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Seok Jin se encontraba viendo el vídeo de seguridad que tenía la memoria que ese tipo de nombre "Shownu" le había arrojado, sus puños estaban demasiado apretados, al igual que sus dientes mientras observaba la cinta. TaeHyung estaba a su lado con una mano en su muslo, intentando calmarlo con feromonas desprendidas y arrojadas en su dirección, las cuales aspiraba levemente y de forma entrecortada para no tener un ataque de ira que quería simplemente brotar de él.

Estaba seguro que incluso sus garras clavadas en las palmas de su mano dejarían una herida horrible. Pero esto explicaba porque no había encontrado videos de seguridad sobre aquella noche en la que se había transformado por primera vez.

Seok Jin había buscado videos de seguridad tanto en su edificio como cerca de su calle y cerca del señor Min. Alguna prueba que dejara ver qué era, como era y si realmente se había transformado aquella noche. Pero no había encontrado prueba alguna, porque si alguien viera aquellas cintas de seguridad que planeaba encontrar, se desataría el caos y el terror al salir a la luz que existía una bestia del tamaño del que Seok Jin era.
Pero había desistido cuando no había encontrado nada, incluso no había querido siquiera tocar el tema con TaeHyung o con Min, si no había prueba alguna no debería de preocuparlos.

Pero la prueba estaba, la tenían los rebeldes en su poder y le habían entregado una copia a Seok Jin.

Eso era lo que la memoria contenía, la primera transformación de Seok Jin, aquella noche que había huido de la presencia de TaeHyung luego de enterarse que había perdido a su hijo. Todo ese trayecto de Seok Jin saliendo del apartamento y transformándose sin éxito las primera tres veces, a través de callejones oscuros y sonidos de una bestia infernal que provenían de él. Finalmente en otros ángulos se veía como un simple ser humano, se convertía en una bestia que podía pasar a ser la nueva pesadilla de todos en Bucheon.

En Bucheon y en el mundo.

Seok Jin estaba tan sorprendido de verse como asqueado al mismo tiempo.

—Hey —TaeHyung tomaba su rostro y sus ojos eran un refulgente celeste cielo. Tan hermoso y pacífico. Seok Jin quería ahogarse en ellos—. ¿Podrías no afligirte sobre lo que eres? —suplicaba con dulzura.

Seok Jin parpadeaba atónito, cierto. La sutil marca en la glándula de TaeHyung los tenía más conectados.

Seok Jin suspiraba y apretaba sus ojos, su rostro estaba acunado entre las grandes manos de su hermoso Omega y cuando dejaba caer su cabeza, TaeHyung besaba su frente.

—Sabrás que hacer —susurraba.

Seok Jin lo miraba unos momentos y negaba—. No, realmente no sé que hacer. Ellos están chantajeándome para que este de su lado —añadía con cólera—. Pretenden salvarse de sus crímenes a costa mía. Pretenden que interceda por ellos alegando que cada hombre, mujer y niño fue secuestrado para reencontrar su verdadera naturaleza. Es una locura —susurraba—. Y si no lo hago, seré pintado como el mayor enemigo en la historia, porque el hecho de que puedan ser estas bestias de cuatro patas es gracias a mi jodida existencia y en cierta forma, sí, soy jodidamente culpable. No salgo bien parado, ni de una forma, ni de otra ¿Entiendes eso? Y soy una bestia, soy esa bestia —decía señalando la pantalla de su laptop.

TaeHyung pasaba el nudo en su garganta y luego veía como tres hombres aparecían frente a Seok Jin en el vídeo.

— ¿Quienes son? —su ceño se fruncía intentando ver cómo tres hombre se acercaban a Seok Jin en ese modo bestia—. Oh, es el tipo del estacionamiento y ... —TaeHyung contenía el aliento.

Odiaba como todo su cuerpo se tensionaba ante la imagen de Ho-Seok.

— ¿Qué carajos? —Seok Jon se inclinaba y debido a que el vídeo no tenía suficiente audio desde esa distancia, veía como comenzaba, él en modo bestia, a tirar manotazos en dirección a los hombres.

Ante la vista y presencia inocente y no tan informativa sobre los presentes, Seok Jin parecía una bestia sacada de quicio y atacando a simples civiles que estaban "al parecer" luchando por su vida ante esta terrorífica bestia. Y para los ojos ajenos, Seok Jin era la amenaza.

El corazón del alfa palpitaba con locura y se confirmaba que esa noche, parte de la sangre que tenía no era solo suya. Una de sus garras había impactado en la costilla del tal "Shownu". La sangre de Seok Jin se helaba al verlo atacar a un simple humano, al menos en ese instante no era una bestia de cuatro patas.

— ¿Te están provocando? —susurraba TaeHyung.

Seok Jin fruncía el ceño—. No hay forma de corroborar eso. Solo se ve una bestia amenazante atacando a civiles —decía el alfa, sin querer verse más tiempo.

Él estaba a punto de cortar con el vídeo, pero TaeHyung no le permitía.

—Te están provocando —repetía TaeHyung con cólera—. Tú no los atacaste. No tenías un motivo hasta que comenzaron a provocarte. Estoy seguro.

—Puede ser una escena totalmente manipulable y entre civiles y una bestia, tengo las de perder.

