Capítulo 22

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Camila O'kelli

El día de hoy estaremos en la playa, el sol está radiante y el día pinta ser emocionante. Bueno, aunque ya lo es.
Me termino de acomodar, ya que los niños y Dylan me deben estar esperando.

Me he puesto un traje de baño color blanco, de dos piezas, bastante lindo, muy sencillo, mi salida de baño consta de un pantalón café transparente, mis sandalias y la maleta donde llevo todo para proteger a la familia.

Mi nueva familia.

—¡Ya estoy lista!, vámonos — Julieta salta llena de emoción, Dylan y Emanuel me miran bastante sonrojados.

—Dejalos Camima, están impactados con tu radiante belleza, quiero ser igual que tu, debes enseñarme a ser mas femenina.

Ya esta entrando a las curiosidades de ser mujer, ella se sonroja y su mirada verdosa se pierde ante el horizonte, creo que a alguien le gusta ella.

—Claro que te enseñaré, pero según tu edad, no quiero que crezcas rápido y tampoco pelear con tu papá, sabes como es de celoso.

—¿Que sí lo es? — ella mira hacia atrás, abrí mis ojos, Dylan y Emanuel solo amenazan con sus miradas a los hombres que me miraban o eso creo.

Me acerque a Dylan y lo tomé del brazo, le sonreí

—¿Estás bien? — él me mira sorprendido y me sonríe

—Si, todo está bien, ahora que tu estas a mi lado.

—¿Estás celoso? —él frunce el ceño.

—¿Qué te hace pensar eso? —señale a los hombres que nos miraban, el bufa

— Si a eso vamos.. — él señala a la mayoría de mujeres, por no decir que todas las que lo miraban. — ¿Y por qué inflas tus mejillas amor?

—Vamos Emanuel a divertirnos, dejemos a mamá y papá pelear por sus celos mutuos — lanza un comentario Julieta. No me había dado cuenta que no estamos solos —La belleza cuesta y enferma  — Emanuel asiente y se va con ella —A veces pienso que ser vanidosa debe ser muy agotador

—¿Y tú quieres? —su hermano ríe a carcajadas mientras se alejan —Alto, Julieta —sale corriendo, ya que su hermana comenzó a lanzar algunas patadas.

—Si, eso no es nada femenino —dije, reí divertida, al rato, sentí unas brazos rodear mis caderas, sonreí, era Dylan; caminamos hasta nuestra sombrilla y nos sentamos, ambos nos colocamos un poco de crema bronceadora, y dejamos que el sol haga efecto en nuestros cuerpos.

Me acuesto un poco en la silla de playa, estiró mis piernas. Veo que Dylan hace lo mismo y después tomó mi mano.

—No me escaparé.

—Pero así, siento que estas cerca mío. —reí divertida.

—O así, los hombres saben que soy tuya

—Y viceversa — le doy un suave beso.

—Estamos a mano. — acepto sus dulces celos, es agradable saber que para alguien existes e importas.

......

Ya llevamos tres días de diversión, ¿por qué pasa el tiempo tan rápido?, no deseo que acabe esta hermosa salida.

Estamos en familia, reímos en familia, estamos felices juntos.

Esta vez, todos  salimos a conocer los alrededores de esta hermosa playa paradisíaca.

Compramos varias cosas, compré algunas esculturas pequeñas para llevarle a  Sofia y para mi, se que le gustara.

—Monsieur, no quisiera postear estos lindos momentos en un cuadro hecho a mano, solo demoramos 15 minutos y tendrá un hermoso lienzo de su familia, ¿que dice?.

—Claro, aceptamos —me mira con mucha ternura  asentí, sería un hermoso recuerdo.

Los cuatro nos sentamos en una hermosa banca bastante antigua, Dylan carga a Julieta y yo a Emanuel, en verdad que si parecemos familia.

—A todas estas, me acabo de acordar que Julieta te dijo ¿Mamá? ¿Como es eso? De qué me perdí.

Me sonrojo mucho —Así, mamá, se ve hermosa con esas mejillas rosadas, listo ya la termine a usted junto con el niño.

—¡No soy un niño!

—De tal palo… —dije mirando a Dylan. Él me lanza un beso.

—Cuánto amor, así me gusta, espere que son detalles mínimos —ahora es Dylan quien se sonroja, reí divertida.

