Nacimiento

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Llego al hospital lo más rápido que pudo, ahí mismo, sin importarle que llevaba puesto su traje heroico, entró. Todas las personas estaban atónitas a lo que estaban viendo frente a ellos. Superman había entrado al hospital, viendo a todos lados, como si buscara a alguien.

—¡James!— dijo en voz alta —¡El doctor James Cromwell! ¡¿Donde esta?!

—A-A-Allí...— señaló la enfermera con nerviosismo y asombro, pues esta estaba en shock.

Rápidamente, se dirigió hacia donde le habían indicado donde se encontraba el doctor. Para su mala suerte, ese día el hospital se encontraba con bastantes personas. Así que era bastante complicado pasar rápidamente, en especial porque las personas al verlo, en vez de hacerse a un lado, querían acercarse o solo se le quedaban viendo con la boca abierta. Y otros tenían la iniciativa de sacar sus celulares y tomar fotos o grabar al súper hombre.

No tuvo otra alternativa que levitar y pasar por encima de las personas hasta llegar a su destino. Al estar frente a la puerta, la abrió precipitosamente. Ahí estaba James, atendiendo a su paciente, cuando del susto, brinco y volteó rápidamente.

—¡¿Que mierda pasa?! ¡¿SUPERMAN?!— preguntó alterado.

—¡JAMES, VENGA CONMIGO!— grito desesperado.

—¡¿QUE?!— exclamó aterrado —¡Y-Y-Yo no he hecho nada! ¡Lo juro!— se defendió.

—¡VENGA!— antes de que pudiera decir otra cosa, lo cargo y se lo echo al hombro como un saco de papas. El paciente temblaba ante la situación que acaba de presenciar.

—¡¿Donde me llevas?!— dijo nervioso. Las personas solo miraban todo lo que estaba pasando.

¿Por que se lleva al médico?

¿Habrá hecho algo?

¿Por que Superman está aquí?

¡Asombroso!

—¡Ayuda! ¡¿QUE ESTÁ PASANDO?!— grito alterado, mientras Clark alzaba vuelo velozmente a la mansión Wayne. —¡Ay por Dios!— dijo con terror, viendo que cada vez ascendían más alto.

—No tenga pánico, lo necesitamos— dijo el súper hombre.

—¡Ugh!— tapó su boca de inmediato —Voy a vomitar— dijo con voz agitada.

—¡No! ¡En mi hombro no, resista!

Aumentó la velocidad para llegar más rápido a su destino antes de que él médico vomitara por toda su espalda. Llegaron a la mansión y en un ágil movimiento, llegaron a la batí cueva. Clark dejó que Cromwell se pusiera de pie y repusiera su salud.

—¿Q-Que? ¿Donde estoy?— pregunto viendo a su alrededor —No me digas...

—En la batí-cueva— respondió.

—¡No me joda!— exclamó sorprendido, confundido y emocionado.

—Venga..— pero antes de que pudieran llegar al aparato que los teletransportarían, escuchó que alguien entraba a la mansión.

—¿Hola?— dijo Alfred —¿Donde esta, señor?— preguntaba al no encontrarlo.

—¡Alfred!— lo llamó el alienígena, pues había subido a la mansión rápidamente para su encuentro.

—¡¿Amo Clark?! ¿Que hace aquí?

—¡Bruce está a punto de tener a los bebés!

—¿QUE?— exclamó sorprendido, dejando caer las bolsas que traía consigo con la cena.

—Ven.

Alfred bajó a la cueva, donde James estaba tomándole algunas fotos al famoso batimovil. —¿Doctor Cromwell?— dijo Alfred al verlo.

—¿Señor Pennyworth? ¿Que hace aquí? Mejor dicho, ¿que hacemos aquí?— volvió a preguntar.

—No hay tiempo— hablo el kriptoniano desesperado.

Los tres se teletransportaron a la Atalaya, ahí, Arthur los estaba esperando. Al verlos, sonrió y corrieron hacia donde estaba Bruce. Se podían escuchar sus gritos y maldiciones por todo el satélite. Los llamados hacia Clark y James y maldiciendo todo lo que se le pudiera ocurrir.

—¡BRUCE, DUELE!— exclamó Hal. Pues este le había tomado la mano y se la estaba quebrando por apretarla con tanta fuerza.

—¡TE AGUANTAS, HAL!— le gritó Bruce con voz ronca —¡¿DONDE MIERDA ESTA CLARK?!

—¡Aquí, amor!— aviso Clark azotando la puerta, detrás de él estaba Alfred que entró rápidamente a socorrer a su amo y después estaba James.

El hombre estaba en paralizado.

¿Superman le dijo "amor" a Bruce? Pero si Bruce está casado con Clark Kent... Si es así.... Clark tendría que ser Superman. ¡¿QUE MIERDA?!

La mente de James comenzaba a trabajar a una velocidad increíble. No podía creer lo que estaba pasando. Acababa de descubrir la identidad de el héroe más amado en la tierra.

—¡JAMES, IDIOTA! ¡No te quedes ahí, los bebés ya vienen!— le grito Bruce al verlo parado viendo a la nada.

James corrió hacia el. Clark había tomado el lugar de Hal, él ahora le estaba sosteniendo la mano a su esposo.

—Maldición, Bruce. Sabes, me hubieses dicho que esto iba a pasar. Apenas puedo concentrarme— le decía mientras se alistaba para recibir a los bebés.

—¡Cállate! Agh, Ow...— se reprimía del dolor —Ha-Haz algo ya...

—Resiste, mi vida— Clark acariciaba el cabello de su esposo con cariño —Tu puedes, corazón.

—¡Claro que puedo!— recriminó.

—Les pediré a todos que salgan, por favor— pidió James aun admirando a todos los héroes a su alrededor —¿Pero alguno de ustedes sabe algo de medicina para que sea mi asistente? Por favor.

—Yo— habló Martian. James asintió y él se quedó dentro del quirófano.

—Superman, usted también tendrá que salir— dijo James —O mejor dicho, señor Kent— sonrió.

—Pero..

—Haz lo que te diga... estaré bien— el multimillonario le sonrió.

—Está bien— accedió, dándole un beso en los labios, después salió al pasillo junto a los demás.

Pasaron las horas, Clark daba vueltas por todos lados, mordiéndose las uñas por la impaciencia. Alfred estaba sentado, un poco agitado, mientras miraba más calmado la puerta del quirófano.

Los demás integrantes de la liga estaban algunos sentados y otros parados. Todos estaban impacientes por cómo estaba yendo todo ahí dentro. En especial, porque ya se habían tardado varías horas. 

|Dentro de la sala|

—Páseme las pinzas— pidió Cromwell a Martian, recibiéndolas inmediatamente. —Ahora, sostenga aquí— le indicó.

La cirugía iba bien hasta ahora. James y Martian lo estaban haciendo con sumo cuidando y paciencia, ya que podía ser riesgoso para el murciélago.

—Aquí viene, con cuidado...— murmuraba el doctor —¡Aquí estás!— dijo feliz. El primer bebé había nacido.

Las puertas del quirófano se abrieron. Martian salió a dar la noticia.

—El primer niño ha nacido— sonrió. Clark rió de emoción y abrazó a quien estuviera al lado. Los demás aplaudieron con devoción, pues el primer bebé había salido sin problemas.

Martian volvió a entrar a ayudar a James, quien estaba tratando de sacar al segundo bebé.

—Bien— hacía la práctica con cuidado —Aquí... ven... ¡El segundo! ¡Otro varón!

Clark no pudo evitarlo, y escuchó lo que James había dicho, pues además lo había gritado.

—¡Ya nació el otro!— gritó emocionado. Sus amigos aplaudieron y dieron le dieron leves palmadas de felicitación.

—Wow, felicidades— sonrió Hal.

—Gracias, gracias por todo, amigos— dijo con lágrimas amenazando por salir. Agradecía a sus amigos por apoyarlo y ayudar a su esposo en etapas tan difíciles cómo estás, puesto a que además que compañeros heroicos, eran grandes amigos.




James estaba cortando el condon umbilical de los bebés. Martian revisaba los pulsos de su compañero y al ver que no había ninguna anormalidad, ayudó a Cromwell con los bebés.

Estaban tratando de operar a Bruce cuando James se percató de algo. La presión del multimillonario comenzaba a bajar precipitosamente. El tintineo del pulso estaba bajando peligrosamente, además que Bruce se ponía cada vez más pálido.

—¿Que?— dijo James terminando de cerrar a su amigo. Comenzó a revisarlo y, alterado, llamó al detective alienígena para su ayuda.

Él estaba fuera, trayendo algunas mantas y otras cosas necesarias para los bebés. Cuando escucho por un aparato como él doctor  lo llamaba, dejo sus cosas de lado y fue de nuevo al quirófano.

Clark, al verlo, sonrió. Pero al fijarse bien, este traía una mirada seria y de preocupación, además que iba prácticamente corriendo.

—¿Que pasa?— se preguntó Clark borrando su sonrisa. "¡Señor Martian, venga ahora!" Escuchó, "¡Resiste, Bruce! ¡Tu puedes!"
"¡1, 2,3! ¡1, 2, 3!".

Martian se apresuró a entrar de nuevo al quirófano. James estaba tratando de reanimar el pulso de murciélago. Activaron el desfibrilador y comenzaron a enviar electrochoques al corazón de Bruce.

—¡Segundo toque!— aviso James frotando las palas de desfribilación —¡Más potencia!

—¿Que pasa?— murmuró Hal, situándose al lado del kriptoniano.

—¡Bruce!— Clark comenzó a desesperarse —¡Mi Bruce!— llamaba desesperado. Diana se apresuró y trató de calmarlo, seguido de sus compañeros.

—Cálmate, Clark— le dijo la amazona con voz dulce —Todo esta bien. Él estará bien.


—¡Tercer toque!— aviso James, frotando con más impaciencia las palas —¡Ya!— otro impulso eléctrico, haciendo rebotar levemente el cuerpo del paciente.

Martian hacía lo posible tratando de reanimar a Bruce. La sala de espera era un caos, todos estaban tratando de tranquilizar al súper hombre que estaba a nada de entrar al quirófano.

—¡Vamos, amigo!— murmuraba James sin detenerse. Los signos vitales del millonario eran cada vez más bajos, revisaron de reojo el monitor y los pulsos no aumentaban.

—¡Tu puedes!— trataba de animarlo —¡Sexto toque!— aviso.


—¡Mi amor!— comenzó a llorar el kriptoniano, que estaba escuchando todo lo que estaba pasando dentro de la sala donde se encontraba su esposo luchando por su vida. —¡NO ME DEJES!— grito de forma triste, sintiendo como todo su mundo se destrozaba.

—¡Tranquilo, Clark!— la amazona trataba de tranquilizarlo con lágrimas a punto de salir de igual manera.

Alfred estaba con su mirada perdida. Su cuerpo temblaba y tomaba sus cabellos con un poco de fuerza, caminando de un lado a otro.

—¡Mi Bruce!— sollozaba el kriptoniano sabiendo que su amado estaba entre la vida y la muerte.












Continuará...





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¡BUENAS, BUENAS!

Se nos va nuestro hermoso murciélago :"(



¿Como andan? Espero bien, yo estoy bien.

Esta vez no pasó tanto tiempo desde que actualice, pero he andando ocupado y así.

Espero les haya gustado, voten y comenten,
¡Aprecio su apoyo!




Bye~

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