Recuérdame Sirius...

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A la mañana siguiente Chloe despertó acostada sobre su almohada con Franco abrazando su pie y sin señales de Sirius.

Poco a poco recordó lo ocurrido la noche anterior y se dijo a sí misma que todo lo que Sirius le había dicho era verdad, que ya no debía atormentarse por eso.

Se levantó con cuidado de no despertar al rubio quien abrazó una almohadilla en lugar de la pierna de Chloe. La chica se dirigió al espejo y se vio sip… estaba horrible, su cabello despeinado, sus ojos hinchados y su nariz roja, su labio roto y manchada de lágrimas.

Chloe suspiró antes de acercarse al armario y sacar un vestido totalmente negro, unas botas negras a juego, unas medias negras altas y su chaqueta de cuero, su ánimo se reflejó en su ropa.

Caminó al baño y se dio una larga ducha mientras pensaba en lo ocurrido, al salir se vistió y fue hacia su bolso de mano donde guardaba maquillaje y lo más importante pociones que la hacían lucir como si nada hubiera pasado, primero arregló su labio con su propia magia, luego bebió una poción que hizo que sus ojos se desinflamen y su nariz deje de estar roja, volvía a la normalidad.

Peinó su cabello y lo dejó suelto, volteó a ver la foto de Cedric que había colocado previamente y le sonrió. Salió del cuarto de baño para ver a Franco sentado en la cama adormilado.

-¿Qué hora es? – Preguntó con pereza.

-Las 8:15 –

-Quiero dormir- Murmuró mientras se ponía una almohadilla en su cara.

-Yo quiero comer, te veré abajo hermanito-

-¡No eres mucho mayor que yo! – Recordó el rubio.

-Pero aún así lo soy un poco-

Chloe salió de su habitación y se frenó frente a la puerta con las iniciales “S. O. B” pero de alguna forma supo que Sirius no estaba ahí, tendría que agradecerle en otro momento.

Bajó las escaleras hasta llegar al primer piso, pasaba junto a todos los cuadros que la veían con algo de orgullo y otros con muecas, no les dio importancia.

Continuó hasta la cocina ahí ya se encontraban los demás, salvo Franco, Ántares y Federico, todos comían tranquilos sus panqueques.

-Buenos días- Saludó entrando.

Las miradas de todos se posaron en ella y tuvo la sensación de que Sirius no fue el único en saber su pequeño ataque de anoche.

-Te guarde un lugar, ven- Invitó Sirius señalando un lugar a su derecha.

Chloe sonrió y fue hasta donde le indicó el mayor, en el camino saludó a todos con pequeñas sonrisas.

-Buenos días señor Sirius- Le dijo al último antes de sentarse.

-Solo Sirius, por favor-

Chloe asintió incómoda, vio que enfrente había un lugar vacío.

-Para Franco- Respondió a su pregunta no formulada Draco.

-¿Qué quieres desayunar? – Preguntó Enzo.

-Quisiera huevos revueltos y un sandwich de queso- Pidió.

-Tus deseos son ordenes-

Sirius le sonrió al terminar su frase y dejando sus cubiertos.

-¡Kreacher! – Llamó

Un elfo doméstico vestido con ropa vieja y muy anciano apareció frente a él.

-¿El amo me llamó? – Preguntó sin emoción

Se veía a kilómetros que no se llevaban del todo bien.

-Quisiera que le prepares su desayuno a Chloe – Pidió Sirius

El elfo enfocó a la chica y luego abrió mucho sus grandes ojos que ahora parecían dos platos pequeños en su cara, rápidamente se tiró al piso llorando.

-Mi ama… mi buena ama ha vuelto- Dijo arrastrándose a los pies de Chloe que lo vio asustada.

-No Kreacher, ella no es Alessa- Corrigió amablemente Amy.

-No puede ser… - Habló el elfo

Volvió a ver a Chloe y esta vez se tiró al piso totalmente mientras se acercaba más a la de cabello bicolor.

-Mi Lady, mi pequeña amita…. esta tan mayor… tan grande y hermosa, igual a…-

-Suficiente Kreacher- Le cortó Federico entrando en la sala.

Lucía realmente mal, como si se hubiera emborrachado toda la noche, que si lo había hecho, olía a alcohol, se veía que no se bañó y aún utilizaba el traje de ayer.

Se sentó en una silla viendo a todos con odio y en especial al pobre elfo.

-¿Qué no escuchaste? ¡Que te vayas! - Le ordenó con voz enojada.

-¡No le hables así! – Defendieron Amy y Chloe a la vez.

-No se metan-

-Tú no te metas, no es tu elfo… es de Sirius, el debe de callarlo si así lo desea y no ha dicho nada así que no ordenes- Le dijo Chloe.

-¡He dicho que te cayes! –

-¡A ella no le gritas! – Dijo Sirius mientras se ponía en pie.

En su mirada apareció una chispa, una mancha negra en sus pulcros ojos color plata.

-¡Largo de mi cocina! Estas ebrio, no quiero ese ejemplo para ellos- Le ordenó ahora Amy.

-Hijo, vamos- Pidió Enzo levantándose

Federico los vio a todos enojado y se levantó para seguir a su padre, pero antes volteó a ver a Sirius.

-Aléjate de mi hija- Le dijo con odio.

Sirius apretó la mandíbula con todas sus fuerzas, justo cuando iba a sacar la varita Chloe tomó su brazo.

-No le hagas caso, esta ebrio- Recordó

Sirius pareció calmarse un poco y para este punto Federico ya estaba en las escaleras con su padre ayudándolo a subir.

-Maldito imbécil ¿Cómo se atreve? –

-Cálmate Canuto, solo está… herido- Justificó Remus.

-¡No lo defiendas! –

-No lo hago, solo trato de calmarte-

-Yo estoy calmado-

Todos se quedaron en silencio por unos segundos hasta que se escuchó los Lamentos de Kreacher.

-Lo lamento tanto ama Amelia, mi señora… he causado problemas-

-No Kreacher – Interrumpió Chloe y se agachó a su altura- Eres muy amable conmigo y mi padre… - Chloe hizo una pausa- Él estaba muy ebrio, no a sido tu culpa… -

-Mi ama es muy buena con Kreacher, mi ama debería de gritar a Kreacher –

-Por supuesto que no, eres un elfo muy bueno ¿Verdad? –

Kreacher asintió varias veces tratando de parecer formal.

-¿Porqué debería mi tía Amy gritarte entonces? Solo haces tu trabajo –

-Cuando hablo de mi ama, me refiero a usted mi Lady- Explicó Kreacher.

Chloe vio a Sirius confusa y el sonrió antes de hacer una señal para quitar importancia.

-Kreacher, prepara el desayuno para tu ama- Pidió Sirius

Chloe tosió falsamente y Sirius la vio.

-¿Olvidé algo? –

-Sí, no dijo por favor-

Sirius la vio con la boca entreabierta mientras Amy, Remus y Draco reían un poco y Narcissa la veía con orgullo.

-Claro… por favor y gracias Kreacher – Corrigió Sirius.

-Mucho mejor-

Chloe se volvió a sentar y el elfo desapareció de inmediato, segundo después volvió con un plato de huevos revueltos, un gran sandwich de queso y una copa de jugo.

-Para mi Lady- Habló el elfo antes de servir.

-Muchas gracias Kreacher, eres muy amable –

-Come por favor, estás muy delgada- Pidió Cissy.

-Creo que solo estoy… preocupada, ya sabes por Harry- Mintió Chloe antes de comer.

Por primera vez en un mes tenía hambre de verdad y comía su desayuno con gusto y estaba delicioso.

-No me van a creer, creo que acabo de ver al tío Fede vomitar por la ventana del segundo piso- Dijo Franco entrando con una gran sonrisa.

Todos se le quedaron viendo en silencio y el dejó de sonreír ante la mirada de advertencia de Draco y Amy, ambos hacían señales para que no hablara más y Franco las captó muy tarde.

-Lo siento, no fue mi intención C- Habló con tono culpable viendo a Chloe.

-Lo sé F, no tienes que preocuparte… - Contestó Chloe terminando sus huevos.

-Siéntate, te guardamos lugar - Le dijo Remus señalando la silla que estaba entre el y Sirius.

Franco asintió y se sentó rápidamente, tomó la mitad del sándwich de queso que Chloe puso en su plato y un sorbo de la copa de su hermana.

-¿No saben lo que es la higiene? – Preguntó Draco viendo cómo se pasaban la comida entre ellos.

-Es costumbre- Dijeron a la vez mientras ambos tomaban una manzana.

Chloe tomó una manzana amarilla y Franco una verde, vieron su manzanas sonriendo antes de lanzarse cada uno las manzanas y que el otro las atrapará con suma coordinación.

Ahora fue Sirius el que lo veía divertido y Remus reía.

-Gran truco- Felicitó el hombre lobo.

-Gracias papá, lo practicamos por años- Le dijo Franco antes de morder su manzana.

Sirius dejó de sonreír y mató con la mirada a Remus y Amy, ambos se veían avergonzados y bajaron la cabeza rápidamente como si su comida fuera lo más interesante del mundo.

-Ya no tengo hambre, que disfruten- Comentó Sirius con una mueca.

Se levantó de su silla, dirigió una sonrisa a Draco, Chloe y Franco y luego besó la coronilla de Narcissa para seguidamente irse hacia la puerta con una mueca de enojo.

-Hola tío Sirius- Saludó Ántares que iba entrando.

-Hola peque –

Y sin decir más Sirius salió como alma que vio a Voldemort y quería matarlo. Lo demás se vieron entre ellos antes de seguir comiendo incómodos.

Arriba, en el estudio que Regulus utilizaba para sus pociones, Sirius Black descansaba en la silla frente al escritorio.

Tenía una cara de seriedad absoluta y no dejaban de venir a su mente momentos importantes en su vida.

Flashback...

Sirius corría por un pasillo de Hogwarts a todo lo que daban sus piernas y tomando grandes bocanadas de aire. Era el día de su graduación y ahora llegaba tarde al evento más importante de su vida.

Logró llegar a la entrada del Gran comedor con unos segundos de tiempo, Remus lo vio mal mientras negaba con la cabeza y le ponía el birrete en la cabeza, James Potter sonrió divertido mientras le ayudaba a colocarse la toga y Peter le puso la insignia que usaban todos los merodeadores ese día.

-Mi hermana te mata- Le Susurró Fede sonriendo.

Sirius dirigió su mirada a la chica que estaba en la fila de enfrente con las demás de su año, ella tenía una mirada de enojo supremo que le decía que esa noche dormía afuera como el perro que era.

Aún así sonrió ampliamente porque después de esto haría algo muy importante que estuvo planeando toda la noche y por eso se quedó dormido.

McGonagall salió por la puerta del salón que guiaba a los de primer año al gran comedor y los hizo pasar a todos, como lo había hecho en su primer año. Tomó el hombro de Sirius con aspecto severo mientras los demás pasaban.

