—No digas eso, mi amor, tú eres perfecto. —le beso la frente. —Layla lo único que quiere hacer es que te pongas a su favor.

—Perdón, perdón. —le dijo.

—No es tu culpa, amor. —sonrió. —has sufrido tanto que es comprensible tu desconfianza.

—Prometo trabajar bien en mi confianza. —dijo.

—Trabajaremos. —le beso la mano. —¿Quieres ir a nadar o prefieres ir a la habitación? —sugirió.

—Prefiero la habitación. —se sonrojó. —aún me duele por lo de ayer.

Yoongi rio un poco y cargo al omega él cuál se ocultó en el pecho del alfa, este camino con Jimin rumbo a la habitación para dormir un rato juntos, Jimin se quedó dormido en el pecho del alfa. Luego de unos minutos, Yoongi acostó en la cama al omega y lo dejo descansar mientras salía e iba en busca de la omega, la cual al verlo sonrió.

—Hijo que sorpresa. —habló la omega. —¿Y Jimin? —pregunto curiosa.

—No quiero que te vuelvas a acercar a Jimin. —le dijo amenazante. —y mucho menos le digas mentiras Layla.

—Ambos sabemos que tu madre es peor que tu padre. —se levantó. —ella claramente sabía de la fortuna del pollo.

—¿Con qué argumentos lo dices? —la vio. —si la que cuando supo de ello fue la primera que salió a adorarlo.

—Estás tan cegado por tu madre. —le dijo.

—Tú eres una comadreja asquerosa. —hablo. —que solo le gusta el dinero y ahora entiendo por qué no le has dado hijos a mi padre.

La omega borró la sonrisa al escuchar lo que el alfa decía y la verdad lo odiaba tanto por el simple hecho de ser la réplica exacta de la alfa y porque no se quedaba callado.

—Según tú. —bebió de su copa. —¿Por qué?

—Porque la herencia que se te da por casarte con un alfa de serpiente disminuye al tener hijos. —sonrió. —por eso en estos 17 años no le has dado un heredero a mi padre.

—Esa es tu teoría. —lo vio.

—Hasta el momento es la más acertada. —la observó de pies a cabeza. —sé que este matrimonio no te gusta y lo querrás romper.

—Me crees capaz de hacerlo. —lo vio indignada.

—Tú sabes muy bien que perderás tu dinero si mi pareja se embaraza y me da un hijo. —la vio. —por eso le estás metiendo cizañas a Jimin.

La omega solo se levantó y se fue de ahí dejando al pálido molesto, conocía a esa mujer tan bien que juraría que sabía cómo pensaba la omega y siendo ese el caso como actuaría en cualquier circunstancia en las cuales su fortuna se viera involucrada.