11.- Corrigiendo errores

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

─Creo que... sucedió cuando yo tenía un par de meses de haber empezado en Hystoria. El curso de arquería realizaba una práctica pública cuando uno de ellos accidentalmente lanzó su flecha hacia donde estaban los espectadores y casi le da a una chica. Ella era una cambia formas, se asustó, se transformó en cisne y salió volando.

Yuuri escuchaba el relato de su amigo sin atreverse a interrumpirlo, aunque no se explicaba qué tenía eso que ver con su petición de averiguar la carta de Viktor.

─Los cambia formas jóvenes tienen problemas con sus transformaciones, específicamente con la ropa. Los adultos que ya han controlado su habilidad son quienes pueden... pues... conservarla puesta─tanto las mejillas de Phichit como las de Yuuri se tiñeron de rojo─Como ella era apenas una novata, terminó totalmente expuesta. Viktor salió a buscarla y por suerte no tardó mucho en encontrarla. Él usó su propia camisa para cubrirla.

Yuuri dejó escapar una risita corta. Eso definitivamente sonaba como algo que el Viktor infantil y bien intencionado con quien viajó hasta Petersburg haría.

─Debido a esa acción tan desinteresada, su carta quedó al descubierto.

Contuvo la respiración y apretó los puños con fuerza, a la expectativa. Phichit tomó aire antes de continuar.

─Yo estaba ahí, al igual que muchos otros, y lo vimos. La carta de Viktor... es un As.

El de lentes abrió la boca sin emitir sonido alguno y parpadeó un par de veces, incapaz de dar crédito a lo que acababa de escuchar.

─Un As... ¿en serio?

─Completamente. Era un As de corazones dorado─agregó Phichit─Lo recuerdo porque el profesor Feltsman también estaba ahí y al ver a Viktor le gritó: "¡Cúbrete, no te exhibas delante de todos!" ─exclamó imitando la voz del hombre─Y Viktor no le dio mucha importancia. Sólo se rió y dijo que lo haría una vez que se asegurara de que la chica estaba bien.

Una suave brisa sopló, sacudiendo las ramas de los árboles cercanos y Yuuri fingió entretenerse en admirar cómo danzaban las hojas sueltas en el viento. De modo que se había equivocado. Lo entendió todo mal y se dejó llevar por suposiciones infundadas.

"Quise juzgarlo por su habilidad innata, y asumí cosas que no eran" se reprendió duramente "No soy mejor de los que señalan a otros por ser Sotas o tener destinos trágicos".

Si lo consideraba bien, de hecho la explicación de Phichit aclaraba muchas cosas. Las tendencias de Viktor a realizar continuamente actos de bondad, por más pequeños que fueran, se fundamentaba en que poseía un As, la carta característica de un héroe; y los corazones denotaban su naturaleza impulsiva, o lo que era lo mismo, que era una persona que se dejaba llevar por sus emociones. Inclusive comprendió más que nunca su deseo por ocultar que podía controlar el hielo.

"Si yo asumí que era Invierno por basarme sólo en su poder, otros harían lo mismo y quedaría marcado negativamente".

Además de que sería muy hipócrita indagar sobre cartas ajenas cuando él quería mantener la suya como un secreto. Quizás lo mejor sería dejar el asunto por la paz.

Dejó escapar un hondo suspiro. Al día siguiente tenía lecciones de esgrima y decidió que aprovecharía para disculparse con Viktor por haberle hablado de una manera tan irrespetuosa. Independientemente de lo que sucediera antes de Hystoria, ahora eran maestro y alumno y como tal, le debía respeto al profesor Nikiforov.

─¿Sabes? Me extrañó un poco que me preguntaras justamente sobre la carta de Viktor─comentó Phichit, llevándose una mano a la barbilla y cerrando los ojos, reflexionando─Mentiría si te dijera que no es algo que suela discutirse mucho aquí. Es porque Viktor es uno de los profesores más populares y a todos les agra... ¡Ah!

─¿Qué, qué? ─se alarmó Yuuri y tomó a su amigo por los hombros sin ocultar su preocupación─ Phichit, ¿Qué ocurre?¿Te sientes mal?

El moreno estaba como paralizado, con los ojos y la boca bien abiertos y un tenue rubor en sus mejillas.

─Yuuri, a ti...

El aludido no aflojó su agarre. El corazón le latía con fuerza y su mente se inundó con miles de pensamientos de todo tipo. ¿Sería que de alguna forma quedó en evidencia y Phichit descubrió su carta en blanco? ¿O reveló el secreto de Viktor sin querer?

─A ti... ¡Te gusta Viktor!

Yuuri demoró exactamente tres segundos en razonar las palabras del otro, dos en sonrojarse y uno en ponerse a manotear y negar enérgicamente.

─¡No, no, no, no! ¿Cómo crees? ¡Es mi profesor!

─Por eso te interesaba tanto su carta. Querías saber si tenía un lazo rojo─asintió muy convencido, ajeno a la crisis por la que atravesaba su amigo─Bueno, puedes estar tranquilo. No la tiene.

─¡No era por eso!

─¿Y entonces? ─cuestionó con inocencia, Yuuri guardó silencio y desvió la mirada. Phichit rió─¡Descuida! En serio, está bien. Prometo no contarle a nadie si es lo que te preocupa, aunque te aseguro que no importa.

El de lentes gimió y se cubrió la cara con las manos total y completamente abochornado. ¿Cómo fue que Phichit llegó a esa conclusión tan descabellada?

─ ¡Lo digo en serio! Ven, te lo voy a demostrar.

Sin darle oportunidad de alegar, lo tomó de la mano y procedió a arrastrarlo hasta donde un grupo leía bajo la sombra de un árbol. Ellos interrumpieron su lección al divisar a Phichit y lo saludaron con alegría. Una vez más, Yuuri pensó en lo popular que era su amigo.

─¡Hola, chicos! Esto será rápido...─hizo una breve pausa─ ¿A alguien de aquí le gusta Viktor Nikiforov?

─¡Phichit!

Para sorpresa del consternado muchacho, todos los presentes, unos ocho jóvenes entre chicos y chicas alzaron la mano sin vacilar.

─ ¡Es tan encantador! ─exclamó una jovencita en un suspiro.

─Y tan heróico y galante─asintió un chico.

─Por suerte no tiene un lazo rojo, eso nos da esperanzas a todos─sonrió un tercero.

─Aunque dado el linaje de su familia lo más probable es que acabe comprometido con un algún noble, o hasta alguien de origen real─se lamentó otra chica.

─Sí, escuché que querían arreglar un compromiso entre Sara Crispino y él cuando ella terminara de estudiar aquí─comentó otro─En este momento sería muy inapropiado porque son maestro y alumna. O con la hermana menor del príncipe Leroy, una vez que ella alcance la mayoría de edad.

Tras lo cual, siguieron enlistando los múltiples motivos por los que Viktor Nikiforov era genial y las cualidades de él que más les atraían. Phichit miró a su amigo esbozando una gran sonrisa, casi como si esperara una felicitación. Si bien Yuuri aún deseaba que la tierra se abriera y se lo tragara, estaba un poco más tranquilo. Al menos tanto su secreto como el de Viktor continuaban a salvo.

***

A Viktor amaba su trabajo de maestro. Gracias a que su edad era más próxima a la de sus pupilos que a la de sus colegas, los alumnos lo trataban como uno más de ellos en lugar de como a un profesor. Y él adoraba sentirse cercano a ellos. Sin embargo, por todo lo bueno había algo malo.

El de cabellos plateados suspiró y se dejó caer sobre su escritorio con desgano, cerrando los ojos durante unos minutos hasta que el sonido de pasos acercándose le hizo reaccionar y procedió a incorporarse a toda prisa y tomar el primer papel que encontró. Colocó su expresión concentrada más natural y discretamente clavó la vista en la puerta cerrada de su despacho...

Los pasos se siguieron de largo y Viktor dejó escapar un largo suspiro, agradeciendo que no hubiera sido Yakov.

El elegante mueble estaba repleto de archivos, libros y papeles: reportes de sus clases y de sus misiones cumplidas, registros de los próximos torneos y eventos en Hystoria a llevarse a cabo que debía leer ya que era organizador de algunos, y evaluaciones de sus estudiantes. Mejor avanzar en sus pendientes antes de que Yakov se pasara para revisar como iba y le gritara por no hacer nada.

Michelle Crispino: Puede usar tanto una espada sencilla como una de dos manos. Su especialidad es el ataque directo y ha avanzado en los ejercicios de estrategia en combate...

Cada cierto tiempo, se suponía que debía entregar un reporte por escrito enlistando tanto los logros de sus alumnos como los puntos en los que debían mejorar.

Áreas de oportunidad: Necesita enfocarse más en sí mismo y menos en su hermana si de verdad desea superarse. Sugerencia: Impedir que hagan equipo.

Si bien a Mickey no le haría mucha gracia, Sara se sentiría liberada. Firmó la hoja y tomó la siguiente:

Otabek Altin: Buen analista y estratega. Su técnica es precisa y no teme correr riesgos...

Se interrumpió y contempló el espacio de "áreas de oportunidad". Sabía lo que debía anotar: requiere más experiencia en combate de verdad, sin embargo no le convencía del todo ya que esa deficiencia no era culpa de Otabek sino de sus propios compañeros.

Que el príncipe Altin poseía una carta rota era un secreto a voces y dada la trágica historia de su familia, no era apartado como otros que compartían su suerte, sino tratado con una compasión exagerada. La mayoría de los alumnos intentaban integrarlo a sus grupos de amigos porque les apenaba verlo solo sin comprender que su actitud condescendiente era la causa de que prefiriera aislarse. Viktor lo presenció: le daban palabras de aliento que nunca pidió, consejos bien intencionados pero igualmente ofensivos... algunos hasta se quejaban con él de lo injusto que les parecía que su destino fuera morir sin atender a que lo trataban ya como un muerto en vida. La piedad malentendida de los otros era tal que en los entrenamientos, salvo por muy contadas excepciones, siempre lo dejaban ganar. Al ser un combatiente tan hábil, Otabek por supuesto que se daba cuenta y aunque no lo mostraba abiertamente, eso le frustraba demasiado.

Vikor escribió con resignación y razonó alguna posible solución al problema. Otabek ya estaba demasiado familiarizado con los estilos de combate de quienes sí lo tomaban en serio. ¿Y si le buscaba una nueva pareja de entrenamiento? Podría hasta ofrecerse él mismo, ya que el joven tenía el nivel necesario como para hacerle frente. O buscar a alguien que no estuviera influenciado por su historia y no lo tratara con lástima, alguien como...

"Yuuri..."

Recordó a su más reciente estudiante, antiguo compañero de viaje y estrelló la frente contra la mesa sin que le ayudara a descargar su frustración. ¿Por qué tratar con ese chico era tan complicado? Para empeorarlo todo, Yuuri poseía información vital que bien podría hundirlo. Después de todo, la única vez en que alguien fuera de su círculo de personas de confianza descubrió su habilidad innata, usó esa información para chantajearlo. Curiosamente, el pequeño chantajista y su alumno compartían nombre. Sin embargo, en el poco tiempo de conocerse Yuuri le demostró sin proponérselo que era un joven amable y gentil, considerado y desinteresado...

"Muy diferente de Yuri y de mí"

Garabateó una carita enojada en la esquina de un papel y se permitió soltar una risita corta. Si al menos Yuri estuviera ahí... bueno, dudaba que el irritable jovencito pudiera serle de mucha ayuda, pero al menos tendría con quien hablar y compartir sus preocupaciones aún si en el fondo sabía que Yuri lo regañaría por haber sido tan imprudente y quedar en evidencia frente a un desconocido que bien podría arruinar en lo que llevaban años trabajando.

"Podría empezar por averiguar su carta. Debe tener un As o un Uno"

Si bien era un maestro, Yakov lo consideraba demasiado joven e imprudente como para confiarle información así y le había prohibido el acceso a los archivos de Celestino Cialdini, donde las cartas de los estudiantes y del personal laboral estaban resguardadas. Puesto que Yuuri fue enviado por una antigua amiga de Lilia, Viktor suponía que cualquier dato concerniente a él contaría con una muy alta seguridad. O tal vez no necesitaba complicarse tanto. Podría hablar con Celestino, argumentar que era indispensable conocer la carta de Yuuri para darle una mejor preparación para su destino. Después de todo, no era como si fuera divulgarlo por ahí y dejarlo en evidencia...

"Justo como hice antes al contar públicamente quién fue su reclutadora" rememoró muy a su pesar.

─Yakov tiene razón...─se quejó, chocando su frente contra la mesa otra vez─Debo aprender a pensar antes de hablar.

Suponía que lo mejor sería disculparse y tratar de enmendar las cosas con Yuuri, o tal vez...

─¿Profesor Nikiforov?

Una serie de golpes en la puerta lo pusieron sobre aviso. Se sentó muy derecho, tosió para aclararse la garganta y exclamó un rápido "Adelante".

Sara Crispino le dedicó una educada reverencia y Viktor le hizo un ademán para que se acercara.

─Disculpe, profesor. Hay algo muy importante de lo que deseo hablarle.

Puesto que pocas veces empleaba ese tono formal al dirigirse a él, dedujo se trataba de un asunto muy urgente y que no había ido para quejarse de su hermano, o a insistirle que estaba aburrida de ser su compañera de prácticas. Sara tomó aire.

─Es sobre Yuuri Katsuki, creo que podría estar en problemas.

Viktor discretamente apretó un puño por debajo de la mesa y empleó todo su autocontrol para conservar su mejor expresión neutral mientras Sara le relataba cómo vio a Katsuki cayendo en una fuente sin que nada ni nadie lo empujara.

─Fue por una corriente de viento muy fuerte─explicó la chica─Sin embargo, hasta antes del incidente ni siquiera soplaba una suave brisa. Uno de los amigos de JJ sabe usar magia basada en el viento. Apostaría lo que fuera a que ellos lo planearon.

La actitud del príncipe Leroy más bien tendía a exasperar a Viktor y como tenía años de conocerlo, ya estaba acostumbrado a ignorarlo. Estaba al tanto de que otros chicos y chicas lo idolatraban y formaban un grupo leal de seguidores a los que procuraba tampoco prestarles mucha atención. Lamentablemente, al ser un maestro, no podía compartir esas opiniones con su alumna, mucho menos contarle que temía ser el responsable de que Yuuri se hubiera convertido en la nueva víctima de ese grupo de muchachos malcriados.

─Se trata de una acusación seria. Hay muchos magos aquí que manejan el viento─se obligó a decir Viktor, ciñiéndose a su rol de adulto maduro e imparcial─No me lo tomes a mal, ¿pudiera ser que los estás señalando en base a tus malas experiencias con ellos?

─Lo sé, pero no me negarás que es demasiada coincidencia─insistió la chica, y Viktor notó que había olvidado las formalidades─Llámame prejuiciosa, pero no cambiaré de opinión. Sé que fueron ellos y los ataques a Yuuri no han hecho sino empezar. No pienso volver a quedarme de brazos cruzados viendo como abusan de un inocente.

Sara frunció el ceño. Su enojo era palpable. No era que la hubieran agredido directamente a ella, pero luego de lo que hicieron sufrir a Seung Gil, no tenía ni a JJ ni a sus amigos en muy alta estima. Aún si las bromas hacia tiempo se detuvieron, sus consecuencias persistían, igual que su rencor. Viktor sabía que ella se sentía culpable por la situación actual de Seung Gil, quien fuera su amigo hasta que aquello ocurrió. Por otro lado, Sara prácticamente acababa de conocer a Yuuri.

─¿Puedo preguntar por qué te preocupas tanto por Katsuki?

Algo en la forma que hizo su cuestionamiento pareció resultarse muy curioso a Sara. Ella arqueó una ceja en señal de duda y después esbozó una sonrisita ladina.

─¿Y por qué no? Es amable, un espadachín muy diestro y estoy segura que sin los lentes debe verse bastante atractivo. ¡Cierto! Ustedes viajaron juntos, ¿podrías darme más detalles de él? ¿O es que quieres reservarlos para ti?

─Soy un maestro. Fijarme en uno de mis estudiantes sería muy inapropiado, por no decir altamente improbable─rió Viktor─Son como mis hermanitos.

Sara rodó los ojos e hizo una mueca. Ya fuera porque captó el mensaje o porque la comparación la incomodó, Viktor intuyó que dejaría de hacer insinuaciones.

─Bueno, ¿al menos estarás pendiente de Yuuri? ─retomó la chica, suplicante.

─Sí, definitivamente lo haré─asintió Viktor─Es una promesa.

─¡Tú nunca recuerdas tus promesas!

En el fondo, Viktor reconoció que Sara tenía razón. A pesar de eso, se juró que haría cuanto estuviera a su alcance por no olvidarla esta vez.

***

Yuuri se arrepentía de no haber esperado al término de las clases para ir a la biblioteca. Cargaba con tres pesados libros, dos para sus tareas de Historia y Teoría de la magia y uno más para su investigación personal, un manual titulado "Entendiendo las Cuatro Estaciones". Aunque pudo descartar que Viktor fuera la encarnación del Invierno, el tema despertó su curiosidad.

Un maullido le hizo detenerse. Un gato negro con manchas blancas en las patas y la frente dobló a la derecha y él lo imitó, siguiéndolo por distintos pasillos y corredores hasta que al fin llegó a su destino. La clase de esgrima de ese día por ser teórica, no se llevaría a cabo en el campo de entrenamiento sino en otra aula. Luego de revisar que nadie le prestaba atención, Yuuri se las arregló para maniobrar y dejó los libros en el suelo, premiando al inicialmente elusivo felino con una caricia que le hizo ronronear.

─De momento no tengo nada más, pero tú y tus amigos pueden ir a buscarme a la cocina después de la cena y les daré algo más sustancioso.

Intuyó que el animal comprendió sus palabras. El gato volvió a maullar y se marchó saltando ágilmente por una ventana abierta. Yuuri lo vio alejarse. Los amigos animales de Phichit demostraban ser aliados valiosos y muy nobles. Más temprano ese día, un pequeño ratoncito causó una gran conmoción al escabullirse en un salón vacío donde uno de los chicos del séquito de JJ lo esperaba para arrojarle una tina llena de agua helada. El ratón se las arregló para meterse entre las ropas del bromista, asustándolo y provocando que se volcara el agua encima.

Yuuri rió al recordar la escena y se inclinó para recoger los libros. Tan distraído estaba, que al levantarse accidentalmente golpeó a alguien que pasaba por ahí. El joven abrió la boca para disculparse y al instante enmudeció. El príncipe Otabek Altin lo contemplaba con semblante inexpresivo y el rostro de Yuuri se pintó por completo de rojo.

─ ¿Cuántas veces van que nos topamos así?

─Lo lamento, es que no te vi...─balbuceó apenado, y se percató que el choque le desacomodó la corbata al príncipe. Instintivamente, trató de arreglársela y dejó caer los libros─ ¡Lo siento, lo siento! De verdad, soy tan torpe...

El príncipe no afirmó ni negó el comentario. Se limitó a levantar los libros en silencio y pasárselos al avergonzado muchacho, todos menos uno.

─Las Cuatro Estaciones─leyó en voz alta.

─Ah... sí. Me encontré con el tema por casualidad cuando estudiaba para la clase del profesor Cialdini y me pareció fascinante─explicó, recuperando el volumen faltante─Quise investigar un poco, pero honestamente la biblioteca tenía tantos libros que tuve problemas para saber por dónde empezar.

─Depende del enfoque que quieras. Además de Cardología puedes analizarlo desde el punto de vista de las distintas disciplinas mágicas, también de materias más clásicas como historia, botánica o geografía. Eso sin contar los compendios de biografías de las estaciones encarnadas y las leyendas y cuentos locales que se tienen de los mismos en otros sitios.

Yuuri estaba asombrado. Era la primera vez que lo escuchaba pronunciar tantas palabras juntas y si bien no lo conocía tan a fondo, tenía la impresión de que Altin era un sujeto reservado. Al considerar que su silencio duró demasiado, Yuuri tosió para aclararse la garganta.

─Vaya, sí que sabes mucho del tema.

Otabek asintió con solemnidad y fijó su vista en los libros de Yuuri.

─Como dijiste, me parece fascinante. De donde vengo es un tópico muy estudiado, especialmente las reliquias─Yuuri creyó percibir un deje de orgullo en su voz─Podría contarte al respecto.

Yuuri volvió a sonrojarse. Aquello le resultó sumamente inesperado.

─ ¿Te interesa o no?

─ ¡Ah, sí! ¡Claro que me interesa! ─gritó sin darse cuenta, y un trío de chicas que entraban al salón rieron de manera disimulada al verlos─Si eso no representa una molestia para ti.

─En lo absoluto. Sería agradable tener a alguien con quien hablar.

La frase fue dicha en un tono estóico que sin embargo puso en alerta al de lentes. Sus encuentros con Otabek, si podían considerarse como tales, eran esporádicos pero no impidió que notara ciertos detalles, como que si lo comparaba con JJ, siempre estaba solo. Inclusive Sara tendía a estar acompañada por su hermano o el amigo de ambos, Emil. Por ser un príncipe, suponía que contaba con más gente a su alrededor. ¿Por qué parecía ser todo lo contrario?

─En ese caso, me encantaría aceptar tu oferta.

Yuuri tuvo la impresión de que Otabek se había sorprendido. ¿Tal vez fue una mala idea aceptar y sólo lo decía por compromiso?

─Si estás de acuerdo, te daré un consejo─mencionó el príncipe y Yuuri asintió en silencio─El libro que tienes es adecuado para empezar. Es como un manual para los principiantes en el tema. Contiene información general de las Cuatro Estaciones. Puedes tomarlo como un punto de partida para decidir qué aspecto o qué estación deseas estudiar a profundidad.

Alcanzaron a escuchar a Viktor conversando con otros estudiantes y lo interpretaron como la señal de que su plática tendría que esperar. La intención de Yuuri fue entrar al aula para impedir que el profesor lo notara. Para su mala suerte, su mirada se cruzó con la de Viktor en ese mismo instante. De manera inexplicable, Nikiforov le sonrió. El corazón de Yuuri latió con fuerza en su pecho. No fue sino un gesto sencillo, nada en especial y seguramente ni siquiera estaba dedicada a él.

─ ¿Qué no vas a entrar?

La voz de Altin lo regresó a la realidad y se apresuró a seguirlo, ajeno al hecho de que un par de ojos azules no lo perdieron de vista.

***

La clase de esgrima consistía en mucho más que entrenamiento práctico. Las lecciones abarcaban estrategia, estudio de las diferentes clases de armas y de las técnicas de combate y vidas de espadachines famosos. Aquel día les correspondía a los alumnos presentar reportes orales de sus combates en la clase anterior, enlistando sus errores mientras sus compañeros aportaban sugerencias de cómo podían mejorar.

─Empecé muy fuerte, pero fui perdiendo el ritmo conforme la pelea avanzó y como Emil no me atacaba me confíe. Quería terminar rápido el combate, fui demasiado impaciente.

Michelle y Emil fueron los primeros en presentar su reporte.

─Gracias, Mickey─Viktor coordinaba las exposiciones─¿Alguien desea aportar algo?

─Le recomendaría a Mickey que procurara estar más al pendiente de sus alrededores─Sara alzó la mano y habló sin esperar que le concedieran la palabra─De momento estamos en un entorno controlado, una escuela. Pero allá es el mundo real y hay muchos factores que pueden intervenir tanto a favor como en contra y si logras anticiparlos desde el principio, tendrás la ventaja.

Mickey asentió sin decir nada. Las únicas críticas que aceptaba sin problemas eran las de su hermana así que el resto prefería quedarse callado. La excepción era Emil, que comentaba con alegría sin que Michelle le hiciera el menor caso, aunque eso no menguaba su buen humor.

─ ¿Alguien desea agregar otra cosa? ─preguntó Viktor, y la mano de Sara se alzó nuevamente─ ¿Sí?

─A Emil. Me da mucho gusto que vencieras a mi hermano. Se lo merecía.

─ ¡No fue nada! ─exclamó con entusiasmo el muchacho.

La expresión herida de Michelle resultó muy cómica y la clase echó a reír. Viktor reprimió una carcajada a duras penas.

─Mickey y Emil, de verdad espero que tomen en cuenta las sugerencias que les dieron, y que algunos de ustedes dejen de ser tan tercos y necios...─murmuró, desviando la mirada cuando Mickey pasó frente a él para regresar a su lugar─Yuuri, Jean, son los siguientes.

Un coro de aplausos y ovaciones se sucedieron en cuanto el príncipe de puso de pie. Por el contrario, Yuuri fue cruelmente abucheado. Mientras Leroy se regodeaba en la atención que recibía, el de lentes se encogió sobre sí mismo, evidenciando su incomodidad. Viktor no iba a dejarlo pasar y se disponía a intervenir, pero JJ se le adelantó. Éste realizó un ademán que en combinación con una sonrisa confiada, calmaron a los alborotadores.

─En lo personal, creo que mi desempeño fue bastante bueno. Mi técnica es precisa, producto de años de entrenamiento, sin duda.

JJ fue el primero en hablar, lo que no sorprendió a nadie. Viktor reprimió el impulso de rodar los ojos para externar su fastidio. Si algo distinguía a Leroy, era su capacidad para exasperarlo.

─La clave es saber cuál es la manera adecuada de empuñar una espada ya que varía según el tipo. Y también, que tanta fuerza aplicar en cada golpe. Eso sin mencionar que hay que ser consciente de los puntos fuertes y debilidades propios y elegir correctamente un arma que nos permita o compensar las debilidades o maximizar las fortalezas. Por ejemplo, el caso del estoque me permite aprovechar mi agilidad natural para que me sea más fácil esquivar...

─¡Muy bien! Fue una presentación muy ilustrativa─interrumpió Viktor. Ya sabía que JJ era capaz de pasar horas hablando de sí mismo─¿Quisieras agregar algo, Yuuri?

─Pues... creo que es justo como dice el príncipe Leroy. Al usar una espada de dos manos, eso limitó mi velocidad aunque incrementó mi fuerza. La verdad, creo que tuve suerte y el factor sorpresa estuvo de mi lado. Si él hubiera estado más familiarizado con mi estilo de pelea, el combate habría terminado de otra forma.

Al lado de Yuuri, JJ apretó un puño con fuerza. Viktor les cedió la palabra al resto de los presentes y los siguientes minutos transcurrieron entre él mediando entre los seguidores de Leroy, que argumentaban la victoria de Yuuri fue injusta, y apaciguar a Michelle Crispino, a quien no le pareció que su hermana tomara partido por Katsuki.

─Fue una práctica justa, ambos estaban muy bien balanceados. Uno, por el exceso de confianza y el otro, por la falta de ella─pronunció Otabek Altin, y su inesperada participación tomó desprevenidos a los otros─Espero tener la oportunidad de enfrentarme a Katsuki en el próximo entrenamiento, y que me dé una buena batalla.

─Se... ¡Será un honor! ─balbuceó Yuuri, obteniendo risas de sus compañeros. JJ chasqueó la lengua y desvió la mirada.

Afortunadamente, ningún otro altercado sucedió y la clase terminó sin más inconvenientes. Yuuri fingió entretenerse acomodando sus libros el tiempo suficiente como para que los demás se le adelantaran. Una vez que verificó no había nadie más en el aula salvo él y el profesor, tomó aire para armarse y valor y se aproximó lentamente a Viktor.

Por unos instantes, los dos únicamente pudieron contemplarse en silencio. Su discusión previa continuaba fresca en sus mentes y ninguno tenía deseos de repetirla.

─Disculpe, profesor...

─Viktor─lo interrumpió con suavidad, ocasionando que se sobresaltara─Los alumnos me llaman por mi nombre. Suelen reservar el "profesor" o "maestro" para cuando se trata de algo serio, por lo general para pedirme un favor. Así que, tutéame. A menos que necesites algo.

─Oh, no. Quería disculparme por... lo que ocurrió antes─hizo una pausa y Viktor asintió para indicarle que sabía a qué se refería─Aquí eres mi profesor, mi superior y como tal te debo respeto. Mi comportamiento fue inapropiado, exploté contigo y no estuvo bien. No tenías manera de saber que yo desconocía quién era Minako en realidad y estabas en lo cierto acerca de la invitación. Nunca te la enseñé, obviamente ibas a desconfiar de mí. Así que... lo lamento.

Yuuri terminó realizando una reverencia. Viktor estaba más que perplejo. Esa disculpa genuina lo tomó completamente desprevenido. Yuuri se le había adelantado, demostrando una vez más que se trataba de un joven honesto y noble.

─Yo también lo siento. Hablé sin pensar, es algo que me pasa muy seguido─expresó con humor y su comentario le arrancó una sonrisa a Yuuri, lo que le emocionó─Si algo de lo que te dije te ocasionó algún problema...

─¡No, no, no! ¡Descuida! Todo está bien, en serio─Viktor arqueó una ceja en señal de incredulidad─Créeme. Lo tengo todo bajo control. Además, no estoy solo.

─En efecto, no lo estás. Te lo dije durante nuestro viaje. Al salvarte la vida, soy responsable de tu seguridad. Aún si no me siento cómodo revelando lo que sucedió, eso no significa que quiera dejarte a tu suerte, al contrario─dio un paso tentativo hacia Yuuri y le ofreció su mano─ Si estás dispuesto a perdonarme por haber sido tan insensible y exponerte así, podríamos ser algo más que maestro y alumno, tal vez... ¿amigos?

Fue el turno de Yuuri para mostrarse sorprendido, y porque no, ilusionado. Su rostro se iluminó y no vaciló para estrechar la mano del de cabellos plateados. De pronto sentía como si acabara de quitarse un enorme peso de encima.

─¿Se puede saber qué pretendías ahí dentro?

El gusto le duró hasta que salió del salón y se topó con Leroy, quien para variar no estaba acompañado de su séquito. El príncipe lucía bastante irritado sin que Yuuri pudiera explicarse la razón.

─"Creo que tuve suerte" "El combate habría terminado de otra forma" ─repitió en una pobre imitación de la voz de Yuuri─¿De verdad? ¿Te estabas burlando de mí?

─No sé a qué te refieres. Si algo de lo que dije te ofendió, te juro que no fue mi intención...

─¿Tan siquiera me tomaste en serio o sólo querías restregarme en la cara que no soy digno de ser alumno de Okukawa?

Yuuri soltó un respingo, desconcertado por el cuestionamiento tan ilógico. ¿Por qué de pronto le mencionaba a Minako? Un nudo se formó en su garganta y se llevó una mano a la cabeza. Se sentía aturdido y muy, muy confundido; especialmente porque al hacer memoria, recordó que escuchó la voz de su maestra aconsejándolo durante su pelea.

─¿Nos... hemos visto antes?

JJ dejó escapar una carcajada despectiva y avanzó hacia él sin quitarle la mirada de encima. Yuuri se encogió sobre sí mismo, asustado de que fuera a golpearlo o algo peor.

─Esta es la segunda y la última vez que me derrotas. No pienso volver a perder ante ti, así que prepárate.

Tras lo cual se dio la media vuelta y se marchó. Yuuri inhaló ruidosamente, ni siquiera se había dado cuenta de que contenía la respiración y requirió apoyarse contra la pared para seguir de pie. Las piernas le temblaban, el corazón le latía con fuerza y la cabeza le dolía.

¿Qué rayos acababa de pasar?

____________________________________________________________

NOTAS FINALES:

Estoy teniendo un ataque de inspiración inesperado con esta historia en particular, así que estoy tratando de aprovecharlo lo más que se pueda para escribir y avanzar porque créanme que aún queda mucho por descubrir. Por favor, sigan dejando sus teorías, adoro leerlas como no tienen una idea!!!!

¿Algo que quieran comentar?

De Otabek -->

De JJ -->

De Phichit y sus extraordinarias capacidades deductivas -->

Si leyeron hasta aquí, muchas gracias!!!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro