La extraña jornada transcurre con un par de miradas que se cruzan sin un ápice de vergüenza. Con momentos de tensión incalculable cuando sienten que deben estar pegados de algún modo o tocándose en alguna parte porque si no pareciera que lo que sucedió fue un magnífico sueño que, simplemente, podría esfumarse.

Vampiro y medio humano rodeados del afecto que conlleva declararse a corazón abierto.

Una bestia que sintió latir su tieso pecho cuando por siglos se percibió vacío y un medio humano que lo observa con agraciados ocelos. Brillante y estremecida mirada que emana sumo afecto y que hacen que el menor de los no muertos se sienta perfecto... Perfecto ante los ojos de un posible par que lo reclama a pesar de ser él, una terrorífica bestia.

¿Podrá el hado del destino unir dos seres que nacieron a destiempo? ¿Será agraciado el venidero tiempo para subsistir ensimismados uno con el otro? ¿Será que el medio humano dará rienda suelta a su firme deseo siendo el agónico vampiro capaz de, finalmente, transformarlo?

Las horas transcurren deseosas del tacto contrario. Mirándose por escurridizos momentos en donde el hermano mayor carraspea su garganta para llamar la atención de ambos por sobre la nube tóxica de gravitacional atracción que demandan ambos cuerpos.

"¡Al final! Voy a tener que separarlos para que cumplan, finalmente, con su labor". Habría dicho, en algún momento, el hermano mayor cuando cansado de hablar para ningún receptor lo habría soltado... Pero por supuesto, ninguno de los sujetos en cuestión se habrían dado por aludidos sobre que sus miradas se perseguían con suma desesperación. Y como no podía ser de otra manera, el mayor se auto convenció que no hay mal que por bien no venga, es mejor dejarlos solos y que el inevitable destino intervenga a tratar de dialogar con dos entes atrapados en una nube tóxica de deseo y pasión. Sin percatarse -realmente- que sobre todo las cosas, hay desencadenado un proceso de creciente afección.

Es arrastrado por las suaves extremidades de su vampiro amante mientras éste le anuncia certero y con suaves besos sobre su hombro de que estará todo más que bien. Así es que se retiran hacia sus aposentos esperando sobrellevar el mitigante dolor de cabeza que hace su aparición cuando la situación lo sobrepasa sin control... Ama a su hermano menor por encima de todas las cosas y no quisiera que un acto de incontrolable deseo traiga aparejado temibles e inevitables consecuencias. Le da pavor no poder estar a la altura de la situación si a su hermanito menor lo destroza la situación o, en el peor de los casos, no frena.

La caída de la gélida tarde los toma rebosantes en valía, sin perder más tiempo del necesario en tratar de salvaguardar apariencias ante la servidumbre del lugar.

Se necesitan, se quieren y se anhelan. Y no hay nada más real que sentirte vivaz en los brazos de aquel que deseas aunque todos quieran mirar a un vampiro añejo en edad, actuando como un púber enamorado y a un medio humano entregado a la ofrenda de sus manos.

Así, comparten intensos y extensos roces de labios a medida que el vampiro menor intenta tocar en el piano una agraciada melodía para el deleite del rubio impertinente y éste no lo deja. O atrapa sus fríos belfos como si tratara de tragarlo desde sus adentros o sus pequeñas manos se mueven al rítmico acorde tocando desesperado e inquieto.

Fusión de necesidad y afecto cuando sus labios formulan una sincera sonrisa luego de compartir un intenso y duradero beso.

—Me tienes embelesado mi bello humano...

Anuncio el menor de los no muertos cuando acaricia con sumo afecto la mejilla del contrario.

—Eso, hay que ver por cuánto tiempo mi hermosa alimaña...

Responde a sus vocablos todo malintencionado, enmarcando en sus labios notables y adorables pucheros capaces de provocar que la bestia arda de inconmensurable afecto desde sus adentros.

—Si por mí fuera, por los siglos de los siglos, te tendría a mi lado...

Anuncia el pálido morocho, apoyando su frígida frente a la tibia del contrario mientras cierra sus ojos por un efímero momento, dejándose sobrellevar por su anhelo.

—¿Y cómo sería? Digo... El proceso de convertirme, finalmente, en ésto.

Cuestiona un rubio aturdido en sus sentidos por la claridad de los hechos. ¿De que sirve jugar al no puedo si muere por vivir una vida o varias, a su lado?

—¿L-lo p-preguntas en s-serio? —cuestiona sorprendido el menor de los no muertos —. Mira que no debe haber dudas al respecto. O lo hacemos o no lo hacemos. De ti dependerá asumir lo que desees y hacerte cargo de la consecuencia de tus actos... ¿Podrás lidiar con la malsana necesidad de alimento o las ganas de matar para saciar esa misma necesidad en un comienzo?

—Tú no matas innecesariamente...

—A no ser que tenga que hacerlo... Y ayer ya te demostré todo lo contrario a eso que afirmas desde tus labios. Realmente, ¿estás preparado para convertirte en lo que soy, en lo que serás a mi lado?

Cuestiona un embelesado vampiro tratando de poner paños fríos al sueño idílico del rubio. Él, aunque necesite de su compañero afín, no quiero obligar a nadie y ante la duda, remarca las fallas y atrocidades que implican subsistir en el lado oscuro. 

Gracias por pasarte ♥️