🌹Nueve

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TaeHyung todavía estaba mirando a SeokJin atónito mientras el castaño estaba acariciando su rostro con la sonrisa más dulce.

— Repite eso que dijiste —pedía TaeHyung.

Se sentía entumecido en el suelo, con SeokJin entre sus piernas y el rostro más enamorado que jamás le había visto para con él.

SeokJin reía sin fuerzas y dejaba caer su mano para ponerse decente y luego pararse, TaeHyung chillaba interiormente por haber perdido la caricia y el cuerpo de SeokJin de encima de él y lo miraba aún con el shock pintando su rostro. El castaño le extendía una mano y TaeHyung tardaba en reaccionar hasta que la tomaba y era puesto de pie por SeokJin. Su camisa aún estaba abierta, podía sentir que su pijamas y boxer estaban húmedos debido al orgasmo que había tenido mientras estaba de rodillas chupando a SeokJin.

Oh dios, pensaba TaeHyung repentinamente. Cómo si la claridad le hubiera caído como un balde de agua fría. SeokJin en cambio se veía muy tranquilo, él incluso estaba abotonando el pijamas de TaeHyung.

— ¿Por qué te sorprendes tanto? —susurraba sin dejar de abotonar la camisa del azabache. Sus ojos aún no se encontraban.

— Sólo quiero entender lo que dijiste —susurraba TaeHyung.

Sentía sus labios hinchados del beso desgarradoramente perfecto que había compartido con SeokJin.

Ay, mierda.

— Sé cómo suena —decía este con seriedad, suspirando y alejándose de TaeHyung camino a la cocina.

TaeHyung parpadeaba y lo seguía, sus labios sensibles. Quería más besos, Pero quería una explicación porque estaba a punto de llorar de la frustración.

— Una vez que me decidí a casarme con Seulgi decidí olvidar lo que sentía por ti —decía SeokJin preparando café.

TaeHyung parpadeaba, que alguien lo pellizcara o mejor aún, que lo noquearan.

— Juro que apagué todo lo que sentía por amor y por respeto a mi esposa —continuaba SeokJin, como si le doliera—. No le fui infiel ni siquiera con mis pensamientos, tienes que creerme.

TaeHyung lo miraba aún en shock. No sabía que decir.

— Por supuesto que te creo —lograba artícular—, es que tú dijiste que querías-... Yo no entiendo.

SeokJin suspiraba y lo miraba con una sonrisa triste—. ¿Tú nunca me viste de esa forma, no? —susurraba.

TaeHyung relamía sus labios, abría su boca y nada salía.

— Lo siento, lamento haberte besado de esa forma. Lo siento, creí que había algo, pero creo que me equivoqué —susurraba SeokJin mientras servía el liquido caliente y humeante en una taza para cada uno—. Olvidemos lo que pasó y lo lamento, Voo.

TaeHyung se desesperaba—. No, no, no. Yo-...

Te amo, pensaba TaeHyung, pero no era uno de esos "Te amo" amistosos que le había dicho a SeokJin por años, era otro tipo de Te amo totalmente diferente.

SeokJin lo miraba apenado, sus ojos dulces y con una disculpa pintada en su rostro. TaeHyung no sabía que decir, así que no decía nada.

Él solo ponía su mano en la nuca de SeokJin y juntaba sus bocas otra vez. El gemido de satisfacción había sido tanto suyo como de SeokJin, su cuerpo vibrando otra vez. Sus labios se separaban y su lengua delineaba el labio carnoso inferior de SeokJin y luego lo mordía. SeokJin gemía y abría su boca. Con sus brazos alrededor de la cintura de TaeHyung, intensificaba el beso y TaeHyung perdía la batalla. Había querido controlar el beso, pero simplemente le cedía el control a SeokJin con tanta facilidad.

Se derretía en los brazos de Jin y en su boca, gemía. Hacía ruiditos que no sabía que podía hacer durante un beso, y SeokJin se tragaba cada gemido besándolo ávidamente y luego las manos del castaño se posaban sobre sus glúteos. Era tan caliente como irreal.

SeokJin mordía su labio y se alejaba apenas un poco—. Arriba —ordenaba.

— ¿Estás loco? Soy pesado —decía TaeHyung, mientras recibía besos de SeokJin en su mentón y en su mejilla.

—Te he cargado millones de veces —decía SeokJin entre besos depositados en los labios, mejilla y mentón de TaeHyung. Su cuerpo también apretaba al azabache contra la mesada de la cocina—. Arriba, carajo.

TaeHyung no discutía, daba un pequeño salto, enroscaba sus piernas en la cintura de SeokJin y por supuesto que era atrapado con facilidad. SeokJin le sonreía y caminaba hacia algún lugar, TaeHyung estaba embobado acariciando su cabello y parte de su largo cuello, en su visión notaba a SeokJin apagando el plasma y dirigiéndose hacia... Oh, ellos estaban entrando a la habitación de SeokJin.

A la vieja habitación de SeokJin y Seulgi.

Cuando TaeHyung recibía los labios de SeokJin una vez más, se perdía. Se derretía otra vez, se sentía desarmado y desesperado. Devolviendo el beso, sintiéndose rígido y duro encima de su mejor amigo y cuando caían en la cama juntos, con SeokJin sobre su cuerpo una vez más, TaeHyung gemía.

Y caía en la realidad.

Esta era la cama que SeokJin había compartido con Seulgi.

Bueno, no era del todo correcto, a los diez meses de haber perdido a Seulgi, SeokJin había hecho unos cambios en su habitación para dejar de sentir que se ahogaba cada vez que entraba en ella. Había pintado de otros colores. Había cambiado los muebles, el lugar donde cada uno solía estar. Reemplazando algunos viejos por unos nuevos.

Había puesto un plasma un poco más grande para disfrutar con ChaeYoung-ssie las películas de Disney. Y la cama estaba en un lugar diferente (y ni siquiera era la misma) pero aún así.

— Jin~... —gemía sobre los labios contrarios.

SeokJin lo miraba, sus ojos húmedos y desenfocados. Pupilas dilatadas y labios hinchados. Era hermoso, TaeHyung mordía su labio inferior y apretaba sus piernas alrededor de la cintura de SeokJin. Podía sentir que ambos estaban listos para lo que fuera a suceder.

— ¿Quieres que me detenga? —susurraba SeokJin.

TaeHyung suspiraba y fregaba su rostro quitando el cabello de sus ojos. Su espalda estaba contra el colchón, su corazón acelerado. Su consciencia gritaba que se detuviera y pensará en frío, pero su cuerpo no quería detenerse.

— Yo no entiendo —susurraba con la garganta pesada.

SeokJin suspiraba y se apoyaba sobre uno de sus brazos al lado del la cabeza de TaeHyung.

— ¿Qué no entiendes? —susurraba con dulzura. Acariciando el rostro de TaeHyung, por supuesto que notaba la humedad en los ojos grandes y expresivos de su mejor amigo.

TaeHyung temblaba por tenerlo acariciando su rostro nuevamente tan dulce.

— ¿Desde los dieciséis? —susurraba con congoja.

SeokJin pasaba el nudo en su garganta y asentía, también sentía que sus ojos se humedecían. TaeHyung resoplaba y relamía sus labios mirando algún punto del techo.

— Pero tú nunca me dijiste nada —susurraba con su voz grave un poco rota.

SeokJin sonreía secamente, palmeaba las piernas de TaeHyung y este se rehusaba a soltarlo unos momentos, luego lo hacía a duras penas y SeokJin se recostaba a su lado tapando su rostro.

— Me gustas desde que tengo aproximadamente catorce —confesaba SeokJin—, a los quince había dado mi primer beso a Jy-...

—A Park Jihyo —completaba TaeHyung.

Aún recordaba como la chica había sido tan descarada en ese juego de botella en su cumpleaños. Había girado la misma, y la había detenido justo frente a SeokJin, todos gritando y vitoreando, se rumoreaba que Jihyo sabía como besar a comparación del resto y no había sido mentira, mientras que otros habían compartido besos castos e inocentes y sin experiencia, ella había tomado el rostro de SeokJin y le había dado su primer y buen beso. Uno auténtico de verdad.

TaeHyung había mirado atónito como SeokJin se desenvolvía con la chica y el resto también había prestado atención, pero TaeHyung quería mirar a SeokJin tanto como quería salir corriendo y gritar de la frustración y los celos.

— Sí. Fue un buen primer beso ¿Sabes? —mencionaba SeokJin.

— Ni lo menciones, lo recuerdo —decía TaeHyung con desagrado.

— Bueno, la verdad es que había quedado impresionado, pero no tenía intenciones de hacerlo de nuevo.

La chica había buscado a SeokJin un par de semanas más para intentar ser algo más que simples compañeros, pero SeokJin se había negado.

— A los dieciséis, comencé a pensar en como sería besarte a ti —susurraba.

TaeHyung lo miraba sin preámbulo.

— ¿A mí? —decía sin aliento.

— Sí, a tí. Tus labios son hermosos —susurraba acariciando los mismos con su pulgar.

TaeHyung temblaba y SeokJin continuaba—. No creía que iba a suceder en algún momento. Tú nunca me habías prestado atención, al menos no la misma que yo te prestaba a ti —decía quitando su mano.

TaeHyung no podía decir nada.

—Luego Seulgi apareció y ustedes se hicieron amigos y yo creí que ella estaba interesada en ti y tú en ella —susurraba y reía secamente—, sentía celos cada vez que estabas con ella.

TaeHyung relamía sus labios—, pero tú te quedabas viéndola.

— Porque vivía pegada a ti —susurraba con pesar. TaeHyung sentía una pelota en su garganta—. Cuando me dijiste que te gustaban los chicos, tuve esperanzas, pero fueron en vano... —decía con otra sonrisa triste—, y tú estabas empeñado en que yo estuviera con Seulgi a toda costa —mencionaba—, así que solo dejé que sucediera.

TaeHyung aspiraba por aire, se sentía enfermo. Se sentía débil y agradecía estar sobre la cama. Carajo, tanto tiempo perdido. Tanto sufrimiento teniendo a SeokJin tan disponible para él, pasando el nudo en su garganta y evitando querer llorar, tomaba coraje y se subía encima de SeokJin para tomar su rostro y besarlo. Besarlo hasta que su corazón dejará de doler.

Se estremecía cuando sentía las manos calientes de Jin debajo de su camisa, tocando su piel. Gemía simplemente por ese tacto, otra vez. No sabía que iba a suceder, sólo quería besar a SeokJin hasta que sus labios dolieran. Y se dejaba nuevamente llevar, recibiendo las manos posesivas de SeokJin sobre él para quitarle de una maldita vez la camisa del pijamas que estorbaba.

TaeHyung parecía ver en cámara lenta cuando alzaba sus brazos y SeokJin quitaba la prenda por encima de su cabeza. Cuando quedaba expuesto, SeokJin de inmediato se ponía en igualdad de condiciones quitando la pijamas también por encima de su cabeza para más rapidez, TaeHyung lo ayudaba. Su corazón galopaba fuerte, su respiración era und desastre. SeokJin se liberaba de la ropa y tomaba su cuello para arrastrarlo hacia su boca y giraba sobre ellos para dejar a TaeHyung debajo de su cuerpo otra vez.

Esta vez eran más lentos, más cuidadosos. No había una desesperación como la primera vez, había más una determinación y admiración hacia el cuerpo ajeno. SeokJin lo besaba con calma y acariciaba el lado de su torso en la zona de sus costillas. Provocaba cosquillas, y escalofríos. TaeHyung volvía a gemir, constantemente, como si estuviera sollozando, ponía a SeokJin más duro de lo que se encontraba. Más posesivo, necesitaba besar más, quería besar más a TaeHyung, así que comenzaba a descender con besos húmedos por el cuello de TaeHyung, por sus clavículas.

Era todo lengua, chupetones y labios salvajes. TaeHyung cantaba de placer en el fondo de su cabeza y su estómago se volvía un nudo tenso. Él no iba a durar mucho, no sabía que tenía planeado SeokJin, pero él no iba a durar.

Mucho menos cuando la lengua de SeokJin trazaba una linea sobre su pezón erecto y su cintura se encorvaba.

—Jin~...

"Mmm..." Recibía de respuesta, pero luego otra lamida, el pulgar de SeokJin en el otro pezón y comenzaba una tortura rusa que dejaba a TaeHyung sin aliento. Sus gemidos en aumento, su polla dura y húmeda clavada en el abdomen de un SeokJin que hacía sonidos obscenos mientras pasaba de un pezón a otro.

TaeHyung no sabía que era tan sensible allí, pero lo era y perdería la batalla pronto, podría correrse sin necesidad de que SeokJin llegara a su erección, pero la tortura terminaba después de minutos de retorcerse. La boca de SeokJin besaba cuesta abajo, en su rastro feliz muy sutil camino a su polla. Los sonidos húmedos de su boca resonaban entre la neblina de placer que ahogaba a TaeHyung.

Y sus manos se aferraban a la cabeza de SeokJin, sus dedos se enredaban en el pelo de este y estaba entre empujarlo hacia abajo y detenerlo. Pero era demasiado débil cuando sentía que SeokJin aspiraba con fuerza, metiendo su nariz en el comienzo de sus vellos, TaeHyung tenía muy poco, bien cuidado y recortado y sentía que iba a venirse solo por la forma en que SeokJin pegaba su nariz allí. Aspirando su aroma pasaba sus labios sobre su erección.

TaeHyung miraba atónito, mordiendo su labio.

SeokJin por su lado estaba tan deseoso de probar a TaeHyung y estaba tan duro en sus pantalones pijamas otra vez, pero no le importaba. Cuando sentía el sabor sutilmente salado de TaeHyung se encendía, como si tocara con su lengua un enchufe que lo electrocutaba. TaeHyung se había corrido la primera vez, podía sentir la esencia seca allí, y cuando pasaba su lengua una vez más, sus labios se centraban en chupar la punta de TaeHyung y este gemía, largo y ronco.

—Carajo. Lo siento, lo siento, lo siento —decía TaeHyung, llevando su mano a su boca y mordiendo allí para evitar gemir más alto.

Dios, había niños en la casa.

SeokJin chupaba sutilmente, llevándose con él parte del nuevo pre semen derramado por TaeHyung, sin apuro y con delicadeza mientras soltaba el glande y sonreía.

—No te disculpes —susurraba—. Me encanta como gimes sin parar —decía tomando la polla desde el eje.

TaeHyung apretaba sus ojos y lo miraba luego, su mirada sufrida, sus ojos desenfocados de puro placer. SeokJin sonreía mientras lo masturbaba sin apuro, pero con un agarre seguro. TaeHyung gemía y sollozaba, SeokJin tiraba de su pantalón y boxer y tenía finalmente al otro hombre desnudo y en su cama.

—Mierda. Eso fue rápido —decía TaeHyung sin aliento. Seokjin le sonreía ladino mientras se ponía de pie un momento y se quitaba la parte de abajo.

Nuevamente, en igualdad de condiciones. Completamente desnudos bajo las tenues luces de las lámparas de la mesitas de al lado de la cama. TaeHyung relamía sus labios viendo toda esa piel, todo ese hombre parado frente a él mirándolo como si fuera la cosa mas interesante del mundo.

Con una orden silenciosa que le daba SeokJin, TaeHyung se acomodaba en el centro de la cama, lo veía al castaño posicionarse entre medio de sus piernas y la imagen que tenía de ambos en ese momento era más increíble que cualquier momento que había fantaseado en el pasado. Aún repasaba las palabras de SeokJin en su cabeza y el hecho de que este hombre podría haber sido suyo hace tanto tiempo.

Podría haber sido el primero y el único en todo, pero le dolía el pecho que por sus propias acciones no había sido así. Sin embargo ahora, cuando SeokJin volvía a trabajarlo con su mano húmeda debido a la forma en que había escupido en su palma para lubricarlo, lo tenía pendiendo de un hilo. El hilo de la poca cordura que no quedaba cuando la boca de SeokJin chupaba la punta y un poco más.

Su cabeza caía hacia atrás, sus párpados pesaban, estaba sosteniendo su peso en sus antebrazos para poder ver a SeokJin entre sus piernas, pero estos comenzaban a temblar cuando SeokJin comenzaba a chuparlo cada vez más intenso, llevándolo más profundo y masturbándolo también.

—Joder, no voy a resistir... Solo q-quiero que lo sepas ¡Ah! —TaeHyung se avergonzaba momentáneamente del gemido agudo y roto que había dado cuando SeokJin había intentado su primera garganta profunda.

Su polla húmeda, apretada y lista para explotar, una de sus manos había volado a la cabeza de SeokJin y enredado sus dedos largos allí.

—Mierda, mierda... —decía entre dientes, mordiendo su labio para evitar gemir como animal herido, pero era demasiado.

Y SeokJin ni siquiera estaba haciéndolo rápido, estaba siendo tortuoso. Lento y degustando su polla sin apuro. Gimiendo alrededor, enviándole pequeños temblores a su circunferencia y luego nuevamente chupaba y masajeaba a TaeHyung. En su cabeza SeokJin pensaba que lo estaba haciendo terriblemente. Era nuevo en esto, necesitaba respirar por su nariz, evitar provocar demasiado a su efecto nauseso en el fondo de su garganta y luego chupar con ganas.

Debería de haberse sentido más extraño por lo nuevo que esto era, pero sabía de antemano que el cuerpo de TaeHyung nunca le hubiese provocado repulsión ni nada por el estilo. Todo lo contrario, quería lamer a TaeHyung de pies a cabeza. Y el azabache estaba tan ido, gimiendo y mordiendo sus labios para evitar hacerlo fuerte y constante, porque para él, aquella mamada era perfecta. Ni siquiera cabía en su cabeza la comparativa con otros hombres. Este era SeokJin y aquello era demasiado perfecto y irreal. Su pelvis empujaba sutilmente para no hacer de esta primera experiencia algo que SeokJin pudiera aborrecer. Pero estaba lejos de ser eso y lejos de durar demasiado también.

Su cuerpo recibía el memo, el calor aglomerándose en su vientre. Descendiendo hasta la base de su polla, los dedos de sus pies enroscandose. Sus caderas temblando, perdiendo totalmente el control correcto de sus movimientos. Tan cerca, tan pronto, pero repentinamente SeokJin lo soltaba, trepaba por su cuerpo rápidamente, estrellaba su boca a la suya (por supuesto que TaeHyung lo recibía con desesperación) y sentia como lo besaba de forma urgente.

Y carajo sentía el sabor de su polla en esa boca de ensueño. Se ponía incluso peor de lo que estaba.

Se sorprendía gratamente cuando SeokJin juntaba ambas pollas en su mano y comenzaba a trabajarlos juntos entre besos que dejaban a TaeHyung sin saber que hacer, solo recibirlo.

Se sentía un estúpido virgen, todo tieso e hipersensible, demasiado estimulado. Demasiado necesitados de besar, tocar e incluso mirar a SeokJin mientras este lo observaba con esos ojos negros. Una mirada intensa unos besos desaforados que TaeHyung recibía hambriento y cuando SeokJin mordía su labio inferior TaeHyung se corría. Se corría aferrándose con brazos y piernas al cuerpo de un SeokJin que se corría junto con él segundos más tarde.

Ambos estaban temblando y respirando con dificultad. TaeHyung estaba abrazando a SeokJin escondiendo su rostro en el cuello de su amigo y aspirando el olor a sudor y sexo (casi completo el acto, casi) mientras SeokJin lo sostenía y acariciaba su cabello. Repentinamente caía en la realidad y se preguntaba ¿Por qué se contenía? Así que comenzaba a besar el cuello de SeokJin con dulzura, hasta que chupaba con fuerza, SeokJin había gemido sutilmente mientras empujaba su pelvis y apretaba otro poco más sus pollas drenadas.

— Te quedas en mi cama —susurraba SeokJin. No era un pregunta, era una orden.

TaeHyung suspiraba y lo abrazaba otro poco más—. No tengo energías para moverme fuera de tu cama, de todos modos.

— Bien —decía SeokJin con voz ronca.

Lo último que TaeHyung supo fue que se habían acomodado y SeokJin los había cubierto a ambos con sábana y acolchado.

Cuando TaeHyung abría los ojos la luz en la habitación de SeokJin era sutil gracias a tener cortinas oscuras. Parpadeaba con letargo recordando la madrugada que había tenido y sonreía como imbécil, incluso no podía creer que el brazo de SeokJin cruzaba su cintura.

El cuerpo duro y desnudo de su amigo estaba pegado al suyo, igual de desnudo y duro que el suyo propio.

Aspirando con fuerza, la lucidez que lo golpeaba repentinamente lo hacía temblar. En una noche, en pocas horas, habían hecho demasiadas cosas y SeokJin había dicho otras demasiadas más que, aún se repetían en la cabeza de TaeHyung.

Su corazón se aceleraba, miraba la hora a un lado de la mesa de luz, era temprano, así que tomaba coraje para levantarse de la cama con cuidado y huir.

Bueno, huir era un poco exagerado, pero básicamente eso iba a hacer. Necesitaba hablar con el único confidente que tenía después de SeokJin, porque ¿Cuál era el próximo paso en esto? ¿Y si incluso al despertarse SeokJin hacía como si nada hubiera sucedido? ¿Que era lo correcto? No es que su confidente fuera a saberlo, pero él necesitaba entrar en pánico con una compañía extra que le diera, posiblemente, consejos de mierda, pero no estaría panickeandose a solas.

No podía ver a SeokJin a los ojos y no decirle que lo amaba, que estaba enamorado de hacía años, que lo suyo no era simplemente un gusto por él, sin asustarlo.

Resoplando, tomaba su ropa, se vestía con el pijamas para hacerlo rápido y salía a hurtadillas de la habitación de SeokJin, pero a mitad de camino era interceptado.

— ¿Padrino Tata?

TaeHyung apretaba sus ojos y labios, pero recordaba que ChaeYoung había estado con fiebre, así que tiraba su ropa al suelo y giraba en dirección a la niña y la alcanzaba en un par de zancadas largas. Alzandola en sus brazos y tocaba su cabeza:

— ¿Cómo está mi princesa? No tienes fiebre ¿Cómo te sientes? —decía con dulzura.

La niña enroscaba sus brazos en el cuello de TaeHyung , muy sonriente—. Estoy bien, tengo hambre.

ChaeYoung, con solo cuatro años, hablaba a la perfección y era adorable su tono de voz aniñado.

— ¿Quieres que el padrino te haga el desayuno?

— ¡Chocolatada! —decía alzando sus brazos y haciendo sonreír a TaeHyung.

—No deberías tomar chocolatada —decía otra voz grave y adormilada.

La voz de SeokJin era ronca, y TaeHyung temblaba al verlo. Mordiendo su belfo inferior giraba en dirección a la voz.

— ¡A-ppa! —llamaba la niña bajándose de los brazos de un TaeHyung que se sentía mal vestido.

SeokJin ya lo conocía con su rostro hinchado y su cabello un desastre, pero hoy era una sensación de inseguridad horrible. SeokJin solo llevaba el pantalón de pijamas. La piel de su torso era blanco y estaba a la interperie para que TaeHyung lo comiera con los ojos.

—Young-ssi, ponte pantuflas y quizás te deje tomar chocolatada —decía SeokJin volviendo a checar la fiebre de su hija con labios y mano—. Mi niña está muy bien.

ChaeYoung sonreía—. Sí ¡ChaeYoung-ssi fuerte! —decía la niña con sus brazos en alto—. ¡Pantuflas y chocolatada! —corría en dirección a su habitación.

SeokJin sonreía y se enderazaba mientras miraba a TaeHyung con brazos cruzados. En ese entonces el azabache se ponía rojo de la vergüenza al ver la gran marca en el cuello de su mejor amigo.

Yo hice eso.

— Te escapaste —decía SeokJin.

TaeHyung abría su boca y la cerraba para negar con su cabeza.

— ¿Estás mientiendome descaradamente? —cuestionaba el castaño acercándose.

TaeHyung sentía su pulso acelerarse. SeokJin lo miraba tan fijamente que estaba seguro que estaba inmovilizandolo literalmente, pero de forma sobrenatural con la mirada. Y su pulso se disparaba cuando SeokJin estaba a centímetros cerca de él. En todo su espacio personal, relamía sus labios y  besaba la comisura de sus labios. Un gemido estaba a punto de escaparse de la boca de TaeHyung.

— Desayuna conmigo —decía SeokJin ronco y bajo—. Puedes entrar en pánico más tarde.

Y luego reía ladino yéndose en dirección a la cocina y recibiendo a la pequeña Chae que tomaba su mano y parloteaba muy feliz con su vocecita aguda pidiendo una vez más tomar chocolatada como desayuno. TaeHyung pasaba saliva y tocaba la zona húmeda del beso que SeokJin le había dado. Hormigueaba allí y quería más que ese beso casto.

Quería mucho más.


Una aplauso para esta (no) pareja que está enamorada y atontada.
¿Cómo seguirán? TaeHyung está hecho un manojito de nervios y SeokJin es todo un hombre decidido 🥹❤️

🥹🥹🥹

Y AHHHH BANGTAN Y LO QUE SEA QUE SE VIENE

Gracias por todos los mensajes hermosos que me dejaron por mi cumpleaños, les abrazo fuerte fuerte 🫂✨

PD: perdón si ven errores de deditos. Les agradezco votos y comentarios 🫂 Lxs leo maravillosas personitas al otro lado de este fic 🥹❤️

Con amor niñita Nanykoo 💜

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