Dylan Paul

La noche callo, todos estamos cenando; mire una y otra vez a Camila, pero ella solo movía su comida con su tenedor, estaba muy sumergida en sus pensamientos.

—Camila, ¿qué te gusta hacer? — ella seguía sin prestar atención — Eso es algo muy común de ti, Camila — ella levanta la mirada, todos la estábamos mirando, ella se sonroja, sonreí de medio lado, cuanto extrañe aquellos sonrojos tan propios de ella.

Se ve encantadora.

—Disculpa, yo no te preste atención — lo dice un poco apenada, todos sonrieron.

—No te preocupes, ¿quieres algo de comer? Algo diferente —ella mira su plato y después mira a mi madre, niega entre ¿Lágrimas? — No hija, no llores, no te preocupes si no quieres nada, te entendemos, es un cambio fuerte para ti y el niño.

—No es eso... —abrí mis ojos, se levanta de la mesa, todos la miramos —No es eso... —empuña sus manos, creo que ella lo dirá… — Lo siento, siento mucho haberte hecho sufrir Dylan, no tengo palabras para esto, y menos con Damian, pero.. —ella sonríe entre lágrimas —¡Todo puede cambiar! ¿Verdad?, se que él no.. Maldición —me levanté de la mesa para alcanzarla y abrazarla, quiero darle fuerzas, pero mi hija me detiene, Julieta se levanta para consolarla —, les quiero contar que… ¡Seremos papás nuevamente! —ella se tapa la boca, le sonreí con cariño.

Mi madre me mira, todos me miran, yo me mire. Julieta la abraza entre lágrimas, Emanuel se para y toma a Damian en sus manos, y abrazan a su madre, Camila continua abrumada con todo ésto, de razon esta tan vulnerable.

Este momento que vivimos no tiene palabras, solo es un momento alegre en nuestras vidas, una turbulencia más que comienza a ceder, por ahora.

—Yo, yo... —mi madre y mi padre se acercan a mi, Julieta no dejaba de llorar y Lauren, él solo miraba serio a la nada.

—Damian, es mi hijo y ahora estamos esperando nuestro cuarto bebe. —les termine de explicar.

—¿Cuándo pasó? Mejor dicho, fue cuando ella.. —mi madre está muy emocionada.

—Si, eso fue cuando vine a Francia, jamás pensé que pasaría algo así, de hecho con nadie  me había acostado, bueno, sabía que Damian no fue creado por obra y gracia del Espíritu Santo, leo mucho.. Y Dylan... Sentía deseos de él. —abrí mis ojos. Gran explicación, muy concreta quizás.

Camila es increíblemente asombrosa, delante de todos como va ser tan honesta, reí nervioso, mis primos me jodieron toda la noche con ésto.

Maldición, ahora piensan que me aproveche de su pérdida de memoria, aunque al principio si lo deseaba hacer, pero...

Estaba herido por todo, y ahora... Las cosas son diferentes. Seré padre nuevamente y está vez ella está aquí, enfrentando este destino que sólo se ha encaprichado con su vida.

—¡Felicitaciones! —todos salen del silencio que ella ha generado, No era un silencio malo, era más de suspenso, esperando las reacciones de todos, nadie se esperaba esta respuesta, ni yo para ser sincero.

—¿Estás cansada, Cami? —mi hija le sonríe, Camila la abraza

—Esta vez correspondo tu abrazo, gracias.. —y llora, Julieta la tomó junto con Emanuel a un lado, Damian se les hace al frente tratando de comprender todo lo que estaba pasando, muchas veces ni uno mismo comprende la realidad en la que vive.

Esto es un rompe cabezas. Pero al final, todos saben parte de la verdad.

.....

Camila Walsh O'kelli

Todo el mundo estaba durmiendo, la casa estaba en un total silencio. Salí de mi habitación para beber un poco de agua.

Al bajar a  la cocina, la puerta de la entrada se abre, me escondí con un poco de miedo, mi pulso se acelera, creería que mi corazón casi sale por mi boca.

Medio salí de la cocina para ver qué pasaba, no vaya ser un ladrón o algún intruso o tal vez..

Mi abuelo enviando a su gente.

Tomé un jarrón que vi, dispuesta a ponérselo encima, si me hace algo o me trata de tomar a la fuerza. ¡No me dejaré!.

Cuando salí, la persona que estaba en la sala ya no estaba, camine hacia los lados del patio de atrás, el extenso jardín, la luna hermosa reflejada en el lago. Me hizo olvidar por completo que debía hacer con este jarrón.

