Capítulo 2

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Estaciono en la parte posterior del lujoso restaurante ubicado en el centro de Seattle. Por lo que sé, este lugar se especializa en sus comidas gourmet y sus espectaculares cenas.

Tengo que confesar que estoy un poco intimidada, no solo es tener que empezar desde cero, sino que además en una actividad que dista mucho de ser mi gran pasión.

Me detengo junto a la chica de la entrada y ella me observa de arriba a abajo. No, no soy una clienta. Mis jeans medio desgastados y la blusa blanca no lucen nada formales en comparación con su atuendo.

— Buen día, busco a Mía Grey.

— Es ella – señala a una rubia al fondo de las mesas – pasa.

Agradezco y camino hacia ella. Desde aquí puedo ver qué está molesta y me pregunto si será el mejor momento para presentarme. Discute con un chico alto, que no me ha visto porque estoy a su espalda.

— Pues no me importa, ¡Es mi restaurante y yo decido lo que es mejor! – grita, luego le hace una seña cuando me ve – Ahora dame un respiro, cariño.

El chico ni siquiera se gira para mirarme, solo se aleja hasta el otro lado de la sala. La rubia con el cabello perfectamente recogido y uniforme de Chef arquea una ceja.

— ¿Eres la amiga de Kate?

— Si – extiendo mi mano hacia ella – Soy Ana Steele.

— Yo soy Mía, la hermana de Elliot. Escucha, no tengo un puesto para ti en la cocina, pero puedes ayudarme con lo demás hasta que encuentre algo fijo.

— Si, gracias. Yo haré lo que necesites, realmente necesito empezar en algún lado.

— ¡Kim! – gira hacia la puerta de la cocina – Ella es Ana, que te ayude con los platos.

Un chico de aspecto asiático asoma la cabeza por la puerta y la mira a ella, luego a mi y de nuevo a Mía. Me hace una seña para que lo siga.

— Hola, Ana. Soy Kim, el Sous Chef – supongo que mira mi expresión confundida – El segundo al mando.

— Ah, claro. ¿Qué necesitas que haga?

— Por lo pronto – señala un montón de platos – lavar los platos que acaban de desocuparse.

Asiento hacia él y me acerco al fregadero donde se encuentran los platos. Un lavavajillas de tamaño industrial se ubica justo a un lado, por lo que me aseguro de cargarlo y revisar que cada plato salga limpio.

Y me entrego a ello, totalmente. Dejo de pensar en todas las cosas que me hacen sentir intranquila porque por fin puedo hacer algo útil, aunque no sea el trabajo de mis sueños.

En un descanso a media tarde, me acerco a las chicas que he visto entrando y saliendo de la cocina con platos. Son muy jóvenes para ser camareras a tiempo completo y me sorprende saber que van a la universidad.

— Giny, ¿Cierto? – me acerco a la más joven de ellas.

— Si, tú eres Ana. Bienvenida.

— Gracias. ¿Hace cuánto tiempo trabajas aquí?

— Hace dos años, la señorita Mía fue muy amable en dejarme trabajar medio tiempo para cubrir mis gastos.

— Ya veo, el sueldo parece ser bastante bueno.

— Si – sonríe – y las propinas son muy buenas. Aunque el trabajo tiene otros beneficios.

Un ligero rubor le colorea las mejillas mientras se gira para mirar al fondo del comedor. El chico de hace rato está sentado en el piano del rincón, tocando música suave.

Desde donde estoy solo puedo ver parte de su costado. Hombros anchos, delgado, sé que es más alto que yo y a pesar de su expresión seria, se ve muy guapo.

— Ese es Christian, pero ten cuidado, a la señorita Mía no le gusta que nos acerquemos a él.

— Oh – balbuceo sorprendida. Su novio, seguramente. – Lo que quería preguntarte es si sabes de algún departamento en renta. Algo económico.

Aunque sé que será difícil encontrar un lugar decente a un precio conveniente. Tengo el dinero de mi liquidación en Down South Publishing, pero no deseo tomar más que lo estrictamente necesario mientras recibo mi primer cheque.

— Honestamente, no lo sé. Aún vivo con mis padres – dice algo avergonzada – ¿Ya le preguntaste a Kim? Creo que él vive en un edificio por aquí cerca.

— Aún no, pero le preguntaré más tarde. Gracias Giny.

Ella vuelve de su descanso para seguir tomando órdenes y atendiendo a los clientes de la tarde. Después de la comida, la cantidad de trabajo disminuyó un poco. Antes de la cena, de nuevo el lugar se llenó y pude ver a Kim y su equipo corriendo de un lado a otro.

— Lo hiciste muy bien – dice mientras recogemos la cocina – te acostumbrarás poco a poco.

— Eso creo – sonrío – Por cierto, ¿Tú sabes sobre algún departamento en renta?

— ¿Buscas algo en esta zona? Porque es difícil conseguir algo por debajo de los 3 mil.

— ¡¿Qué?!

— Oh, ya sé a quién preguntarle – dice de pronto y camina hacia la puerta de la cocina – ¡Christian!

— Kim, ¡No! – chillo nerviosa – No es necesario, de verdad.

— No te preocupes, Ana, si alguien sabe de eso es él – Y sigue caminando conmigo detrás de él – ¡Christian!

El chico del piano empuja el banquillo con el pie y se pone la chamarra de piel sobre los hombros. Camina hacia nosotros subiendo el cierre y balanceando las llaves entre los dedos.

— ¿Qué quieres? – dice molesto.

— Ana quiere saber si hay algún departamento en renta, ¿En tu edificio hay alguno?

Christian frunce el ceño y me mira de arriba a abajo antes de mirar de nuevo a Kim. Idiota. Se rasca la cabeza con las llaves como si le costara elegir las palabras.

— El departamento frente al mío está desocupado – dice sin mirarme – Supongo que puedes pedir informes.

— ¡Bien! Es decir, si, gracias.

— ¿Tienes auto? – ahora sí me mira a los ojos y puedo ver ese azul grisáceo profundo.

— Si.

— Entonces sígueme.

Y sin más se da la vuelta hacia la puerta principal. Kim palmea mi hombro en gesto conciliador y asiento antes de correr tras el chico del piano.

Apenas he subido a mi camioneta cuando pasa a mi lado en un descapotable a toda velocidad, lo que me obliga a mi a pisar el acelerador.

¿Qué rayos le pasa? ¿Qué hice para que me odiara?

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

¡Hola, hola!

Capítulo 2 de Una vida Contigo y Amigos + Beneficios.

La introducción de Christian en ambos 😊😊😊.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro