Salir adelante.

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Chloe se encontraba en una habitación antigua, estaba decorada de verde esmeralda y negro, la luz era muy tenue.

Frente a ella Regulus Black estaban sentando en el piso como un indio, al igual que la de cabellos bicolor.

Ambos tenían los ojos cerrados y frente a ellos descansaba una nube negra, como una sombra, frente a cada uno.
Como si les pertenecieran.

-Esto que ves enfrente Adhy- Habló Regulus- Es nuestra oscuridad, es lo que ganamos cada vez que arrancamos una vida, sin importar si el alma que ocupa esa vida es horrible- Terminó.

Chloe abrió los ojos, ya se había acostumbrado a que Regulus olvidará su nombre, lo hacías siempre. Ella vio las nubes, la de Reg era mucho más grande que la de ella, pero igualmente no tan oscura.

-Yo hice cosas horribles estrellita y ahora pago el precio por eso, pero tú no lo hiciste por gusto, lo hiciste para sobrevivir- Habló con voz áspera.

A la cabeza de Chloe vinieron recuerdos de la noche en el cementerio, cuerpos quemados, gritos, súplicas…. Ellos le suplicaron y ella no cedió.

Luego imágenes del último mes llegaron a su memoria, todos los sueños vividos donde entrenaba con Regulus el cómo matar a las personas, como utilizar su poder para asesinar, como ser un arma.

La chica suspiró, sus ojos grises ahora tenían una chispa de negro, algo que no tenía antes y apreció después de la noche en el cementerio.

-Perdiste mucho esa noche, lo sabes… perdiste a tu guardián y perdiste a tu amigo, pero, sobre todo, perdiste la inocencia – Habló Regulus como leyendo su mente.

Chloe lo vio y luego a su nube, la última mirada se dirigió a la nube de Regulus.

-Nunca volveré a ser yo misma ¿Cierto? – Preguntó con algo de tristeza.

-Ya eres tú misma, siempre has sido una heredera del Grimm, siempre has tenido esa oscuridad – El hombre señaló con la cabeza a la nube que estaba frente a ella- Pero se volvió más intensa, con sed de alimentarse cuando liquidaste a esos mortífagos… ahora debes aprender a distinguir cuando habla la oscuridad y cuando habla tu mente-

Chloe asintió, para luego ver a la oscuridad con recelo.

-No me va a vencer, yo sé qué soy y busco quién soy, busco mi verdad- Le dijo con brusquedad a la nube más pequeña. Una llama apareció en su mano- Yo soy Fuego y las sombras no me vencen-

La chica alzó la mano y la nube se elevó unos metros para alejarse del fuego ardiente, al igual que la de Reg que se elevó menos.

El hombre sonrió orgulloso, ciertamente su sobrina lo llenaba de orgullo cada día, como su hija y su otro sobrino, pero Chloe era especial porque… porque se parecía a él.

Reg sabía lo que era pasar por el miedo, la depresión y la oscuridad el sólo y no dejaría que su estrellita pasara por lo mismo, ella había tenido la mala suerte de heredar su oscuridad en ella… porque con él carácter de mierda de Alessandra y lo orgulloso de Sirius no era suficiente.

-Muy bien hecho Adhy, ahora ¿Cómo vas con la misión? –

-No le he dicho a nadie más que a Franco, como dijiste, no he parado de buscar en los registros de propiedades, compras y alquileres de la familia, no existe Castelbury- Aseguró Chloe con impaciencia.

Llevaba un mes de escabullirse en la noche a leer durante horas en la oficina con Franco, pero no encontraban nada.

-Dime una cosa, cuando buscaste el diario ¿Lo encontraste a la primera? – Chloe asintió – Es porque tú ma… Alessandra – Se corrigió rápidamente – Te dijo todo, porque ella lo sabía, pero no sé dónde podrían haber escondido Castelbury, el lugar tiene un gran hechizo, muy complejo, de ocultamiento… lo hicieron los 6 merodeadores juntos, con mi ayuda, la de Amy y por supuesto la de Dumbledore… es muy difícil de encontrar- Explicó Regulus.

El hombre se levantó del suelo y le tendió una mano a su sobrina que lo vio enojada, él sabía que ella no podía tocarlo, pero igual la molestaba. Se levantó por sí misma y lo siguió por la habitación.

-No recordaba mi casa tan… tétrica- Se dijo con algo de tristeza el mayor.

-A mi me gusta, tiene un toque de… misterio- Alagó Chloe

Había recibido lecciones con Regulus por todo el último mes de vacaciones y nunca habían salido de ese estúpido salón del té que el arregló, pero ahora el señor decidió sacarla a dar un paseo por su casa.

-¿Qué buscas? – Preguntó Chloe desde el marcó de la puerta, habían llegado a una especie de oficina.

-¡AJÁ! – Exclamó emocionado Reg antes de voltear- Este, como ya sabes, es un sueño lúcido que es la única manera que tengo para comunicarme contigo sin tomar toda la energía que me queda y yo elijo el lugar siempre y siempre vamos a mi antigua casa que es una representación mágica de cómo es la real ahora-

El hombre salió de la oficina y Chloe lo siguió ahora a lo que parecía una cocina muy vieja y sucia.

-¿Ves? Yo siempre he sabido que el inútil de Sirius no sabe ni barrer, mira cómo tiene mi casa, perro sarnoso – Se quejó Regulus mientras quitaba el polvo y ponía un montón de papeles encima de la mesa.

-¿Siempre tuviste eso? – Preguntó enojada Chloe al ver la palabra Castelbury.

- No creí que siguiera aquí, tu… Alessandra – Se volvió a corregir- Nos dio a todos un acertijo que decía como encontrar Castelbury en caso de emergencia, creí que Amy lo había tirado cuando se lo aprendió de memoria, pero no… ahora escucha atenta- Pidió mientras tomaba un viejo pergamino.

Para todo aquel que a Castelbury desee llegar una serie de pruebas tendrá que pasar… primero que nada deberá ir allá a donde hay monte sin fin y el verde de los ojos de Lily descansa todo el año.

Cuando llegue allí deberá decir el nombre verdadero de los seis viejos amigos que un mapa han firmado con amor.

Cuando estos sean dichos Castelbury llegará, pero sólo podrá pasar aquel que en su corazón sabe que ese lugar le pertenece por derecho…

Protegido por el gran Fénix de aire está y si no quieres volar, tu verdadera cara has de mostrar…

Regulus terminó de leer el pergamino y Chloe lo veía con la boca abierta.

-¡¿Cómo se supone que sepa descifrar eso?! – Preguntó en un grito – Tú deberías saberlo, tú vivías en esa época, yo ni siquiera había nacido- Se quejó Chloe y Regulus rodó los ojos.

Tan quejosa como Sirius, definitivamente era una Black.

-¿Quieres la verdad o no Adhy? – Cuestionó Regulus y luego le dio el pergamino.

Chloe lo leyó una vez más antes de que este se grabará en su memoria.

-Memoria fotográfica, otra cosa que heredaste de mi Adhy- Alagó Reg.

-¡Deja de llamarme así! Mi nombre es Chloe, te acepto Alessandra incluso, pero no me llamo así… siempre te equivocas en el nombre-decía enojada.

Una luz comenzó a iluminar el techo, despertaba. Chloe alcanzó a ver a Regulus por última vez.

-Yo jamás me equivoco Adhy- Dijo este con tono arrogante.

Al instante despertó en su cama, en su habitación, en su casa en Italia.

Estaba agitada, pero logró calmarse rápido, tomó su bata y corrió a su escritorio donde escribió en un papel pergamino lo que decía el acertijo.

Al terminar fue hacia su baño y se miró al espejo, no es que hubiese cambiado tanto, pero su cabello… nunca volvió a ser el mismo, ahora era la mitad inferior castaño y la mitad superior rubia platino… sus ojos aún tenían esa chispa de alegría, pero ahora había una mancha negra en ellos, su piel y rostro seguían iguales, había crecido unos cuantos centímetros, pero nada nuevo…

Suspiró y tomó un mechón de su cabello, volteó su vista al espejo donde descansaba una de sus fotos de Ced… la madre de este le había enviado muchas y le había regalado muchas de sus cosas cuando fue a visitarla antes de irse.

Tomó la foto y la acarició mientras veía la sonrisa de su amigo.

-Te extraño tanto Cedy… tu sabrías que hacer ahora- Murmuró.

Puso la foto en donde iba y fue directa hacia su closet, tomó el primer atuendo de verano que encontró, sea como sea en Italia hace mucho calor en verano. Se dirigió a la ducha y entró.

20 minutos después arregló su cabello y se vio ya lista, lo aprobó con un asentimiento de cabeza. Usaba una falda negra con su camisa de Cedric color mostaza y unos tenis blancos… si algo veraniego.

Tomó el pergamino del escritorio y salió de su habitación, cruzó un pasillo que daba a un balcón, pero no entró aquí, siguió directo y entró a una puerta de madera de roble con las iniciales “F. A. D” sin tocar, claro.

Sé encontró con Franco quien ya estaba listo para su día con una camisa de polo amarillo mostaza, pantaloncillos negros y tenis blancas… ambos se vieron el uno al otro antes de rodar los ojos, típico.

-Púdrete – Le dijo Franco a Chloe con la decisión de no cambiarse.

-También te amo hermano menor – Respondió la chica con tono sarcástico.

-¿Qué sucede? Tu sesión espiritista con el tío Reg muerto ya terminó – Bromeó el chico antes de salir a su propio balcón seguido por la rubia.

-Sí, al parecer le urge que encuentre Castelbury y me dio una pista que debemos resolver- Le dijo Chloe mostrando el pergamino.

El chico lo leyó rápidamente y frunció el ceño pensando.

-Dividamos las partes… Comencemos por… -

>>Para todo aquel que a Castelbury desee llegar una serie de pruebas tendrá que pasar… primero que nada deberá ir allá a donde hay monte sin fin y el verde de los ojos de Lily descansa todo el año<<
Leyó en voz alta el rubio.

-Veamos… una serie de pruebas me imagino que son las preguntas- Comenzó Franco y Chloe asintió.

-El monte sin fin… - Comentó Chloe

-Y el verde de los ojos de Lily descansa… - Murmuró Franco.

Entonces una serie de recuerdos vino a la cabeza de Chloe, cuando vio los ojos de Harry al despertar, cuando su padre le había dicho que tenía los mismos ojos de su madre y cuando ella lo vio en el tren y pensó en…

-¡Lo tengo! – Gritó victoriosa y Franco la vio esperando- Cuando conocí a Harry, cuando lo vi por primera vez me fijé en sus ojos, sus hermosos ojos- Comenzó.

-Ay que asco, salta a la parte que me interesa – Pidió el rubio.

Chloe rodó los ojos y le sacó el dedo del centro a su hermano en un gesto obsceno.

-Ay ya, que amargado… Bueno lo primero que pensé es que sus ojos lucían como montañas en primavera, pero solo en primavera se ven tan verdes ¿Qué montañas están encantadas para verse siempre verdes como en primavera sin importar la época del año? – Preguntó.

-¡Las montañas del páramo Ravenclaw en Irlanda! – Contestó al instante Franco y Chloe asintió.

-Ahí está escondido Castelbury y tenemos que ir- Le dijo Chloe

Franco la vio con un poco de escepticismo, genial ahora lo iban a castigar…

-Primero debemos descifrar el resto- Pidió y Chloe asintió.

Justo en ese momento Ántares y Draco llegaron al balcón, Ántares vestía un vestido rojo y Draco una camisa polo blanca y unos shorts de color azul junto a los zapatos.

-¿Qué hacen? – Preguntó Draco tendiéndoles a ambos una bandeja con bebidas frías.

-Leía una carta de Charlie, ya sabes- Mintió Franco guardando el pergamino.

-¿Cómo sigues con eso? – Preguntó Ántares tomando asiento en la tercera silla vacía y Draco en la cuarta.

Charlie desde que se fue de Hogwarts en Navidad le había escrito solos 4 veces a Franco, una para decir que estaba feliz por su cumpleaños y agradeciendo el regalo que le envió Franco, otra para festejar el que Chloe y Harry no murieron, otra por su cumpleaños con una sola línea “Feliz cumpleaños Di Lessio “ y ya la última decía “Espero Italia este fresco, agradezco tus cartas”

-Creo que deberías dejarlo así- Aconsejó Draco mientras se ponía las gafas de sol y bebía jugo.

-Por primera vez en su vida, Draco tiene razón – Concordó Anty.

Draco la vio con una sonrisa orgullosa antes de darse cuenta del insulto.

-¿Ustedes creen? Yo le escribí 10 veces y el solo 4… y las cartas no pasaban de una línea ¡Cada una! Me cansé- Franco se levantó y tiró su servilleta de tela al piso.

Esto lo hizo ver muy dramático mientras Chloe se aguantaba la risa.

-Piénsenlo yo soy Franco Di Lessio a mí me ruegan porque los vea, porque los salude yo no le ruego a nadie ¡A nadie! – Dijo antes de entrar a la casa haciendo gruñidos de perro.

-Drama Queen- Murmuró Draco bebiendo jugo.

Chloe se decidió a molestarlo, ya que supuestamente se irían la próxima semana tendría una semana de ver al Slytherine sufrir.

-Sabes ayer hablé con Herms- Le comentó a Ántares.

La chica supo de inmediato las intenciones de su hermana y sonrió un poco antes de verla con interés igual que Draco, este más disimulado.

-Me dijo que fue a Bulgaria la semana pasada, ya sabes a ver a Krum- Siguió Chloe.

Draco se atragantó con su jugo y lo ocultó con una tos.

-¿Sabes? Viktor siempre se veía tan enamorado de ella… me preguntó cuánto tiempo pasará para que sean novios- Habló Ántares.

-¿Hermione con ese bruto? No tiene cerebro ni para una nuez- Habló desdeñoso Draco.

-Pues a mi me parece que es tan inteligente como tú – Siguió Chloe.

-¿Cómo yo? Jamás. Te lo diré de esta manera si su cerebro fuera de oro sería más pobre que los Weasley, y ya con eso te digo todo- Draco bebió inocente de su jugo.

Ambas hermanas lo vieron enojadas.

-¡DRACO LUCIUS MALFOY BLACK! – Regañaron juntas.

Draco tragó duro, en ese momento tenían que sacar su lado más parecido a Narcissa.

-No vuelvas a decir eso- Regañó Ántares golpeando a Draco con un libro.

-Los Weasley son amables contigo- Le recordó Chloe.

-Ay ya, era un chiste… no se me alteren hermanas- Pidió. – Entonces ¿Qué decías de Hermione? – Preguntó cómo quién no quiere la cosa.

Ambas chicas se vieron con una sonrisa, su momento de venganza.

-Ah eso, me dijo que Viktor le había pedido tener una relación, ella aceptó claro- Draco escupió su jugo- Y luego de unos días él le habló de pasar las vacaciones en Bulgaria, prácticamente vivir allá, ya sabes juntos…- Soltó la bicolor.

Draco parecía sufrir un ataque cardíaco y tiro el jugo por la terraza hacia el acantilado de 200 metros.

-¡Hey! Mi taza- Se lamentó Franco al volver justo para ver su taza volar.

-¡Ese hijo de…! Me las va a pagar… ¡Mi tío se enterará de esto! - Soltó enojado.

Draco rápidamente salió directo a la habitación para ir al despacho de Fede.

-¡Tío Fede, Krum me ha hecho algo! – Gritó el Slytherine

Tanto Chloe como Ántares no dejaban de reír a carcajadas y Franco las veía ceñudo.

-¿Lo grabaste? – Preguntó Chloe a Ántares que siempre traía su cámara en estos días.

-Cada palabra- Le respondió la rubia mostrando su cámara.

-Quiero verlo- Pidió Franco emocionado- ¿Cuándo le dirán que es una broma? - Preguntó

-Cuando comience a llorar-

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