Retorno oscuro.

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Una semana después el funeral de Cedric se llevó a cabo y Chloe, obligada por Hermione, tuvo que asistir.

Fue cuando los vio… los señores Diggory lloraban en la primera fila de silla que habían puesto en el gran comedor, la petición de Ced vino a su mente y tragó el nudo que se había formado en su garganta.

-Guárdame lugar- Le pidió a Franco y el asintió.

Se acercó a ellos lentamente, arrastrando los pies y al quedar frente a frente con ambos adultos vio, por primera vez, lo parecido que era Ced a sus padres.

-Señores Diggory – Habló con voz quebrada y ambos la vieron.

-Tú eres Chloe… la mejor amiga de mi… mi… - La señora Diggory no terminó su frase antes de llorar en el hombro de su esposa.

Chloe suspiró y se agachó para quedar frente a ellos, tomó las manos de la señora Diggory en sus manos.

-Vengo a hacer una promesa- Ambos la vieron extrañados – Juro por Merlín y todo lo que amo que lo que le hicieron a Ced no va a quedar impune, voy a buscar a ese engendro y lo voy a hacer pagar y juro, les juro a ambos por la memoria de Ced que voy a llevar a su casa la prueba de que pagaron por esto- Habló mientras su voz se tornaba más y más rencorosa.

Ambos adultos la vieron perplejos, solo acataron a asentir con suavidad.

-También les quiero decir que hice una promesa a Ced, antes de que el… yo le prometí que iba a cuidar de ustedes y lo voy a cumplir, sé que no me conocen tanto o tan siquiera como para creerme, pero les prometo que siempre voy a estar ahí para lo que necesiten-

-Gracias linda, siempre serás bienvenida en… nuestra casa- Terminó el señor Amos.

-Gracias… yo los iré a visitar, lo prometo. Ahora debo irme porque está fila es solo para su familia- Terminó Chloe

La ahora mitad castaña mitad rubia se puso en pie, pero la señora Diggory la detuvo tomando su mano.

-Fuiste la chica que amó más, fuiste su mejor amiga, él te llamó su hermana y alma gemela, tú eres familia. Ven siéntate. –

Chloe sonrió triste ante estas palabras, tomó asiento junto a la madre de Cedric y está la abrazó por los hombros antes de llorar.

.   .  .

La noche antes del retorno a casa, Chloe preparó su baúl, con sus ahora bien controladas habilidades Fénix.

Sentía terror ante el banquete de fin de curso, que era motivo de alegría otros años, cuando se aprovechaba para anunciar el ganador de la Copa de las Casas. Desde que había sido el funeral, había procurado no ir al Gran Comedor a las horas en que iba todo el mundo, y prefería comer cuando estaba casi vacío para evitar las miradas de sus compañeros, todos sabían que Chloe había hecho algo, algo malo, pero nadie se atrevió a preguntar.

Cuando Harry, Hermione, Ron y Chloe entraron en el Gran Comedor, vieron enseguida que faltaba la acostumbrada decoración: para el banquete de fin de curso solía lucir los colores de la casa ganadora.

Aquella noche, sin embargo, había colgaduras negras en la pared de detrás de la mesa de los profesores. Chloe no tardó en comprender que eran una señal de respeto por Cedric, algo que le causó querer asesinar a Dumbledore… como si el realmente sintiera lo que le pasó a Cedric.

El auténtico Ojoloco Moody estaba allí sentado, con el ojo mágico y la pata de palo puestos en su sitio. Parecía extremadamente nervioso, y cada vez que alguien le hablaba daba un respingo.

Chloe comprendía al hombre a la perfección estar secuestrado tanto tiempo, pero al mismo tiempo este Ojoloco le dio algo de miedo, no dejaba de verla a ella y luego a Franco, como si buscará algo.

La silla del profesor Karkarov se encontraba vacía y Chloe, por primera vez desde que lo conocía, sintió lástima por el hombre.

Madame Maxime seguía allí. Se había sentado al lado de Hagrid. Hablaban en voz baja. Más allá, junto a la profesora McGonagall, se hallaba Snape. Sus ojos vieron a Chloe fijamente a los ojos y ella rodó los propios antes de hacer una mueca muy particular, Severus sonrió sólo un poco al reconocer parte de la antigua Chloe en esa, tal vez si tenía remedio lo que pasó en el laberinto.

Pero hasta Chloe sabía que esto ya no era posible, ella había asesinado a 15 personas y sentía remordimiento por no haber podido hacer lo mismo con todos, sentía que necesitaba vengarse de esos imbéciles y lo haría, porque ahora una chispa había despertado. Algo la unió más a su tío Regulus, algo los hizo iguales, ellos eran asesinos.

