Tranquilo, mi amor

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A veces las cosas no salen como las planeamos...

—¿Por qué?..— se preguntaba rompiendo en llanto —¿He hecho algo mal?— le preguntaba a la nada, llorando como nunca antes.

—Mi vida...— murmuró el kriptoniano al borde de lágrimas. Dio un suspiro y frotó sus ojos para evitar llorar —Ya veras, te lo recompensaré a lo grande, amor— sonrió y se fue por los aires.

Y de esta manera, Bruce quedó solo en la mansión con el corazón roto. No podía creer que su temor se haya hecho realidad, Clark tenía a otra persona. Era de esperarse, "¿Quien querría a alguien como el? Un hombre embarazado y con algo de sobre peso debido a eso, era un fenómeno".

Ese tipo pensamientos rondaban por su mente, torturándolo y haciendo más profunda la herida.

Decepcionado subió a su habitación, tomaría una ducha para así tal vez relajarse y despejarse de todo. Al estar en la bañera, pudo ver su cuerpo cubierto por espuma y jabón, y que de él sobresalía su vientre. Tan solo se limitó a enjuagarse en poco y después salió a vestirse.

Se arregló un poco, se puso un suéter negro y pantalones del mismo color. —Como si estuviera de luto...— dijo viéndose en el espejo. Cómo el suéter era un poco pegado, podía ver muy bien sus musculosos brazos, su ancha espalda y su vientre abultado.

—Jaja...— rió con ironía —Que horrible soy....— se dijo a si mismo con una sonrisa forzosa.  Pero pronto se fue borrando por una mueca de llanto, pues enserio se odiaba.

Después recapacito.—¿Horrible? ¡JA!, quien horrible su trasero.

Enserio, estaban comenzando a dar miedo su cambios de humor.

En el primer piso se encontraba el mayordomo, preocupado y pensado en cómo podía ayudar a su amo en estos momentos. Pero dejo de hacerlo cuando escucho el celular sonar.

—Buen día, mansión Wayne-Kent— habló cordialmente.

Alfred..

—¡Señor!— habló sorprendido —¿Donde se encuentra?

¿Como está Bruce?

No ha hecho nada, por ahora— respondió —Pero tiene que apresurarse.

Suspiro —Lo sé. Pero es que enserio quiero hacerle una gran sorpresa por nuestro aniversario, y tú sabes que...

No es bueno para mentir— completo la frase riendo un poco. Pues Alfred estaba al tanto de la sorpresa que el kriptoniano estaba organizando. —¿A que hora cree que estará listo?

No lo sé, pero iré por el en cuanto termine. Por favor, cuida de el, por favor— le rogó.

—Ayer, hoy, mañana y siempre— dijo Pennyworth —No se preocupe.

Gracias, Alfred— después colgó.

El mayor dejo el teléfono y soltó un largo suspiro .—<<Esto en parte es mi culpa..>>— pensó. Bueno, en parte tenía un poco de razón.

"¡BASTARDO!", escuchó el mayor de edad a lo lejos, seguido de fuertes golpes a la pared y también pudo escuchar varias cosas romperse.

—¿No que estaba deprimido?— se preguntó. Pues el millonario no hace mucho que estaba triste, y ahora era todo un diablo. Sinceramente, no era el Bruce Wayne de siempre.

—¡Que ni se le ocurra que verá al bebé!— gritaba enojado. Alfred pudo escuchar eso y se apresuró a ver que estaba pasando.

—¿Pero que está diciendo?— le preguntó sorprendido.

—Lo que escuchaste— contesto desafiante —¡Me divorciare de él y no verá a su hijo! ¡HASTA AQUÍ!— hizo una seña con sus brazos en forma de equis como signo de alto. Si que estaba furioso.



















"¡ME DIVORCIARÉ DE ÉL Y NO VERÁ A SU HIJO!, ¡HASTA AQUÍ!", pudo escuchar el súper hombre. Paro en seco pues eso si le había alterado.

—No...— paro de caminar con unos regalos en la mano —Tengo que ir.

—¡Alto ahí!— lo paro la amazona, tomándolo del cuello de la camisa —Nos hemos estado esforzando por esta sorpresa desde hace semanas, tienes que calmarte.

—¡Pero Bruce dijo que se divorciaría de mi!— grito alterado el kriptoniano con lágrimas en los ojos —¡¿QUE HARÉ SIN ÉL?!— se alteró aún más.

—¡Que no!— le dio una fuerte cachetada —¡Ahora tranquilízate!

—Pero..

—¿Quien se puede divorciar de un día para otro?— trato de explicar —Aunque estamos hablando de Bruce...— pensó un poco —Pero igual, Alfred no lo dejará.

—Tienes razón, pero aún así...— trató de hablar preocupado.

—Él solo dijo eso porque está furioso, y créeme, las mujeres decimos cualquier cosa cuando estamos enojadas.

—Pero no es mujer...

—Pero está embarazado.

Bueno, tiene razón.

Pasaron las horas, Clark se arregló con un traje formal y bien peinado, se puso colonia y llevó un ramo de rosas, un arreglo casi idéntico del cual le regaló cuando le propuso matrimonio.

Sentía más temor que nervios, pues sabía que cuando su esposo estaba furioso, y más ahora con el embarazo, era capaz de cualquier cosa, literalmente.

—¿Como me veo?— preguntó el kriptoniano a su compañera.

—Te miras divino— hizo una pose —Tengo un buen sentido de la moda— alardeó, pues ella había escogido el traje.

—Gracias— sonrió. Tomó el ramo y hizo los últimos retoques para irse —Deséame suerte— volvió a sonreír y se fue.

—Rezaré por ti, Clark— dijo Diana, pues solo con un milagro Bruce no le haría nada grave al alienígena.

En la mansión, Bruce buscaba desesperadamente una llave, la llave de una bodega. La que estaba repleta de kriptonita.

—¡¿Donde está, Alfred?!— exigía furioso.

—No lo sé— dijo firme —Y si lo supiera, no se la daría.

—Y si no fuera poco, ¡cambiaste la contraseña y anulaste mi huella!— reclamo.

—Es por su bien.

—Dámela— exigió.

—No— negó de inmediato, manteniendo una portera firme y autoritaria.

—¿Ah, no?— reto —Bueno, te olvidas de quien soy— dijo tajante. Abrió su armario y de la parte de arriba abrió una pequeña caja fuerte, de ahí sacó un bala que resplandecía un fuerte color verde.

—¿Señor?— preguntó preocupado el mayordomo, viendo cómo su amo cargaba con ira el arma —¿E-Eso es lo que creo que es?

—Exactamente— dijo quitándole el seguro —Le haré un agujero en la cabeza.

—¡Señor, no puede hacer eso!— trato de detenerlo —¡Es su esposo!

—¡Me vale mil hectáreas de verga!

—¡¿Pero de donde sacó esa barbaridad?!— preguntó cómo todo un padre a un hijo cuando decía una mala expresión.

—Cuando se va a Latinoamérica, aprendes muchas cosas, Alfred— dijo con una sonrisa maliciosa — Ahora solo espero a que venga este desgraciado y ya no habrá más Superman...

Sus ilógicos planes fueron interrumpidos por una pequeña ráfaga de viento a sus espaldas. Sabían quien había llegado.

—Mi amor..— lo llamó un poco desesperado.

—Te estaba esperando, degenerado— le respondió dándole la espalda.

—Amo Clark— susurró el mayordomo, haciéndole una seña indicándole que su esposo estaba armado y listo para disparar.

—Bruce, tranquilízate— le dijo con una tierna voz —No sabes si esto puede afectar al bebé o a ti. No conocemos las consecuencias, así que respira y deja que te de una explicación.

Bruce se enfureció más, sacó su arma y apuntó —¡Lo único que conocerás es el infierno!

Clark, en un ágil movimiento, uso su súper velocidad y le pasó el ramo a Pennyworth y pudo quitarle el arma a su esposo. La tiro muy lejos y lo sostuvo en un abrazo.

—¡Suéltame!— ordenaba furioso, tratando de forzajear —¡Que me sueltes! ¡SUÉLTAME!

—Nos vamos, Alfred— se despidió el kriptoniano, ignorando los reproches de su pareja.

—¡ALFRED!— llamó a su mayordomo —¡SUPERMAN ME ESTÁ SECUESTRANDO!

—Buena suerte a ambos— se fueron —Y felicidades— dijo para sí mismo. Al voltear vio el desorden que había dejado su cuidado, tan solo pudo suspirar. Tocaba más trabajo.

—¡Bájame!— forzajeaba el millonario —¡No quiero ir a ninguna parte contigo!

—Espera, cariño— trataba de calmarlo, ya que estaba muy inquieto y en un descuido podía caer.

—¡Que me sueltes!— ordenaba —¡Suéltame, bastardo infiel!

—Mi amor, ya casi llegamos— le decía dulcemente.

—¡¿QUIEN TIENE KRIPTONITA?!— preguntó el millonario a sus compañeros por su comunicador.

¿De que estás hablando?— le respondió Hal.

—¡Voy a matar a este infiel degenerado!— dijo Bruce.

¿Matar? ¿A quien?— volvió a preguntar —...Espera...¿quieres matar a Clark?— preguntó al entender de quien se trataba —A tu esposo.— recalcó con ironía.

—No te preocupes, Hal. Tengo todo bajo control— esta vez hablo Clark, quien pues se había mantenido callado en el transcurso de su vuelo.

Eso espero, no quiero ver tu cadaver con una piedra metida en la cabeza. Ten cuidado, Bruce enojado y ahora embarazado, Dios nos salve.

El kriptoniano se rió —Si, tienes razón. Todos dicen eso.

—¡Estoy escuchando todo, par de idiotas!— reclamó el millonario.

Ups, me voy.— colgo la comunicación.

—Mi cielo, calmate— acaricio el redondo trasero de su pareja.

—Quítame las manos de encima— murmuró furioso —¿Donde me llevas, eh?— le preguntó —¿A conocer a tu amante?— preguntó sarcásticamente —¡Por eso te pusiste traje y colonia!

—¡No es eso!— le interrumpió —¡No es nada de lo que crees! ¡Créeme!

Superman, al estar tratando de de explicar, detuvo su vuelo y suavizó el agarre. Solo sosteniendo a su pareja de las piernas con un brazo, como si estuviera cargando a un niño. Bruce aprovecho a posicionarse mejor y accedió a ser cargado de esa manera por su esposo, cruzando ambos brazos, exigiendo una explicación.

—A ver que te inventas.

—Mi amor, tú sabes que jamás de engañaría— Bruce dio una falsa carcajada —Mira, hace días he está planeando esto, ella me ha estado enseñando cómo y me ha ayudado para....

Cuando alguien esta cegado por los celos, no es consciente y tampoco entiende las palabras que se les dicen, malinterpretando cualquier palabra a una velocidad increíble.

—¡¿Quien es ella?!— le reclamo, pues el súper hombre no dijo cómo se llamaba.

—Pues es Dia-..— no pudo completar el nombre, ya que Bruce había empujado al súper hombre un poco fuerte, terminando de aflojar más el agarre, hasta soltarse... cayendo al vacío.

—¡MI AMOR!— el grito desgarrador del super hombre se escuche hasta el norte.








Continuará...

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Si no es una tragedia es otra.

Iba a hacer este capítulo más largo pero estoy en exámenes y pues no se pudo. Pues esta..

Así que en cuanto termine subo capítulo, en Halloween~ ¡Ya casi es Halloween!

Oh y solo quería decirles cosa...

Hoy -27 de Octubre- ¡Es mi cumpleaños!

Ya xd



Bye~

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