Capítulo 28

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Los piratas de Heart acababan de bajar del submarino, poniendo sus pies en la isla de Jaya. Llevaban todos sus uniformes excepto Law, que llevaba su sudadera y habituales vaqueros y Zoe, que llevaba unas mallas negras y una camiseta de manga corta amarilla con el Jolly Roger en negro.

—Recordad. Vamos a ir a Mock Town. El log pose tardará cuatro días en cargarse. Es una ciudad peligrosa. No existen leyes y puede que haya piratas peligrosos. Siempre iremos todos juntos o en grupos pero nunca solos. ¿Entendido? —explicó y preguntó el capitán.

—¡Sí, capitán! —exclamaron todos, haciendo el saludo militar.

—Bien. Ahora iremos a buscar una posada —dijo, serio.

No tardaron mucho en llegar a la pequeña ciudad desde donde habían anclado el submarino. No había muy buen ambiente. Los bares estaban llenos de piratas borrachos que se peleaban y se insultaban. Uno de ellos casi cae encima de Zoe por un empujón, pero Law le estiró del brazo para apartarla. Los dueños de algunos puestecitos que había en la calle tampoco tenían muy buena pinta. Después de unos minutos caminando llegaron a lo que parecía una posada.

—Me han dicho que son habitaciones dobles. Tenemos que distribuirnos —comentó Law. Enseguida se formaron las parejas. Zoe había pensado en Ikkaku, pero ella se juntó enseguida con Uni. Clione y Penguin se pusieron juntos. Solo quedaban Law, Bepo, Zoe y Sachi.

—Shachi y yo dormiremos juntos. Zoe y Bepo compartirán habitación —dijo serio el capitán.

—¿Qué? —preguntó Shachi decepcionado—. Yo pensaba que usted dormiría con Bepo como siempre.

—Aquí tenéis las llaves —dijo Law, pasando de su nakama—. Nos reunimos en quince minutos aquí en la entrada.

Era una posada bastante pequeña, oscura y vieja. Zoe metió la llave en la cerradura mientras Bepo esperaba detrás. La habitación no era muy grande, tenía tan solo dos camas, un armario y un pequeño baño. Todo muy estrecho y no muy bien cuidado.

—No es muy acogedor... —comentó Zoe, mientras se sentaba para probar la cama. Bepo negó con la cabeza.

Después de dar una vuelta recorriendo la ciudad, los piratas de Heart entraron en uno de los bares. Eligieron el que parecía más vacío, para evitar posibles problemas. Shachi, Penguin y Atsushi fueron a pedir las bebidas. Al volver, Atsushi dejó un zumo de (tú sabor fav) en frente de Zoe.

—Eh, ¿cómo sabías que quería eso? —preguntó Zoe intrigada, mientras le miraba sonriendo. Él se sentó a su lado.

—Sé que es tu favorito. Lo comentaste el otro día mientras comíamos —contestó él, guiñándole un ojo. Zoe aplaudió antes de dar el primer trago.

Law miraba la escena con el ceño fruncido. ¿Por qué él no se había enterado de eso? Bueno, a quien le importa. La cuestión era... ¿Por qué le molestaba que otro chico hiciera sonreír así a Zoe? La chica se levantó para ir al baño y Atsushi aprovechó para hablar.

—Es tan guapa... —susurró, mientras miraba como desparecía por el pequeño pasillo donde estaba el baño.

—Pues tienes competencia, porque a Shachi también le gusta. Bueno, a Penguin, aunque él es consciente de que no hay posibilidades —comentó Ikkaku riéndose.

—Además yo la conocí primero —se defendió Shachi.

—A ver quién la conquista antes —dijo Atsushi, mirando desafiante a su nakama. Mientras tanto Law, apretaba los puños bajo de la mesa.

—Ya está bien. Un poco de respeto. Zoe-ya es nuestra nakama —comentó, intentando mantener la calma.

—Pero es imposible no sentirse atraído por ella... No solo es guapa, sino valiente, fuerte, divertida...Es perfecta —dijo Atsushi. Los otros dos afirmaron con la cabeza.

Law chasqueó la lengua y se levantó. No le estaba gustando nada esa conversación, aunque no les faltaba razón. Necesitaba estar un momento solo para despejarse. Fue hacía el baño y en mitad del pasillo se encontró con Zoe, que volvía hacia la mesa. Law le paró cogiéndola por los hombros y cuando tuvo su atención la soltó.

