Ding. Ding. Ding.

Zum.

"Buenos días, señorita Calista Medley. Ahora son las 6:20 de la mañana del 3 de octubre de 2349 en la ciudad de Washington D.C. Buena suerte en su primer día en la Academia Fistborn".

Calista se sorprendió un poco cuando AIDA no mencionó su ciudad natal, pero luego recordó su situación. Ella gimió y se envolvió nuevamente en las mantas. No pudo dormir en absoluto la noche anterior, su estómago lleno de ansiedad y miedo. Prefería esconderse en su dormitorio hasta que terminara el año escolar... si había un período de vacaciones.

Antes de que pudiera mentalizarse para levantarse, de repente salió disparada de la cama, como si fuera un cañón, y aterrizó de espaldas en medio de la habitación.

"¡Ay! ¡Qué fallos, AIDA!"

"Me disculpo. Pero sería perjudicial para su vida como estudiante si se salta el desayuno. ¿Cuál será su orden?"

"Santos Troyanos. Nunca hagas eso". Se frotó el trasero. "No sé, no tengo hambre".

"No se recomienda asistir a clase sin desayunar".

"Ay". Calista se acercó a la ventana y vio que numerosos estudiantes ya caminaban por los senderos. ¿Cómo podrían estar despiertos a esta hora intempestiva?

"Dios, dame fuerzas..." Se estiró, con los párpados pesados. "¿Qué recomendarías para el desayuno?"

"Para humanos, recomiendo las comidas que contengan altos niveles de proteínas y hierro, en particular huevos, frijoles y carnes. También hay opciones no carnívoras".

"Supongo que un omelet, entonces?"

"¿Qué tipo?"

Ella vaciló. "Eh... usted elige. El básico".

"¿Qué le gustaría de bebida?"

Ella dudó, pero pidió lo de siempre. "Café con leche sabor baya vainilla con crema para la terapia de peso". No era asunto de sus compañeros lo que comía. Quería su desayuno, así que lo tendría.

"Muy bien. Por favor, diríjase al Comedor para su comida".

Se vistió con el uniforme de falda y volvió a acercarse a la ventana. La torre de Vigilancia sobre el Salón de Asuntos brillaba con el logo AFB, saludando a los estudiantes desde arriba.

¿Qué estarían haciendo las chicas? Probablemente planeando su próxima transmisión sin ella. Y sin duda, se trataría de ella.

Ella se enderezó, hinchando su pecho. Quería estar en ese centro de atención de la fama toda su vida. ¿No eran los chismes su vida cuando era Socializadora? Ella podía manejarlo.

Sería la última bofetada tanto para los luchadores como para los Socializadores si alguien como ella se uniera al equipo.

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Harrison proyectó su tarjeta de permiso para entrar al ala de mujeres. Caminó por el pasillo hasta la habitación 325.

No sabía cómo sentirse acerca de la chica nueva. Por un lado, era muy bonita y, en general, una buena persona. Por otro... ella realmente no parecía material de pelea.

Todavía sentía que el lugar extra debería haber ido a otra persona. Se sintió inmerecido. Al mismo tiempo, vio esto como una oportunidad para su especie. Si esta chica realmente demostró su valía... aunque era una pequeña posibilidad.

Se detuvo y encontró un grupo de chicas agrupadas frente a la puerta de la nueva estudiante. Una de ellas estaba golpeando botones en un oyente.

"¡Deja de golpearlo tan fuerte, lo romperás!" susurró una estudiante.

"Ya está roto".

"Ejem". Saltaron ante la voz de Harrison, palideciendo cuando lo vieron. Rápidamente se escabulleron, separando al oyente de la puerta.

Rodó los ojos, parándose al frente. "AIDA, dígale a Calista que la estoy esperando afuera".

Pasaron unos momentos. Calista salió pronto, vestida con su uniforme... con una falda. Ella le sonrió a Harrison. "Hola", dijo, moviendo los dedos. Parecía mucho más confiada que ayer.

"Eh, hola". Él le echó un vistazo. "¿Estás lista para el desayuno?"

"Mm-hmm".

Harrison la condujo fuera del pasillo. Más chicas estaban abajo en la sala común, y fueron recibidas con miradas cuando pasaron.

Miró a Calista. El día anterior, parecía rehuir la atención, pero hoy estaba disfrutando con una bonita sonrisa. Era como si su actitud de socializadora se hubiera activado.

Gracias a las Noticias Versus, todos supieron más sobre ella. Solía ​​ser parte de un pequeño canal en el Hub antes de ingresar al Versus. Estaba completamente dedicada a una vida Socializadora, y sus otras tres amigas tenían la misma actitud.

Razón de más para cuestionar por qué fallos estaba aquí.

Trató de alejar los pensamientos. Su propio éxito fue recibido con la misma respuesta. No quería ser hipócrita. Pero era difícil creer que su trayectoria profesional pasó de Socializar a pelear en un abrir y cerrar de ojos.

Entraron a la Estación de Recreación y se dirigieron a la cafetería, que ya estaba bastante llena. La ruidosa charla se calmó un poco cuando entraron. La gente miraba boquiabierta a la chica humana, muchos ojos juzgando su atuendo. Harrison se dio cuenta de que se estaba poniendo nerviosa, pero nunca detuvo su andar confiado o el movimiento de sus caderas como modelo.

"¿Quieres que te ayude a encontrar un asiento?" le preguntó a ella.

"Am..." Miró a su alrededor, sus ojos posándose en las mesas de los estudiantes humanos. "Creo que me sentaré allí".

Él asintió. "Genial. Am... buena suerte en tu primer día. Si no sabes dónde está tu clase, puedes pedirle a AIDA que te guíe".

"Gracias, Harrison".

Observó mientras ella paseaba hacia las mesas de los humanos. Había muchos humanos en Fistborn, pero muy pocos en la escuela Versus, sumando solo unos 200 incluidos él y Calista ahora.

"¿Qué piensas de ella?" Catherine preguntó cuando llegó a su mesa.

Se encogió de hombros. "Es amable".

"Una supermodelo, también", se rio Kalis. "Parecía que estaba en una holo-rela".

"Imagínala luchando en esa cosa", agregó Li Mei. Se rieron.

"Harrison, ¿no eres parcial con ella?" Reilly preguntó casualmente.

"¿Por qué lo sería?" preguntó a la defensiva.

"No así", dijo Elisa. "Por lo general, eres muy acogedor con los nuevos estudiantes. Simplemente pensamos que la tomarías bajo tu ala, eso es todo".

"Apenas la conozco". Empezó a desayunar. "No voy a empezar a entrenarla desde el principio".

"Te gustaría, ¿no?" Los grandes ojos de Delaine parpadearon.

"Solo quiero comer mi desayuno".

"Está bien, dejemos de molestarlo", se rio Catherine.

¿Por qué tenían que asumir que Calista sería su mejor amiga solo porque eran humanos? Además, solo le había dado la bienvenida porque los otros entrenadores 'votaron' en su contra.

Calista tenía que demostrar que era digna de su tiempo si él dedicaba un segundo a enseñarle.