Capítulo 15

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Capítulo 15: Una visita inesperada


Los últimos días antes de la presentación pasan rápido. Muy rápido. El día martes es un poco más incómodo que el resto de los días siguientes. Específicamente, cuando tiene que explicarle a Yoongi el por qué su voz está algo ronca. Ni siquiera se anima a decirle la verdad. ¿Cómo podría? Tiene que mentir, claro que tiene que mentir. Por eso es que le dice que la perdió jugando videojuegos hasta tarde. Aunque la realidad, es que él ya no puede perder el tiempo jugando esas cosas. Ya no cumplen, ni siquiera, la función que cumplían antes: Sacarlo de sus pensamientos.

El miércoles, las cosas van bien. Muy bien. La presentación, parece estar casi cocinada, se sabe a la perfección la coreografía y junto a ello, suena el piano de Yoongi todavía más dulce y suave que antes. Lo acompaña perfectamente, casi yendo en una misma sintonía, como si su baile y su piano fuesen un mismo conjunto.

Pero el jueves, ah, el jueves... Justo cuando creía que ya todo estaba en orden... Las cosas comienzan a salir mal. ¿Serán los nervios? ¿Será el sólo pensar en que el día de mañana, a esa misma hora, iban a estar presentándolo frente a toda la universidad? De cualquier manera, no tardan mucho en recomponerse y pensar que sólo se sienten algo ansiosos por la presentación. Entonces, en un mutuo acuerdo, deciden dejar de practicar hasta la presentación.

Y en ese corto pestañeo, el viernes llega, por lo que cuando se encuentran en el autobús a la mañana, se dan una mutua sonrisa nerviosa.

—¿Has podido dormir algo? —le pregunta Yoongi. Jimin se muerde el labio negando con la cabeza.

—Muy poco. Ni siquiera sé por qué estoy tan nervioso.

—Bueno, yo he de admitir que... Bueno, que me he quedado hasta tarde practicando una y otra vez —se ríe nerviosamente—. Lo sé, sé que romí nuestro acuerdo, dijimos que no practicaríamos más y realmente no es porque tuviera dudas de que nos pudiera llegar a ir mal... No, en realidad... Quería asegurarme de que...

—Saliera perfecto —finaliza su oración, inclinando su cabeza hacia la derecha a punto de confesar algo—. Bueno, a decir verdad...

Los ojos del mayor se expanden y rápidamente suelta una carcajada al cerciorarse de lo que el otro está por decir. —¡No me digas que tú también!

Jimin se muerde los labios avergonzado y asiente lentamente. —¡No pude contenerme! Lo siento, de veras. Es esta necesidad de que todo salga perfecto... Necesito cerciorarme de que no tenga... Bueno, ningún error.

—Me alegra que me entiendas —le sonríe, con complicidad—. No quisiera quedar como un desquiciado.

Jimin se ríe y está a punto de responder, pero ve que rápidamente han llegado a destino y debe soltar un suspiro nervioso. Debajo del autobús, Hoseok parecía estar esperando por su llegada con aún más emoción que ellos.

—¡Llegó mi dúo de la noche preferido! —exclama contento—. ¿Y? ¿Cómo les trata el día de la presentación? ¿Nerviosos?

—Creo que acabarás empeorándolo —vacila Namjoon, que estaba esperándolos junto a Hoseok—. Jimin está más pálido que nunca.

—Ni lo digas —niega con la cabeza, intentando calmarse a sí mismo—. No sé cómo le haré para llegar a la noche.

—Vamos, no puede ser tan terrible —intenta animarlo Namjoon—. Además, según he escuchado, la mayoría de los años superiores no vendrán al festival. Ellos ya están... ¿Aburridos? Así que no creo que seamos demasiados. 

—Eso espero... Realmente eso espero... —suspira Jimin. Yoongi le mira de reojo y sonríe, dándole una leve caricia en la espalda que le pone la piel de gallina.

—Lo haremos genial —expresa con confianza, mirándolo por última vez antes de ingresar al edificio y perderse en él en dirección a la primera hora. Hoseok camina a su lado riéndose por su rostro en blanco.

—No puede ser, de verdad... Una presentación y te pones así... —se burla, apoyándose sobre la pared cercana a la puerta del aula que les toca. 

—¿Está así de pálido por una simple presentación? —pregunta una tercera persona que levanta su vista de su cuaderno de anotaciones. Hoseok le mira con resentimiento, como si odiara lo que sea que esa persona tuviera para decir—. En serio, ¿cómo es que pretendes ser bailarín si te paralizas por una presentación así de pequeña como la de hoy?

—Jungkook... —gruñe Hoseok. Sus palabras salen con odio—. ¿Puedes no juzgarlo por un segundo?

—Pero es la realidad, ¿o acaso estoy mintiendo? Es como querer ser actor teniendo pánico escénico. ¿Cómo podrías salir a escena y actuar si te da miedo estar arriba de un escenario? ¿O enfrente de un público? 

—Podría asegurarte que cualquier actor, repito, cualquier actor —replica Hoseok—, tiene un poco de miedo antes de subir a escena. Es normal. Se le llama adrenalina, ¿sabes? 

—Te aseguro que los buenos acto-...

—No puedes culparlo por tener un poco de pánico —lo interrumpe Hoseok—. Quizá tú estés familiarizado con presentarte, pero no sabemos si Jimin ha tenido presentaciones. Después de todo, si estamos aquí estudiando esta carrera, es para aprender. No venimos aquí siendo profesionales y no es nuestra culpa si tú crees que ya lo eres —suena tajante. Jungkook se lo queda mirando con recelo.

—Ya, estoy bien —trata de calmarlos—. Sólo un poco ansioso. Nada más.

Ninguno de los tres dice nada más, por el contrario, pasan la clase sin dirigirse ni la mirada, ni la palabra. Jungkook, sorprendentemente, está más callado en la clase. Si bien anota, no suele aportar comentarios como suele hacer. A Jimin eso le llama la atención. ¿Quizá lo que le dijo Hoseok le resonó en algún punto?

Cuando el almuerzo llega, incluso luego de las clases prácticas que se supone despejan la mente de uno, Hoseok no ha vuelto a la normalidad. Por el contrario, mantiene un gesto serio.

—Tus peleas con Jungkook se hacen cada vez más y más fuertes —comenta en un tono bajo, con cierta vergüenza de sacar el tema de nuevo. Hoseok se relame los labios y tarda un poco en responder.

—Juro que trato de entenderlo, de verdad. Lo del otro día, lo admito, me conmovió. Pude ponerme en su lugar como el "hijo de una familia exitosa en el baile", trato de entender toda esa presión que tiene encima, pero... No voy a compartir nunca que tenga ese tipo de actitud. Creo que no lo justifica.

—Sí, bueno...

—Es decir —prosigue—. ¿Sólo porque cree que él es el único que está bajo presión tiene el derecho de tratarte como basura a ti, a mí, a todos? Yo creo que no. ¿Siquiera se ha puesto a pensar por lo que tú puedes estar pasando? ¿O yo? ¿O literalmente cualquier ser humano? Él no es el único con problemas aquí. Y es egoísta de su parte el creer que sí. 

—No deberías darle tanta atención... En un principio, lo que me decía podía llegar a afectarme, pero ahora... Honestamente me da igual...

—No quisiera descalificar su edad pero recién ha terminado el instituto, literalmente no se ha enfrentado con lo que es la vida en sí —prosigue. En ese momento, dos personas llegan a su lado y miran la situación con confusión—. Se metió a la carrera literalmente recién salidito de la adolescencia, ¿y se cree en el lugar para criticar al resto?

—Wow, ¿qué ha pasado ahora? —pregunta Namjoon.

—Tengo veintidós años, he pasado por más de tres trabajos que detesto porque una parte de mí sabe que no conseguiré trabajo como bailarín y debo especializarme en algo más, ¿y él se atreve a ponerse en esa posición de víctima? ¡Literalmente tiene trabajo de sobra por su familia! 

—Se ha peleado con Jungkook de nuevo —le contesta en voz baja, los tres observan la catarsis de su amigo, mientras prosigue diciendo una cosa tras otra en contra del joven de dieciocho años.

—¿El niño prodigio? —inquiere Yoongi, haciendo que Jimin se sobresalte en el lugar por escuchar su voz. 

—Bueno, en realidad, no es prodigio... —le explica, intentando ocultar su nerviosismo—. Tuvo que aprender todo lo que sabe desde muy pequeño.

—Eso ha de haberle costado muchísimo trabajo —suspira, sorprendido. Hoseok escucha ese comentario y lo único que hace es sumarle a su enojo.

—¿¡Y nosotros qué!? ¿¡Acaso no hemos trabajado para estar donde estamos!? ¡He vivido en clases de danza desde...!

—¡Ya, cálmate! —lo calla Namjoon, literalmente colocándole un poco de su comida en la boca para que haga silencio. Jung mastica con odio mirándole fijamente—. Cambiemos de tema, ¿va? ¿Les gustaría ir a algún sitio luego del festival? ¿Un bar, quizás?

—No me vendría mal emborracharme un poco... —piensa Jimin, pero no se da cuenta que en lugar de pensarlo, lo ha dicho en voz alta. Yoongi lo mira con una sonrisa.

—¿Así que del tipo que se emborracha, eh?

—Bueno... —se sonroja ante la pregunta. 

—No te culpo, a mí también me gusta el alcohol. Pero más bien... Degustarlo. No tanto el emborracharme.

—¿Y por qué no? Es divertido salirse de nuestros cabales un poco —replica Namjoon. Yoongi mira hacia otro lado con cierta vergüenza.

—Deja salir un lado de mí del que no me enorgullezco... 

—Ahora me muero de curiosidad —lo mira Namjoon—, tendré que ponerme a pensar en alguna manera de que te emborraches... 

Y el resto ríe ante su comentario, incluso Hoseok, que le había costado un poco perder ese gesto serio de antes. Así de rápido, es que las clases terminan y comienzan a prepararse para la tan esperada noche. A Jimin le da tiempo a regresar a su casa, lo cual agradece, porque necesita estar tirado en su cama pensando en absolutamente nada. 

Sin embargo, se equivoca al creer que al llegar a su casa podría descansar, porque cuando finalmente lo hace e ingresa a la misma, se encuentra que en la mesa del comedor, su padre no está a solas. 

Su madre también está ahí.

—Jiminie... —sale de los labios de su mamá. Jimin niega con la cabeza, completamente cerrado a tener esa charla hoy.

—No, hoy no. No tengo ni las ganas ni las fuerzas de enfrentarme a esto hoy. Es un día importante para mí y realmente no quiero arruinarlo.

—Jimin... Tu madre se vino desde Busan para verte... ¿No podrías darle ni siquiera un minuto de tu tiempo?

El hijo mayor suelta un suspiro y se cruza de brazos mirándola. —¿Qué es lo que quieres?

—Siéntate, por favor... Quisiera hablar contigo... —De mala gana accede a sentarse, mirándola con seriedad y esperando a que hable—. Jiminie, yo sé que no fui el mejor ejemplo de madre, que no estuve presente en tu vida en el último tiempo como debería haberlo estado... Pero quiero arreglarlo. Yo de verdad quiero hacerlo. Tienes que creer en mí cuando te digo que quiero mejorar mi relación tanto contigo como con tu hermano.

—Desapareciste de nuestras vidas de un día para el otro —reclama—. No supe nada de mi madre por años, tuve que limitarme a escuchar de papá cosas como "Mamá está muy ocupada con el trabajo", o "Mamá está de viaje", entre otras tantas, pero tantas excusas que tuvo que inventarse para justificar tu falta de importancia hacia tus propios hijos. ¿Y dices no haber sido "el mejor ejemplo"? ¿Puedes siquiera jactarte de ser un "ejemplo" de madre? Estos últimos años fueron los peores de mi vida, ¿y tú dónde estabas? ¿De viaje? Necesité de una madre, realmente necesité una... No tienes ni idea por lo que yo he tenido que pasar... —se le quiebra la voz, sin permitirle seguir hablando—. A-Aún hoy en día la necesito, pero definitivamente no quiero que seas tú. 

—Hijo —interviene su padre—, el que te vayas a Busan con tu mamá es por tu bien, ¿no crees? Tendrías a una mamá y... Estarías lejos de... Bueno, después de lo que me dijiste el otro día... Que tu ex-novio está en tu misma universidad... ¿No es eso una tortura para ti? ¿Por qué quieres seguir sufriendo de esta manera?

—Yoongi no tiene nada que ver aquí —expresa con la voz quebrada—. Él me hizo muy feliz, y aún hoy, incluso si no me recuerda, le da un sentido a mi vida. Estoy feliz de tener su compañía. Aún si no es de la forma en que yo la quisiera. Él me dio y me da un nivel de alegría que ni Busan ni mi propia madre jamás podrán —Con esa última frase, sube a su cuarto y se encierra en éste, no permitiendo que nadie más ingrese. En cuanto se encuentra tirado en la cama, por el contrario de lo que creería que haría, no puede evitar pensar, pensar y pensar. Y entre esos pensamientos, las lágrimas le recorren el rostro.

Porque esos "pensamientos" no son más que recuerdos de los días en que su madre estaba para él y que ahora, son completamente borrados por todos esos momentos en los que no estuvo. Se abraza sus piernas en un llanto desconsolado y cierra sus ojos, rogando que esos sentimientos desaparezcan para la hora de la presentación. 

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HOLAAAAAAAAAAAAAAA, dios perdón, sé que desaparecí un montón, acá vamos con las excusas, en primer lugar se me rompió la computadora y estuve bastante tiempo sin una, en segundo empecé la facultad y estoy muuuy metida estudiando u_u La verdad no pude hacerme el tiempo de escribir les pido mil perdones T_T

Igualmente espero que les haya gustado y finalmente en el próximo se viene la tan esperada presentación!!! Plus los chicos en un bar:$

Nos veremos en el próximo capítulo! <333 Los quieroo<3

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