TaeHyung fruncía su ceño y lo miraba fijamente—. Tú no eres una bestia. Eres simplemente sublime y magnífico, no te permito que te llames tan despectivamente. Ellos son las bestias. Ellos comenzaron con esto a través de privar a omegas y niños de su libertad. Lavaron sus cabezas y ahora pretenden ser escuchados y excusados. De ninguna jodida forma, estoy seguro que hay inocentes entre ellos, pero los líderes... Ellos no lo son. Y estos de aquí son ahora el rostro, pero los pioneros fueron otros. Hay que ir por los primeros culpables y ahora sus sucesores. El resto de la gente puede seguirte a ti y volver a introducirse en la comunidad —exclamaba con seguridad.

Dios, Seok Jin lo amaba.

—Te amo demasiado —susurraba el alfa, acariciando el rostro de TaeHyung—. Pero no puedo ver esperanzas para mí en esto y tienes que prepararte para eso.

TaeHyung sentía sus ojos arder y negaba con su cabeza—. No, tú no vas a pagar el precio de esto —el Omega se ponía de pie indignado para seguir despotricando un poco más de su cólera, pero el vídeo terminaba con un mensaje final para Seok Jin que volvía a captar la atención de ambos.

"Eres un peligro, arcano. Pero si nos redimes de nuestros pecados y entiendes que sólo le abrimos los ojos a un puñado de nuestra gente. Estaremos parados en la línea de batalla contigo y no contra ti. Esperamos que tomes la decisión correcta".

Los rostros nuevamente no eran visibles y el vídeo terminaba con esa figura masculina a la que Seok Jin ya le había puesto rostro.

Shownu.

—Habla con Marshall —susurraba TaeHyung detrás de él.

Seok Jin cerraba su laptop y se ponía de pie, ahora, intentando ser él quien mantuviera la calma por los dos.

— Relájate.

—No me pidas que me relaje cuando la única opción que ves es a ti siendo condenado por quién eres —añadía TaeHyung con furia.

—Marshall es la última persona que estaría de mi lado.

—Oh, deja el jodido orgullo —añadía TaeHyung acercándose a él—. El tipo sólo tiene envidia, pero créeme que así como te he seguido el paso, lo he hecho con todos los alfas del concilió y él no es tan diferente a ti, Jin. Sólo tienen que confiar el uno en el otro.

—Él no confía en mí, Tae.

—Está viniendo para ver tu potencial. Usa bien tus cartas, dale lo que quiere. Él no planea conquistar al mundo. Es uno de los alfas más poderosos de la actualidad, haz que sea de tu equipo y que pruebe y vea de lo que eres capaz. Con Nathan Marshall de tu lado, ya tienes al ejército más grande para calmar a los rebeldes, házle sentir lo poderoso que puede llegar a ser contigo

—No creo poder hacerlo realmente, San fue un trabajo fácil porque el tipo me adora, estaba predispuesto. Dudo que con unas palabras pueda con alguien como Marshall

—Puedes. Ni siquiera necesitas usar un nombre para ordenar a otro que camine en cuatro patas —decía TaeHyung con una risa incrédula.

— ¿De qué hablas? —decía Seok Jin sólo un poco perdido y sobrepasado de todo.

TaeHyung se encogia de hombros—. Algo salvaje dentro de mí quiso salir cuando le ordenaste a San que se transformará. Se calmó cuando dijiste el nombre del chico, pero... Si no lo hubieras hecho, eso hubiera sido algo interesante para ver y creo que el resto también lo sintió, Jin —susurraba mirando directamente a los ojos de su alfa.

TaeHyung suspiraba y rascaba su nuca—. Deja de pensar en esto por hoy. Luego muestraselo a tu padre y aprovecha la oportunidad de tener a Marshall aquí en unas cuantas horas.

Seok Jin negaba con su cabeza—. Mi padre tendrá un jodido ataque si ve lo que soy —susurraba—. Yo tengo que jugar bien mis cartas

—Sí. Tienes que hacerlo —añadía TaeHyung, tomando sus manos para entrelazar sus dedos—. Pero ocultar quien eres a aquellos que te sirve tener de tu lado es simplemente un error estúpido que puedes evitar y lo sabes.

Seok Jin aspiraba con fuerza en el proceso en que sus dientes se apretaban, luego suspiraba y juntaba su frente a la de TaeHyung. Las feromonas del omega volaban a su alrededor con ese aroma a arándanos extra dulce y algo más que, le daban la paz entre tanto caos que estaba sucediendo y que se pondría peor.

—No sé que haría sin ti —susurraba.

TaeHyung sonreía y abría sus ojos para verlo—. Estrellarte y arder —decía con dulzura. Luego su nariz acariciaba la de Seok Jin y su boca buscaba la ajena.

Por supuesto era inmediatamente bienvenido a un beso que comenzaba dulce y luego ambos decidían profundizarlo. TaeHyung abría su boca y no luchaba con su lengua por gobernar sobre su alfa. Él dejaba que las frustraciones del mismo fueran derramadas en ese beso apasionado. Labios con labios restregandose, elevando la presión sanguínea de TaeHyung, buscando más cercanía mientras gemía en esa boca de ensueño. Seok Jin le permitía subirse a sus piernas. Él también necesitaba del calor de su Omega.

Y estresarse más de la cuenta, no solucionaría nada. TaeHyung tenía razón y él debía de jugar bien sus cartas.

El padre de Seok Jin estaba demasiado ansioso, caminando de un lado a otro esperando por su hijo en su oficina luego de haber sido anunciado por Do-San esa tarde. Seok Jin no se escuchaba amigable en el llamado que le había dado horas antes y sabía que había sido un error no informarles con más tiempo respecto a la presentación, pero Seok Jin había estado lidiando con sus propios problemas que, sumar la presentación de los Kim de nuevo al clan, sería solo información un poco inútil.

La puerta de su oficina se abría repentinamente y él lo sabía—. ¿Qué tal decirle a tu hijo de la jodida presentación y reintegración de los Kim a la manada otra vez?

Gon suspiraba y tomaba asiento, mejor dicho, caía sobre su silla de cuero.

—Lo siento. Sé que obré mal —añadía—, pero en mi defensa, no quería cargarte de cosas y pensé que quizás Tae-Eul le diría a TaeHyung, pero supongo que estaba ocupada con los comienzo de clase de YeonJun —su padre volvía a suspirar sonoramente.

Seok Jin apretaba sus dientes y negaba. Sentándose frente a su padre, desabotonaba un botón de su traje negro que llevaba ese día.

— ¿Cómo has estado? Quiero saber antes de que empieces a sermonearme —soltaba el alfa a cargo.

Seok Jin suspiraba, su padre se comportaba muy diferente desde que lo había visto con sus ojos rojos carmesí. Descontrolado y siendo atemorizante. No sabía que podía esperar cuando viera la cinta.

—No estoy aquí para sermonearte —añadía el alfa puro.

— ¿Ah no? —cuestionaba su padre. Seok Jin negaba con su cabeza y sacaba del bolsillo interno de su traje, la memoria—. ¿Qué es eso?

Los dientes del alfa se apretaban—. Un vídeo que estuve buscando y necesito mostrarte.

— ¿Vídeo? —su padre fruncía el ceño—. Hijo, podrías haberlo enviado por email

—No quiero esto dando vueltas por internet —añadía gravemente.

Gon Huan aspiraba con fuerza—. Dios. Muéstrame y de paso prueba esta silla para saber si te servirá en un futuro cercano —pedía levantándose de la misma. 

El alfa puro obedecía, pero suspiraba mirando seriamente a su padre—. No sé si en un futuro esta será mi oficina —añadía con voz grave y baja.

Su padre no podía estar más confundido y preocupado—. ¿Por qué dices algo así, hijo?

Seok Jin tomaba asiento allí mientras conectaba la memoria a su computadora—. Lo que estás a punto de ver es algo que pone en peligro mi propia existencia y también podría traumarte un poco —susurraba sin fuerzas y sin mirarlo a los ojos.

Y pese a que Gon había reaccionado totalmente panickeado respecto a Seok Jin, sus ojos, su voz y algunas mínimas garras, él amaba a su hijo. Con todas las discusiones que tuvieron en el pasado, su amor quizás podría ser puesto en duda, pero no podían estar más equivocados, amaba demasiado a Seok Jin. Tanto que incluso desear que fuera el mejor de lo mejor, había logrado que se distanciaran, eso y su incredulidad a un mundo que hace rato no podía negar. Pero había tiempo para demostrarle a Seok Jin que estaba aquí para apoyarlo a traves de fuego y agua.

—Jin, soy tu padre. No importa que haya ahí, no va a ser que te ame menos o que te tema más.

Seok Jin hacía una mueca, las palabras de su padre eran increíblemente alentadoras y no sabía que necesitaba tanto oirlas, aún así, su pulso se aceleraba cuando buscaba el archivo y lo abría. Gon veía la grabación de la cámara de seguridad y no tardaba en reconocer que era el barrio donde se hallaba el apartamento de Seok Jin. Bueno, de Seok Jin y TaeHyung ahora, pero no podía evitar saltar un paso hacia atrás cuando veía a su propio hijo salir furioso y luego descomponerse a mitad de camino para rasgar su piel y comenzar a cambiar.

Seok Jin había visto de reojo la reacción y su corazón galopaba. No estaba seguro que pensaría su padre al finalizar la cinta, pero esperaba con todas sus fuerzas y anhelo que sus palabras no vacilaran. Cuando la transformación comenzaba Gon estaba perplejo y su aroma estaba entre sorprendido y sólo un poco atemorizado.

—Hijo...

—Sí —sentenciaba Seok Jin—. Mi lobo interior no es tan interior desde esa noche —aspiraba fuertemente—. He estado inestable desde entonces y no es lo mismo ver unas garras y ojos rojos a verme-... Así.

El padre de Seok Jin se inclinaba sobe su hombro y veía el vídeo. El rostro de Seok Jin con esas características de bestia sin perder parte de sus rasgos, era tan aterrador como exótico. Su cuerpo era inmenso, había vello allí que se entremezclaba con la piel de Seok Jin, la figura seguía siendo masculina, pero en proporciones gigantescas y sus ojos rojos eran tan llamativos como todo de él.

—Mi propio hijo cerrándome la boca sobre todo lo que creía imposible y demente —su voz sonaba divertida y apagada—. Entiendo que hayas pasado tanto tiempo con Min.

Seok Jin suspiraba—. Sigues siendo mi padre —añadía con seriedad. El mismo lo miraba y apretaba el hombro de Seok Jin con suavidad.

Ambos se miraban un momento y luego la cinta pasaba con el silencio de Kim Gon, hasta que llegaba a la parte en la que era provocado, según la teoría indiscutible de TaeHyung y se preguntaba si su padre sacaría las mismas conclusiones.

— ¿Te están atacando? —preguntaba con ceño fruncido, más cerca de la pantalla—. Te están atacando ¿Quienes son? Si te vieron no van a tardar en crear miedo y paranoia.

Su padre tenía su puño apretado junto con sus dientes, su aroma a irritación, impotencia y tanta ira llegaba a Seok Jin en oleadas.

— Son parte de los rebeldes —respondía Seok Jin—. ¿Creés que me están atacando porque no piensas que soy capaz de dañar a alguien o...?

—No eres capaz de dañar ni a una mosca —aseguraba Huan, pero luego retrocedía la cinta—. Aquí —señalaba una vidriera de un negocio abandonado—. El reflejo del tercer hombre que desaparece del vídeo, se ve justo aquí. Está en posición de ataque y es quien se encarga de arrojarte el primer golpe que no vemos desde esta perspectiva y que lo hace parecer como si te abalanzaras sobre el que está adelante tuyo quien finalmente aprovecha eso para lanzar el primer golpe y luego lo estás atacando, pero tú no iniciaste nada. Aparte debería haber sonido, todas las cámaras en esta zona tiene un excelente sonido y aquí es pésimo. La vista también pareciera ser que está cortada, debería de ser panorámica y acordé a los movimientos, lo quitaron para hacerte ver cómo una bestia peligrosa.

Seok Jin aspiraba con fuerza—. Sigo siendo la bestia de todas formas

—Pero no peligrosa, al menos no sin que te provoquen. Eres puro instinto en esa forma y algo increíble de ver. Estoy seguro que hay forma de recuperar el vídeo con sonido original.

— ¿Puedes hacer eso? —preguntaba Seok Jin sorprendido.

Gon asentía—. Será complicado y caro, pero puedo conseguirlo. Tengo buenos hackers trabajando conmigo

—Conozco uno muy bueno —decía el alfa puro, refiriéndose a San, con quién tenía una cita para continuar con sus entrenamientos—. Es muy bueno.

— ¿Y crees que él nos cobrará muy caro? Porque necesitará entrar al sistema y servidores de Bucheon, no es algo que me salga barato porque está muy bien protegido. Sin un interés personal, nadie lo haría gratis —añadía su padre.

Seok Jin sacaba su móvil en busca del número del chico—. Oh, él lo hará —añadía con seguridad—. Es de los nuestros.

TaeHyung estaba de salida luego de su turno, pero era interceptado por Jo Ji Moon repentinamente.

—Tae... Felicitaciones —decía repentinamente.

TaeHyung palidecía ¿Felicitaciones? ¿Por qué carajos lo estaba felicitando? Sus resultados se habían retrasado, pero aún así, había decidido con Seok Jin no decir absolutamente nada al respecto por seguridad. ¿Acaso su aroma de Omega en cinta ya era demasiado obvio? Él había comenzado con los supresores.

«Carajo»

TaeHyung sudaba frío—. ¿Felicitaciones por qué? —decía con un nudo en la garganta.

Su pulso se aceleraba y su corazón se agitaba. A la distancia veía a SuHo con caminata decisiva hacia él, ceño fruncido y mirada fija conectada a la suya y le costaba respirar.

— ¿Por la reintegración oficial que tendrá tu familia mañana en la noche y la presentación de tu pequeño hermano? —cuestionaba como algo obvio.

— ¿TaeHyung? —la voz de SuHo hacía girar al doctor Joo, quien alzaba sus cejas y lo miraba confundido—. ¿Sucede algo?

Ji Moon fruncía el ceño y volvía su vista a TaeHyung—. ¿Tienes guardaespalda? —preguntaba con sorna mal fingida.

—Soy el chófer. El señor Kim me mandó a buscarlo —decía SuHo, el tipo tenía sus líneas bien aprendidas.

TaeHyung finalmente se sentía más relajado, aunque era el eufemismo del año. Por poco y tenía un ataque de pánico creyendo que las felicitaciones de este tipo se referían a la nueva vida creciendo en su vientre y eso sólo le confirmaba que TaeHyung no deseaba que nadie supiera al respecto. No podía confiar en nadie fuera de su circulo y mucho menos en Jo Jin Moon que, desde un inicio le daba escalofríos.

—Tengo que irme y gracias. Supongo que lo veré mañana en el evento —decía intentando controlar su respiración.

—Por supuesto —afirmaba—. Te veré allí. Supongo que serás presentado como el Omega del futuro alfa fe Bucheon ¿no? Todos sabrán de ti ahora.

TaeHyung sentía su boca seca, seguía sin gustarle la mueca de personaje malvado que este tipo tenía constantemente pintada en su rostro.

—TaeHyung, estamos retrasados —decía SuHo con firmeza, pero sin quitar los ojos de Joo Ji Moon. El tipo estaba entrenado para no vacilar ni bajar la vista si fuera necesario.

—No te retraso más. Los veré mañana —decía inclinándose levemente y saliendo de la vista de TaeHyung y SuHo.

Cuando su guardaespaldas lo miraba fijo, TaeHyung comenzaba a caminar a toda velocidad.

— ¿Te dijo algo? —preguntaba este de inmediato.

TaeHyung sacudía si cabeza intentando calmar su pulso y respiración—. Sólo-... Sólo me asusté y me adelanté a los hechos, nada más. ¿Por qué siquiera apareciste tan de repente? No es que me ofenda —decía suspirando al llegar al auto.

SuHo abría la puerta para él, pese a que TaeHyung lo había detestado desde un inicio, inconscientemente se había acostumbrado.

—Tú me llamaste. Presionaste la muñequera —decía señalando la misma.

Claro, dios. TaeHyung tenía esa muñequera como un accesorio más que había olvidado incluso su uso, pero su subconsciente no había olvidado su peso allí. Cada vez que TaeHyung la presionaba, SuHo aparecía de inmediato.

—Gracias por acudir rápido, SuHo —añadía.

El otro hombre asentía y sostenía la puerta de TaeHyung mientras el Omega entraba y se sentaba para suspirar sonoramente. Cuando la puerta se abría y cerraba para tener a SuHo dentro, el teléfono del Omega sonaba con el tono de llamada de su madre y el sonido repentinamente rimbobante lo había hecho saltar en el asiento.

—Carajo —decía entre dientes—. ¿Eomma?

—Hyung —la pequeña voz de YeonJun venía del otro lado de la línea.

—Junnie —el Omega dulcificaba su voz de inmediato—. ¿Cómo te ha ido en ese primer día de clases? —preguntaba con una sonrisa tranquila.

Escuchar o ver a su pequeño hermano siempre sería una caricia al alma.

— ¿Puedes venir un momento a casa? —su voz sonaba más pequeña que de costumbre.

— ¿Ocurrió algo? —preguntaba mientras tocaba el hombro de SuHo quien ya había arrancado el auto para salir del estacionamiento del hospital—. Por supuesto que iré un momento a casa.

El otro hombre entendía y cambiaba de ruta.

—Bien, quiero verte y preguntarte unas cosas —añadía suavemente.

— ¿Está todo bien en casa? También quiero verte —decía con una sonrisa—. ¿Debo preocuparme, cariño?

TaeHyung tocaba su pecho y su hermano tarareaba una negativa—. Sólo ven a verme un momento antes de ir a casa de Seok Jin Hyung —pedía sin añadir nada más.

TaeHyung suspiraba—. De acuerdo, iré a verte. Avisale a mamá que en treinta minutos estaré ahí. Te amo, enano.

—Y yo a ti, Tete —decía la pequeña voz despidiéndose.

El Omega suspiraba una vez más, no estaría tranquillo hasta llegar y ver a su hermano, pero antes tenía que notificar a Seok Jin, teniendo la esperanza de que el alfa no estuviera fuera de sus cinco sentidos y pudiera atender el teléfono.

— Amor, iba a llamarte —la voz de Seok Jin era un tranquilízate instantáneo que envolvía a TaeHyung en una nube.

—Ah, amo tu voz —susurraba TaeHyung, apretando sus ojos y deseando estar allí con su alfa.

—Sucedió algo —afirmaba, no cuestionaba.

TaeHyung sonreía—. Nada serio realmente —suspiraba en el proceso—. Quería avisarte que iré a ver a YeonJun un momento antes de aterrizar en casa —exclamaba.

"Casa" era perfecto independientemente de todo lo sucedido, él ya compartía un hogar con el amor de su vida. Su alfa.  Su todo.

—Oh, claro. Sí —decía Seok Jin suspirando de la misma manera.

— ¿Todo bien en ese entrenamiento? —preguntaba, queriendo escuchar más de esa profunda voz.

Seok Jin suspiraba—. Hubo cambios —decía—. Aún estoy con mi padre.

TaeHyung parpadeaba—. ¿Todo bien, amor?

—No quiero hablar de esto por teléfono, pero no te preocupes, en cuanto vaya por ti, te lo haré saber ¿De acuerdo?

TaeHyung se sentía un poco tenso nuevamente, pero no añadía nada a las palabras de Seok Jin, tendría que esperar hasta verlo en casa—. De acuerdo, entonces. Te veré más tarde

—Te amo —añadía el alfa—. Salúdame a tu madre y a YeonJun

—Saludame a tu padre y al mío —decia sonriendo—. Y lo haré, te amo más —susurraba con una sonrisa casi forzada.

No saber que sucedía entre Seok Jin y su padre para que fuera motivo suficiente de suspender un entrenamiento, lo llenaba de ansiedad, pero no había de otra que esperar. Así que SuHo lo miraba una última vez por si deseaba cambiar su viaje, pero confirmaba el destino a casa de sus padres.

Una hora más tarde sentado en la cama de un YeonJun que jugaba videojuegos y lo ignoraba luego de una gran bienvenida, no había dicho mucho, pero había arrastrado a TaeHyung a su habitación.
El Omega ya conocía este patrón y el niño se encontraba ansioso con ganas de hablar de algo que consideraba serio para sus diez años.

Así que TaeHyung era paciente mientras acariciaba su cabello y no decía nada, simplemente esperando. Pero se encontraba demasiado ansioso teniendo que tolerar la espera hasta saber que había sucedido con Seok Jin y ahora también su pequeño hermano lo hacía esperar.

«Esto no es bueno para el bizcocho en crecimiento. Saldrá histérico»

—Los primeros días de clases pueden estar llenos de incertidumbre. Algunos son buenos, otros más o menos —comenzaba como quien no quiere la cosa mientras los dedos de YeonJun presionaba el joystick con más fuerza y rapidez—. Apenas recuerdo mi primer día de clases, no conocía a nadie excepto a Seok Jin y era tan callado e introvertido que era lo mismo que la nada.

Dios, que Seok Jin no oyera eso.

—Pero luego mejoró. Me parecía aburrido y mucha tarea —continuaba quejándose—. Pero la comida era la mejor par-...

—Un niño me hace sentir raro —decía YeonJun.

TaeHyung abría sus ojos y miraba la cabeza del niño, aún seguía concentrado en su juego.

— ¿Te están molestando? —decía de inmediato—. ¿Sabés? Que seas un Omega, no sigfica que tengas que dejar que te molesten. En la escuela, yo defendía a Seok Jin y-...

—Él no me hizo nada —decía el niño con congoja y pausando el juego.

TaeHyung relamía sus labios y sentía el aroma que YeonJun emanaba. Había tristeza. Así que se sentaba más erguido y buscaba el rostro del niño. Él lo levantaba por su mentón, pero YeonJun seguía esquivando sus ojos.

—Oye, no puedo ayudarte si no me especificas que te sucedió ¿Me llamaste para hablar, no? —decía acariciando las mejillas del niño con su pulgar, este asentía, aún no lo miraba—. Ya sabes que puedes confiar en mí y no le diré a mamá a menos que sea estrictamente necesario ¿Cierto?

—Hmpm... —tarareaba el niño con dulzura.

— ¿Qué pasó? Si él no te molestó ¿Por qué te hace sentir raro? ¿Qué sientes? —decía con dulzura y emanando su aroma suave a arándanos para consolarlo y calmarlo.

A pesar de la casta de YeonJun, estaba más que familiarizado con el aroma Omega de su hermano. Muy pocas veces había buscado consuelo en su padre alfa a pesar de haberse presentado a temprana edad, le gustaba más el aroma de TaeHyung y esconderse en su cuello.

Pero esta vez el niño arrugaba su nariz y frotaba la misma—. No... —decía con suavidad.

TaeHyung se enderazaba y dejaba de cubrir la habitación del niño con sus feromonas.

— ¿Junnie? —susurraba viendo el rostro del niño, sus mejillas estaban rojas—. Si no hablas conmigo no puedo ayudarte

—Me hace sentir raro y con mucho calor y mi estómago tiembla todo el tiempo —decía cabizbajo y jugando con sus dedos—. Él huele a chocolate, es intenso. Es muy rico. Se llama Soobin y me sentí extraño desde la primera vez que nos vimos en la fila.

TaeHyung cubría su boca antes exhalar un suspiro de pura sorpresa.

— ¿Sentiste eso al instante de verlo? —preguntaba. YeonJun asentía aún con su cabeza gacha, su aroma entre avergonzado y acalorado hacían que TaeHyung llevará su mano directamente a la cicatriz de la media marca que no se había finalizado del todo y sonreía con dulzura, su hermano había encontrado a su alfa. Ese que lo amaría y cuidaría más que a su propia vida, mentiría si dijera que no tenía miedo de los patanes allá afuera con respecto a su pequeño hermano, pero no podía evitar sonreír y acariciar la cabeza del niño—. Y dime ¿Él como te trató? ¿Se quedó contigo este primer día o...?

YeonJun resoplaba—. Me mira todo el tiempo, Tete. Es insoportable —se quejaba—. Están dando clases y el idiota me mira a mí

TaeHyung sonreía—. Oye, el vocabulario —reprendía con dulzura—. Y quizás le guste mirarte.

—Pareciera ser que nada es más entretenido que verme la cara y luego cuando quiero hablarle, me da vuelta la cara y se aleja. Es un idiota "agorrante* —decía cruzado de brazos.

Su piel blanca se volvía roja con facilidad, era mucho más pálido que TaeHyung.

—Arrogante

YeonJun levantaba la vista indignado—. ¿Y yo que dije?

—"Agorrante" —respondía intentando no reír.

—Aish, bueno. Cómo sea, es lo que es.

—Bueno, quizás sea un poco asocial. Tu eres muy sociable y extrovertido . No todos son así

—Lo entiendo, pero fui amable con él. Me presenté, dije mi nombre, mi casta y como de costumbre esparcí mi aroma a fresas —decía con un puchero—. Él se tapó la nariz y salió sin decir nada —soltaba estresado y confundido—. Y luego en el baño, me lo crucé y lo atrapé ¡Olisqueandome! —el niño era pura irritación—. Luego me mira de lejos y no deja de hacerlo e inevitablemente mi cuerpo esparce mi aroma sin mi consentimiento —decía acongojado abrazándose a sí mismo—. Y luego no me habló en todo el día —exclamaba con voz más baja—. Y no entiendo por qué me molesta eso. Apenas lo conocí hoy y lo más raro fue que al salir me dijo "Adiós, Kim" y su aroma a chocolate fue... Su aroma fue-... —YeonJun tenía los ojos húmedos.

TaeHyung sentía que su corazón se oprimía—. ¿Qué fue? —susurraba sorprendido por toda la información.

YeonJun suspiraba—. Me envolvió de una manera muy bonita y quiero que lo haga de nuevo, pero sé que no va a volver hablarme.

TaeHyung suspiraba y acariciaba la cabeza del niño—. Es el primer día, dale un respiro. Parece introvertido y asocial y creo que le agradas, mucho.

YeonJun fruncía el ceño y lo miraba como si estuviera demente—. ¿Qué no oíste lo que dije?

—Sí te oí, y le agradas y él también te agrada —decía tocando la nariz de YeonJun—. Dale un tiempo, vendrá a ti. Todos los días

—Pffff, solo me mira como un psicópata —decía el niño.

TaeHyung sentía que su hermano había crecido cinco años más en un día de clases y su mano se aferraba a su abdomen. Crecían demasiado rápido.

—Oye ¿Quién es el mayor?

—Tú —añadía YeonJun.

—Entonces dale tiempo, estoy seguro que serán muy unidos.

YeonJun fruncía el ceño—. ¿Cómo tú y Seok Jin Hyung?—susurraba.

—Oh, definitivamente —le susurraba TaeHyung de vuelta.

YeonJun abría sus ojos y estos se tornaba de ese Celeste fluorescente y precioso del que los omegas eran dueños—. ¿Creés que él... Él podría?

TaeHyung no podía simplemente confirmarle que Soobin era su alfa porque  era demasiada ilusión para un niño pequeño y YeonJun era la prueba de que la gente no sabía cómo se sentía encontrar a tu destinado aún, YeonJun tenía todas las señales frente a él, pero solo tenía diez años. La mejor opción era ser simples.

—Oh, él podría. Pero aún eres pequeño para pensar en eso, mejor deja que todo fluya. Los alfas introvertidos son unas cosa peculiar y tendrás que armarte de paciencia ¿De acuerdo?

YeonJun suspiraba, pero con un bonito puchero asentía—. Oh, no le digas a mamá —pedía con ojos de cachorro.

TaeHyung sonreía—. Promesa de meñique —exclamaba levantando el suyo. El niño finalmente sonreía más aliviado y entrelzaba su meñique al de su hermano—. Eso es, ahora dame un abrazo. Todavía eres pequeño, no me prives de tus abrazos aún —decía abriendo los suyos.

YeonJun sonreía y luego de parecer más relajado a causa de la charla, abrazaba a TaeHyung y aspiraba sutilmente su aroma—. Hueles rico y diferente —decía y luego se quedaba viendo la sutil marca—. ¿Así se ve la marca de un alfa? —preguntaba curioso, pasando sus dedos por la zona.

TaeHyung se estremecía—. En realidad, luce peor —susurraba—. La marca no está completa

— ¿Por qué no? —el niño salía de encima de TaeHyung y lo miraba, él no sabía que sería Tío en unos meses. Habían optado por no decirle ya que en ocasiones, los niños son pésimos guardando secretos—. ¿Es por qué aún no se casan? —preguntaba inocentemente.

TaeHyung sonreía—. No, es por cosas de adultos. Pero habrá una marca, la queremos, pero es un paso importante y es algo muy grande, así que estamos esperando el momento adecuado —explicaba con simples palabras para que el niño entendiera.

El mismo rodaba los ojos—. Aish, cosas de adulteros

—Adultos —corregía TaeHyung divertido.

—Bueno, pero se van a casar algún día.

TaeHyung parpadeaba—. Claro, es muy pronto, pero sí —soltaba casi dudoso.

—Pero se aman de hace mucho, no es muy pronto y luego tendrás hijos —decía abriendo sus ojos—. Y ya no seré tu favorito —añadía con puchero.

TaeHyung mordía su labio inferior—. Siempre serás especial para mí —susurraba—. Pero no nos adelantamos aún —decía intentando ocultar el nudo en su garganta.

YeonJun sonreía y volvía a abrazarlo—. Tete será un gran papá —añadía el niño, TaeHyung sonreía con nostalgia y lo abrazaba otro poco. El rostro de YeonJun descansaba en su hombro—. Si eomma no fuera mi mamá, me hubiera gustado ser tu hijo —y TaeHyung sólo podía apretar sus ojos y abrazarlo otro poco más.

Pero su teléfono cortaba el momento, el sonido de la notificación era de SeokJin. Así que ocultaba las pocas lágrimas que habían querido salir y leía el mensaje.

"En una hora voy por ti. Te amo"

— ¡Genial! Tienes una hora para jugar conmigo mientras esperas a Seok Jin Hyung —decía el niño.

TaeHyung suspiraba, le serviría para aplacar el malestar de la tarde, la nostalgia reciente y la ansiedad de saber de Seok Jin.

San suspiraba y tronaba su cuello. Estaba sentado frente al escritorio de Seok Jin con su propia laptop cuando repentinamente alzaba sus brazos y gritaba en victoria.

— ¡Sí! —decía el joven alfa finalmente.

Gon Huan saltaba del susto—. ¿Lo lograste?

—Por supuesto , señor aunque... Me gustaría saber la razón por la cual fue tan costoso entrar a su sistema. Ni la CIA se atrevió a tanto —decía el chico alzando sus cejas.

Seok Jin miraba a su padre seriamente. Este lo miraba y suspiraba cuando los segundos pasaban y notaba que Seok Jin quería una explicación simple—. Hay más videos sobre lobos de los que sabes —exclamaba con una seriedad mortal—. Es posible que los primeros vistazos no hayan sido realmente en Taiwán —decía suavemente.

Seok Jin apretaba sus dientes, no era tiempo de hacer una escena y menos frente a terceros—. Debiste haberme dicho al respecto —susurraba con esa calma que lo caracterizaba.

—Lo hice cuando ya no había forma de ocultarlo. Taiwán no fue tan precavido como nosotros para ocultar esto. Luego solo se salió de las manos y esa misma seguridad te está jugando en contra ahora

—Estaba, tengo el vídeo original —decía San concentrado en la pantalla. Seok Jin y su padre se acercaban al joven hombre para mirar la cinta y efectivamente Gon tenía razón.

La vista panorámica del vídeo mostraba como el tercer hombre que no se veía en el vídeo que le habían dado a Seok Jin en la memoria, le tiraba no solo un golpe sino un golpe seco con una navaja en mano.

—Ho-Seok —susurraba Seok Jin.

Su padre fruncía el ceño—. ¿Lee Ho-Seok? —Seok Jin asentía—. Pero desapareció hace como más de diez años

—Es él. Ya lo confirmé en un vivo que hay en la Dark Web mediante una cicatriz que le dejé en nuestra pelea —respondía secamente—. Bien, de todas formas una bestia contra supuestos humanos, no sigue siendo el mejor panorama.

—Yo creo que eres fantástico y te dije que tienes seguidores que realmente te apoyarían a ti y no a ellos —decía San—. Guardaré esto antes de que alguien pueda obtener algo —decía presionando las teclas y haciendo quien sabía que cosas.

—Eres bueno, chico —decía el alfa mayor—. ¿Estás interesado en un puesto permanente?

San lo miraba y sonreía inocentemente—. Estoy a punto de acabar mi carrera de psicología, señor. Pero muchas gracias —añadía como si nada.

Seok Jin lo miraba y reía, pero eran interrumpidos por golpes en la puerta. Do-San, padre de TaeHyung aparecia con tablet en mano.

— ¿Qué sucede? —preguntaba Seok Jin de inmediato.

—Nathan Marshall estará llegando mañana a Bucheon y confirmó que estará en el evento de presentación y reintegro de mi familia a la manada —añadía con seriedad.

Genial, Nathan Marshall pisando Bucheon, eso realmente estaba sucediendo y como TaeHyung había mencionado, Seok Jin  tenía que jugar bien sus cartas.

—Y no viene sólo con sus hombres... —decía viendo su tablet—. Alguien importante tambien vendrá con él, decía pasando su tablet a Gon Huan.

Seok Jin feuncía el ceño—. ¿Por qué no me lo dijiste? —miraba directamente a su padre.

—Porque es algo que se me envió a último momento —decía mostrándole a su hijo el correo electrónico con toda la información que Kim Gon Huan necesitaba sobre los hombres que estarían pisando Bucheon.

— ¿Eustace Smith? —el alfa puro fruncía su ceño.

San abría enormemente sus ojos—. ¿El científico más conocedor del genoma humano? —Seok Jin, Gon y Do-San lo miraban sorprendidos—. El tipo es mundialmente conocido por saber demasiado sobre hormonas alfas, omegas y betas. Se rumoreaba que era un ermitaño de lo mejor.

—Eso es porque hace varios años no se escucha mucho de él, aunque sus fármacos son los mejores y más vendidos en el mundo —exclamaba el padre de TaeHyung—. Él es el creador de los supresores que salieron hace diez años atrás para evitar que otros se dieran cuenta cuando un Omega estaba en cinta.

Seok Jin parpadeaba sorprendido y suspiraba luego. A este punto rompería su mandíbula por apretarla tanto.

Genial, una visita más que inesperada. Una presentación importante y las habilidades de Seok Jin que se pondrían en juego junto con el vídeo que tenía que usar como un arma a su favor y no en contra.

No había presión, jodidamente para nada, mierda.

Llegué y les repito un spoiler buenardo (creo) por si no leyeron mi anuncio en el tablero. Cuando termine Upsida, les voy a traer otro omegaverse que, estará relacionado a un acontecimiento que ocurrirá en esta historia.

Por lo tanto, no será sobrenatural sino más bien: género romance, pero será del mismo universo que este Jintae💃🏻

Ahora sí. Perdón si hay errores de dedos salvajes que se me pasaron al corregir. Les amigo tantito, les mando abracitos y ya se no va el 2023, la línea maknae al SM, pero estamos a nada de tener a SeokJin de vuelta 😭

Wattpad anda mal y no me deja poner cursivas para diferenciar las líneas de llamado telefónico. Csm

Con amor niñita Nanykoo 💜

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