Jimin miraba el sándwich desconfiado por si tenía algo malo, pero decidió comerlo de todas maneras esos dos eran alfas clase A y tenía miedo de que por no obedecerlos le hicieran más daño, el pálido sonrió al ver que el omega rubio comía despacio. La chica al terminar de limpiar al omega le dio una caja de jugo de uva, ambos vieron al omega él cuál comía en silencio sin decir nada, cuando terminó los vio y les hizo reverencias.

—No pierdas tu tiempo ahorrando para pagarme esa chaqueta. —habló el alfa. —nunca conseguirás pagarme.

—Hice una promesa. —le dijo.

—No quiero que me pagues. —habló. —más bien te agradezco lo que hiciste porque me pude deshacer de ella.

—Debe ser duro ser un pollo. —mencionó la alfa. —eres fuerte pollito.

—Ten confianza en hablar con nosotros. —se acercó el pálido. —no te haremos daño.

Jimin levantó la vista y su mirada conectó con la del alfa, el pálido al ver los ojos grises del pollito sintió como su serpiente se movía feliz ante la hermosa mirada del pollito. La alfa notó eso y decidió irse del lugar dejando a ambos chicos solos, después de todo que ellos estuvieran juntos solo era un acuerdo de ambas familias y su matrimonio solo duraría dos años.

—Que irónico. —susurró la chica. —un depredador y una presa son destinados.

Yoongi no se había dado cuenta de que tenía acorralado en la pared al pollito él cuál con sus pequeñas manos intentaba alejar a la serpiente, Jimin tenía mucho miedo, pues se sabía que los alfa de serpiente solo entre ellos se toleran el veneno y también sus destinados. El omega temía que si el pálido lo besara terminaría muerto por la toxicidad que poseía, ya que había escuchado rumores que algunas alfas, betas y omegas de otras especies caían paralizadas por la toxina del veneno de una serpiente.

—Por favor. —suplico Jimin con miedo.

—Todos los días debes venir hacia aquí. —le susurro cerca de su cuello. —si no vienés yo mismo iré por ti.

—Yo. —trago saliva.

—Es una orden pollito. —le dijo con su voz de mando.

Jimin no entendió por qué lejos de sentir miedo al escuchar la voz de mando de la serpiente, él sintió protección y seguridad. Yoongi tomó de la corbata al menor y lo sacó de ahí, Jimin apenas y le podía seguir el paso al alfa, cuando llegaron a la cafetería muchos vieron al omega él cuál estaba temblando de miedo.

—Park Jimin es mi juguete ahora. —habló el alfa. —nadie puede tocarlo.