... y qué importa que sea exageradamente guapo.

Kim SeokJin.

27 años.

Soltero.

Desempleado por voluntad propia.

Pariente de Kim NamJoon, su primo favorito -detalle clave, o no tanto.

Estudió artes escénicas con especialización en teatro luego de que a sus 18 años una reconocida marca de refrescos de cola lo contrate para su publicidad. Él supo entonces que lo suyo era actuar y se decantó por explorar lo que el mundo de la actuación pudiera ofrecerle.

No obstante, se encontró con que, más que publicidad, era el teatro y toda su historia lo que le apasiona. Y decidió volverse un poco más serio al respecto, siendo que, para su corta edad, ya había podido trabajar tanto en teatro como en televisión.

Porque SeokJin es talentoso tanto como NamJoon, su primo, que vive en Seúl desde hace un tiempo, con trabajo estable. Ambos muy unidos y cómplices de travesuras desde que aprendieron a gatear y, luego, aprendieron a portarse "mal", según quien juzgara.

Para SeokJin, la vida fue y es un tanto más ruda por cargar con un apellido importante. Sin embargo, NamJoon, que tiene el mismo apellido y la misma presión de su ascendencia, fue y es libre de elegir hacer lo que se le antoja.  Es por eso que resulta ser su primo favorito. Por eso, por cubrirlo en sus escapadas y porque tiene un bonito departamento en Seúl.

Pese a crecer y que la vida adulta los haya distanciado, no han perdido el contacto nunca. NamJoon se mudó a Seúl poco antes de terminar sus estudios de composición y producción musical en la Academia de Arte de la ciudad. Y SeokJin es una visita frecuente, sobre todo cuando necesita un respiro. Y es sabido que salir de ciudades pequeñas y zambullirte en un estanque más grande puede ser complicado mismo si se cuenta con talento, en ocasiones, se necesita de contactos.

Y SeokJin es extremadamente guapo, pero desempleado por voluntad propia.

Es guapísimo, lo sabe. Lo sabe él, lo sabe su madre, lo sabe su primo, sus amigos y el rastro de parejas que tuvo hasta que decidió que dejaría un poco de lado esas salidas suyas si así puede conseguir empleo nuevo. Trabajo que, debido a un poco de influencia del Kim menor, su primo, Jin pudo obtener.

Fue así que se volvió, sin tener experiencia en docencia, el nuevo profesor de Teatro y Creación Escénica del Siglo de XVI y XVII. Módulo III.

Era una suerte del lugar correcto en el momento indicado y con las influencias necesarias para aceptar enseñar durante el último trimestre del año.

Otro factor que influyó fue el embarazo avanzado de la profesora titular.

Kim SeokJin, el profesor suplente -extremadamente guapo, pero, además, antes que eso, apasionado por el teatro- del que todos hablan. Hablan, pero no saben nada más que es primo del moreno sexy que enseña en otra área de la academia.

Consejo: discreción.

—Buenos días... —recibe un coro de saludos— lamento la tardanza. —se disculpa enseguida.

SeokJin entró al curso que le correspondía con el abrigo empapado de lluvia. Aunque no tanto porque recordó traer paraguas.

Ese día NamJoon había salido temprano por lo que no vinieron juntos. Por ser el final de su primer semana allí, siendo una materia cuatrimestral que se impartía tras el receso de clases, no se preocupaba mucho con ser estricto en sus horarios. Además, todavía estaban en periodo de inscripción de estudiantes así que su clase iba creciendo de a poco.

El murmullo cesa cuando él deja su bolso maletín en la silla para poder quitarse el abrigo. Al paraguas lo deja colgado en la entrada porque no quiere ensuciar mucho más. Luego limpiaría el charco de agua.

Debajo del saco largo que trae, lleva un pulóver de color salmón que al ser claro le resalta el bronceado leve que obtuvo al llegar aquí.

—Profesor... —una estudiante con voz dulce lo llama mientras él borra lo que el anterior docente dejó escrito en el pizarrón—. Le han dejado la lista de los nuevos inscriptos.

—¿Oh? —SeokJin frunce el ceño porque no vio la hoja de sus estudiantes y cayó en la cuenta que la arrojó al suelo cuando acomodó sus pertenencias— diablos. —masculla entredientes porque ahora tenía pisadas en ellas y se leía un poco borrosa—. Gracias...

—SooYoung. —completa la chica que está sentada delante, con expresión risueña.

—Gracias, estudiante... — SeokJin lee la lista hasta que revisa el apellido—: Lee.

La decepción cruza por el rostro de la muchacha, que aunque a Jin le parece atractiva, no va a conseguir nada de favoritismo. Lo normal en un curso es que haya personas que intenten tener cierto reconocimiento del docente, ya sea con intención romántica, de diversión o de querer destacar por lo que sabe. Con él como docente, no iba a obtener nada.

Llama a cada uno para que confirmen su presencia y cuando llega casi al final de la lista sonríe un poco. Todos captan el gesto, pero no pueden darle sentido.

—Park JiMin. —menciona sabiendo que el chico no está, pero rogando que alguien diga que vendrá un poco tarde o algo.

—Él está retrasado. —dice la misma chica que antes le habló y Jin contiene su risa porque le hace gracia que ella esté tan atenta.

Aunque agradece saber que vendrá. Desea verlo de nuevo.

Como siendo invocado por su pensamiento, el estudiante en cuestión hace acto de aparición con los cabellos mojados de lluvia y la ropa en el mismo estado. Parece que ha estado corriendo porque respira agitado y sus mejillas están rojas. También, debido al frío.

—Perdón, perdón. —dice JiMin sin mirarlo; y cuando al fin puede desenredarse de su bufanda hace una reverencia, pero al ver de quién se trata se espanta y por poco se cae al retroceder—. ¿Qué demo-...?

—Estudiante Park. —corta SeokJin con autoridad, muriendo de la risa por dentro—. No termine la oración si no quiere que lo saque de mi clase.

Los rasgos del bailarín están desencajados de la sorpresa. A SeokJin le cuesta mantener la vista en otro lado que no sea en la boca voluptuosa del chico que se abre formando una "O". Se ve apetecible, aprecia el profesor sobre su alumno. Sin importarle lo terrible que es el tener siquiera pensamientos que excedan su rol docente.

—¿Su clase? —interroga JiMin no pudiendo creer que realmente cargara esa mala suerte.

—Así como escuchó Park. —SeokJin vuelve a mirar la lista para seguir nombrando al resto. Nota que JiMin no se ha movido de su sitio así que lo observa con expresión de aburrimiento—; ¿Piensa quedarse ahí todo el día? —el bailarín niega y se mueve para ir hasta uno de los bancos del centro que están libres, mientras camina el profesor no puede evitar decir—: tenga cuidado de no tropezar Park. Casi cae otra vez, no creo que quiera volver a la enfermería tan pronto.

Y Kim SeokJin tiene que disimular la risa fingiendo que tose.

Nota:

Da igual clases de qué, si es Jin me apunto a lo que sea jaja

N/E: 12/10 continúo editando jaja

Sigo pensando lo de arriba. Y además he de agregar que es muy maleducado de un profe no dejar el pizarrón limpio para la clase siguiente. Nada, eso.

:)