Había un punto ciego, ya que es parte de la colina. Aunque esa parte está cerrada por un gran muro, y le sigue la piscina, está si sobresale.

Deje el jarrón a un lado. Salí descalza al jardín, tocar aquel bello césped con mis pies, me traía una linda sensación, estaba húmedo, tal vez lo hidrata de noche.

No ha llovido, tampoco parece que quiera llover o eso supongo.

Las luciérnagas comienzan a salir. Traté de alcanzar uno, hasta llegar a la orilla de la piscina, sonreí, esto en verdad es paz, una agradable paz que quisiera seguir viviendo.

Una paz que en cualquier momento mi abuelo iba a dañar y por mi culpa. No podía permitir esto.

—¡Es lindo! —me asusto un poco, resbaló pero él me sostiene de la cintura —Debo dejar de sorprenderte así.

—Si deberías —sonreí, él estaba atrás de mi. Me gusta estar así, él me transmite mucha paz — Lo siento, siento haberte dado la noticia así, de ese modo y también dársela así a todos, no te pregunté.

—No te preocupes. Ya estoy acostumbrado a esas locuras inocentes tuyas.

—¿Siempre he sido así?

—Siempre. —él me gira, ambos nos miramos a los ojos, no me puedo enojar con él. No soy capaz, sus ojos hechizantes me gritan que me ama y que él no sería capaz de hacerme daño, paso mis manos por su cuello, juntamos nuestras frentes.

—Creó que mi cuerpo y corazón no se equivocaron, siempre te han seguido. —ambos miramos el cielo, la lluvia comienza a caer, el cielo de Paris es inserto —No quiero que esto  me ko arrebaten otra vez.

—Estás conmigo, esta vez no te dejaré ir.

—Estás empecinado con mi familia, como creer que sería lo contrario, o solo quieres a mis hijos.

—Esta familia es nuestra Camila, jamás haría tal cosa.

—Entonces, ¿por qué nadie me dice nada? ¿Por qué hasta ahora me tengo que dar cuenta del daño tan profundo que has vivido? O que tal vez yo también.

—Con el tiempo lo entenderás, debes ser paciente y esperar a que tus recuerdos vuelvan, ya verás, todo se acomodara, solo espero que me perdones

Otra vez sus disculpas, no deseo preguntar qué pasó, no quiero dañar esto. Qué mejor que todo quedara así, no quiero recordar, quiero crear nuevos recuerdos y ser feliz al lado de ellos.

—No creo, aunque sólo espero que la idea  de ustedes, funcione o si no…—lo tomo de las mejillas, él me mira con asombro —Promete que cuidaras de los niños. No permitas  que nadie ni nada les haga daño. Por favor. Si ellos continúan a mi lado. Tendrán que vivir algo así, o hasta peor y no deseo eso para sus vidas. Quisiera acabar con este apellido. Pero mi investigación quedó en Reino Unido, oculta y….

—¿Cómo así? — negué varias veces

—Entre menos sepas mejor. — él tomó mis labios, me carga y me adentra a la mansión, me baja dejándome caminar. Una y otra vez toma mis labios, puse mis manos en su pecho para detenerlo. Respire profundo.

Lo volví a mirar a los ojos y me perdí nuevamente, ¿que tiene él que me vuelve así? Dylan vuelve a tomar mis labios. Me sonríe sobre mis labios.

Toma mi mano y subimos las escaleras hasta llegar a mi cuarto que es el suyo también.

Él abre la puerta, esperando a que pase, negué, pedí que ingresará. Él camina hasta estar en el centro de la habitación. Cerré la puerta tras de mí, pero no caminé, solo me quedé en la misma posición, de pie en la puerta, él suspira y se sienta en la cama.

—¿Quieres seguir hablando? —mire al piso, no se si lo que quiero, solo quiero saber si en algún momento mi vida cambiará tan solo un poco este sufrimiento.

—Dylan, eres el padre de mis hijos, de Damian y de este bebe que esperamos. También soy madre de tus dos hijos mayores, aunque no de sangre, pero siento que los he aceptado tal cual son. Por que se que los quise mucho aunque no lo recuerde, me dolió ver lágrimas en sus ojos y son bellísimos, nuestros hijos son bellísimos, y me tiene sin cuidado lo que pase, solo...

Caminé con decisión hasta donde estaba él, me subí encima suyo, sentandome ahorcadas

—No sueltes mi mano, ni la de ellos —ambos nos besamos con mucho deseo, mis lágrimas no dejan de salir, estoy feliz y a la vez triste. De pronto es mi estado. Espero recordar  este embarazo y mi vida pasada, quiero recordar todo, aunque algunas veces me contradiga, por que me da miedo ser lastimada y seguir sufriendo, aunque se que todo tiene un porqué en nuestras vidas, solo quiero…

Quiero que jamás termine este sueño.

......

Dylan Paul.

La vida te pone a prueba, tu eres el juguete de la vida, hasta que te cansas, despiertas y detienes las tonterías que te pone la vida.

El destino lo forjamos nosotros. Y no hay tiempo de esperar.

Camila y yo nos encontrábamos desnudos en medio de la cama, ella sentada encima mío, yo sentado sosteniendo su bello cuerpo, riendo y hablando de cuántas cosas maravillosas hemos vivido y las no tan maravillosas.

—Me enseñaste a ver la vida diferente, creí que no podía con mis hijos, recuerdo la vez que te enojaste con nosotros, estábamos llenos de harina, la casa estaba hecha un caos, y tu en un abrir y cerrar de ojos, ya habías controlado todo.

—Eso es bueno, ¿no?. —se burla.

Ambos reímos, la habitación se llena de nuestra risa, nuestros besos y susurros que nos decimos al oído. Ella es perfecta, la noche es perfecta porque ella está aquí conmigo.

—Más tarde nos casamos, pero tu..

—¡Yo ya estoy divorciado! —ella se separa de mí, me mira con asombro — Las cláusulas habían acabado, antes me pase, pero después de tanto problema con el padre de ella concluyó, además, después de la derrocha que tuvo, perjudica a mi corporación, así que, decidí terminar con todo eso. Aunque no creo que se lo hayan tomado bien.

—Y ¿ella, dónde está? — levanté mis hombros, me daba igual lo que ella hiciera con su vida.

—Ella quedó con el apartamento, dos autos que le di, y algo de dinero, con eso debe sobrevivir, imposible que no sepa funcionar con todo eso.

—Sí es una mujer caprichosa, no creo, por eso estoy tratando de remediar eso con mis primas. Pará que no tengan problema a futuro, a Ana Morgan le toca buscar trabajo. O alguien con mucho dinero —ambos sonreímos y nos besamos.

—Y si dejamos de hablar del resto del mundo, y más bien... — la lanzó a la cama. Ella ríe a carcajadas y comenzamos a jugar.

—¡Vas a despertar al bebé! — negué.

—Nuestros hijos caen como rocas, no creo

—No hablo de ellos, hablo de este bebé —ella acaricia su panza, sonreí con cariño y besé su vientre.

—Hola bebe, aquí está papá con tu mamá. Todos ustedes estarán a salvo conmigo, te lo prometo.

—No prometas lo que.... — la callo, ya escuche eso una vez, se lo que dirá con diferente palabras, solo quiero creer que podré y lograré ayudarlos.

.....

Al siguiente día la casa era un caos, Camila estaba lejos de mi, en una habitación aparte, pero esta vez estaba con los niños, osea, mis tres hijos; mi madre me pidió que no interviniera, tampoco dejo que otros estuvieran allí, quién sabe qué estarán hablando.

Termine de acomodar mi traje, ya todo estaba un poco listo, no es que vayamos hacer la mega ceremonia, pero mi madre me dice que esta es muy especial, así sea familiar, porque estamos los que verdaderamente nos queremos.

Y el mejor regalo de todos, es este la familia completa.

Pronto caerá la noche y por fin Camila será una  Paul.

......

Camila Walsh O'kelli

—Niños —me arrodilló para quedar al nivel de Damian, los dos mayores hicieron lo mismo, les sonríe — Todavía no recuerdo nada y quien sabe cuando eso suceda, pero quiero decirles que  por alguna razón, yo los quiero mucho, y me duele verlos tristes. — los tres me miran con ternura —Somos una hermosa familia. Así no lo recuerde, es algo que siempre lo diré y no importa esos recuerdos, podremos hacer más, unos nuevos al lado de los que amamos. Damian...—tomó de las mejillas a mi hijo pequeño. —, ellos dos son tus hermanos mayores, bueno, eso ya lo debes saber, y que tu papá es Dylan, que de hecho en unas horas nos casamos y por eso  quiero que los quieras como lo haces conmigo — él asienta, me da un beso. —No tengas miedo, esta familia te ama como yo te amo a ti, y se que darían la vida por ti y por su nuevo hermanito.

Mis tres hijos me sonríen con ternura y tocan mi vientre.

—No te preocupes, mamá — me abrazan — Todo esta bien

Los abrazo  con fuerza, también quiero que todo esté bien. Pero después de esta boda, se viene mi verdadero infierno con mi abuelo.

—Eso es lo que esperamos… Todos.

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Continuará
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