🌹Cuatro

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Bien, ellos no habían hablado después. El día de trabajo había sido tenso y SeokJin había evitado a TaeHyung como una plaga y TaeHyung sabía que cuando eso sucedía, él solo tenía que quedarse quieto y esperar.

Cuando SeokJin quisiera hablar o se sintiera menos enfadado, ellos podrían convivir. Sabía por experiencia propia que presionar a SeokJin no era lo correcto. Así que al final del turno cuando salía de la ducha, estaba listo para pedir perdón, pero SeokJin tomaba su bolso y salía de allí sin decir nada. Sólo cruzaban una mirada y TaeHyung quedaba solo en los vestidores.

De acuerdo, todavía seguía enojado. Él lo entendía, lo hacía. Básicamente el procedimiento si él se enojaba con SeokJin, era el mismo. Esperar a que las cosas se calmaran y SeokJin se acercaría a él.

Resoplando guardaba todo en su bolso y JoongHyuk salía de las otras duchas con solo su pantalón puesto, presumiendo su buenos pectorales y un abdomen de unos six packs que TaeHyung envidiaba lo bien que se veía. ¿Lo calentaba? No para ser exactos, distanciarse de SeokJin dejaba su líbido por el suelo.

— ¿Sabes? Hoy estuve un poco distraído —mencionaba Joong, parándose al lado del locker de TaeHyung.

— ¿Ah sí? —decía con una sonrisa ladina. No podía importarle menos, pero era una criatura sociable—. ¿Por eso olvidaste ponerte tu camiseta?

¿Lo ven? Sólo era una criatura naturalmente coqueta.

—Oh, no. Eso fue a propósito —decía el bombero, una de sus manos se iba al cinturón de TaeHyung y lo desabrochaba con seguridad mientras TaeHyung lo miraba aburrido—. Pensaba en el contorno de tu polla, se me hace agua a la boca.

TaeHyung aspiraba con fuerza, y recordaba las palabras de SeokJin: El idiota debe creer que puede bajarte los pantalones en cualquier lado y simplemente chuparte la polla cuando se le antoje.

TaeHyung apretaba los dientes ¿Qué carajos estaba mal con SeokJin hoy?

— ¿Quieres chuparme la polla? —preguntaba entre cerrando sus ojos.

—Joder. Sí —JoongHyuk iba a caer allí mismo, pero TaeHyung dejaba caer su bolso y lo llevaba al baño más cercano, cerraba la puerta y ponía su mano en el hombro del bombero y este caía de rodillas.

Cuando se daba cuenta de lo que estaba sucediendo, tenía su polla en una boca húmeda que sabía cómo hacer bien su trabajo, eso esperaba. Los ruidos sucios que JoongHyuk hacía mientras una de sus manos estaba en la base de su polla y luego su boca tragaba la otra mitad de su longitud, eran irreales. Era una buena mamada, realmente lo era, su polla estaba dura siendo devorada y trabajada por un tipo que claramente quería guerra con él.

Sus caderas comenzaban a moverse hacia adelante por mera búsqueda de placer y aliviar sus bolas azules para ese rato y así terminar con esta situación en la que se había metido por idiota. No es que no estaba disfrutandolo, lo hacía, pero hubiera estado perfecto si esto no ocurría también. Pero era una criatura de puros instintos a veces y en otras, de puros impulsos.

El problema era que mientras sus dedos se enredaban en el corto cabello del bombero que estaba intentando una pésima garganta profunda, su teléfono comenzaba a vibrar en su bolsillo, así que lo tomaba. Su respiración era irregular y guardaba sus gemidos para un momento más íntimo en un lugar menos concurrido que no fuera su trabajo.

—Deja eso, hombre —decía JoongHyuk soltando su polla, pero pasando su lengua por la base hasta la punta.

TaeHyung mordía su labio—. Termina tu trabajo y no me digas que hacer, Hyukssie —ordenaba con voz ronca, empujando la cabeza ajena.

El bombero reía y volvía a chupar su polla, pero esta vez metía la mano en su propio pantalón y comenzaba a tocarse mientras chupaba a TaeHyung. El azabache echaba su cabeza hacia atrás para luego recordar su teléfono tenía un mensaje de SeokJin.

Jinnie •⁠ᴗ⁠•
Te pincharon una rueda, te espero para llevarte a casa, Chaeyoung quiere pizza. Apresúrate.

TaeHyung se tragaba una maldición y deseaba con todas sus fuerzas que JoongHyuk terminará de una maldita vez, así que ahora se apresuraba a follar la boca del bombero, pero le llegaban dos mensajes más.

Jinnie •⁠ᴗ⁠•
¿Por qué no sales? Tengo el auto encendido. Ya estabas listo...

TaeHyung empujaba sus caderas y mordía su labio inferior cuando llegaba una nota de voz y le daba play para apoyar el aparato en su oreja:

Jinnie •⁠ᴗ⁠•
➤Voy a poner mis manos en tu bonito cuello si te estás dejando chupar la polla por el otro imbécil cuando te dije que no lo hicieras en el trabajo.

TaeHyung cerraba sus ojos y se corría como si hubiera sido golpeado por una corriente eléctrica repentina que incediaba sus sentidos, bañaba de escalofríos su espina dorsal y lograba que toda su esencia llenara la boca del bombero que se corria segundos después de sentir la corrida de TaeHyung tocar su garganta.

Sus rodillas temblaban mientras era drenado por la boca ajena hasta que era demasiado sensible y cuando abría sus ojos, veía el rostro del tipo en el piso para sentirse extrañamente insatisfecho.

—Mierda, Tae... Tenemos que follar de una maldita vez —decía el bombero con voz ronca.

TaeHyung tomaba papel higiénico, se ponía decente limpiándose y  abrochaba su pantalón para salir del baño.

JoongHyuk lo seguía con una sonrisa estúpida en su rostro—. La próxima es tu turno.

TaeHyung tomaba su bolso y llevaba su cabello hacia atrás para mirarlo rápidamente—. En el trabajo, nunca más. Esto fue la excepción.

Cuando salía no esperaba respuesta y abandonaba la estación saludando al resto de los compañeros, cuando llegaba donde estaba su auto y el de SeokJin, lo encontraba al castaño apoyado en el capo, cruzado de brazos y con cara de pocos amigos.

— ¿Dónde estabas? —preguntaba SeokJin secamente.

TaeHyung lo miraba de reojo y luego buscaba la rueda pinchada y maldecía, era la de atrás.

— Carajo... No tengo rueda auxiliar, la dejé en casa la última vez —mencionaba.

SeokJin suspiraba—. Sube, mañana la traemos.

TaeHyung suspiraba y hacía lo que SeokJin le decía, no podía comenzar un discusión ahora o él se daría cuenta que-...

— ¿Por qué tardaste tanto? —cuestionaba SeokJin encendiendo el auto, otra vez.

—No preguntes —decía abrochándose el cinturón. No podía volver a mirarlo a los ojos, así que cerraba los suyos y los cubría con su mano.

SeokJin apretaba sus dientes y miraba la imagen de TaeHyung, no le gustaba cuando había tensión entre ellos porque uno de los dos decía algo mordaz. Pero luego notaba algo y aceleraba un poco demasiado.

—Podrías subirte la maldita bragueta —decía entre dientes.

TaeHyung apreteba sus dientes y maldecía al universo cuando SeokJin estaba en lo cierto, tenía la bragueta sin subir.

—Lo olvidé —decía TaeHyung.

SeokJin daba una risa seca—. Cuando me fui tenías la bragueta arriba. ¿Por qué siquiera me mientes?

TaeHyung entrecerraba sus ojos—. No estoy mintiendo, dije que lo olvidé. Sólo que no te dije bajo que contexto —contraatacaba.

SeokJin suspiraba sacudiendo su cabeza.

—No voy a arrepentirme por ser un hombre joven con una líbido saludable. Tampoco voy a disculparme ¿Cuál es tu problema? —decía mientras SeokJin conducía rápido.

—Mi problema es que estás tan caliente, que no te das cuenta que JoongHyuk es realmente un imbécil.

—Nunca dije lo contrario ¿Cuando lo negué? —contraatacaba TaeHyung—. Sé que fui un imbécil por dejar que lo hiciera en el trabajo, lo siento.

—No lo sientas conmigo, por tu bien espero que no sea un boquifloja —respondía SeokJin para quedar en silencio el resto del viaje.

Cuando llegaban, las caras largas desaparecían. Los gemelos estaban haciendo desastres en sus andadores mientras ChaeYoung dejaba de dibujar para correr en dirección al padrino Tata.

— ¡Padrino! —decía la chiquilla de cabello largo separado en dos trenzas—. ¡Viniste a cenar!

TaeHyung la levantaba y giraban en un abrazo que hacía sonreír a la niña y ponía a los gemelos hiperactivos y sonrientes.

— ¿Por qué las caras tan serias? ¿Discutieron otra vez? —preguntaba la madre de SeokJin a TaeHyung.

—Mmm, digamos que me dió una orden y no la seguí —decía TaeHyung mientras era besado en la sien por la madre de SeokJin.

—Aish, ustedes nunca cambiarán. Si uno da una orden el otro la desobedece y se enojan entre ustedes —decía la mujer caminando hacia a un SeokJin que estaba tratando de hacer malabares con dos niños—. ¿Enojado? —decía besando la frente de SeokJin—. Puedo cocinarles su plato favorito para que dejen de hacer pucheros.

—No es necesario eomma, pediremos pizza. Ve a descansar —decía SeokJin, dejando que su madre besara su mejilla.

—De acuerdo, me iré. Los niños están bañados, aunque no lo parezcan —mencionaba viendo a los gemelos—, aunque el salvaje ChaeSinssie no lo parezca —decía con dulzura, tocando la panza del gemelo en cuestión que tenía sus deditos en la boca y reía travieso.

Dos horas más tarde, luego de tener a los niños comidos, bebidos y limpios, comenzaban su baile nocturno con un gemelo en brazos de cada uno.

—Conejo, conejo de montaña ¿A dónde vas? Saltando, saltando mientras corres, ¿A dónde vas? —canturreaba TaeHyung con el pequeño ChaeSin, el bebé aún reía dormitando entre los brazos de su padrino y SeokJin estaba perdido en la imágen.

La primera vez en mucho, mucho tiempo que se permitía ver a TaeHyung con uno de sus hijos de esa forma. TaeHyung se veía hermoso y ChaeSin, conocido como el gemelo más hiperactivo estaba encantado con la voz aniñada, pero aún grave que su tío ponía para hacerlo dormir.

—Debiste irte hace una hora, y no debiste tomar Sinssie, es más duro que Minnie a la hora de dormir —decía SeokJin.

ChaeYoung por su parte ya se había despedido de su padre y padrino para ir a dormir a su habitación mientras TaeHyung le había dejado una canción suave sonando que a la niña le gustaba mucho y se dormía sin problemas con un poco de ruido de fondo.

TaeHyung alzaba la vista y lo miraba, era la primera vez en esas horas en que SeokJin le hablaba relajado, o mejor dicho, la primera vez en que SeokJin le hablaba luego de una hora. Así que cuando alzaba la vista sus ojos grandes eran esos ojos de oso de felpa desolado que hacían estragos con el corazón de SeokJin. Ellos no podían estar enojados mucho tiempo el uno con el otro.

Siempre había sido así, uno decía algo, el otro se enojaba, luego cedían y volvían a empezar. Cómo niños, se enojaban y desenojaban con la misma facilidad, sin rencores ni reproches. Aunque con el tiempo algunas peleas eran más complicadas que otras y desenojarse duraba más tiempo, pero eventualmente lograban la paz con una mirada que dejaba en claro al otro que ya no aguantaban la distancia entre ellos.

—Soy experto en este pequeño culo inquieto, dame cinco minutos y estará roncando como el pequeño angelito que sabemos que es —decía TaeHyung sonriendo de forma atractiva.

SeokJin estaba seguro que no lo hacía a propósito, simplemente TaeHyung era encantador. Y con el tiempo sus rasgos se habían vuelto más duros, su mentón se había marcado más. Los cachetes de la juventud se habían desvanecido y sus ojos eran más atractivos con cada mirada. Sus ademanes eran sexis, entendía porque el idiota de JoongHyuk le llamaba "sexy" TaeHyung lo era. Todo el tiempo, sin siquiera esforzarse.

Y ahora con esa sonrisa de culo engreído SeokJin se sentía extraño.

—Cinco minutos. Sl no lo logras, tendrás que masajearme los pies —mencionaba SeokJin, simplemente para molestarlo.

Eso se debía a una pequeña anécdota sexual que TaeHyung le había contado años atrás donde se había enrollado con un tipo que tenía un gran fetiche con ser lamido de pies a cabeza, excepto que en realidad le gustaba más ser lamido en los pies que otra cosa. Y TaeHyung era un buen compañero de cama, lo había intentado, pero luego había desarrollado una fobia peculiar con los pies ajenos. Y SeokJin lo molestaba cuando lo recordaba.

—Eres un amigo despreciable —susurraba TaeHyung entre cerrando sus ojos.

No debía sonar sexy, no debía verse sensual, pero SeokJin estaba en cortocircuito.

—Sí, lo soy —mencionaba Jin, luego miraba ChaeMin en sus brazos y sonreía—. Soldado caído. Lo dejaré en su cama ¿Quieres algo de postre? —preguntaba camino a la habitación de los gemelos.

Cuando dejaba al ChaeMin en su cuna, TaeHyung llegaba a su lado—. Menos de cinco minutos, alguien más tendrá que dar masajes de pies y no seré yo —susurraba cerca del rostro de SeokJin.

El castaño lo miraba unos momentos, TaeHyung estaba cerca, no tanto, pero cerca. Nuevamente se quedaban viendo el uno al otro con una tensión extraña que no sólo sentía TaeHyung esta vez, pero que era el primero en evadirlo.

—Quiero whisky —decía alejándose, respondiendo a la pregunta de SeokJin sobre que postre quería.

SeokJin relamía sus labios y veía a los gemelos una vez más, dejando activado el monitor y bajando las luces para salir de la habitación. Por alguna razón suspiraba y secaba sus manos en su pantalón debido al sudor. Cuando llegaba a la cocina TaeHyung estaba sirviendo una vaso para cada uno, estaba apoyado sobre la isla alzando su brazo en dirección a SeokJin quien aun estaba parado en la entrada.

—Ven aquí... —decía TaeHyung.

El castaño se acercaba y tomaba su vaso—. Deberíamos beber menos —mencionaba SeokJin.

TaeHyung reía—. Sólo bebemos un trago, como mucho dos —exclamaba—. No seas aguafiestas.

Por los siguientes minutos, ninguno de los dos dijo nada. TaeHyung bebía, dejaba que el ardor del whisky hiciera estragos con sus deseos encubiertos. SeokJin estaba también apoyado a su lado, sobre la isla de la cocina, sus brazos se rozaban, pero se sentía diez mil veces peor que en otras ocasiones.

—Hoy-... Tú-... —TaeHyung comenzaba a balbucear, SeokJin suspiraba—. Tú dijiste algo que no sé cómo... He pensado en eso todo el día, lamento que lo de la cita con Gyu-Ri allá sido una mala idea.

SeokJin suspiraba—. Es un mujer agradable —decía con voz neutra, no había una pizca de emoción, pero de nuevo ¿Por qué lo habría? Había perdido a su esposa hacia un año y TaeHyung se había mandado la cagada del siglo.

—No quería verte solo, creo que un año es un correcto lapso de tiempo para conocer a alguien nuevo —susurraba TaeHyung.

SeokJin bebía todo el whisky de su vaso en un sorbo y su garganta quemaba—. Claro que lo es, no hay un tiempo establecido siempre y cuando la otra persona esté lista para conocer a alguien o siquiera lista para comenzar a salir.

TaeHyung inhalaba y exhalaba con fuerza—. Lo siento, fui un idiota. Lo sé. Lo siento, Jinnie.

SeokJin sonreía con dulzura—. Tranquilo, pude haber dicho que no y no lo hice, Gyu-Ri se ve bastante lista como para entender a lo que se enfrenta, no le prometí nada excepto una salida y ya.

TaeHyung asentía—. Una doble, por cierto —añadía. SeokJin tarareaba en acuerdo—. Hombre ¿Recuerdas nuestra primer cita doble?

SeokJin comenzaba a reír—. Seo Joon era un idiota, y yo lo sabía —mencionaba alzando sus cejas con un actitud arrogante.

—Terminaste con un ojo morado —decía TaeHyung divertido.

—Le pareció valiente a la madre de mis hijos —decía SeokJin viéndose totalmente orgulloso al respecto.

[Primera cita doble a los dieciséis años de ambos]

TaeHyung no paraba de coquetear con Seo Joon mientras estaban formados para sacar la entrada. Mientras que Seulgi estaba contándole algo a SeokJin acerca de su conejo mascota.

—Entonces por eso le quedó "manteca de mani" como nombre —decía con una sonrisa tímida.

SeokJin fruncía el ceño y miraba a la chica. Seulgi era dueña de unos ojos rasgados muy hermosos, y sus pómulos eran bien remarcados en su bonito rostro en forma de manzana (según SeokJin) sus labios eran finos, bonitos, pero TaeHyung tenía labios más carnosos.

— ¿Qué? —decía Jin un poco perdido.

La chica se sonrojaba porque SeokJin la había mirado un largo tiempo casi sin parpadear y había visto sus labios. Seulgi sonreía con timidez, SeokJin era tan bonito, podía mirarla sin parpadear el resto que fuera necesario.

—Preguntaste por qué mi conejo tenía un nombre tan raro —decía sonrojada.

Oh, claro, él había preguntado por eso. Las mejillas sonrojadas de Seulgi eran adorables, pero su mirada volvía al par frente a ellos que reían como imbéciles. No le gustaba cuando TaeHyung sonreía así, tan adorable, tan hermoso y no era para él.

Sin embargo no había dicho, ni hecho nada. Cuando estaban adentro, se preguntaba por qué carajos estaban al final de todo, a SeokJin le gustaba sentarse más en el medio, pero ahora no entendía por qué tan lejos, así que cuando tomaban sus respectivos lugares, Seulgi estaba a punto de sentarse junto a TaeHyung, pero SeokJin la movía. Por lo que terminaban ellos en el medio y sus acompañantes a los lados de cada uno.

Treinta minutos más tarde, SeokJin no podía tolerar los ruidos de besos entre Seo Joon y TaeHyung, estaban descaradamente besandose. SeokJin debería sentirse extraño por los motivos correctos de ver a dos chicos besandose por primera vez en sus dieciséis años, pero contrario a eso se sentía a punto de explotar de los celos porque alguien estaba chupándole la cara a su mejor amigo.

Seulgi a su lado sonreía con timidez con respecto al par a su lado, pero SeokJin no podía corresponder a su sonrisa cuando veía a su derecha y TaeHyung tenía sus ojos cerrados mientras Seo Joon besaba su cuello y metía sus manos en la entrepierna de este o al menos lo intentaba, porque era frenado por una mano.

Seo Joon dejaba de besar a TaeHyung, un TaeHyung muy sonrojado al punto de verse un poco incómodo.

—Ni se te ocurra —decía SeokJin.

Seo Joon era un tipo más grande de edad y más alto de estatura que ambos. Era deportistas y por ende a esa edad, estaba más construido que SeokJin. Pero eso no le importó al castaño.

—Oye, Jinnie —susurraba TaeHyung con sus pupilas dilatadas mirándolo sonrojado—. No le voy a permitir que siga, lo siento.

—Tú no debes disculparte —decía SeokJin apretando la muñeca de Seo Joon—. Él debería disculparse.

Seo Joon fruncía su ceño y se soltaba de SeokJin—. Tu amigo es un idiota —le decía a TaeHyung.

Era todo lo que decía y no volvía a tocarlo el resto de la película, TaeHyung lo agradecía, no es que le molestarán los besos de Seo Joon, pero había sido su primer beso y había sido una porquería, demasiado intenso, pero de una mala manera. TaeHyung apenas había podido respirar con la lengua del otro en su boca. Había sido una porquería para ser honestos y había agradecido que SeokJin no lo ignorara por Seulgi, a pesar de que los veía y en ocasiones SeokJin se le quedaba viendo perdido a la chica.

Lo entendía, Seulgi era preciosa, perfecta para SeokJin.

Pero cuando iban camino a los juegos, Seo Joon había apartado a TaeHyung para él con la excusa de ir a un juego en particular, pero apenas habían encontrado una pasillo poco concurrido, habia orillado a TaeHyung para volver a besarlo.

—Tienes una boca adicta —decía con un tono que debería de ser sensual.

TaeHyung fruncía el ceño—. ¿Quieres decir adictiva? —cuestionaba pensando que era un idiota.

Por supuesto, deportista, cabeza de chorlito. Cerebro de mani, diría SeokJin.

"Ellos sólo ganan porque se ven bien, pero son unos imbéciles"

Su amigo tenía razón, y comenzaba a extrañarlo horrores cuando Seo Joon tomaba su mentón e iba a comenzar a besarlo otra vez, TaeHyung cerraba sus ojos, no sabía cómo rechazarlo amablemente, pero cuando creía que iba a ser ahogado por esa lengua una vez más, alguien quitaba a Seo Joon de encima de él.

— ¡Déjalo en paz! —mencionaba la voz de SeokJin.

No había logrado empujarlo porque Seo Joon era más grande, sin embargo no había esperado un golpe por parte de SeokJin. Había sido su primer golpe, pésimo y había sido molesto para el deportista, pero lo habia agarrado de sorpresa, sin embargo habia recibido otro a cambio, justo en su ojo izquierdo y cuando iba a darle otro, TaeHyung y Seulgi se habían interpuesto.

Seguido a eso, los cuatro habían sido sacados del lugar por el alboroto, TaeHyung había rechazado a Seo Joon y la anécdota habia pasado a la posteridad. SeokJin aún recordaba que SeulGi había puesto en su ojo un vaso con hielo que habían comprado en un supermercado al terminar el día sólo los tres y había dicho que SeokJin había sido sumamente valiente al cuidar de TaeHyung.

—Me gustó mucho lo que hiciste por Tae —había susurrado con una sonrisa.

TaeHyung estaba comiendo un helado a distancias de ellos dos:

—Sip, eso fue genial. Sabes que te debo una —decía el azabache con una sonrisa nostálgica.

—Gracias al cielo mejoraste después de eso —se mofaba TaeHyung, bebiendo lo último de su vaso—. ¿No vas a hacer lo mismo en esta doble cita, no?

SeokJin suspiraba y miraba a TaeHyung—. Mientras no te dejes manosear en público por el imbécil ese, no tengo derecho a hacer nada. Cuando éramos adolescentes, Seo Joon estaba besando tu rostro, no tu boca —decía con una mueca de asco y luego hacía una exagerada imitación de como lo había besado y TaeHyung comenzaba a reír.

—En serio, hombre ¿Cómo podía gustarte eso? Tienes pésimo gusto —decía SeokJin, sirviendo otro vaso para cada uno.

TaeHyung reía—. Me gustan los besos apasionados —se mofaba.

SeokJin arrugaba su rostro y sacudía su cabeza en negación—. Dijiste que no te gustaba que lo hicieran en público. Las demostraciones afectivas. Hoy dejaste que JoongHyuk besara tu cuello —exclamaba bebiendo de un sorbo toda la bebida.

—Fue de improvisto —decía TaeHyung, temblando ante el recuerdo de un beso no esperado—. Y me siguen sin gustar las demostraciones públicas.

SeokJin apoyaba su vaso contra la mesada con fuerza y decía con sorna—. Por dios, si vuelvo a presenciar como se creé tu noviecito voy a vomitar, Voo.

TaeHyung reía a carcajadas intentando que no sonarán tan fuertes debido a los niños durmiendo.

—No es, ni será mi novio y espero que lo tenga en claro, una vez que follemos se acaba el trato.

SeokJin aclaraba su garganta—. ¿Creés que el aceptará? ¿Sexy? —se mofaba por el apodo que JoongHyuk le había puesto.

—Oh, por dios. Olvida que dijo eso —decía TaeHyung dándole un suave empujón a un SeokJin que reía, pero se pocionaba frente a él, acorralando el cuerpo de TaeHyung a la mesada.

SeokJin reía e imitaba exageradamente al bombero—. Hola, sexy... —tomaba el mentón de un TaeHyung que reía entre las emociones que estaba intentando ignorar, sobre la cercanía de su amigo y la forma en que sostenía su rostro—, es bueno empezar el día viendo este rostro —se mofaba imitando la voz ajena.

—Eres un idiota —decía TaeHyung aferrándose a la isla sin poder poner distancia entre ellos.

—El idiota eres tú con ese pésimo gusto por ciertos hombres —decía moviendo el rostro de TaeHyung a raíz de sostener suavemente su mentón—. ¿Qué hizo luego? —cuestionaba SeokJin mientras TaeHyung rodaba sus ojos por la muestra pública de ese beso que le había dejado una sensación horrible y que había limpiado de su cuello de inmediato—. Ah, sí... —mencionaba SeokJin, relamiendo sus labios, moviendo la cabeza de TaeHyung para dejar libre la zona que había sido besada, metiéndose en el hueco del cuello de TaeHyung, para aspirar el olor de su piel y luego besar castamente.

—Jin-... —TaeHyung había apretado sus ojos, su voz estrangulada ante el beso húmedo y su puño había salido volando sin su consentimiento en dirección a la nuca de SeokJin.

Su respiración era un caos, sus latidos desbocados y sus dedos estaban entrelazados al cabello suave de su amigo y se arrepentía por haber dicho su nombre casi como un gemido.

— ¿Sí? —susurraba SeokJin, aún con sus labios en su cuello.

— ¿Qué? —soltaba TaeHyung parpadeando confundido, habían apenas centímetros que lo separaban del cuerpo caliente de SeokJin ¿Qué estaba pasando?.

¿Por qué estaban tan cerca? ¿Por qué SeokJin había hecho eso?

—Dijiste mi nombre —susurraba SeokJin, acariciando el costado de su cuello, mentón y mejilla con sus labios—. Hueles bien, Voo.

TaeHyung temblaba—. ¿Gracias? —susurraba, aún sostenía a SeokJin cerca, suponía que por eso lo tenía pegado a su cuello y rostro, pero repentinamente era abrazado por SeokJin y TaeHyung gemía sin darse cuenta, aferrándose al abrazo que su amigo le estaba dando.

—Lamento haberme enojado contigo —decía SeokJin mientras aspiraba el olor de TaeHyung y lo presionaba con fuerza.

Su voz había sido ronca y baja, TaeHyung sentía que temblaba ante la forma en que SeokJin lo había abrazado. Ellos habían compartido millones de abrazos a lo largo de sus años, TaeHyung tratando ser automático y controlando su cuerpo, pero este abrazo justo ahora tenía a TaeHyung conteniendo un gemido. Si bien SeokJin olía su cabello en ocasiones ahora parecía estar ahogándose en él y su cuerpo... Oh por dios.

—Jin... —susurraba sin fuerzas, un poco perdido y extasiado. Carajo sólo era un abrazo, pero su cuerpo estaba tenso y deseoso. Y no habría forma de explicar la carpa que se estaba construyendo en su pantalón en ese momento.

—Dime... —la mano de SeokJin viajaba al pelo de TaeHyung y le provocaba escalofríos, de repente recordaba que cuando JoongHyuk había chupado su polla, él se había corrido por la voz de SeokJin.

Por esa voz demandante que le decía que podría sus manos en su bonito cuello para...

—Lo siento —TaeHyung cortaba el abrazo y alejaba a SeokJin tomándolo de la cintura—. Lo lamento, no sé en qué estaba pensando —decía relamiendo sus labios y girándose para darle la espalda a SeokJin y acomodarse el bulto en su pantalón—. Esto es vergonzoso —decía fregando su rostro—. Lo siento, Jinnie.

SeokJin no decía nada por un buen rato, TaeHyung respiraba con dificultad a punto de calmarse hasta que SeokJin se pegaba a su cuerpo. Su pecho tocando su espalda. Y algo más. TaeHyung mordía su labio inferior.

—Está bien... Lo siento —susurraba SeokJin detrás él—. Debería disculparme también. No quise incomodar las cosas.

Pero contrario a sus palabras, SeokJin abrazaba a TaeHyung, una mano sobre su abdomen y la otra sobre su pecho. TaeHyung estaba tenso, entumecido, con ganas de quedarse allí y con ganas de querer salir corriendo. SeokJin solo estaba siendo fraternal. ¿No?

—Tengo que irme —susurraba.

—De acuerdo, sí —exclamaba SeokJin, soltándolo finalmente, pero TaeHyung no se movía, contrario a eso giraba y tenía a SeokJin demasiado cerca—. Te pediré un auto ¿De acuerdo?

TaeHyung miraba a su amigo y la tensión no era imaginaria, solo que era una tensión diferente. Nuevamente TaeHyung recordaba que quería preguntarle a SeokJin por qué lo había acusado de que él había elegido a Seulgi, pero simplemente no podía.

—No te preocupes, yo llamaré uno... ¿Te veo mañana? —susurraba relamiendo sus labios y sonriendo de forma vacilante.

—Como siempre —susurraba SeokJin—. Gracias por dormir a ChaeSin —agradecía.

—Para cuando me necesites, estoy —mencionaba TaeHyung y luego se miraban un largo rato que en realidad no era tan largo, pero que ponía a TaeHyung todo tenso de nuevo.

Si tan sólo supiera que SeokJin no era indiferente a él.

Así que, este ponía su mano en la nuca de TaeHyung y se aproximaba para darle un beso en la mejilla, había sido cerca, pero no al raz de la comisura de los labios y TaeHyung apretaba sus ojos, su mano disparada a la nuca de SeokJin besando de inmediato su mejilla, excepto que había sido rápido, presionando sus labios con fuerza y demasiado cerca de la comisura de los labios de su mejor amigo.

Casi con desesperación y ambos habían gemido sutilmente.

—Te veo mañana, adiós —decía saliendo de la cocina de SeokJin con tanta prisa que estaba a punto incluso de tropezar en la puerta.

¿Que había sido todo eso? ¿Que estaba pasando? ¿Cómo carajos lo miraría a los ojos luego? Nunca había sido tan débil en el pasado con SeokJin, no estaba pensando desde que había recordado que se había corrido con una nota de voz de su amigo.

Carajo, TaeHyung.

Se sentía un imbécil que sólo anhelaba que SeokJin olvidará lo que había pasado esa extraña noche.




2/3

El tercero será cargado mañana más seguro 🥹 finalmente se va entendiendo más a SeokJin.

Lxs leo 🫂💜

Con amor niñita Nanykoo 💜

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