—Listo. Ya está la obra maestra, es la familia más linda que he pintado. — todos nos paramos y vimos el lienzo, Dylan pagó por este, es algo grande, y fue rápido, creo que se la pasa pintando mucho de estos. Ya su mano está enseñada a la agilidad y eso es asombroso.

—Está hermosa la pieza, gracias. Muchas gracias.

—Mi familia es la más hermosa  — los ojos de amor que Julieta me regala me matan y ni se diga de Emanuel, que no salía de su asombro.

—Vamos a cenar niños — llego Dylan, todos a sentimos y nos fuimos juntos al restaurante marino, en todo el transcurso de la cena, no pare de ver este hermoso cuadro.

Los mejores recuerdos, plasmados con lápiz y un poco se color. La belleza del arte.

......

El cuarto día antes de salir a la feria, Dylan y yo terminamos enredados en las cobijas, no quiero salir de estas jamás.

—Qué rico vivir así contigo por siempre.

—Creó que tenemos el mismo pensamiento, cariño —han pasado ya dos meses desde que comenzamos a salir, y siento que todo es una mentira, ya son cuatro meses desde que conocí a la familia.

Y siento que ha pasado más tiempo de lo que he vivido con ellos.

Me levanté de la cama y llamé a Sussy. — Hola amiga, ¡hasta que te dignas a saber de tu amiga! — no me dejo saludarla.

—¿Cómo estás? ¿Cómo está tu bebe?. — comienzo a acomodarme, mientras Dylan acomoda a los niños.

Bien, un poco molesto, me entran unos antojos bastante tarde, en la madrugada. Y me ha tocado estar pidiendo cosas. Creo que ya están casados de mi.

—¿Tú crees? —ella ríe —Sólo yo te puedo aguantar esos caprichos.

Amiga... No te quiero preocupar, pero.. —ella suspira —Cuando vuelvas buscame, tenemos que hablar

—Sí amiga, aunque me dejas un poco preocupada, si era lo que querías — bromeó con ella, pero en parte es muy cierto. —Cuídate, nos vemos en unos días —ambas colgamos, mire a Dylan, él reía con los niños, le envió varios videos a su madre sin que él lo note, no le gusta mostrar sus intimidades así sea con su madre.

Dice que eso es muy suyo, pero es su madre y ella quiere ver si en verdad su hijo ha cambiado.

Ella me da muchas veces las gracias, las fotos que le envío con los niños, es la primera vez que él sonríe, ella me manda muchas fotos de ellos cuando estaban con su mamá y solo con su padre, hasta los nacimientos y Dylan jamás sonríe.

De un momento a otro comienzo a sentir un fuerte mareo, mi cabeza da vueltas, me tomé con fuerza de una silla pero hice mucha bulla con esta, Dylan ya estaba encima mío con sus ojos llenos de preocupación.

—¿Estás bien Camila? — los niños se alarman y también vienen así nosotros.

—Si, tranquilos. — solté el aire. Comienzo a sentir demasiado calor —Debe ser el calor.

Los niños corren a prender los aires acondicionados

—Si quieres vamos otro día a la feria. —negué y acarició su mejilla.

—Un poco de agua y estaré lista. No te preocupes, esto me suele pasar ya que no estoy acostumbrada a estos tipos de clima, son muy fuertes. — él ríe y me da un suave beso, mire a los niños quienes tenían una sonrisa en sus labios. Me sonrojo — ¡No hagas eso!, mira — le susurró, Dylan miró a sus hijos.

—Pero si somos una familia hermosa, ¿verdad hijos?.

Ambos corren de un lado a otro gritando si, me les quedó mirando tratando de enmarcar este día para siempre en mi memoria.

.....

Los cuatro llegamos a la feria, ya estaba bastante oscuro, las luces, las personas felices, los mimos, las personas montadas en aquellos palos se veían altos.
Muy altos, toda esta belleza, jamás la hubiera vivido, si continuaba encerrada.

Llegamos al famoso parque de diversiones. No era muy grande ya que todo estaba ubicado en el muelle. Las burbujas de jabón pasaban por nuestras narices. Todos nos subimos a los caballos, dar vueltas, jugar, reír, compartir juntos, estos bellos momentos son los mejores

—¿La estás pasando bien? — le pregunto a Emanuel. Él me mira y me abraza.

—Ahora soy feliz gracias a ti Camila, gracias por enseñarme a este nuevo papá.

Si, su abuela tenía la razón.

—¡Disfrutalo siempre! —le sonreí. Él asienta con emoción.

Creo que siempre habían esperado esta parte de Dylan tan amable y cariñosa con ellos.

Aunque ya se está pasando, los está consintiendo más de lo normal, y después se queja del por que yo los consiento tanto.

—¿Vamos a seguir dando vueltas aquí? —Dylan me tomo de la cintura, se acerca a mi cuello y lo besa

—¿Dímelo tú? —le respondí con otra pregunta

—Si, un rato más, esperemos a que los niños lleguen —me le quedé mirando sería — Tranquila, están allí. Fueron por unas manzanas acarameladas —mis ojos automáticamente brillan —Si, también pedí que te compraran una, no sabia que te gustara pero, te compré una

Ambos nos quedamos mirando, le doy un suave beso, él cierra los ojos, me le quedó mirando, está muy tranquilo, y lo noto muy feliz, no puedo evitar llorar.

—Hace rato que no te veía llorar. ¿Ahora por qué estás así? ¿No la estás pasando bien?.

—Solo estoy feliz, más que todo por ustedes tres. — mis lágrimas salían con más fuerza — Aunque no entiendo por qué estoy llorando —me aferro con fuerza de su cuello escondiendo mi cara en este.

—Pero no es necesario que llores, amor —le sonrió.

.....

Dylan Paul

Acarició su mejilla y acomodó sus cabellos detrás de la oreja, ella me sonrió con cariño.

—Te amo, y esto es gracias a ti, solo tu creas estas sonrisas en todos nosotros Camila, eres una mujer increíble, te amo con todo mi corazón.

—¿Qué haces? —ella me mira con un poco de nervios, no podía esperar más, se que no ha pasado mucho tiempo y que ella me pidió que fuera despacio pero... No puedo aguantar.

Saco una cajita pequeña roja de terciopelo, abrí esta dejando ver un anillo lo más delicado con una hermosa esmeralda  en este. Quería algo que tuviera de ella, como sus hermosos ojos esmeraldas, por eso lo escogí así.

—Dylan... Yo...

—Cásate conmigo, por favor, me harías muy feliz al igual que a toda mi familia, todos te amamos.

—Yo... — ella suspira, toma aire y lo bota —Yo no se... —suspiré y la mire a los ojos.

—Camila, entiendo tu situación, pero estás conmigo, y si eres mi esposa te voy a defender de cualquiera, es más, sin serlo. Lo haría una y otra vez porque te amo Camila. No quiero soltar tu mano jamás en mi vida, hasta que la muerte... —ella coloca sus delicados dedos en mi labios.

—¡Aceptó! —no pude contener mi alegría, estando montados en aquel carrusel la cargo, la beso, un tierno beso sellando este momento tan feliz que ella me esta regalando, la vuelvo a sentar en el cabello y le coloco el anillo.

—¡Ya quiero que seas mi señora!

Ella ríe divertida —Ya lo soy, me siento como una —ella bromea, ambos reímos. — Es mejor que nos bajemos ya, los niños nos miran desde afuera.

Al salir de aquel carrusel, Julieta no se aguanta y toma la mano de Camila, ella ya me había visto la cajita, no sabía como explicarle, bueno. Ya habíamos hablado los tres, al respeto de los sentimientos que tengo hacia Camila, ellos se emocionaron mucho cuando les dije que ella y yo estamos juntos, que ya éramos novios.

Parezco adolescente contándole a mamá lo que hago.

Pero ahora no soy solo yo. Están ellos dos, y si nadie los quiere, no estaré con nadie, pero Camila, ella los ama de verdad, desde muy antes y sin importar quiénes éramos.

Por eso, la quiero esposar, porque quiero terminar mi vida a su lado. Si yo llegase a faltar, ella estará con mis hijos, estarán en buenas manos.

No les faltara amor, porque ella se los brinda y de una manera única.

Salimos todos de aquella feria. Llegamos de nuevo al hotel. Ya estábamos cansados, jugamos por horas, cenamos y sólo faltaba descansar un poco.

La mejor parte de esta noche fueron los fuegos artificiales. Camila y los niños miraban aquel acto como si en su vida hubieran visto uno, sus ojos se iluminaban. Así como iluminan mi vida.

La noche fue perfecta.

.....................
Continuará
.....................

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro