del auto—. Ya volvemos.

—Si señor —responde el chófer.

—Joven Suppasit —llama Apo caminando detrás—. ¿Me permite una palabra?

Mew se detiene al escuchar su nombre, voltea y camina hacia Apo.

—Buenos días, señores Kanawut —saluda Mew con una corta reverencia—. Por supuesto que sí.

—Buenos días, joven Mew —saluda Mile.

—Buenos días, joven. Me presento, soy el papi de Gulf, Apo Traipipattanapong de Kanawut —dice Apo—. Quiero agradecerte enormemente por lo que hiciste por mi cachorro. Realmente agradezco que lo hayas salvado de ese monstruo de Alfa. Sin ti quizás otro hubiera sido el destino de mi hijo.

—No lo piense y no tiene por qué agradecer señor Apo —responde Mew—. Yo me caracterizó por ser muy directo y su hijo es de mi interés completamente, cuando escuché que un Alfa estaba acosando a Gulf mi instinto fue buscarlo y prácticamente acabar con él para proteger a Gulf y gracias a Dios llegue a tiempo.

—Es por qué eres un Alfa Dominante —responde Apo—. Al ser Dominante claramente eres más posesivo, escuché tus intenciones hacia mi hijo, pero Mew, eres un dominante y mi hijo es un Beta. Él no puede estar contigo, estoy seguro de que sabes perfectamente cómo funciona todo esto de las jerarquías. Y uno de los ejemplos es tu celo. Si mi hijo lo viviera contigo lo matarías.

—Tengo muy claras las consecuencias de un Alfa Dominante con un Beta. Pero hace años aprendí con un familiar a controlar mis instintos salvajes. Vivi prácticamente como un Beta —responde Mew—. Yo creo que ustedes se olvidaron de mí.

—¿Olvidamos de ti? —interroga Mile—. Te conocemos desde hace unos 5 a 6 años. ¿Por qué nos olvidaríamos de ti?

—Está equivocado señor Mile —responde Mew liberando un poco sus feromonas.

—¡Espera! —dice Apo oliendo las feromonas de Mew—. Hace 10 o 11 años.

—Hace 10 años nos conocimos en el parque acuático —responde Mew.

—Eres el chico que salvó a nuestro hijo de ahogarse —responde Mile—. Recuerdo que Gulf se alejó para ir a nadar, se metió en la piscina para adultos y se estaba ahogando. Un chico lo salvó y le dio respiración de boca a boca y se salvó.

—Exacto, ese chico fui yo —responde Mew.

—Claro, aquel día te lo agradecimos y dos guardaespaldas te llevaron antes de que nos digas tu nombre —dice Mile poniendo sus manos en las caderas—. Eres tú entonces, wow, dos veces entonces has salvado a mi hijo.

—Sí, pero no quiero que crean que por esas dos ocasiones que salve a Gulf tengo alguna autoridad sobre él o les voy a pedir que me lo den como pareja —responde Mew—. Gulf se mantuvo en mi cabeza desde muy joven, cuando cumplí 15 años lo volví a ver. Supe que era el cuándo lo vi en una noticia, cuando ustedes inauguraron una de sus empresas. Desde entonces averigüé su jerarquía y supe que era un Beta. Al saberlo me fui a vivir con un pariente que es Beta y me enseñó a controlar mi condición de Dominante.

—Es como si todo lo hubieras tenido calculado —responde Apo—. ¿Y si mi hijo ya hubiera tenido novia o novio? ¿Y si mi hijo no se interesa en ti?

—Sé todos los riesgos y consecuencias de hacer lo que hice señor Apo, pero me hubiera conformado con solo verlo y por eso me vine a estudiar aquí, para estar más cerca —responde Mew mirando su reloj.

—Sé que estás apurado ahora, pero debemos seguir conversando —dice Mile—. ¿Cuándo puedes hacerlo?

—Mañana tengo el día libre —responde Mew—. Hoy tengo unos temas que solucionar.

—Mañana ve a la mansión —dice Apo—. Te estaremos esperando.

—Sí, a medio día estaré allí —responde Mew—. Me retiro, que tengan un buen día.

—Igualmente, y gracias una vez más —responde Apo.

—Igualmente, tú —responde Mile.

—Permiso —dice Mew para irse.

—Como es el destino —dice Mile—. Este joven ha salvado dos veces a nuestro hijo.

—Sí, se ve que es sincero y pude sentir que su lobo es sumiso pese a ser dominante, algo hizo para ser así —responde Apo.

—Bueno amor, aunque sea así la decisión está en nuestro hijo, no en nosotros —responde Mile—. Volvamos al auto, debemos venir más tarde por Gulf.

—Sí, vamos, necesito dejar a alguien a cargo de las cosas de mi hijo —responde Apo.

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