-¿Todo listo Minnie? – Preguntó Sirius en tono cómplice.

-Todo listo Black, espero y no te desmayes-

Sirius sonrió negando antes de entrar y alcanzar al resto de merodeadores. Lily vio todo con una sonrisa antes de acercase a Sirius rápidamente.

-Más te vale no cagarla perro sarnoso o te mataré- Le advirtió y rápidamente volvió a su lugar.

-Ya vamos a iniciar, todos a las filas- Pidió Minerva.

Los estudiantes obedecieron y las puertas se abrieron, donde antes estaban las mesas ahora habían casi 300 sillas para los invitados que iban a ver a sus hijos graduarse, en medio de estas había un pasillo para que ellos desfilarán y se sentarán en las sillas que correspondían.

El joven Black sabía que Alessa y James serían los últimos porque eran los premios anuales, Remus por ser el tercer mejor de la clase y Lily la segunda, así que todo estaba listo.

James y Sirius vieron a Euphemia, que ya estaba llorando, junto a Flemont  Potter, que sonreía orgulloso a sus dos hijos, y claro también Lorenzo y Anne Di Lessio, que habían venido por sus tres hijos: Los mellizos Federico y Alessandra, y su hijo adoptivo Remus.

Remus perdió a sus padres poco antes del inicio del séptimo año, por lo cual ahora esta bajo la tutela de los Di Lessio, los mejores amigos de sus padres.

-Creo que mamá va a morir por tanto llorar- Le Susurró Sirius a James y el asintió.

Siguieron caminado hasta llegar a las sillas que estaban dispuestas para ellos y tomaron asiento con una gran sonrisa.

Ahora Sirius se había sentado junto a su novia y ella junto a James.

-Te mataba si no llegabas- Le susurró Alessa a Sirius y el sonrió.

-Nunca dejaría de ver a mi hermosa e inteligente novia recibir su premio a mejor alumna- Le respondió en el mismo tono.

Dumbledore se puso en pie en el escenario y junto a su podio.

-Un año más termina y con el se va una nueva generación de magos que van a luchar y mejorar nuestro mundo. Como sabrán estos últimos años no han sido buenos para nuestro mundo- Muchos bajaron la cabeza en respeto o por tristeza- Pero ahora estoy seguro que en estos jóvenes está el futuro de nuestro mundo, que en ellos está el salvar a todos-

Dumbledore vio a un selecto grupo de estudiantes a quienes les había hecho una oferta hace poco.

-Hoy vamos a echar de menos a estos talentosos jóvenes que se hicieron notar de diferente formas en esta escuela. Están los que la mejoraron con peticiones-

Marlene  y Dorcas se levantaron sonriendo mientras recibían aplausos, sabiendo que se refería a todas sus protestas.

-También aquellos que destacaron por sus excelentísimas calificaciones-

Lily, Remus y Alessandra se pusieron en pie mientras todo el salón aplaudía y Enzo junto a Flemont se levantaron.

-¡ESOS SON DOS DE MIS HIJOS Y MI NUERA! – Gritaron juntos.

Los tres sonrieron y se volvieron a sentar.

-También aquellos que se destacaron por brillar de manera distinta… por lograr sacarnos unas cuantas risas en estos tiempos-Siguió Dumbledore.

Sin esperar nada los seis merodeadores se pusieron de pie en sus sillas.

-Con suma tristeza- Comenzó Fede.

-Anunciamos nuestro retiro- Siguió Remus.

-Y sabemos lo que piensan- Continuó Peter.

-¿Porqué se retiran a los 18 años? – Preguntó Sirius

-Pues es muy claro, los seis merodeadores- Le siguió Alessandra tomando la mano de James y Sirius.

-logramos, ante todo pronóstico, sí Minnie te hablamos a ti- Habló James y todos vieron a la profesora que sonrió.

-Cómo decía yo… - Volvió a hablar Alessa- Los merodeadores-

-¡NOS GRADUAMOS! – Gritaron juntos los seis.

Después de eso se sentaron y la gran mayoría comenzó a reír como loca.

-Gracias por eso merodeadores, se les va a echar de menos – Les dijo Dumbledore.

-¡IGUALMENTE DUMBY! – Gritaron James y Alessa.

-Cómo decía, en estos jóvenes esta el futuro de nuestro mundo. Así que salgan al mundo, jóvenes, y cámbienlo. Hagan que sea SU mundo, hagan que sus nombres queden en la historia-

Todos se levantaron aplaudiendo para después cantar el himno de Hogwarts.

-Cuando sean llamados- Comenzó McGonagall- subirán aquí y tomarán sus títulos para después volver a su lugar- Pidió.

-Comenzamos por la casa de Ravenclaw.- El jefe de esta casa subió al escenario- Bianca Giattioni-

La joven rubia subió a recibir su título mostrando su anillo de compromiso y se pequeña pansa de embarazo.

-Se te fue la mano hermano- Le dijo Remus a Fede que sonrió.

-¡Pandora Malfoy! – Llamó Minerva.

Otra rubia de Ravenclaw, la hermanita de Lucius Malfoy, subió a recibir su título siendo aplaudida por su prometido Xenofilus Lovegood.

Al terminar con la casa de Ravenclaw siguió Hufflepaff, luego la casa de Slytherine.

-Narcissa Black-

La rubia subió y fue aplaudida por su hermana mayor, sus padres, tíos y, por alguna extraña razón que éstos no comprendieron, por Sirius y los merodeadores. Claro que ignoraban la amistad que Narcissa había entablado con ellos en secreto y que realmente era considerada una merodeadora honoraria como Lily, Marlene y Alice.

-¡Severus Snape! –

Severus subió y para su sorpresa vio como Alessa y Lily se levantaban a aplaudir por el sin importar que ya no hablaba con ninguna de ellas.

Al terminar con Slytherine seguía Gryffindor, quien fue dejada para el final por haber ganado la copa de las casas y de quidditch.

-Ahora la casa de Gryffindor – Habló Dumbledore sabiendo lo que se venía- ¡Alice Smith! – llamó

La castaña subió mientras era aplaudida por gente de todas la casas, todos la aman.

-¡Sirius Black! –

El primer merodeador subió a la tarima sonriendo mientras todo el comedor, con excepción de los Black y los Slytherine, aplaudían. Sirius corrió por el escenario y, tomándola desprevenida, abrazó a Minerva y le dio varias vueltas en el aire mientas ella se quejaba y reía.

Una vez la soltó tomó su título y volteó hacia la dirección donde estaban los señores Potter y Di Lessio sonriendo y aplaudiendo.

-¡SI ME GRADUÉ MAMÁ Y PAPÁ! – Les dijo a Euphemia y Flemont los cuales ahora gritaban felices- ¡MIREN SUEGROS, YA NO SOY UN VAGO! – Ahora fueron los Di Lessio los que gritaban.

Sirius bajo sonriendo de la tarima y corrió hacia su novia para besarla frente a todos, luego se sentó tranquilamente.

-¡Marlene Mckkinon! – Llamó Minerva.

La rubia oscuro subió bailando a la tarima escuchando y animando los aplausos de todos. Dirigió la mirada a su hermano mayor, Alaric, y le sonrió orgullosa mostrando su título.

-¡Así se hace Marly! – Gritó Alaric Mckkinon.

-¡Es mi prometida! – Gritó Remus aplaudiendo.

-¡Es nuestra mejor amiga! – Siguieron Sirius, Alessa, Lily y Alice.

La rubia volvió a su asiento y besó a Remus.

-Federico Di Lessio- Llamó Dumbledore.

-¡MI HERMANO! – Gritó Amy que estaba junto a su familia y Regulus.

Al parecer llegaron muy, pero muy, tarde.

Fede subió y bailó con su título, que tanto le costó conseguir por cierto, miles de sobornos a Remus y Alessa para que hicieran sus tareas y miles de excusas a los maestros de porque no había entregado dichas tareas.

-Peter Pettigrew-

El joven Pettigrew subió, se cayó en la escalera, pero subió, nadie quiso reír ante la mirada de advertencia de los otros 5 merodeadores. Tomó el título y lo mostró a su madre.

-¡Así se hace Pet! – Le animaron sus amigos.

-¡Si se pudo! ¡Si se pudo! ¡Si se pudo! – Cantaban los Di Lessio, los Potter y sus dos hijos menores.

Peter casi se cae de nuevo en la escalera, pero logró llegar a su asiento.

-Frank Longbottom- Llamó Minnie.

El joven de cabellos rubios subió a la tarima siendo animado por todo Gryffindor ya que solía ser muy tímido.

-¡Así se hace Franki! ¡Te adoro! – Le gritó su mejor amiga, Narcissa Black mientras los Slytherine la veían con mala cara y su familia la mataba con la mirada.

Ya quedaban casi nada de Gryffindors, de hecho, sólo 6. Los cuatro mejores alumnos y otros dos chicos.

-Carson Wood-

El chico Wood subió con una sonrisa mientras Sirius le mostró un gesto obsceno, pues era el ex novio de Alessandra.

-Mary McDonald-

La pelirrojo obscuro subió sonriendo y mostrando su título a su familia y amigos.

-Ahora vamos con las mejores calificaciones que tuvimos en esta generación, sorprendentemente todos son de la noble casa de Gryffindor – Explicó Dumbledore y McGonagall vio a sus chicos con orgullo.

-En tercer lugar ¡Remus John Lupin! –

El joven Lupin sonrió orgulloso y los merodeadores comenzaron a levantarse en sus sillas mientras subía.

-¡ES MI HIJO! ¡ES MI HIJO! – Decían los Di Lessio.

-¡ES MI MEJOR AMIGO! – Gritó Amy.

Remus se acercó al podio ya que cada uno de las mejores notas podía decir un pequeño discurso.

-Buenos días a Todos, hoy es un día muy especial para nosotros y agradecemos su presencia en este lugar y momento. Yo quisiera tomar este pequeño tiempo para agradecer a las personas que me impulsaron a ser mejor. -

>>En primer lugar mis padres biológicos, que aunque ya no se encuentran en ese mundo, sé que siempre están conmigo- Remus secó una lagrima traidora que salió - También es primer puesto mis padres adoptivos, Anne y Lorenzo Di Lessio – Los Señores Di Lessio comenzaron a llorar- porque aunque yo no llevo su sangre siempre me han tratado como a un hijo. <<

>>En segundo lugar a mis mejores amigos, los merodeadores- Estos hicieron gestos tiernos y muecas de llanto- Ustedes fueron quienes me aceptaron y amaron a pesar de todo y siempre les voy a estar agradecido por hacerme mejor persona. También en este puesto esta mi novia, Marlene- La rubia le lanzó un beso- Gracias por ayudarme siempre cariño<<

>>Ya por último, pero jamás menos importante, mi hermanita, la persona más importante en vida y la persona a la que siempre voy a amar por sobre todo. Amelia Di Lessio- la menor de los Di Lessio, que estaba sobre su silla mientras Regulus la cuidaba, se soltó a llorar como Magdalena- Te amo Amy, gracias por todo, porque sin saberlo tú pequeña salvaste mi vida<<

Remus bajó del escenario y vio que Amy seguía llorando como si no hubiera un mañana.

-Un hermoso discurso señor Lupin- Alagó Dumbledore.

Hasta ahora tanto Dumbledore como los demás jefes de casa se turnaban para llamar, pero Minerva había dado una orden explicita, solo ella llamaba a sus niños.

-Ahora recibamos a nuestro segundo lugar, Lily Evans-

Lily subió a la tarima con una sonrisa y bajó los aplausos y gritos de todos, en especial James que sabía que Lily no estaba bien porque sus padres no habían podido venir por ser muggles.

-Muchas gracias a todos por este grato y hermoso recibimiento, como muchos sabrán yo soy hija de muggles – Algunos hicieron gestos de asco- soy alguien que no tenía conocimiento de ser bruja y mírenme, me esforcé por esto, trabajé por esto, estudié por esto y salí victoriosa, sin importar que no provengo de una familia mágica me esforcé y gané mi puesto hoy. Así que yo quiero dedicar este premio a cuatro personas–

>>Mis magníficos padres, quienes por obvias razones no pueden estar aquí, pero que siempre me apoyaron por sobre todas las cosas. También quiero dedicar esto a quien siempre me dijo que no me rindiera y me defendió de todos, al que nunca le importó quienes eran mis padres mi familia, solo quien era yo… esto es para ti James Charlus Potter <<

James casi se cae de su silla porque no sabía de esa mención en el discurso de Lily, comenzó a sollozar como si fuera un niño y luego gritó “SOY YO, YO SOY JAMES CHARLUS POTTER, ES MI NOVIA”

>>Te amo James- De nuevo el chico sollozó- Y ya por último a la persona que me impulsó en todo el camino, a la persona que su momento llegué a detestar, pero que se terminó convirtiendo en mi otra mitad y sí, antes de que grite, gracias a Alessandra Di Lessio<<

Alessa sonrió mientras se señalaba a si misma y luego gritó “TE AMO ROJA”

Lily bajó tranquilamente y al pasar junto a Sirius le Murmuró un “Todo listo chucho”

-Gracias señorita Evans, sin duda alguna un ejemplo del esfuerzo y talento mágico- Le felicitó Dumbledore. - Ahora los premios anuales, quienes empataron en primer lugar-

-Recibamos a James Charlus Potter- Llamó Minnie.

Alessa vio confundida como James subía a la tarima, se suponía que ella iba primero.

James abrazó a Minnie y la giró en el aire como lo hizo Sirius mientras ella se quejaba, de nuevo.

Tomó su título de las manos de Dumbledore y lo abrazó a él también.

-Gracias a todos, gracias de verdad. En primera instancia quiero aclarar que no se como logré esto porque soy un desastre, pero bueno supongo que cada desastre es hermoso y talentoso por dentro- Comenzó James.

-¡Muy poético Corny! – Le gritó Sirius.

-Para la papa Canuto, ya tuviste tu turno, ahora voy yo- Le dijo

Todos en la sala, incluidos los Black, se rieron ante la cara ofendida de Sirius.

-Ahora esto es un gran logro, pero no es mío, bueno no es solo mío. Este logro es de, por supuesto, mis padres quienes siempre me amaron he impulsaron a ser mejor – Los Señores Potter sonrieron, Flemont estaba llorando como bebé- Claro que también es por mi segunda madre y uno de mis mayores ejemplos a seguir, una de las mujeres más fuertes que conozco… hablo, claro está, de mi amada profesora… Minerva McGonagall, Minnie para los amigos-

La jefa de Gryffindor vio con sorpresa a James mientas una que otra lagrima salían de sus ojos, por Merlín, amaba a sus pequeños.

>>Claro que también mis queridos merodeadores: Lunático- Remus sonrió – Colagusano- Peter vio con sorpresa a James- Rain- Fede subió sus dos pulgares- Canuto- Sirius hizo como perro- los merodeadores honorarios: Amy, Regulus, Alice, Marlene y por supuesto Frank- Todo lo vieron con sonrisas en sus rostros- Mi otra familia, los Di Lessio – Ambos nombrados levantaron los brazos- Y mi amada novia, Lily Evans, la mujer que amo y me hace tan feliz… yo me esforcé por ella, porque quería ser alguien para ella, pero también porque ella me enseñó que debía ser alguien para mí<<

La pelirroja sonrió mientras una lagrima caía por su mejilla.

>>Ya para terminar, dejé lo mejor para el final. Hablo de la persona más importante en el mundo para mí, la que me hace ser yo mismo, la que me hace levantar cada día, ella es mi gravedad, mi centro, mi más grande tesoro. Ella es la más maravillosa persona que a llegado a este jodido mundo, ella es mi alma gemela, mi otra mitad, la persona que me complementa… hablo, como la gran mayoría debe de saber, de mi amada Nevada, mi adorada Alessa<<

La rubia lo vio con varias lágrimas cayendo mientras conectaban miradas como si nadie más existiera, y para ellos era así.

Los demás veían todos, algunos con expresiones confusas ¿Qué no era Lily su novia? ¿Por qué ella parecía tan calmada ante el hecho de que su novia ame más a otra?.

>>Te amo Nevada y lo más importante en este momento y para toda nuestra vida es que somos tu y yo para siempre<<

James saltó del escenario y fue directamente hasta su mejor amiga, ella saltó de la silla donde estaba de pie hasta los brazos de James que la atrapó con suma facilidad.

Ambos se abrazaron felices mientras todos los veían.

-Hermosas palabras del señor Potter, debo decir que eso realmente fue hermoso- Alagó Dumbledore.

James soltó a Alessa y ambos se sentaron.

-Ahora el otro primer lugar es para el premio anual… Alessandra Clarisa Di Lessio- Llamó Minnie y ahora si sus ojos se llenaron de lágrimas ante la mención de la que consideraba su hija.

La rubia subió victoriosa al escenario, sin saber que Sirius estaba a nada de desmayarse.

Todos aplaudían, incluso los Slytherine y los Black, mientras la muchacha llegaba hasta los dos profesores.

Abrazó a Dumbledore y tomó su título para luego correr a abrazar a Minnie que no dejaba de llorar como si no hubiera un mañana.

-Mi dulce niña, estoy tan orgullosa de ti- Le dijo Minerva sin importar que todos la escuchaban.

-Gracias Minnie-

Alessa abrazó otra vez a su profesora favorita y luego se dirigió al centro del escenario. Suspiró antes de comenzar.

-Buenos días a todos. Sé que para este punto ya deben de estar cansados y deseando que esto termine, también sé que va a ser difícil superar los otros discursos, pero prometo que lo voy a intentar-

>>Hoy quiero agradecer en lugar de dedicar, agradecer a todas las personas que han contribuido a que yo sea lo que soy ahora, porque cada persona en esta habitación me ha hecho mejor. Quiero agradecer a varias personas importantes.

Comenzando por mis amados padres Enzo y Anne- Ambos vieron a su hija orgullosos y aplaudiendo- gracias por ser los más maravillosos padres en el mundo. Siguiendo con mis padres adoptivos los Potter, gracias a mami Euphe por siempre estar para mi y a papi Flem por enseñarme y ayudarme con mis tareas cuando no comprendía- El matrimonio Potter vio a la que consideraban su hija con amor- Continuando con la persona que me enseñó a luchar, a controlar mis poderes, incluso me enseñó a hablar y a caminar… hablo de mi adorado padrino Alastor Moody, que es el hombre que se escabulle entre las filas de sillas en este momento porque llega tarde<<

Todos voltearon y vieron a Alastor Moody de pie, casi petrificado, entre las filas de sillas de padres, casi llegaba a su lugar junto a los Di Lessio. Su ojo mágico vio hacia todos lados.

-¡¿Qué miran todos?! ¡Que no ven que mi ahijada está hablando! – Gritó y continuó su camino hasta su silla.

>>Gracias padrino, por todo lo que me enseñaste- Continuó Alessa una vez tuvo la atención de todos de vuelta- Gracias a mis mejores amigas: Marlene, Alice, y por supuesto mi adorada pelirroja, Lily – Las tres chicas vieron a su amiga con sonrisas- Seguimos con quien es como un hermanito para mí, mi adorado cuñado y pupilo Regulus Black- El chico se sorprendió rotundamente cuando las miradas fueron a dar a él<<

Regulus se levantó con orgullo y le sonrió a Alessa antes de volver a sentarse.

>>Vamos con mi hermanita Amelia- La rubia vio a su hermana mayor con admiración – Tú me impulsas a ser mejor, gracias a ti fue que decidí ser la mejor versión de mi misma, para que tú tuvieras un buen ejemplo de hermana mayor – Amy sonrió – Vamos ahora con una persona que, aunque ya no me llevo con él, fue y siempre será una de las personas más importantes de mi vida… mi compañero de lecturas, el que me enseñó a mezclar de manera correcta las pociones, el que me enseñó hechizos de defensa que solo creó para si mismo, el que me dijo “Todo es posible si te lo propones rubia” y hoy me doy cuenta que tiene razón… gracias a ti Severus Snape<<

Todos vieron con sorpresa al pelinegro de Slytherine, los merodeadores casi se van de espaldas, sus amigas vieron a la rubia como si se hubiera vuelto loca mientras Regulus y Amy, los únicos que sabían de esta amistad, sonrieron.

Severus alzó su mirada, pues todo este tiempo veía hacia el suelo creyendo que hablaba de alguien más. Miró a Alessa, que le sonreía abiertamente, y con una lágrima cayendo por su mejilla se levantó y le sonrió.

Ya no hablaba con ella, ya no la veía, no desde que le gritó cosas horribles el año anterior y nunca tuvo cara para poder pedirle perdón, ahora ella está ahí hablando de él…

>>Gracias por todo Sevy – El chico hizo una mueca de sonrisa ante el apodo y se volvió a sentar- Ahora gracias a mis amados hermanos del alma… mis merodeadores. Cada uno tiene un lugar en mi corazón: Peter, mi niño, casi un hermanito para mi- El joven se limpió una lágrima – Remus, quien creció conmigo y me enseñó que la vida da golpes muy duros, pero que siempre hay que luchar- El castaño tocó su cicatriz más resiente antes de sonreír- mi adorado gemelo, quien literalmente nació, creció y se creó junto a mí… mi amado Fede- El rubio vio a su hermana con orgullo y amor- Te amo hermanito, que lo sepas, nunca jamás dudes que eres mi más grande orgullo, seguimos con el amor de mi vida, el hombre que me enseñó lo que es el amor y con quien aprendí de este extraño sentimiento, el único al que amaré hasta que me muera… Sirius Orión Black<<

Los ojos color plata de Sirius fueron a dar a su novia mientras sonreía.

-¡TE AMO MI AMOR! – Le gritó contento.

>>Y yo a ti corazón- le respondió la rubia sin nada de vergüenza- terminando con broche de oro, la persona más importante en mi vida, esa persona que me enseñó que mi vida no estuvo completa hasta que llegó el… mi alma gemela, mi mejor amigo, mi otra mitad, la fuente de mi alegría… James<<

El azabache vio a su amiga con una sonrisa y artículo de manera muy alta un “Te amo “

>>Bueno ahora gracias a mi adorada Minnie, mi tercera madre. La mujer que me enseñó bueno… todo y la que realmente es mi ejemplo a seguir- Minnie abrazó a Alessa y luego se volvió a su lugar-Gracias a todos los que están aquí y les deseo una buena y prospera vida- Ella pareció recordar algo- Ah y gracias a los señores Black que están en el fondo- tanto Orión como Walburga vieron a Alessandra con sorpresa- Gracias por traer a sus hijos al mundo y gracias por darme al amor de mi vida<<

La rubia dejó de hablar, tomó su título y se dispuso a bajar, pero Minerva la tomó del hombro manteniéndola donde estaba.

-¿Listo? – Preguntó Remus a Sirius que temblaba de pies a cabeza

Sirius se levantó y todos lo vieron confusos.
El chico caminó hasta estar en medio del pasillo, justo donde solían poner a los de primer año.

-Hoy quiero hablar contigo Alessandra – La rubia, aún en el escenario, lo vio confusa – Hoy frente a todos quiero decir muchas cosas y espero poder hablar sin interrupción- Todos vieron como Sirius seguía temblando.

>>Hace casi 7 años que me enamoré de ti, justo cuando estabas en ese lugar probándote el sombrero y mientras este decidía a que casa enviarte yo estaba de pie justo aquí, donde estoy ahora, con una mirada de idiota viendo a la niña sentada en el taburete y que hablaba con el sombrero.

La misma que conocí en el tren y que no me había juzgado por mi apellido, y si adivinaron todos, esa niña eres tú Alessa. Con solo unas pocas horas juntos y yo me dije a mi mismo “Ella es la mujer con la que quiero pasar el resto de mis días, la única que quiero que me enseñe a amar, la única a la que quiero ver junto a mi el resto de mi vida”. <<

>>Tarde años en lograr ser la sombra del hombre que realmente te merece y aún hoy en día no lo soy, porque yo te amo más que a mi vida y daría todo por ti, pero nunca seré lo suficientemente bueno para ti porque no hay nadie en este mundo que sea lo suficientemente bueno para ti…
Jamás nadie lo va a ser, pero me esforzaré hasta el final de mi vida para ser lo más parecido a ese hombre para ti. Para que puedas ser feliz, para que puedas ser amada como realmente mereces<<

Sirius comenzó a caminar hasta quedar a unos metros de la tarima donde su novia lloraba ante las palabras que decía.

>>Hoy aquí, frente a todas estas personas quiero mostrarte lo que me hiciste… lo mucho que me cambiaste, lo mucho que mejoré, gracias a ti<<

En el sector donde estaban los Ravenclaw, Pandora Malfoy se levantó en su silla y apuntó con su varita al techo, un gran cartel descendió y se mostró por ambos lados una fotografía de Sirius y Alessandra el primer día en el tren, ambos se sonreían el uno al otro. Justo debajo apareció la frase “Nunca imaginé que mi mundo cambiaría gracias a ti”

>>Ese fue el momento en el que mi vida dio un giro extremo, porque había conocido y experimentado por primera vez el amor<< Siguió Sirius.

En el sector de Hufflepaff Dedalus Diggle se levantó en su silla y repitió la acción de Pandora Malfoy, otro cartel descendió y está vez tenía la foto que fue tomada por Anne en la primera Navidad de Sirius con los Di Lessio, cuando él estaba tocando el piano. La frase “Y conocí mi destino justo en ese momento” apreció.

>>Justo en ese momento, viendo tus ojos, vi mi vida en ellos. Vi mi vida junto a ti pasar en mi mente, justo en ese momento tomé la decisión de hacer todo esto que hago ahora<<

Ahora en el mismísimo sector de Slytherine, Narcissa Black se levantó en su silla y apuntó su varita repitiendo la acción de los otros dos, todos esto mientas su familia la veía con la boca abierta.

Una nueva fotografía descendió, era la fotografía que se habían tomado el primer día de su quinto año. La frase “Y me di cuenta que estaba perdido” se leía con letras doradas.

>>En ese momento me di cuenta que había escapado de mi destino junto a ti por demasiado tiempo, en ese momento me di cuenta que era hora de madurar, porque yo ya te amaba Alessa, pero tú a mí no porque era la persona más despreciable que había en el mundo.

Fue ese día que me di cuenta que estaba perdidamente enamorado de ti<< Siguió Sirius.

Ahora en el sector de Gryffindor fueron los otros 4 merodeadores y Lily los que se levantaron y apuntaron todas sus varitas. Otro cartel cayó.

Esta vez fue la foto que tomaron en la boda de la hermana de Lily la que se mostró, junto a la frase “Y todo inició por un simple *Ya no puedo más* que pasó por mi mente”.

>>Ese día nuestra relación inició de manera formal, aunque ambos sabíamos que nos habíamos amado y sido fieles sin ser nada por más de un año, pero esos son detalles.
Desde ese día he planeado hacer esto, desde ese día he tenido en claro que nunca me voy a ir de tu lado, a menos que me lo pidas<<

Sirius subió a la tarima mientras hablaba, Alessandra lo vio llorando.

>>Estoy listo para iniciar mi vida, pero no puedo hacerlo si no estas a mi lado.

Te amo Alessandra, lo he hecho desde el día que te conocí y lo haré hasta el día en que me muera, y si es posible te buscaré en cada vida que me den. Porque somos tú y yo, tú y yo para siempre<<

Sirius se puso en una rodilla frente a su novia, y todo el gran Comedor, mientras sacaba una caja negra de terciopelo que se abrió mostrando un hermoso anillo.

Ahora fue Alessandra la que se llevó las manos la boca y lloraba aún más.

>>Alessandra Clarissa Di Lessio, me harías el hombre más feliz del mundo, me darías la fuerza más grande y el amor más puro ¿Te casarías conmigo?<< terminó

Todo su cuerpo temblaba, pero parecía disimular muy bien.

Los que no disimularon fueron los merodeadores que si temblaban todos de pies a cabeza.

La rubia no dudó ni un segundo antes de responder.

-¡Sí! ¡Por supuesto que sí mi amor! – Le dijo

Sirius se levantó y besó a Alessandra, para después poner el anillo en su dedo y darle un giro en el aire.

-Te amo Alessa-
-Te amo estrellita-

Ahora todos aplaudían felices a los recién comprometidos y graduados estudiantes.

Fin del Flashback.

Sirius aún estaba sentado en la silla frente al viejo escritorio, jugaba con su anillo de matrimonio, que aún estaba en su dedo porque nunca se lo quitaba. Vio la inscripción que estaba tallada en el anillo “Tú y yo para siempre”

Suspiró mientras secaba una lágrima y luego otra, vio una foto de su amada esposa en el escritorio y la tomó.

-Era magnífica- Habló una voz desde la puerta.

Sirius levantó la vista al reconocer esa voz.
Chloe y Franco estaban en la puerta, ambos abrazados y con una sonrisa triste.

Sus hijos… sus hermosos hijos, el fruto de ese amor que tanto extraña, estaban ahí enfrente de él.

-Ella era perfecta- Les dijo devolviendo la fotografía.

-¿Te la recordamos? – Preguntó Franco mientras ambos entraban en la oficina.

Sirius sonrió abiertamente y los vio.

-Tú – Señaló a Franco – Tienes sus ojos, su sonrisa, su ingenio, definitivamente tienes su ego y en definitiva su cabello- Le dijo y Franco sonrió peinando su cabello como Sirius lo hace- Y tú – Chloe lo vio atenta – Pues tú erres casi idéntica a ella, tienes su cabello, definitivamente tienes su boca y bueno eres realmente idéntica a ella físicamente, pero… no son igual a ella, no lo son, son distintos, tanto que ella estaría orgullosa de solo saber lo que han logrado- Terminó

Sirius se levantó se puso frente a sus dos hijos, claro que ninguno de los dos adolescentes sabía esto, pero no importaba porque él se sentía lo más completo que podía estar con ellos cerca.

-Sin embargo – Continuó al ver a ambos y ellos lo vieron con anhelo de saber mas- Son perfectos- Terminó posando una mano en las mejillas de cada uno – Mis maravillosos bebés, la alegría más grande que tengo-

Ambos chicos lo vieron confusos, sabían que Sirius les ocultaba algo, algo relacionado con ese cariño extremo que le demostraba a ambos a cada segundo de su estadía cerca de él.

-¿Qué somos para ti? – Preguntaron a la vez

-Mi más grande obsequio- Respondió sincero Sirius.

Apartó sus manos de las mejillas de los dos niños y su mirada se posó en los dos paquetes que tenía en la mesa.

-Ahora que lo recuerdo ¿Recibieron mi presente de navidad el año pasado? – Preguntó cambiando totalmente de tema.

-Lo hicimos, gracias. Nunca me quitó el collar- Habló Franco mostrando el collar que llevaba debajo.

Sirius sonrió al verlo.

-¿Y el tuyo estrellita? – Preguntó a Chloe.

-Aún no tengo oportunidad de usarlo, pero creo que lo usaré pronto en la boda de mi amigo Alex-

-Espero y lo hagas-

Sirius tomó los dos paquetes que tenía en la mesa, ambos envueltos con papel satén negro.

-Sé que su cumpleaños ya pasó, pero… tenía esto guardado- Explicó extendiendo un paquete a cada uno.

Los dos gemelos sonrieron antes de tomar el paquete que le ofrecieron a cada uno y abrirlo.

El primero en abrirlo por completo fue Franco quien se encontró con una hermosa pulsera.

Chloe terminó de abrir el suyo y mostró una igual a la de Franco.

-Son comunicadores ¿Ven este botón de aquí? – Sirius mostró un botón cerca de la orilla- Es para que se muestre el espejo de triple vía, pueden hablar entre ustedes o… conmigo- Mostró una pulsera idéntica que llevaba en la muñeca.

-No debiste molestarte Sirius- Le dijo Franco mientras se la ponía.

-Pero son realmente hermosas y útiles, gracias- Terminó Chloe también colocándola en su muñeca.

-Espero y las utilicen muy a menudo para hablar conmigo cuando vuelvan a Hogwarts. Sé que casi no me conocen y así, pero quiero que sepan que yo voy cuidarlos, protegerlos y apoyarlos en todo solo confíen en mi-

Ambos gemelos se vieron, para luego abrazar a la vez al pelinegro que les correspondió al instante.

-Los amo a ambos- Susurró Sirius para sí mismo.

-Y nosotros a ti- Respondieron juntos los menores.

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