—¿Te gusta alguien de la tripulación? —preguntó Law, con el ceño fruncido.

—¿Qué? —preguntó Zoe sorprendida, apartando la vista de su capitán. Se había sonrojado un poco—. ¿A qué viene esa pregunta?

—A Shachi y Atsushi les gustas. Bueno y a Penguin. Y no se si a los demás también —soltó Law como si nada. Zoe abrió mucho los ojos, sorprendida.

—¿Te dedicas a juntar parejitas ahora? —preguntó la chica, riendo.

—Sabes lo que opino de las relaciones entre nakamas —contestó Law. Esta situación le estaba enfadando.

—Ya. Bueno no estoy interesada en estar con nadie. Si me dicen algo ya se lo aclararé. Tranquilo —dijo Zoe, poniendo los ojos en blanco.

Law asintió y siguió su camino hacia el baño, mientras la chica volvía con los demás. Entró al baño y suspiró aliviado. La conversación con Zoe le había dejado más tranquilo. ¿Eso era bueno o malo? Tenía un bucle de sentimientos que jamás había tenido antes. Se lavó la cara con agua fría para despejarse.

Cuando Zoe llegó a la mesa todos estaban callados y sorprendidos mirando uno periódicos. La chica se sentó en su sitio y estiró el cuello para ver qué estaban mirando.

—¿Qué? —preguntó Zoe muy sorprendida, mientras cogía una página del periódico en el que salía su nuevo cartel de recompensa. ¿Cómo la habían subido tanto? Era increíble—. ¿120.000.000?

—¿Qué está pasando? —preguntó Law, que los encontró a todos revolucionados.

—Mire, capitán. Su recompensa ha subido a 160.000.000 —comentó Ikakku.

—¿Los demás no tenemos? Derroté a un grupo de marines yo solo —murmuraba Bepo deprimido, mientras Zoe lo acariciaba para consolarlo.

—Nosotros también peleamos... —murmuraron decepcionados Clione y Uni.

—Bueno, seguro que a la próxima os ponen alguna recompensa. Habéis mejorado bastante. Además, los oponentes eran bastante fuertes —intentó animarles Zoe.

—Todos acabaréis teniendo recompensa. Sois una buena tripulación. Seguid trabajando duro —dijo por fin el capitán. Todos sonrieron emocionados por haber recibido su elogio.

Ya era la penúltima noche de los piratas de Heart en la isla de Jaya. Habían conseguido pasar desapercibidos esos dos días. No habían ido a los bares dónde había más piratas, no se habían emborrachado... Los piratas que estaban visitando la isla se peleaban por estupideces, así que, de momento con evitarlos era suficiente.

En mitad de la noche Bepo se despertó sobresaltado. Zoe se estaba moviendo mucho. Respiraba agitada, se quejaba, se retorcía y estaba sudando. El oso no sabía muy bien cómo actuar. Bajó rápidamente de la cama y se fue a la habitación de su capitán. Law abrió la puerta. Solo con el pantalón de pijama, despeinado y medio dormido.

—¿Qué pasa? —lepregunto a Bepo.

—A Zoe le pasa algo. No sé si es una pesadilla o que le duele algo... —explicó Bepo preocupado—. Lo siento...

—Tranquilo. Quédate a dormir aquí. Yo solucionaré lo de Zoe-ya... —dijo el capitán, mientras salía de la habitación.

El oso asintió y se metió en la habitación. Law se acercó a la puerta de enfrente, donde estaba Zoe. Entró y cerró. Se acercó a la chica. Habían juntado las dos camas para dormir. Se sentó a su lado y comenzó a sacudirle suavemente los hombros.

—Zoe-ya... — le llamó susurrando. La chica abrió de golpe los ojos y se incorporó hasta quedar sentada. Miró a Law a los ojos, mientras poco a poco intentaba volver a recuperar la respiración. De repente Zoe le rodeó con los brazos y apoyó su cabeza en el pecho del capitán. Unos segundos después Law puso una de sus manos en la cabeza de la chica. Se quedaron así un rato, mientras él le acariciaba el pelo y ella se relajaba- Ya no sé cómo hacerte entender que nunca vas a volver ahí...

—Lo siento. Te prometo que soy feliz con vosotros. No entiendo por qué me sigue pasando esto... —susurró Zoe, todavía apoyada en el pecho de Law.

Cada vez que pronunciaba una palabra sus labios rozaban la piel del capitán, produciendo escalofríos en el cuerpo del chico. Zoe se alejó poco a poco de él. Miró fijamente su tatuaje en forma de corazón. Acercó su mano y comenzó a pasar el dedo por encima de las líneas negras, repasando la forma. Law se tensó al sentir el dedo de Zoe sobre su piel, pero ni se apartó ni frenó a la chica. Se quedó mirándola mientras ella le acariciaba. Tenía los ojos, llorosos, fijos en su tatuaje y las mejillas rojas después de haberse movido tanto soñando. Tenía tantas ganas de besarla en esos momentos.

—Zoe-ya... —susurró Law, cogiendo la mano de la chica y apartándola con cuidado de su pecho—. Vamos a intentar dormir... Es tarde.

Zoe asintió con la cabeza. Law se tumbó y tiró de ella para que se tumbara también. Se acomodaron dándose la espalda. Ella se fue quedando dormida poco a poco, a él le costó un poco más.

—¡Law! ¡Law! —gritaba Zoe mientras le agitaba sin ninguna contemplación. Él gruñó y se giró hacia el otro lado.

—Yo te despierto con más cuidado... —murmuró el capitán quejándose.

—Es que ya son las diez... Estarán ya desayunando y preguntándose dónde estamos —le dijo Zoe, preocupada.

—Qué más da —dijo Law sin levantarse y sonriendo de lado. Esperaba que Shachi, Atsushi y Penguin ya se hubieran enterado de que habían dormido juntos. Sabía que esto era un juego peligroso, pero sentía la necesidad de jugar. Llamaron a la puerta—. Voy a abrir.

Law se levantó de un salto de la cama. Se estiró un poco y se acercó a la puerta. Zoe no podía evitar mirarlo fijamente. Hasta ese momento no había pensado que Law había dormido con ella sin camiseta. Se sonrojó levemente mientras miraba como caminaba hacia la puerta. Sin camiseta, despeinado y con el ceño fruncido... Estaba realmente atractivo. Zoe sentía calor dentro de su cuerpo... ¡Basta, basta, basta!

—¿Va todo bien? Os estábamos esperando —preguntó Shachi, nada más abrirse la puerta. Él y Atsushi intentaban asomarse más en la habitación.

—Todo va bien. Id desayunando si queréis. Enseguida bajamos —contestó Law, sonriendo de lado.

Los dos se dieron por vencidos. Asintieron y se fueron mientras Law cerraba la puerta. ¿Por qué era el capitán el que tenía que dormir con ella cuando tenía esas pesadillas? Se les caía la baba solo de pensar en dormir con ella en la misma cama.

—Bien. Tenemos que vestirnos y bajar con todos —dijo Law, girándose hacia la cama, donde Zoe estaba tumbada. Le miró fijamente—. ¿Tienes fiebre?

—No... —contestó ella, mientras el capitán se agachaba para tocarle la frente.

—¿Y por qué estas roja? —preguntó con su cara inexpresiva. Zoe le apartó y se levantó.

—Fuera de aquí. Ve a vestirte. Nos vemos bajo —dijo la chica, mientras se levantaba y le empujaba hacia la puerta. Luego la cerró rápidamente.

Cuando acabaron de desayunar, los piratas de Heart fueron a dar un paseo por la calle donde estaban los puestecitos. Por suerte, los malos piratas se reunían en los bares así que ahí había gente pacífica.

—Zoe-chan, mira que flor más bonita he comprado para ti —dijo Shachi, acercándose a ella con una rosa en la mano.

—Vaya, gracias —dijo Zoe, sonriendo mientras la cogía. Atsushi observó la escena con disimulo y fue a buscar también una flor.

—¡Ah! Alguien me ha lanzado una piedra o algo —se quejó Clione, mientras se tocaba el brazo. Todos miraron hacia donde estaba él. A Uni también le golpeó una piedra.

De repente, alguien pasó corriendo por su lado. Se miraron entre ellos sorprendidos y se dieron cuenta de que a todos les habían robado las pequeñas bolsas con dinero que llevaban enganchadas.

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