Hermione codeó a Chloe sacándola de sus pensamientos oscuros, ella volteó a ver a Harry que observaba a Dumbledore como buscando respuestas a sus preguntas… pobre, no sabe qué en ese viejo no puede confiar.

Dumbledore, que se levantó de su silla en la mesa de profesores. El Gran Comedor, que sin duda había estado mucho menos bullanguero de lo habitual en un banquete de fin de curso, quedó en completo silencio.

—El fin de otro curso —dijo Dumbledore, mirándolos a todos.

Hizo una pausa, y posó los ojos en la mesa de Hufflepuff. Aquélla había sido la mesa más silenciosa ya antes de que él se pusiera en pie, y seguían teniendo las caras más pálidas y tristes del Gran Comedor.

—Son muchas las cosas que quisiera deciros esta noche —dijo Dumbledore —, pero quiero antes que nada lamentar la pérdida de una gran persona que debería estar ahí sentada —señaló con un gesto hacia los de Hufflepuff—, disfrutando con nosotros este banquete. Ahora quiero pediros, por favor, a todos, que os levantéis y alcéis vuestras copas para brindar por Cedric Diggory.-

Chloe rodó los ojos ante su descaro, el ni siquiera lo quería.

Así lo hicieron. Hubo un estruendo de bancos arrastrados por el suelo cuando se pusieron en pie, levantaron las copas y repitieron, con voz potente, grave y sorda:

—Por Cedric Diggory.-

-Por ti Cedy- Murmuró Chloe de pie.

—Cedric ejemplificaba muchas de las cualidades que distinguen a la casa de Hufflepuff —prosiguió Dumbledore —. Era un amigo bueno y leal, muy trabajador, y se comportaba con honradez. Su muerte os ha afligido a todos, lo conocierais bien o no. Creo, por eso, que tenéis derecho a saber qué fue exactamente lo que ocurrió.-

Harry levantó la cabeza y miró a Dumbledore, Chloe ya lo veía y susurró un “No se atreva” en una lengua desconocida para muchos, menos para Harry.

—Cedric Diggory fue asesinado por lord Voldemort.-

Un murmullo de terror recorrió el Gran Comedor. Los alumnos miraban a Dumbledore horrorizados, sin atreverse a creerle. Él estaba tranquilo, viéndolos farfullar en voz baja.

Chloe apretó sus puños, ni siquiera había sido el cara de serpiente, fue ese… ese traidor asqueroso al que iba a asesinar de una manera dolorosa.

—El Ministerio de Magia — continuó Dumbledore— no quería que os lo dijera. Es posible que algunos de vuestros padres se horroricen de que lo haya hecho, ya sea porque no crean que Voldemort haya regresado realmente, o porque opinen que no se debe contar estas cosas a gente tan joven. Pero yo opino que la verdad es siempre preferible a las mentiras, y que cualquier intento de hacer pasar la muerte de Cedric por un accidente, o por el resultado de un grave error suyo, constituye un insulto a su memoria.-

En aquel momento, todas las caras, aturdidas y asustadas, estaban vueltas hacia Dumbledore… o casi todas. Chloe vio con odio a Dumbledore, una mirada que lo mataría si pudiera.

—Hay alguien más a quien debo mencionar en relación con la muerte de Cedric —siguió Dumbledore—. Me refiero, claro está, a Harry Potter y la persona que lo salvó a él…. Me refiero a Chloe Di Lessio. -

Un murmullo recorrió el Gran Comedor al tiempo que algunos volvían la cabeza en dirección a ambos chicos antes de mirar otra vez a Dumbledore.

Chloe lo odiaba con todas sus fuerzas y apenas y lograba contener la magia que luchaba por salir.

—Harry Potter logró escapar de Voldemort y Chloe Di Lessio venció a más de 15 mortífagos, ella sola—dijo Dumbledore, al menos no mencionó la palabra con "M" — Arriesgaron sus vidas para traer a Hogwarts el cuerpo de Cedric. Mostraron, en todo punto, el tipo de valor que muy pocos magos han demostrado al encararse con lord Voldemort, y por eso quiero alzar la copa por ellos-

Dumbledore se volvió hacia Harry y Chloe con aire solemne, y volvió a levantar la copa. Casi todos los presentes siguieron su ejemplo, murmurando sus nombres como habían murmurado el de Cedric, y bebieron a su salud. Pero, a través de un hueco entre los compañeros que se habían puesto en pie, Chloe vislumbró a Crabbe y Goyle viéndola con odio y ella les mostró su dedo de en medio.

Cuando todos volvieron a sentarse, prosiguió:

—El propósito del Torneo de los tres magos fue el de promover el buen entendimiento entre la comunidad mágica. En vista de lo ocurrido, del retorno de lord Voldemort, tales lazos parecen ahora más importantes que nunca.-

Dumbledore pasó la vista de Hagrid y Madame Maxime a Fleur Delacour y sus compañeros de Beauxbatons, y de éstos a Viktor Krum y los alumnos de Durmstrang, que estaban sentados a la mesa de Slytherin. Krum, según vio Chloe, parecía cauteloso, casi asustado, como si esperara que Dumbledore dijera algo contra él, mientras los alumnos de Ilvermonie, quienes seguían sentados en Gryffindor, hincaron sus pechos con orgullo.

—Todos nuestros invitados — continuó, y sus ojos se demoraron en los alumnos de Durmstrang— han de saber que serán bienvenidos en cualquier momento en que quieran volver. Os repito a todos que, ante el retorno de lord Voldemort, seremos más fuertes cuanto más unidos estemos, y más débiles cuanto más divididos.-

»La fuerza de lord Voldemort para extender la discordia y la enemistad entre nosotros es muy grande. Sólo podemos luchar contra ella presentando unos lazos de amistad y mutua confianza igualmente fuertes. Las diferencias de costumbres y lengua no son nada en absoluto si nuestros propósitos son los mismos y nos mostramos abiertos.<<

»Estoy convencido (y nunca he tenido tantos deseos de estar equivocado) de que nos esperan tiempos difíciles y oscuros. Algunos de vosotros, en este salón, habéis sufrido ya directamente a manos de lord Voldemort. Muchas de vuestras familias quedaron deshechas por él. Hace una semana, un compañero vuestro fue aniquilado.<<

Chloe bajó la cabeza ante la palabra “Aniquilado”.

»Recordad a Cedric. Recordadlo si en algún momento de vuestra vida tenéis que optar entre lo que está bien y lo que es cómodo, recordad lo que le ocurrió a un muchacho que era bueno, amable y valiente, sólo porque se cruzó en el camino de lord Voldemort. Recordad a Cedric Diggory.<<

• • •

El baúl de Chloe rodaba por el vestíbulo mientras buscaba a sus amigos. Con el resto de los alumnos de cuarto, Harry, Ron y Hermione aguardaban en el abarrotado vestíbulo los carruajes que los llevarían de vuelta a la estación de Hogsmeade y Chloe se posicionó junto a Harry quien le tomó la mano.

¿Qué sí Harry había notado la nueva faceta de Chloe? Por supuesto, desde el primer segundo que la vio, pero eso no cambiaba nada, él la ama más que a nada o a nadie en este mundo y sin importar la Chloe que estuviese frente a él, ya fuera la niña dulce y algo sarcástica que entró a Hogwarts, la reina de Ilvermonie, la princesa de Gryffindor o la Chloe con sed de venganza, no importaba porque él la ama de igual forma.

El ama a cada versión de la rubia, así como ella ama cada mínimo defecto de él.

Era otro hermoso día de verano. Se imaginó que, cuando llegara aquella noche, a su casa en el valle de Godric sus maletas estarían hechas y saldría de viaje, lo había planeado desde que volvió, Regulus le había dado una misión, ella tenía que encontrar un lugar llamado Castelbury, el dijo que ahí estaría la verdad. Pero pensar en ello no le proporcionó ningún placer.

—¡«Hagui»!- Escuchó qué llamaban a su amigo, una voz muy familiar.

Miró a su alrededor. Fleur Delacour subía velozmente la escalinata de piedra para entrar en el castillo. Tras ella, vio a Hagrid ayudando a Madame Maxime a hacer recular dos de sus gigantescos caballos para engancharlos: el carruaje de Beauxbatons estaba a punto de despegar.

—Nos «volveguemos» a «veg», «espego» —dijo Fleur, tendiéndole la mano al llegar ante él—. «Quiego encontgag tgabajo» aquí «paga mejogag» mi inglés-

-Espero y tengas donde vivir, porque a mi casa no entras- Murmuró Chloe y Harry sonrió ante su molestia.

—Ya es muy bueno —señaló Ron con la voz ahogada.

Fleur le sonrió. Hermione frunció el entrecejo antes de rodar los ojos, Chloe chasqueó la lengua irritada.

—Adiós, «Hagui» —se despidió Fleur, dando media vuelta para irse—. ¡Ha sido un «placeg conocegte»! ¡Nos vemos en Navidad pgima! – Gritó a Chloe y ella bajó la cabeza.

-Ay… ahora todos saben de mi parentesco con esa- Murmuró

-Ella es muy guapa- Señaló Harry y Chloe lo vio con la más grande furia, el elegido tembló de pies a cabeza- Pero, no me dejas terminar, pero jamás más hermosa que tú- Señaló

-Ay no soy hermosa, soy brillante. Si quieres darme gusto alaga mi cerebro- Le contestó la de cabello bicolor.

Hermione sonrió orgullosa a su amiga, casi se carcajea de la cara de Harry, pero no lo hizo, Ron si lo hizo.

El ánimo de Harry se alegró un poco, mientras contemplaba a Fleur volviendo a la explanada con Madame Maxime. Su plateado pelo ondeaba a la luz del sol y con la mirada de Chloe en su nuca.

Chloe vio a Ántares subir al carruaje mientras le daba una sonrisa que sabía muy bien significaba “Te veo en unas horas hermana mayor”

—Me pregunto cómo volverán los de Durmstrang —comentó Ron—. ¿Crees que podrán manejar el barco sin Karkarov?-

—«Karrkarrov» no lo manejaba — dijo una voz ronca—. Se quedaba en el «camarrote» y nos dejaba «hacerr» el «trrabajo». —Krum se había acercado para despedirse de Hermione—.¿«Podrríamos hablarr»? —le preguntó.

—Eh… claro… claro… —contestó

Hermione, algo confusa, y siguió a Krum por entre la multitud hasta perderse de vista.

—¡Será mejor que te des prisa! —le gritó Ron—. ¡Los carruajes llegarán dentro de un minuto!-

-Ay deja de ser el mejor amigo sobre protector, hasta yo iría si me lo pidiera Viktor Krum… si definitivamente haría lo que quisiera- Murmuró Chloe viéndolo de arriba abajo.

Harry la vio con furia y le tomó la cara con sus manos mientras fruncía el ceño.

-Vista al frente señorita- Pidió con enojo.

-¿tú puedes ver a la francesa, pero yo no puedo ver al búlgaro?- Preguntó irritada la chica Di Lessio.

-Yo no veo a la francesa, solo a la mitad italiana – Dijo recordando los orígenes de Chloe, ella lo vio con escepticismo.

-Sí ajá, no me dejas ver al bombón búlgaro- Molestó de nuevo.

-Ya basta Chloe, mírame- Pidió enojado y la rubia/castaña rió.

-Créeme Potter, yo solo te veo a ti… - Dijo antes de abrazarlo.

Herms y Krum no tardaron en volver. Ron observó a Hermione, pero su rostro estaba impasible.

—Me gustaba «Diggorry» —le dijo Krum a Chloe de repente—. «Siemprre erra» amable conmigo. «Siemprre.» Aunque yo «estuvierra» en «Durrmstrrang», con «Karrkarrov» — añadió, ceñudo.

-Era Ced ¿Qué esperabas? El era perfecto – Murmuró en respuesta Chloe aún abrazada a Harry.

Últimamente, desde la muerte de Cedric, para ser exactos, Chloe había pensado mucho en cosas horribles… matar, mutilar, herir gravemente, torturar, pensamientos que siempre estuvieron encerrados en su cabeza, ella misma se había obligado a cerrar esa caja de Pandora cuando se dio cuenta de estos pensamientos, pero ahora que lo había hecho no dejaban de venir imágenes a su cabeza, imágenes feas que sólo se alejaban si Harry estaba ahí.

—¿Tenéis ya nuevo director? — preguntó Harry.

Krum se encogió de hombros.
Tendió la mano como había hecho Fleur, y estrechó la de Harry y la de Ron, para luego tomar por sorpresa a todos y abrazar a Chloe.

-Te voy a extrrañarr rrubia – Le dijo al separarse.

-Y yo a ti bombón búlgaro-

Viktor sonrió abiertamente a Chloe, mientras Harry pasó su brazo por la cintura de la chica mientras los ojos grises de esta lo enfocaban. Con su ceño muy fruncido Harry Potter la atrajo hasta el.

Ron parecía inmerso en una lucha interna. Krum ya se iba cuando él le gritó:

—¿Me firmas un autógrafo?-

Hermione se volvió, sonriendo, y observó los carruajes sin caballos que rodaban hacia ellos, subiendo por el camino, mientras Krum, sorprendido pero halagado, le firmaba a Ron un pedazo de pergamino.

Harry y Chloe se veían el uno al otro divertidos antes de que Krum se fuera Chloe le gritó.

-¡Bombón búlgaro! – El chico la vio divertido- Me debes unas entradas, no olvides que gané de igual forma- Viktor asintió mientras se iba riendo.

El tiempo no pudo ser más diferente en el viaje de vuelta a King’s Cross de lo que había sido a la ida en septiembre.

No había ni una nube en el cielo. Harry, Ron, Chloe y Hermione habían conseguido un compartimiento para ellos solos.

Chloe escribía en su cuaderno como una loca, pues Franco y los de Ilvermonie se había marchado ayer por la noche debido a que su viaje era mucho más largo. Ahora sabía que el la estaría esperando en la estación, pero de igual forma seguía escribiendo.

Pigwidgeon iba de nuevo tapado bajo la túnica de gala de Ron, para que no estuviera todo el tiempo chillando. Hedwig dormitaba con la cabeza bajo el ala, y Crookshanks se había hecho un ovillo sobre un asiento libre, y parecía un peluche de color canela.

Harry, Ron, Hermione y Chloe hablaron más y más libremente que en ningún momento de la semana precedente, mientras el tren marchaba hacia el sur. Parecía que el discurso de Dumbledore en el banquete de fin de curso había hecho desaparecer la reserva de Harry. Ya no le resultaba tan doloroso tratar de lo ocurrido y Chloe, ella aún bajaba la cabeza ante la palabra “Muerte” o “Cedric” pero entendían que ella había perdido una parte de su alma. Sólo dejaron de hablar de lo que Dumbledore podría hacer para detener a Voldemort cuando llegó el carrito de la comida.

Cuando Hermione regresó del carrito y guardó el dinero en la mochila, sacó un ejemplar de El Profeta que llevaba en ella.

Chloe rodó los ojos con asco antes de sacarle la lengua a un periódico.
Harry lo miró, no muy seguro de querer saber lo que decía, pero Hermione, al ver su actitud, le comentó con voz tranquila:

—No viene nada. Puedes comprobarlo por ti mismo: no hay nada en absoluto. Lo he estado mirando todos los días. Sólo una breve nota al día siguiente de la tercera prueba diciendo que ganaron el Torneo. Ni siquiera mencionaron a Cedric. Nada de nada. Si queréis mi opinión, creo que Fudge los ha obligado a silenciarlo.-

—Nunca silenciará a Rita Skeeter —afirmó Harry—. No con semejante historia.-

—Ah, Rita no ha escrito absolutamente nada desde la tercera prueba —aseguró Hermione con voz extrañamente ahogada—. De hecho, Rita Skeeter no escribirá nada durante algún tiempo. No a menos que quiera que le descubra el pastel.-

-Mejor que no lo haga porque me encantaría tener escarabajo a la plancha para darle a Hedwig – Comentó Chloe y Hermione se rió.

—¿De qué hablan? —inquirió Ron.

—Hemos averiguado cómo se las arregla para escuchar conversaciones privadas cuando tiene prohibida la entrada a los terrenos del colegio —dijo Hermione rápidamente.

-Y nos hemos encargado de que… no quiera hacerlo de nuevo- Terminó Chloe jugando con una pequeña llama en sus dedos.

Ambos chicos tomaron la decisión de nunca más en sus vidas volver a meterse con las dos Gryffindor, no si querían vivir.

—¿Cómo lo hacía? —preguntó Harry de inmediato.

—¿Cómo lo averiguaron? —preguntó a su vez Ron, mirándola.

-La verdad fue Herms quién lo averiguó, yo solo la amenacé… digo charle con ella- Corrigió Chloe al ver la mirada de Hermione.

—Bueno, en realidad fuiste tú quien me dio la idea, Harry.-

—¿Yo? ¿Cómo?-

-Eso mismo me pregunté yo, solo faltó Ron de tener una buena idea y PUM, el mundo estalla- Bromeó Chloe comiendo.

—Con tus micrófonos ocultos — contestó Hermione muy contenta.

—Pero los micrófonos no Funcionan…-

—No los electrónicos. No, pero Rita Skeeter es ella misma como un minúsculo micrófono negro… Rita Skeeter es una animaga no registrada. Puede convertirse… —Hermione sacó de la mochila un pequeño tarro de cristal cerrado— en un escarabajo.-

-Ay que asco ¿Qué no ves que estoy comiendo? – Habló Chloe.

—¡Bromeas! —exclamó Ron—. Tú no has… Ella no…-

—Sí, ella sí —declaró Hermione muy contenta, blandiendo el tarro ante ellos.

Dentro había ramitas, hojas y un escarabajo grande y gordo.

—Eso no puede ser… Nos estás tomando el pelo —dijo Ron, poniendo el tarro a la altura de los ojos.

-Herms no hace bromas- Obvió Chloe.

—No, en serio —afirmó Hermione sonriendo—. Lo cogí en el alféizar de la ventana de la enfermería. Si lo miráis de cerca veréis que las marcas alrededor de la antena son como las de esas espantosas gafas que lleva.-

Harry miró y vio que tenía razón. Recordó algo.

—¡Había un escarabajo en la estatua la noche en que oímos a Hagrid hablarle a Madame Maxime de su madre!-

—¡Exacto! —confirmó Hermione—Y Viktor Krum me quitó un escarabajo del pelo después de nuestra conversación junto al lago. Y, si no me equivoco, Rita estaría en el alféizar de la clase de Adivinación el día en que te dolió la cicatriz. Se ha pasado el año revoloteando por ahí en busca de historias.-

—Cuando vimos a Crabbe y Goyle debajo de aquel árbol… —dijo Ron pensativo.

—Estaban contándole cosas, la tenían en la mano —continuó Hermione—. Por supuesto, ellos lo sabían. Así es como ella ha obtenido esas entrevistas tan encantadoras con los de Slytherin. A ellos les daba igual que ella estuviera haciendo algo ilegal mientras pudieran contarle cosas horribles sobre nosotros y Hagrid.-

Hermione cogió el tarro de cristal que le había pasado a Ron, y sonrió al escarabajo, que revoloteaba pegándose furiosos golpes contra el cristal.

—Le he explicado que la dejaré salir cuando lleguemos a Londres. Al tarro le he echado un encantamiento irrompibilizador, para que ella no pueda transformarse. Y ya sabe que tiene que estar calladita un año entero. Veremos si puede dejar el hábito de escribir horribles mentiras sobre la gente.-

-O si no Hedwig va a cenar muy rico- Puntualizó Chloe encendiendo una llama frente a frasco.

El escarabajo se escondió entre las ramas lo más rápido que pudo mientras la chica de ojos grises se reía.
Sonriendo serenamente, Hermione volvió a meter el escarabajo en la mochila.

La puerta del compartimiento se abrió.

—Muy lista, Granger —Alagó Draco Malfoy.

-Mi adorado hurón – Saludó Chloe

-Deja de llamarme así Alessandra – Regañó Draco entrando.

-¿No te sientas con los Sly? – Preguntó Harry.

-Nahh digamos que Pansy y Blaise están en una de sus discusiones, Theo tuvo que quedarse para que no se maten, pero yo… yo no soy necesario –

-Tú no querías soportarlo- Corrigió Hermione y Draco asintió.

-Oye Chloe – Llamó Ron y ella lo vio.

-Mjm-

-Quiero hablar sobre cómo creo que fuiste robada de los Malfoy al nacer- Bromeó

Draco y Chloe se vieron el uno al otro antes de rodar los ojos de manera igual y restar importancia con la mano.

-El tío Reg dice que yo soy más lista- Bromeó Chloe

-¿Hablaste con el tío Reg y no me dijiste? Mamá siempre habla de él, muero por conocerlo ¿Cómo es? – Sé emocionó Draco.

-Es genial-

-¿Porqué lo dices? – Preguntó Hermione

-Bueno porque yo soy su favorita y dice que me parezco a él… yo soy genial, entonces el también-

Los otros rodaron los ojos acostumbrados a su ego.

La puerta del compartimento se volvió a abrir y los gemelos Weasley entraron. Chloe vio que Fred veía directamente a su hermano menor, nunca a ella o a Harry.

—¿Alguien quiere echar una partida con los naipes explosivos? —preguntó Fred, sacando un mazo de cartas.

-Yo juego- Anunció Harry.

Fred se tensó un poco, pero luego, por primera vez en meses, dirigió su mirada hacia Chloe y ella le susurro un “Lo siento” antes de mirar a George.
Fred suspiró resignado, no puedes obligar a alguien a que te ame.

Iban por la quinta partida cuando Harry se decidió a preguntarles:

—¿Nos lo vais a decir? ¿A quién le hacíais chantaje?-

—Ah —dijo George con cierto misterio—. ¡Eso!-

—No importa —contestó Fred, moviendo la cabeza hacia los lados—. No tiene importancia. Ya no la tiene, por lo menos.-

—Hemos desistido —añadió George encogiéndose de hombros.

-Esperen ¿Chantaje? ¿De qué me perdí mientras estaba en depresión? – Preguntó Chloe.

Le dieron un rápido resumen de las cosas y ella decidió que, para no quedarse con las ganas, leería la mente de los gemelos.

Pero Harry, Ron y Hermione siguieron insistiendo, hasta que Fred dijo al fin:

—Bien, de acuerdo. Si de verdad lo queréis saber… se trataba de Ludo Bagman.-

—¿Bagman? —exclamó Harry con brusquedad—. ¿Quieres decir que estaba envuelto en…?-

—Qué va —repuso George con un dejo sombrío—. Ni mucho menos. Es un cretino. No tiene bastante cerebro para eso.-

—¿Entonces? —preguntó Ron.

Fred vaciló un momento antes de responder.

—¿Os acordáis de la apuesta que hicimos con él, en los Mundiales de quidditch? Apostamos a que ganaría Irlanda pero que Krum atraparía la snitch.-

-Algo muy idiota- Recordó Chloe y Herms asintió.

—Nos acordamos —dijeron Harry y Ron.

—Bien, el muy cretino nos pagó en oro leprechaun que había cogido de las mascotas del equipo de Irlanda.-

—¿Sí?-

—Sí —confirmó Fred con malhumor —. Y se desvaneció, claro. A la mañana siguiente, ¡no quedaba nada!-

—Pero… habrá sido una equivocación, ¿no? —comentó Hermione.

Chloe la vio, por primera vez en su vida, como si Hermione fuera idiota.

-Eres demasiado inocente, dulce Granger- Mencionó Draco y Chloe asintió.

George se rió con cierta amargura.

—Sí, eso fue lo que pensamos al principio. Creímos que si le escribíamos explicándole el error que había cometido, soltaría la pasta. Pero de eso nada. No hizo caso de nuestra carta. Intentamos repetidamente hablar con él en Hogwarts, pero siempre tenía alguna excusa para marcharse.-

—Al final se volvió bastante desagradable —explicó Fred—. Nos dijo que éramos demasiado jóvenes para apostar, y que no nos daría nada.-

—Así que le pedimos que al menos nos devolviera nuestro dinero.-

Chloe y Draco se miraron como diciendo “Inútiles”.

—¡No se negaría a eso! —exclamó Hermione casi sin voz.

—¡Ya lo creo que se negó! —dijo Fred.

—Pero ¡eran todos vuestros ahorros!-

Chloe se sintió mal y vio a Draco, ambos bajaron la cabeza al igual que Harry.

—No nos lo tienes que explicar — dijo George—. Por supuesto, al final averiguamos lo que ocurría. El padre de Lee Jordan también había tenido muchos problemas para que Bagman le diera el dinero. Resulta que está metido en líos con los duendes. Le prestaron mucho dinero. Una banda de ellos lo acorraló en el bosque después de los Mundiales y le cogió todo el oro que llevaba con él, y aún no bastaba para pagar todo lo que les debía. Lo siguieron a Hogwarts para que no se les escabullera. Lo ha perdido todo en el juego. No tiene dónde caerse muerto. ¿Y sabéis cómo intentó pagar a los duendes?-

—¿Cómo? —preguntó Harry.

—Apostó por ti, tío —explicó Fred —. Apostó un montón contra los duendes a que ganabas el Torneo.-

—¡Por eso se empeñaba en ayudarme! —exclamó Harry—Bueno… yo gané, ¿no? ¡Así que ahora puede daros lo que os debe!-

-Gracias no me siento ofendida para nada por esto ¡Hombres! ¡Iguales todos! – Habló Chloe y Hermione asintió.

Ambas chicas fueron ignoradas, lo cual las molestó aún más.

—Nones —dijo George, negando con la cabeza—. Los duendes juegan tan sucio como él: dicen que empataste con Diggory y Chloe, y que Bagman apostó a que ganabas de manera absoluta. Así que Bagman ha tenido que darse a la fuga. Escapó después de la tercera prueba.-

George exhaló un hondo suspiro y volvió a repartir cartas.

El resto del viaje fue bastante agradable. Harry hubiera querido que durara todo el verano, de hecho, para no llegar nunca a King’s Cross y Chloe lo sabía porque lo conocía demasiado…

Chloe y Harry tuvieron una plática mental mientras ambos estaban sentados uno frente al otro, ajenos a esto los demás creyeron que era otra más de sus escenas.

Al llegar a la estación Ron, Hermione y Draco bajaron rápidamente, Ron porque tenía mucha hambre, Hermione por regañarlo y Draco por ayudar a la castaña con su baúl que pesaba más que todo el armario del chico.
Harry y Chloe, en cambio, no se movieron.

—Fred… George… esperad un momento.- Llamó Harry

-Queremos Hablar- Terminó Chloe.

Los dos gemelos se volvieron. Harry abrió su baúl y sacó el dinero del premio.

—Cogedlo —les dijo, y puso la bolsa en las manos de George.

-Tómenlo- Pidió Chloe

—¿Qué? —exclamó Fred, pasmado.

—Que lo cojáis —repitió Harry con firmeza—.Nosotros no lo queremos.-

—Están mal del coco —Les dijo George, tratando de devolvérselo.

—No, no lo estamos. Cogedlo y seguid inventando. Para la tienda de artículos de broma.- Pidió Chloe

Ambos gemelos los vieron pasmados.

—Se han vuelto locos —dijo Fred, casi con miedo.

—Escuchen: si no lo cogéis, pienso tirarlo por el váter. Ni lo quiero ni lo necesito. Pero no me vendría mal reírme un poco. Tal vez todos necesitemos reírnos. Me temo que dentro de poco nos van a hacer mucha falta las risas.- Habló Harry.

Ambos gemelos vieron a Chloe.

-Tómenlo, por favor… yo no lo quiero y no lo necesito, créanme cuando les digo que odio ese maldito dinero con toda mi alma y si no lo toman antes de que Harry lo tire lo voy a derretir y luego lo tiraré- Aseguró

—Chicos —musitó George, sopesando la bolsa—, aquí tiene que haber mil galeones.-

—Sí —contestó Harry, sonriendo—. Piensa cuántas galletas de canarios se pueden hacer con eso.-

Los gemelos lo miraron fijamente.

—Pero no le digáis a vuestra madre de dónde lo habéis sacado… aunque, bien pensado, tal vez ya no tenga tanto empeño en que os hagáis funcionarios del Ministerio.- Mencionó Chloe.

—Harry… —comenzó Fred, pero Harry sacó su varita.

—Mira —dijo rotundamente—, si no os lo lleváis, os echo un maleficio, que ganas no me faltan...- Murmuró lo último-He aprendido algunos bastante buenos. Pero hacedme un favor, ¿queréis? Compradle a Ron una túnica de gala diferente, y decidle que es regalo vuestro.- Pidió Harry

-Y un perfume de los buenos, apesta...- Pidió Chloe.

Salieron del compartimiento sin dejarlos decir ni una palabra más y tomados de la mano, lo último sin darse cuenta.

El tío de Harry lo esperaba al otro lado de la barrera. La señora Weasley estaba muy cerca de él junto a los Di Lessio que tenía todos gafas de sol como si se hubieran emborrachado.

Chloe se acercó a ellos a paso tranquilo y Ántares, que vestía igual que Chloe y Amy, pues se había puesto de acuerdo, sacó unas gafas de sol negras y se las dio.

-El abuelo dice que nos da estilo- Murmuró Ántares y Chloe rió un poco antes de ponérselas.

Se acercó a Harry y su tío.

-Adiós Jamie- Le dijo y el la abrazó.

-Adiós princesa- Le Susurró Harry y esto envió un escalofrío por la espalda de la de cabellos bicolor.

-Te amo… escríbeme- Pidió.

-También te amo y lo haré-

Chloe vio al hombre obeso frente a ella y se acercó a paso decidido ante la atenta mirada de todos.

-Mire viejo del demonio usted vuelve a encerrar a Harry, molestarlo o hacer algo en su contra y yo iré a su casa y no los inflaré como el no… - Vernon la vio asustado mientras los demás reían al ver que Chloe era como tres cabezas más baja y el hombre casi se orina- El es el bueno de nosotros y yo… yo quemo cosas por diversión, no me haga hacerle una visita viejo asqueroso- Le dijo antes de darle una cachetada.

La señora Weasley y Fede abrieron mucho sus bocas, Amy sacó 10 galeones y se los entregó a sus dos hijos mientras Enzo y Ron aplaudían como focas y Harry la veía con la boca abierta.

-Nos vemos luego amor- Se despidió Chloe con un guiño y se acercó a su familia.

—Hasta luego, Harry —se despidió Ron, dándole una palmada en la espalda.

—¡Adiós, Harry! —le dijo Hermione, e hizo algo que no había hecho nunca: le dio un beso en la mejilla.

Chloe la vio con una ceja alzada y Hermione se arrepintió al instante de lo que hizo.

-No volverá a pasar- Le Murmuró a Chloe en el oído.

-Era broma Herms- Le dijo esta riendo.

—Gracias, Harry —musitó George, mientras Fred, a su lado, asentía fervientemente con la cabeza.

Harry les guiñó un ojo, se volvió hacia tío Vernon y lo siguió en silencio hacia la salida.

-Odio a ese hombre- Murmuró Amy- Ni en su boda era amable- Recordó.

-Ay ni lo menciones, su loca hermana nos quería violar- Recordó Fede y Enzo reía.

-¿Vendrán a casa? – Preguntó Molly a los Di Lessio en general.

-No podemos Molly, querida- Contestó Enzo mientras ofrecía su brazo a su hija menor.

-Saldremos de viaje está noche- Siguió Fede mientras Ántares, que ahora sí lo soportaba, tomaba su brazo.

- Vacaciones familiares, iremos a Italia- Terminó Franco mientras tomaba el baúl de Chloe y le ofrecía su brazo a esta.

-Que emocionante, tanta cultura- Festejó Hermione.

Chloe sonrió al igual que Amy.

-Con gusto te regalo mi lugar- Mencionó Franco, a él no le gustaba viajar con su madre porque siempre lo avergonzaba.

-Deja de quejarte Alessandro – Regañó Fede y el rubio menor rodó los ojos al igual que Chloe.

-Mi nombre/ su nombre es Franco- Dijeron ambos gemelos a la vez.

-¿Dónde está el tío Rems?- Preguntó la chica.

-Tuvo un pequeño problema, se quedó en casa- Mencionó Amy.

Chloe recordó que el día anterior había sido luna llena y que por lo tanto Lupin a de estar muy mal.

-Bien vamos, lo sanaré- Habló decidida.

-Nos vemos Weasley’s- Se despidieron los rubios de los pelirrojos que agitaron sus manos.

-Díganme que no trajeron la limu- Pidió Chloe.

-Sabes que tu abuelo no viaja en otra cosa- Recordó su padre.

Genial… otro verano sin estar con sus amigos y con una nueva misión.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro